Capítulo 14: traición .

Domingo 9:10am.

Colette no sabía exactamente como descifrar su relación con Edgar, ya que nuevamente ayer sábado tuvieron un encuentro nocturno fuera del trabajo.

Sentía tanta culpa que le estaba carcomiendo por dentro. No queria que esto sucediera más, pero es inevitable querer sentir la cercanía más aún si estás enamorada de ese chico y no saber que hacer con la situación sin dañar a alguien.

Spike: ¿si me quedó contigo?. Yo quería salir a pasear está tarde.

Colette: ya sabes como es nuestro jefe. Hoy tenemos que trabajar las 24 horas...

Spike: es que... -voltea a mirar a Edgar que estaba ordenando los estantes.- no me gusta la idea que te quedes sola con él.

Colette: ¿acaso estás celoso?.~

Spike: si... pero olvidalo. No quiero que mis celos arruinen nuestra relación. -toma la mano de Colette.- más bien tengo una buena noticia. Byron mañana me dará la poción. -con una sonrisa en su rostro.-

Colette: ¡Genial!... -sonriendo.-

La peliblanca no sabía en que momento decir la verdad. Le Dolía mucho fingir.

Spike: bueno me tengo que ir. Por mi me quedaría contigo aqui, pero como dices tu jefe se molestaría.

Colette: si...

Spike: te amo Colette. Nos vemos mañana. Te estaré escribiendo. -dicho eso acaricia su mano para despedirse.-

El pequeño cactus antes de salir de la tienda se dirigió hacia Edgar.

Spike: hey.

Edgar: -lo mira de reojo.- ¿que quieres?.

Spike: cuida a Colette.

Edgar: te la voy a cuidar muy bien. No te preocupes.. -se le curva una sonrisa.-

Spike con dudas sin más que decir se fue de la tienda. Él pelinegro va hacía al mostrador donde se encontraba Colette.

Edgar: ¿has visto como me mira ese cactus?. -se apoya en el mostrador.-

Colette: -revisando su diario sin responder.-

Edgar: -hace un lado su diario.- Oye, ¿me estás escuchando?.

Colette: Edgar.. me siento horrible...-dice cabizbaja.-

Él azabache se acerca a ella tomando de su cintura. La albina algo sorprendida le miró.

Edgar: oh Colette solo deja de pensar en eso. Claramente se ve que Spike no quiere que sea tu amigo... -su mano baja más abajo sobresaltando a Colette.- si tan solo supiera que soy algo más que eso...

La peliblanca de inmediato apartó su mano. Con un leve empujón logra apartarse. Edgar sintió una pequeña molestia.

Colette: no me estás ayudando Edgar. Ahora déjame trabajar.

Edgar: tsk. Como quieras... pero en cualquier momento tendrás que decir la verdad a Spike. -dicho eso se va a los estantes.-

La dejó nuevamente pensando en la situación. No se atrevía a decir la verdad.





10:30pm.

La peliblanca se encontraba contando las ganancias de la semana. Hoy por suerte fue un buen día.

Colette: seguramente esto pondrá feliz al señor Griff. -sonriendo.-

Su teléfono vibró recibiendo un mensaje.

Spike: te extraño :(

Estaba apuntó de contestar, cuando de pronto sintió unos brazos por detrás rodear su cintura tomandole de sorpresa.

Edgar: ¿quieres hacer algo?. Estoy aburrido.. -decía susurrante en su oído.-

Colette: n-no... creo q-que sea el momento adecuado...

Edgar: ¿acaso no quieres?. Colette tú me gustas... -soltó mientras que con sus manos recorría su cuerpo.-

Colette: ¿enserio?.. -preguntaba sorprendida.- ¿t-te gusto?..

Edgar: ven. Acompañame. -toma su mano.-

Ambos jóvenes se dirigían hacía el baño de empleados. Edgar hizo pasar a Colette para luego cerrar la puerta.

Colette: ¿Que haces?. No podemos dejar sola la tienda.. -decía con preocupación.- hay que volver.

Estaba apuntó de salir, cuando de repente la retiene contra la pared sin salida. Edgar toma las muñecas de colette presionandolas contra la pared.

Edgar: Colette tú eres mía. No me gusta verte con ese cactus. Quiero que termines con él de una vez.

Colette: n-no... sabes cuanto me resulta difícil está situación...

Edgar: yo sé.. que no soy un príncipe azul pero, me gustas Colette.. -suelta sus muñecas para tomar su cintura.- Él no entiende el procedimiento cuando y como darte un beso... -se acerca a sus labios.- yo en cambió encuentro el punto débil que te eleva hasta el exceso..

Colette: tienes razón. Edgar yo te quiero a ti.

Dicho eso la peliblanca enrieda sus brazos en el cuello de su compañero para lograr besarlo. Edgar no se quedó atras y empezó a corresponder. Un beso lleno de pasión por parte de ambos y deseo. Poco a poco se deshacían de sus prendas. Edgar llenaba de besos el cuello de Colette mientras que sus manos acariciaba cada parte de su cuerpo.

Colette: espera... n-no creo que sea buena idea hacerlo aqui... -decía jadeante.-

Edgar: no hay de otra Colette. ¿Acaso quieres hacerlo en la sala principal?. -suelta una pequeña risa.-

Colette: tienes razón... Edgar te amo. -dicho eso volvió a besarlo.-

Eso tomó de sorpresa al menor. No pensó escuchar "un te amo". Dejó de pensar tanto en eso y prosiguió a corresponder aquel beso.



Por otra parte un cactus se dirigía a la tienda de regalos. Quería visitar a su novia y saber como estaba.

Finalmente había llegado y para su sorpresa nadie se econtraba en el mostrador y mucho menos estaba su compañero. La sala principal estaba en total silencio. Eso preocupó a Spike. Temia lo peor.

Hasta que unos ruidos lo alertaron. Esos sonidos se escuchaban a lo lejos. Spike todo curioso quería averiguar de donde provenían y saber exactamente donde se encontraba su novia. Sigilosamente siguió esos ruidos que claramente se escuchaban más.

No, no, pero que cosas dices Edgar. ¿Como que no trajiste el preservativo?.

Logró escuchar.

Entre risas y jadeos que provenían del baño. Spike lo estaba escuchando todo. Su corazón se hizo un nudo. No podía creer lo que estaba pasando.

Con la rabia que lo estaba consumiendo por dentro. Logró interrumpir tocando bruscamente la puerta.

Ambos jóvenes se alertaron de inmediato. Temian que fuera su jefe y encontrarlos en esta situación tan  vergonzosa. Rápidamente se vistieron como pudieron, pero solo Colette lograría salir para que no sospeche. Su sorpresa fue mayor al ver  de quien se trataba. Quedó sin habla.

Spike: ¿Colette que está pasando?.. -tratando de ocultar su enojo.-

Colette: solo... estaba en el baño...

Spike: ¿con quién?.

Ella no sabía que responder. La culpa nuevamente lo estaba sintiendo. Solo se quedó callada buscando que decir.

Spike: ¿Por qué estás despeinada?. ¿Me crees que soy un idiota?. ¿Colette por qué me haces esto?. ¿Por qué Colette?. ¡¿Por qué?!.

Ella solo sobresalto. Estaba totalmente nerviosa no lograba articular alguna palabra para excusarse.

Edgar: ¿que está pasando?. -saliendo del baño.- ¿por qué estás gritándole?. Ella no tiene la culpa de que me amé.

Eso puso más furioso a Spike. No podia creer lo que estaba escuchando.

Spike: sabía que esto hiba a ocurrir en cualquier momento. Colette yo confiaba en ti. ¿Por qué me hiciste esto?. No sabes cuanto me duele. No quiero pensar que conmigo jugaste...

Colette: l-lo siento... -su voz quiebra.- Perdóname...

Spike: pero tú sabes que el mundo da vueltas. Ojalá que no te vuelva a ver. Nisiquiera sirves como una amiga... la verdad no se que te pude ver.

Edgar: oye no le hables así. -tomando de los hombros a su compañera.- ella también está sufriendo.

Spike: Tú no te metas...

El pequeño cactus estaba apunto de lanzar una granada. Colette de inmediato se percató.

Colette: porfavor Spike tranquilo... no hay porque ocacionar más problemas.. -tratando de calmarlo.-

Spike: ¿acaso no vez cuanto me hiere tu traición?. Yo que soñaba con hacerte solo mía...Con tu error me lastimaste el corazón. Si me lo hiciste a mi. No hay duda que también se lo harás a él.

Edgar: eso lo dudo. Yo si le doy lo que quiere. No soy una planta cómo tú. -esté sonríe burlón.-

Eso colmó la paciencia de Spike. Estaba apunto de lanzarle una granada. Cuando de repente Colette de inmediato fue abrazar a Edgar.

Colette: si lo vas atacar. También me tendrás que lastimar.

Spike solo bajo su granada rendido. No podía atacar a Colette. Estaba muy herido. Solo queria irse de esté lugar.

Spike: por está vez me tocó perder... adiós.

El pequeño cactus logró marcharse del lugar. Colette quedó afectada con ganas de llorar, porque sabía que todo esto era su culpa.

Edgar: tranquila ¿si?. Por algo pasan las cosas. Ahora estás conmigo. Estaré para ti. -abrazandola mientras acariciaba su cabello.-

La peliblanca solo seguía aferrada a él. Quería sentir su protección. Después de todo ahora podrían formalizar una relación.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top