Pues que mas decir de verdad lo siento mucho pero ahora ya entro a la escuela y podre publicar como habitualmente por lo que espero sigan leyéndome y además ¡Muchas gracias por seguirme hasta aquí! Hoy ya es el gran día para Juv, y ya casi estamos en la recta final, por lo que espero les guste este desenlace de sucesos.

Sin mas que añadir.

Disclaimer.- Los personajes no me pertenecen si no a Hiro Mashima solo la trama es de mi autoría.

Disfruten la lectura.

Capitulo VIII

Era por fin, por fin ese día tan esperado, el tan anhelado Viernes, ¡Por fin 14 de Febrero! San Valentín, el día tan esperado por mas de una chica, desde muy temprano todas se habían levantado, la mayoría nerviosas y otras un poco molestas, la noche había sido larga y la espera tortuosa. Entre todas tomaron turnos para alistarse, y se arreglaron con ayuda mutua ya que era un día importante, y mas para una chica enamorada.

-Jellal-san quedara muy contento con tu presente Erza-san- la mas pequeña de las peli azules le sonrio a su amiga, admirando con detenimiento el elaborado chocolate de la pelirroja, un bello y delicado chocolate con la forma del tatuaje que tenia su novio en el rostro, empacado en una cajita a manera que parecía mas un anillo de bodas que un chocolate, pero el esfuerzo era lo que contaba. Por su parte, la pequeña McGarden empacaba con nervios un pastelito que había hecho con mucho amor para su novio Gajeel, por su parte Lucy con mucha, mucha, pero mucha dificultad metía un enorme chocolate en forma de corazón en una típica bolsa de regalo, de tamaño regular lo cual le saco una mirada de sorpresa a las demás, por su parte Lisanna solo había hecho los tradicionales chocolates surtidos, y los tenia en una caja, se les quedaba viendo con una cara extrañada, había decidido dárselos Fred, su amigo de la infancia, entonces ¿Por qué se sentía nerviosa? No lo sabia y hasta le daba ñañaras averiguarlo, aun que se sonrojaba solo con pensar si el de cabello verde se pondría feliz o no, y por ultimo, Juvia miraba curiosa su cajita, con 12 bomboncitos cubiertos de chocolate oscuro adornados con chocolate blanco.

-¡VAMOS A POR ELLOS!- Lisanna fue la primera en pararse en el marco de la puerta, ya que quería terminar con esos nervios lo mas pronto posible, las demás le siguieron mientras Juvia se moría de los nervios, cada paso era un paso mas hacia su día tan esperado.

Las clases pasaron de lo mas normales, claro, excepto para las chicas ya que todas estaban muy nerviosas, pues es un día muy importante para cualquier mujer en plena edad de hormonas, cada una se la paso pensando solamente en cual seria el mejor momento y la mejor forma para dar sus chocolates, y pese a que a eso se dedicaron todas las clases, cuando el timbre sonó anunciando el termino de la primera jornada de estudio, todos esos planes se fueron por el caño y los nervios se hicieron mas fuertes, bueno, mas para unas que para otras ya que había algunas, las suertudas con novio, que solamente con una sonrisa se dirigían a donde ellos, una de ellas era Lucy, que en realidad estaba segura de que le fascinaría su regalo a Natsu por lo que no estaba preocupada.

-Ve Juvia, suerte- Deseo con una linda sonrisa a su amiga peli azul que muy nerviosa salía del salón para encontrarse con Gray, ella le miro como una madre a su hija, sintiéndose bien con ella misma, al fin su amiga hablaría con Gray, inmediatamente noto la cabellera rosada que la enamoraba acercarse, y puso una expresión de fastidio- Ya se, ya se, aquí tu chocolate- Le dio despectivamente la bolsa a su novio, algo molesta por pensar en todo lo que había trabajado y como el estúpido ni lo valoraría.

-Wow, esta increíble, siempre me regalas cosas hermosas, gracias por trabajar tanto por un idiota como yo- Dijo Natsu sonriente mientras le daba un corto beso, sorprendiendo a la chica pero haciéndola feliz, después de todo, Natsu ya tenia años de practica.

-Ojala todo le salga bien a Juvia- comento Lucy de manera perdida mientras su novio devoraba aquel enorme corazón que ahora en segundos se veía reducido a un pequeño chocolate deforme del tamaño de su pulgar, Natsu paso un bocado y la abrazo por detrás.

-Tranquila, según lo que se, Sting anda loquito por ella-Trato de el de tranquilizarla mientras colocaba el ultimo pedazo de chocolate en su boca y besaba a su novia, Lucy sonrio algo encantada por el acto algo provocativo de este mientras le correspondía el beso, pero tras unos momentos abrió sus ojos confundida y se separo de golpe de su novio.

-¿Sting? ¿Eucliffe Sting? El mas popular del instituto, ¿Ese Sting? ¿Qué tiene que ver Sting en todo esto?- Con el corazón en una mano y en la otra un enredo de nervios miro a Natsu quien estaba atragantándose con el chocolate semi derretido, mientras le miraba des consternado.

-Pues si, es el único Sting de el instituto- Respondió con obviedad mientras trataba de devolver el ultimo bocado de chocolate, algo contrariado por que su novia ya no le ayudaba.

-¿Que tiene que ver el con Juvia? Ella quedo en verse con Gray para darle su chocolate- Dijo Lucy notablemente pálida mientras sentía su corazón bombear con fuerza, temiendo lo peor, teniendo esa extraña y fea sensación de que estaba a punto de enterarse de un secreto mas grande que el de la tumba de los faraones egipcios.

-¿Que? No, si Gray ni vino, Juvia quedo con Sting, de hecho ella misma me pidió su Messenger de Sting hace una semana- Respondió mientras se limpiaba el chocolate mirando a su novia como si estuviera loca ¿Qué tenia que ver su mejor amigo en esto?

-¡NO! A Juvia le gusta Gray, ella hace una semana te pidió a TI que le dieras el Messenger de GRAY-

-¿Eh?-

-¡NATSU!- Le tomo del cuello de la camisa y aplico una llave sin darse cuenta, completamente molesta y preocupada, importándole poco si incluso los venusianos habían escuchado su impresionante grito, y sin importarle que el peli rosado estuviera en el piso retorciéndose de dolor tomo lo mas rápido que pudo su celular y rápidamente marco, tenia que avisarle, antes de que pasara lo que menos deseaba.

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Juvia miro a todos a su alrededor, el jardín principal era grande y muy bonito, ya que era el orgullo de la academia, y muchos acostumbraban a dar sus chocolates allí aprovechando el aura romántica que expedía, nerviosa, sentía las miradas de varios compañeros curiosos sobre ella ya que era la única sola, pero no les dio importancia, lo esperaría aun si se le iba el resto de su tiempo en ello.

-¡Perdona la tardanza Princesa!-

Juvia sonrio cuando escucho esas palabras, mientras se acomodaba disimuladamente, volteo lentamente para ver al dueño de aquella voz tan suave, pero su sonrisa desapareció al no ver a Gray por ningún lado, en vez, al único que vio, fue a aquel superior rubio tan popular, que venia a paso rápido, notablemente cansado pero con una enorme y luminosa sonrisa, cuando se paro frente a ella, le miro cálidamente.

-Perdona, es que muchas chicas me detuvieron antes- Le dijo amable, pero inmediatamente su cara paso a una de miedo- ¡Ah! Pero... te juro que no acepte el chocolate de nadie, yo solo aceptare el tuyo Juv- Se corrigió con rapidez mientras sacudía sus manos algo aterrado porque ella fuera a mal interpretarlo.

Juvia solamente parpadeo paulatinamente, tratando de analizar que estaba pasado exactamente y mirando disimuladamente al rededor para comprobar dos cosas, primero si la presencia de Gray estaba en algún lugar, y después, que el coqueto capitán de básquet le hablara realmente a ella. Noto cuando la mirada clara de su acompañante paso de ser cálida a preocupada mientras se agachaba un poco para mirarle los ojos, ya que el era mas alto, probablemente preguntándose por su silencio pero antes de que alguno dijera o hiciera algo, el celular de ella sonó.

-Contesta- Le dijo el cuando ella por fin le miro, como pidiendo su permiso, ella asintió mientras lo sacaba de su bolsa y aun sin mirar en directo al rubio tomo la llamada.

-¿Bueno?-

-¡¿Juvia?!-

-Si, habla Juvia, ¿Lucy-san?-

-Si soy yo, Juvia, hubo un error, no ira a verte Gray, ira Sting-Sempai-

-Sting-Sempai ya esta aquí-

-Si, yo... Ah Juvia, Natsu al parecer se equivoco, el idiota seguramente no estaba prestándote atención, Juvia escucha, no te dio el Messenger de Gray, Natsu te dio el de Sting, "Dragón Blanco" todo el tiempo fue Sting-Sempai, yo, de verdad lo siento, no tengo perdón, eche a perder tu oportunidad, soy pésima, perdóname, discúlpame yo...-

-¿Todo esta bien? Estas pálida- Sting algo cansado de esperar y sin haber escuchado lo de la llamada, se acerco a la peli azul hasta el punto de poder tomar su mentón con una mano y mirarla preocupado, Juvia lo miro a los ojos por fin, ¿Dragón Blanco era el? Trato de procesarlo pero las lagrimas simplemente la traicionaron, cayendo lentamente por sus mejillas mientras muchos pensamientos ocupaban su cabeza.

Una semana, una semana en la que pensó que estaba avanzando paso a paso, pensando que Gray y ella se tomaba mas confianza y se conocían mas, en la que pensó que se había hecho amiga de sus amigos, en la que creyó conocer una faceta de Gray que nadie mas conocía, pero todo era... ¿Mentira? Si, todo por que el estúpido de ese peli rosado no le prestaba atención, las lagrimas se hicieron mas gruesas, ¿Qué estaba pensando? ¿Qué todo seria así de fácil? No, la realidad es que no, en esta vida siempre, todo salía mal.

-¡Juv! ¿Me escuchas? ¿Qué sucede?- De repente, el tono desesperado de su acompañante la saco de sus pensamientos, notando que se encontraba presa entre los brazos de este en un reconfortador abrazo mientras le miraba muy preocupado, cuando ella lo empujo un poco para separarse, el tomo su cara entre sus manos y sin comprender nada le limpio las lagrimas con sus dedos- ¿Fui yo? ¿Te hice algo? Perdóname Juv, yo no se... ah no se que hacer para que dejes de llorar- Se recrimino a si mismo mientras nuevamente la abrazaba sobre protectoramente- Por favor... deja de llorar, no me gusta verte así- Susurro, mas que una petición, parecía rogar por ello.

Juvia parpadeo un par de veces mientras volvía a separarse, esta vez limpiándose ella misma el rastro de lagrimas, mirando a el rubio frente a ella expectante.

-porque... ¿Por qué las princesas deben tener cuidado de los dragones?- Pregunto mientras le miraba como si fuera un espécimen en un frasquito, el parpadeo un par de veces tratando de entender que pasaba por la mente de la chica, de la nada lloraba, y ahora le preguntaba aquello, pero sabia a lo que se refería.

-Porque los dragones comemos princesas, pero ¿Eso es lo que te hizo llorar? ¡Juro que no te are nada! Se que Srta. Dimensional pudo haber dicho muchas cosas de mi, pero seria incapaz de tratarte mal Juv- Se excuso a si mismo, aun que no negaba que si tenia un poco de pervertido dentro de si, ¡Pero muy en el fondo!

La peli azul ante aquello saco un suspiro mientras se relajaba, de alguna manera, sabia que era cierto, esa calidez que sentía cuando se mensaje aba con Dragón blanco la sentía ahora hablando con su Sempai, además, de que esa frase era algo como un "chiste local" entre ellos, en definitiva, el apuesto rubio frete a ella era con quien se había estado divirtiendo la ultima semana, sonrio, esperando que con eso fuera suficiente para relajar a su Sempai que aun parecía ansioso por que ella no había dicho nada.

-Perdone a Juvia, ella no lloro por usted, es solo.... que pensó que no vendría- Se excuso, sin saber que mas decirle, después de todo, seria grosero de su parte decirle que en realidad esperaba a alguien mas cuando Sting tenia la idea de que ella estaba interesada en el.

-Ah, yo, de verdad perdona la tardanza, ¡Pero prometí probar tu chocolate! Es mas estaba ansioso y tu lo sabes, toda esta semana me as traído loco detrás de ti- Dijo recobrando su buen humor sin notar lo que acababa de decir sin querer, lo cual le causo un rubor a la chica.

De verdad era el, esa persona con la que se mandaba mensajes recientemente, que hacia comentarios de la nada que le aceleraban el corazón, que con solo unas palabras movía su mundo, esa persona que... tanto le alegraba el día.

-¡¿Juvia?!-

Oh, lo había olvidado, aun no cortaba la llamada de Lucy, algo sonrojada volvió a colocarse el teléfono al oído.

-Lucy-san, Juvia esta bien, nos vemos en el salón- Dijo sin mas y corto, mirando de nuevo a Sting que le miraba ahora sonriente, Juvia también sonrio contagiada por esa cálida sonrisa, una que por primera vez iba completamente para ella, no para las molestas porristas o demás estudiantes que estaban a alrededor suyo cuando el pasaba y sus miradas chocaban.

Sonrio, de alguna manera, le gustaba mas que sonriera solo para ella y no para el resto.

-Por... por favor... ¡Acepte el presente de Juvia!- Dijo algo nerviosa sin notarlo, al fin y al cabo, ella había hecho ese chocolate para dragón blanco, y si Sting era el, entonces no había problema, ya aclararía luego el malentendido.

-Wow ¡Gracias Juv!- Dijo de lo mas feliz el rubio mientras la abrazaba y le daba una vuelta en el aire y cuando la bajo, le planto un beso en la frente de la emoción y euforia que sentía en ese momento, pero antes de que este se excusara por tan vergonzosa acción o que ella lograra sonrojarse, alguien jalo fuertemente de ella y lo separo para que posteriormente una regla terminara estampada en el perfecto rostro del rubio.

-¡Te lo dije, eres un pervertido!- La acusación de la presidenta estudiantil la tomo con la guardia baja, noto como Sting se sobaba la nariz y empezaba a discutir con ella, lo que logro sorprenderla, ya que nadie le hacia cara a la presidenta estudiantil, además, en un pasado ella le haya ayudado y en ningún momento pensó que la presidenta tuviera ese carácter.

-Esos dos nunca aprenden ¿Verdad pequeña Juvia?- De repente una mano se poso en su hombro, quien le hablaba era nada mas y nada menos que Rufus, y tras el, venias tres presencias mas, por primera vez los veía a todos juntos, el grupo mas llamativo y respetado del instituto.

Sting Eucliffe por supuesto era el líder según muchos, el capitán del equipo de Básquet, el mas coqueto y guapo de todos, el carismático e impredecible compañero, y claro, el que tenia "Fangirls" de sobra, a su ves, estaba Minerva Orland, la actual presidenta estudiantil a la que nadie se le oponía, ya que era muy respetada, Yukino Agria era la Secretaria estudiantil y todos confiaban en ella, además de ser quien se encargaba de revisar los club, su novio, Rogue Cheney, era el vice presidente, y bueno, a pesar de ser el mejor amigo de Sting era todo lo contrario a este, pues tenia un aura autoritaria, y era muy maduro, Orga Nanagear es el capitán del club de Yudo y un hombre de imponente presencia, y por ultimo estaba Rufus, el desvergonzado coqueto del grupo que tenia demasiado encanto, era el presidente del club de teatro y el club de música, de hecho, tenia como apodo "el trovador".

Un momento, ¿Trovador?

Trovador de la Luna Roja.

¡Oh por dios! Ahora lo comprendía, ellos eran sus amigos, con quienes se había estado llevando también desde hace 7 días, la peli blanca noto su sorpresa y con una sonrisa le tendió la mano.

-Maga celestial, Yukino, un placer Juvia-san-

A su vez, los demás también se le acercaban, cada uno con una expresión diferente de felicidad.

-Dragón de las Sombras, Rogue, un gusto-

-Trovador de la Luna Roja, Rufus, un placer preciosa-

-Hombre... ah bueno, tu me entiendes, Orga-

-Srta. Dimensional, pero ya nos conocemos ¿No Juvia-san?- Minerva quien ya había sometido a el pobre rubio le sonrio profesionalmente, y Juvia le respondió con otra sonrisa mientras miraba a la mayor.

-Si, muchas gracias por trabajar tan duro Presidenta- Le sonrio, mientras la mayor hacia un ligero puchero.

-Nada de presidenta, hoy vengo como la amiga del idiota pervertido-

-Así que de verdad hiciste los bombones, te quedaron hermosos, las recomendaciones que nos hiciste también funcionaron a Rogue le fascino el panquesito y Minerva incluso tiene una cita con Alan para este domingo, todo resulto bien- Yukino sonrio con algo de timidez mientras el pelinegro le tomaba la mano, y las orejas de la morena enrojecían un poco.

-Por cierto ¡Yo quiero probar los chocolates de Juvia!- Sonrio la morena mientras se daba la vuelta y miraba con ojos luminosos a el rubio quien por inercia abrazo posesivamente su cajita y se ponía en guardia.

-¿Y por que debería darte si son míos?-

-¿Acaso te pedí permiso?- Le respondió ella con otra pregunta mientras ágilmente le quitaba la cajita ignorando los reproches del rubio quien intento salvar uno de los bombones de la presidenta estudiantil, pero fue demasiado tarde... el bombón había sido devorado de un solo bocado, causando que Sting melodramáticamente le quitara el resto y volviera a reprocharle causando la risa de la peli azul ante tan escena.

-¿Ya le preguntaste?- La imponente voz de el mejor amigo del rubio quebró la cómica atmosfera, mientras observaba a su mejor amigo con una gotita en la frente ya que el rubio podía llegar a ser muy inmaduro aun frente a la que le gustaba, en ese momento, Sting cayo en cuenta y con una sonrisita nerviosa dejo a Minerva hablando y se acerco a Juvia.

-Este yo... veras, pues ya que nos conocemos en persona, me gustaría conocerte de nuevo, así que... yo... ask, ¡Por favor sal conmigo este domingo!- Dijo nervioso mientras se inclinaba sonrojado y nervioso tendiéndole una bella rosa roja que solo dios sabe de donde saco, Juvia se sonrojo de golpe.

Sting-Sempai, el chico mas popular de su academia, y posiblemente de otras también, aquel que tenia fama de ser coqueto pero que nunca había aceptado una cita y mucho menos pedir una, ¿Le estaba pidiendo una para ese domingo? Su corazón era fuerte, pero ya habían sido demasiadas emociones para un día.

Con nervios palpables tomo con cuidado la rosa, rosando las manos de ambos causándoles un ligero sonrojo, pero la sonrisa de Sting no bajo mientras esperaba su respuesta.

-Sting-Sempai, Juvia...-

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-¡¿Se te declaro Fred?!- El grito colosal de sus amigas fue lo que se escucho en cuanto la campana que anunciaba el termino del descanso sonó, la albina se veía rodeada de todas sus amigas mientras entre emocionada y tímida les comentaba como había dejado de ser la solterona del grupo, titulo que había tenido desde que se conocieron, pero ahora su sonrojo al pensar en la épica declaración de su "ex" mejor amigo le quitaba dicho titulo.

-Ojala Juvia este bien- Comento de repente Lucy quien no estaba muy interesada en interrogar a Lisanna, ya que estaba mas preocupada por lo que le habría pasado a Juvia.

-¿Como esperas que este? Todas sus esperanzas de darle su chocolate al chico que le gusta se fueron al demonio por una idiotez de Natsu- Erza era la mas molesta con la situación ya que estimaba mucho a su amiga, y le dedico una mirada asesina al pobre peli rosa que acababa de regresar de la enfermería, esa mirada era la razón por la cual era la futura presidenta estudiantil. Lucy igualmente se sentía culpable por todo por lo que se tomaba la cabeza con ambas manos esperando que llegara su amiga, y como por arte de magia esta venia entrando al salón.

-¡Juvia! ¿Estas bien? Sabemos lo que paso, lo lamento mucho- Lisanna fue la primera en acercarse hasta la chica escapándose de las otras, mirándola con preocupación y brindándole su mas profundo apoyo.

-Todavía tenemos un año mas, perdóname Juvia-Fue lo que dijo el peli rosado al acercarse, mientras le miraba arrepentido y le tendía un nuevo papel donde se podía leer claramente "Gray F." Quien pese a estar en segundo año se había fugado aprovechando una junta imprevista de los profesores por lo cual podía estar con ellas, pero la chica simplemente no reaccionaba, es mas, venia con un ligero sonrojo y con la mirada perdida.

-¿Y esa rosa?- Levy fue la primera en notar la hermosa y rojiza rosa en manos de su amiga peli azul mas alta, a lo cual todos los demás también la notaron por fin, mientras Juvia parecía salir un poco de su trance.

-Sting-Sempai... invito a Juvia a salir este domingo- Contesto algo atontada aun por el hecho, mientras observaba con detenimiento la flor en su mano, se escucho un colosal ¡¿Que?! Que dejo casi sorda a la peli azul y la saco de su trance.

-¿Y que le dijiste? Oh por Kami- Levy le miro nerviosa, ya que si su novio se llegaba a enterar de todo este embrollo el mismo se encargaría de matar a Dragneel ya que quería a Juvia como su hermanita y seguro Gajeel no estaría muy contento.

-Juvia... Juvia acepto-

Después de varios segundos de silencio y que todos trataran de procesar el hecho, solo terminaron por aconsejarle que menor no fuera, que se inventara una buena excusa ya que seguramente el Sempai le estaba jugando una mala broma, otras la animaban a no decaer y volver a intentarlo con Gray el año próximo y otras solo sonreían sin saber que decirle, y pese a las negativas, de alguna manera, Juvia si quería ir a esa cita.

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De verdad lo lamento, soy de lo peor, me desaparecí por demasiado tiempo pero les diré que tuve un shock emocional muy fuerte debido a problemas en casa, pero no se preocupen ya estoy bien, no me quiero cortar las venas ni nada así que no se preocupen, solamente perdónenme por este gran atraso pero desde ahora ya publicare como habitualmente cada semana, así que me arrodillo ante ustedes suplicando su perdón y les doy mis mejores deseos para esta semana.

¡Muchas gracias por apoyar la historia mis estrellas!

Atte.- Su humilde escritora Isa-chan.