Eros al ataque
Gracias por su apoyo, en serio muchas, pero muchas, gracias…espero no defraudarlos. (^O^)
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Eros se escabullía con cautela por los templos en busca de algún caballero dorado, pero para su mala suerte y buena suerte de los caballeros, no encontró a ninguno en los primeros 5 templos, así que decidió seguir con su camino.
- pero que rayos! En este templo tampoco hay nadie!–dijo molesto mientras caminaba en busca del caballero de libra, quien también parecía ausente. Resignado, bajo hacia el siguiente templo en donde esperaba encontrar algún caballero.
TEMPLO DE VIRGO.
Shaka, como de costumbre, se encontraba meditando en su sala gemela, apartado de los demás y sin ningún tipo de distracción a su alrededor; todo era paz y tranquilidad, yo diría demasiada.
-para alcanzar el nirvana preciso toda la concentración posible, despejar mi mente. Para alcanzar el nirvana tengo que despejar mi mente, despejar mi mente…- repetía Shaka como disco rayado. se veía somnoliento y la razón era porque desde hace tiempo que trataba de hallar el nirvana, su propio cielo en la tierra, pero lo único que conseguía era no dormir bien y alimentarse con precariedad aparte de alejarse de los demás cosa que lo hacia una persona algo distante y rara jeje.
-(vaya, tal parece que Athena no exageraba. sus caballeros están más desquiciados y perturbados de lo que pensaba) –pensó Eros, mientras miraba a Shaka a lo lejos.
-tengo que alcanzar el…- Shaka estaba por quedarse dormido de nuevo. – el…z…z…z-
-(Este se ve muy mal) –dijo rondando a Shaka mientras lo veía dormir. – veamos cómo va. - Eros saco su medidor del amor y señalo a Shaka sorprendiéndose con lo que veía.
- 95%! De negatividad –no pudo evitar el gritar por lo asombrado que estaba.
-NIRVANA! -Shaka se sobre salto al escuchar el grito de Eros.
- quien anda ahí?...-Shaka se paró de su lugar poniéndose en pose ofensiva. – será mejor que salga y se muestre, de lo contrario, hare que desaparezca de este mundo. – Shaka comenzó a elevar su cosmos para intimidar a quien estaba oculto.
-rayos- pensaba eros algo nervioso. - no puedo dejar que me encuentre. – se alejaba de Shaka retrocediendo lentamente hasta que chocó contra un árbol.
-solo lo diré una vez más; muéstrese ante mi ahora mismo o de lo contrario se arrepentirá. –Shaka dirigía su vista hacia todos los lugares posibles, hasta que fijo su vista en uno de sus árboles,
-ya te tengo. – Pensó Shaka.- a mí nada se me escapa fácilmente. – esbozo una leve sonrisa. – que extraño, esta presencia no me es conocida en lo absoluto. Pero que perturbadora y molesta es. -
- creo que este es un buen momento para flecharlo. – eros algo nervioso y tenso tomo su arco y cogió una flecha dorada apuntando hacia Shaka. - necesito una distracción, pues si esta alerta, es probable que repele la flecha.
-ya basta de juegos, quien quiera que seas, te aniquilare ahora mismo. – Shaka comenzó a elevar su cosmos al máximo, vaya que no bromeaba en eso de aniquilarlo.
-otra vez hablando solo, Shaka…- Aioria negó con la cabeza mientras permanecía parado a la distancia cruzado de brazos, Shaka, al oírlo bajo la guardia y volteo a verlo molesto, cosa que aprovecho Eros para flechar a Shaka sin que este pudiera evitarlo.
– sí, si ya sé que no es de mi incumbencia y que prefieres hablar solo a tener que hablar conmigo, lo entiendo, pues el sentimiento es mutuo. – Aioria le daba la espalda mientras salía por la puerta.
-solo pasaba por aquí para ir al templo de mi hermano. Pero al oír tu voz y sentir tu cosmos al máximo quise indagar un poco, pues se me hizo algo raro, pero no te preocupes; que ya me voy.
– Shaka no lo escuchaba tan solo se tocaba la lado izquierdo del pecho, sentía como si una flecha lo hubiera atravesado. Pero no hallo tal flecha, ni nada, aun que sentía un leve dolor en el corazón.
- ah! una cosa más, Mu dice que quiere verte para…- cuando Aioria volteo a verle, Shaka cayó al suelo como saco de papas, Aioria al verlo corrió hacia él.
-SHAKA! – Aioria lo sacudida levemente, para que despertara, pero nada, Shaka parecía inconsciente.
- jeje ya cayo uno. – Eros sonreía victorioso, pues sin importar cuan fuerte sean los caballeros, las flechas terminarían haciendo su trabajo.- nadie escapa de Eros jaja. –dijo sonriente volteando a ver a Aioria.
-Shaka! Shaka ¡despierta - Aioria se veía muy preocupado pues era la primera vez que veía a Shaka en ese estado-. ….no bromes, mira que yo ni te toque.-
Eros se acercó intrigado a Aioria. – probemos con este. –apunto a Aioria con el aparato.
-vaya, 75% positivo. No está mal. –eros se dirigió hacia la salida feliz y satisfecho con su labor.
–bueno, creo que ahora este muchacho, será tu problema jajaja. – eros salió del templo mientras Aioria seguía sacudiendo a Shaka y llamándolo para que se despertara.
-MU! Tengo que ir por mu, él sabrá que hacer. – cuando Aioria estaba por soltar a Shaka este abrió los ojos desconcertado y parpadeando un par de veces.
-A….Aioria? – dijo Shaka con voz apenas audible.
-Shaka! Despertaste. – Aioria volteo a verlo aliviado de que Shaka haya reaccionado de su trance.
Shaka se sentía muy diferente y no paraba de ver a Aioria detenidamente. Era su imaginación o había algo diferente en él, algo que ciertamente le atraía de sobre manera.
Aioria se puso algo nervioso al tener esos ojos azules mirándolo y analizándolo de pies a cabeza, algo muy inusual, pues Shaka no abría los ojos más que para matar.
-bu…bueno Shaka, ya te pusiste bien… yo ya me voy. – Aioria estaba por abandonar la estancia hasta que escucho la voz de Shaka nuevamente.
- ESPERA!! -Shaka se paró y rápidamente se acercó a Aioria.- no te vayas. – Aioria lo miro confundido. Shaka se veía sorprendido por sus palabras.
-quiero decir… porque no te quedas un poco, digo, no hay prisa. – Shaka lo condujo a dentro de la sala nuevamente, Aioria se veía muy desconcertado.
-Shaka, te sientes bien? – pregunto tomándole la temperatura a Shaka. – creo que el dormir una vez a la semana y el comer pura cosa verde ya te afecto, mírate, desmayándote y delirando,– decía Aioria mientras negaba con la cabeza. - Para mí que estas enfermo.-
-claro que estoy bien, por qué dices eso?
- siempre me corres de tu templo cada que paso sin mencionar tu cara de desagrado y tus comentarios ofensivos.-dijo cruzándose de brazos y enarcando una ceja.
– dime que pretendes? -– Aioria lo miro susceptible.
Shaka no sabía que decir, pues era cierto. Siempre terminaba por ofender a Aioria pues lo consideraba una ser tan inferior a él, sin embargo, ahora sentía que él era la persona más importante en el mundo, incluso más que él.
-no digas eso, si tú sabes que yo… yo solo bromeaba –decía mientras empujaba a Aioria para que tomara asiento en unos cojines que había en el suelo.
-…mejor siéntate aquí que te traigo algo de beber. –Aioria intento refutar, pero Shaka corrió en dirección hacia su cocina dejándolo con la palabra en la boca.
– momento! -Se detuvo de improvisto antes de salir del salón. –por qué se supone que hago esto. – Shaka volteo a ver a Aioria, quien parecía examinar detenidamente los cojines en los que estaba sentado, al verlo, Shaka hecho un hondo suspiro sin darse cuenta. Ante tal gesto Shaka abrió los ojos muy sorprendido. - – Que es lo que me pasa?-
TEMPLO DE CÁNCER
-rayos! Otra vez perdí, no es posible – Death pateaba furioso el televisor. – maldito kazuya, yo creía en ti. -
-te dije que morirías. – Death, aun sin dejar de patear el televisor volteo a ver a afrodita furioso, este solo esbozaba una leve sonreía.
-Déjate de lloriqueos, perdiste, así que págame los 100 pesos que apostaste. –hablo Shura seriamente mientras este extendía su mano. – rápido, que no tengo más tiempo para perder.
Death buscaba dinero en sus bolsillos, - deja me ver…- saco una navaja y muñecos vudú de sus compañeros, pero nada de efectivo. - creo que no tengo…. – entonces Death se acercó a afrodita para revisar sus bolcillos, a ver si tenía suerte.
-nop, ni un centavo, -Afrodita se alejó de, el molesto.
-te los debo sí. -
– Shura se paró de su asiento molesto. –debí de imaginarme que alguien como tú no me pagaría. - se dirigió a la salida tirando unos cuantos muebles furioso- solo vine a perder mi tiempo, maldito demente de primera…-
- pero mi querido Death, olvidaste revisar de bajo de tu colchón. – Death le hecho una mirada asesina a Afrodita quien se limitaba a oler una rosa carmesí que traía en las manos.
-cállate!– hablo Death, respirando aliviado pues Shura se había retirado sin escuchar el comentario de afrodita.
Eros los miraba a lo lejos, muy a lo lejos. Ya que nada más al ingresar al templo noto el ambiente nada agradable que se presenciaba ahí dentro y prefirió guardar su distancia.
-este lugar apesta a sangre. – pensaba eros tapándose la nariz con su sotana. Al voltear a ver hacia los pisos y paredes se sorprendió aún más y casi hecha un grito de terror al ver esos rostros “adornando” las paredes
. – que rayos….este muchacho está completamente, desquiciado, trastornado y retorcido. – Eros caminaba con cautela alejándose de Death, para luego sacar su aparato.
- creo que a esta distancia no notaran mi presencia. – Eros saco su aparato y apunto primero hacia afrodita -hum… 1 % positivo. Bueno algo es algo. – dijo mirando el aparato y ahora dirigiéndolo hacia Death.
Eros abrió los ojos sorprendido tapándose la boca para no gritar como la última vez. – 98,9% negativo. – pensó mirando hacia Death quien discutía a todo pulmón con afrodita.
- creo que este muchacho en lugar de necesitar amor necesita un psicólogo. – pensó eros sosteniendo su arco y poniendo la flecha dorada.
- y yo digo que eres un maniático de primera! me oíste! –dijo furioso afrodita, dirigiéndose hacia la salida del templo. – ya me hartaste, mejor me voy. –
-sí, lárgate, en primera no sé qué rayos hacías aquí, ushale, ushale. – Death hacia ademanes para que afrodita saliera. Cosa que lo molesto más.
-loco, no vuelvo a pasar por este templo en mi vida. -
-hay mira que mal me puse. - hablo con sarcasmo. - por mí, te puedes enclaustras en tu templo para siempre, grinch. –
-mira quién habla, el gruñón número uno del santuario. –
- que dices? no te oigo. –
-ashhhhh. – Afrodita salió hecho echando humos por las orejas.
-jajajajaja se fue por el lado contrario a su templo jajaja que idiota jajaja ya vera cuando regrese tendrá que arrodillarse ante mí para pasar por….- de repente Death sintió un dolor punzante en su pecho.
-pero…que….- la vista comenzó a nublársele. – Rayos…. – Death cayó desmayado al suelo.
Afueras del templo…
-Rayos!- afrodita miraba la entrada del templo de cáncer. – debí de ir para arriba no para abajo. Eso me pasa por distraído. –Se cruzó de brazos molesto. – y ahora qué hago. De seguro si paso nuevamente se burlara de mí y…ashhhh que fastidio. – resignado, hecho un profundo suspiro. – no me queda de otra. –
Así, Afrodita ingresaba de nueva cuenta al templo.
-mira, no estoy para tus babosadas, así que solo déjame pasar o…- afrodita miro a la distancia a Death, parecía inconsciente, lentamente se acercó a él.
-hey! no te vayas a hacer el muerto conmigo, mira que ese truco ya es viejo. – afrodita lo pateo para que se levantara del suelo cosa que no paso pues Death seguía tirado boca abajo.
-te dije que ese truco ya me lo sé y si pretendes preocuparme pues estas muuuuuy equivocado! Me oíste! – volvió a patearlo, pero esta vez con más fuerza. Pero Death seguía inerte, esto extraño a afrodita.
-oye que te pasa?...- afrodita estaba por tocarlo, hasta que Death repentinamente comenzó a moverse.
-que rayos pretendes. – afrodita lo miro intrigado, mientras Death se ponía en pie y volteaba a verle.
-yo mejor me voy, no quiero que se me pegue lo desquiciado y maniático. – entonces Death lo sujeto de un brazo para evitar que se alejar de él, afrodita lo miro muy confundido y molesto.
-qué crees que ha…- de improvisto Death acerco su rostro al de afrodita teniéndolo a centímetros de distancia, Death parecía examinarlo detenidamente mientras afrodita tenía un enorme signo de interrogación.
- con más cariño que me despeinas. – Death comenzó a olerlo y a tocarle el rostro como si se tratara de una cosa muy rara.
-– hoye que te traes? suéltame - afrodita arto de sus toqueteos lo alejo de si de un fuerte empujón.
- no lo sé, pero de repente creo que hay algo diferente en ti y no sé qué rayos es. – Death volvió a acercarse a afrodita este por precaución comenzó a alejarse de él. – necesito saber qué es eso que tienes. -
-no te acerques mas.- afrodita se resguardo de tras de una silla, pues la mirada que traía Death no le gustaba en lo absoluto. - mira… no sé qué te hayas fumado esta vez, pero ya déjalo, que las drogas destruyen vidas, y va a acabar haciéndote más malo de lo que ya eres y….- de repente Death tumbo a afrodita al suelo comenzando a examinarlo, ante la resistencia de afrodita quien hacia todo lo posible para soltarse de Death.
-jajaja deja jajaja deja eso jajaja que me haces cosquillas jajajaja. – Death no paraba de revisarlo y toquetearlo hasta hallar lo que, según él, había de diferente en afrodita.
Eros los miraba incrédulo. –esto se pone feo. – dijo sin apartar la mirada de ambos. – mejor me voy. –poco a poco salía del templo de cáncer.
Templo de géminis
Eros se puso a bajar por el templo siguiente, miro hacia los alrededores y no hallo nada, hasta que sintió un olor muy agradable. – hummm que rico huele. – Eros se guio por entre los cuartos, hasta llegar a la cocina del templo de géminis.
-prefecto! como yo jajaja no cabe duda que soy el mejor para esto. – kanon tenía una gran sonrisa de satisfacción en su rostro. Mientras se quitaba un delantal y lo depositaba en la mesa.
-ahora que no está Saga para fastidiarme soy capaz de experimentar con el arte culinario jajaja, claro que sí. – ponía platos, para comer. Eros a lo lejos miraba la escena algo extrañado y hambriento.
- (este caballero me resulta interesante) – Eros entonces saco su medidor; apuntando hacia kanon.
-vaya, vaya. 25 % negativo humm ….creo que si tengo una flecha para ti. – Eros saco su arco y con cautela apunto hacia kanon. - esto es pan comido. – pensó mientras soltaba la flecha.
-¡que rico! – grito Aldebarán, quien guiado por el olor de la comida, apareció como por arte de magia delante de kanon. Recibiendo la flecha en su lugar.
-Quien te dio permiso de ingresar de esa manera a MI cocina. – kanon lo miraba furioso mientras ocultaba la comida que había preparado, para que Aldebarán no sospeche nada de su hobby secreto ni fuera con el chisme.
- el hecho de que yo haga lo mismo, no quiere decir que tu si puedas. - kanon volteo a verle algo intrigado pues Aldebarán no se movía tan solo tenía la boca abierta y su mano derecha tocaba el lado izquierdo de su pecho.
- me escuchaste? – kanon pasaba su mano ante los ojos de Aldebarán para que le hiciera caso, pero nada. – mira, mejor vete, antes de que me impaciente y termine por sacarte a la fuerza. – Aldebarán ni siquiera lo escucho tan solo cayo de lleno encima de kanon, quien no pudo apartarse a tiempo.
-auxilio…- se escuchó.
-rayos. – hablo eros molesto.
–falle. – eros miraba a kanon quien hacia un ademán para que lo ayudaran a salir debajo de Aldebarán, pero luego de un par de minutos dejo de moverse.
-si está ahí no voy a poder flecharlo. – eros negó con la cabeza mirando a Aldebarán y viendo su enorme humanidad. – Tal vez no me equivoque.-
Eros entonces apunto a Aldebarán y para su mala suerte Aldebarán era 98% positivo. – bueno, no me queda más que resignarme, pues una vez que la flecha penetra en el corazón hace su trabajo y desaparece para siempre, no hay nada que pueda hacer. – eros se veía algo decepcionado. - de todas maneras, Athena no lo sabrá. – dijo encogiendo hombros.
- huy… pobre muchacho. – dijo mirando a kanon. - la que le espera. - – decía mientras salía del templo.
Luego de unos minutos, Aldebarán comenzó a reaccionar y poco a poco se reincorporaba.
-pero que…..-
Rápidamente, kanon se paró tomando todo el oxígeno que su pulmones necesitaban luego de que casi muere asfixiado por un desmayado Aldebarán.
-toro tonto! – grito ya recuperado. – por poco y me matas. –kanon se acercó a él molesto.
-y luego que iba a hacer el pobre y miserable de saga sin mí, mira que sin mi saga no es nada, claro que tras mi muerte, todos hubieran tenido que alzar un altar a mi memoria y …- kanon hablaba y hablaba Aldebarán no paraba de observarlo y mantener una boba sonrisa.
-luego de eso todos tener una camisa con mi rostro y un slogan que diga: al mejor caballero de géminis KANON ….así Poseidón vendría a …- kanon paro de hablar al ver como Aldebarán mantenía una sonrisa y lo miraba muy de cerca.
-hoye que te traes? - kanon se sentía muy incómodo con Aldebarán mirándolo atentamente.
-a no, si quieres que te preste el baño de nuevo, ni lo sueñes, ya suficiente tengo con compartirlo con saga, como para prestártelo a ti, faltaba más. – kanon se cruzó de brazos mirando de reojo a Aldebarán el cual no dejaba de mirarlo.
- ya! di algo y deja de mirarme como un idiota. – hablo exasperado kanon.
Entonces Aldebarán hecho un hondo suspiro al momento en el que se acercaba más a kanon. – dime algo kanon, que te gusta más? – kanon lo miro muy sorprendido por su pregunta.
-que, que me gusta.- Aldebarán asintió sin dejar de mirarlo.
-todo y a la vez nada. – respondió a secas mientras conducía a Aldebarán hacia la salida de su templo.
-escucha, por que no vas con mu, a él no le incomoda tu presencia, así que adiós. –dijo sacándolo apenas del templo.
-estas seguro que no te gusta nada? – volvió a preguntar Aldebarán mientras le guiñaba un ojo, algo que kanon interpreto como una señal de peligro.
-rayos! De seguro ya se dio cuenta de que me gusta cocinar y ahora me va a chantajear para que no vaya con el chisme a los demás. no puede ser, ahora no solo tendré que alimentar a saga a cambio de su silencio sino que puede que también a este. – pensó mirando a Aldebarán temeroso.
-está bien torito, que quieres que te diga, o más bien, que quieres de mí. – dijo fastidiado y sacando una billetera, la cual tenía grabado el nombre de su hermano, saga.
-en serio quieres que te diga que quiero de ti? – kanon rodo ojos fastidiado y asintió. Ante tal respuesta Aldebarán se sonrojo y comenzó a reír como bobo.
-está bien, toma 90 pesos y no me molestes más, a pero eso sí, nada más me llego a enterar que le dijiste a alguien de mi extraño gusto y aparecerás durmiendo con los peces. – amenazo kanon volviendo a entrar a su templo, Aldebarán rápidamente volvió a ponerse en frente de kanon, quien lo miraba muy molesto.
-ya no tengo más dinero, así que mejor vete antes de que saga se dé cuenta de que le robe y me masacre, tú no quieres eso, verdad? –
-no, yo jamás quería que algo malo te pasara.- dijo Aldebarán en tono afligido.
-entonces vete, - kanon lo aparto de su camino, pero Aldebarán lo detuvo.
-no quieres que te ayude. Puedo hacer lo que tú quieras solo déjame estar a tu lado siiii. -Aldebarán miro a kanon suplicante, cosa que lo extraño.
-no, nada de eso. Me gusta la soledad así que mejor lárgate antes de que…- entonces le vino un pensamiento a kanon. – tal vez si sea buena idea el tenerlo cerca, mira que hay experimentos que me gustaría hacer y como este se come hasta la correspondencia podría resultar de gran ayuda para mí. – miro a Aldebarán con una sonrisa.
-bueno alde, quédate, pero eso sí; tienes que hacer absolutamente todo lo que diga y pida por mas denigrante y raro que parezca, me entendiste. – Aldebarán asentía feliz.
-bien, sígueme. – kanon lo guiaba hacia la cocina. – ah! una cosa más. – kanon le quito el dinero a Aldebarán,- por si acaso. –
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Eros descendía por Aries, no tardó en encontrar al caballero de Aries en la salida de su templo.
-listo! – exclamo feliz. – Camus va a quedar maravillado. – decía mu al terminar de elaborar una vitrina. Que Camus le había encargado.
Eros miraba a mu mientras sacaba el aparatito para luego apuntarlo hacia el a la distancia.
- Increíble…91% positivo. – sonrió. – muy bien. – decía mientras pasaba por una lado del templo sin que mu se diera cuenta. -
-perfecto,–decía mu mientras se desempolvaba las manos. - nada más lo pinto y ya.
-señor mu.-mu volteo a ver a Kiki algo cansado. Mientras este lo miraba feliz. – ya que termino, podemos ir a pasear a la feria. mire que hay autitos chocones, la casa del terror, el túnel del amor, el carrusel y montañas rusas no sé qué sean esas cosas, pero suena divertido. vayamos siii…-
- no kiki, aún tengo que entregarle esto a Camus e iniciar con la mesita de noche que Shaka me pidió.-
-pero maestro…-
-pero nada kiki, hay mucho trabajo por hacer así que deja la holgazanería a un lado y ve al templo de Shaka para preguntarle por las mesita de noche, que me pidió. – si yo creo que Aioria no le dijo nada a Shaka, con lo mal que se llevan.- pensó mientras negaba con la cabeza.
- ten – le entrego una pequeña libreta. - apunta cuanto por cuanto la quiere y para cuando. –
-pero…- kiki tenía ganas de llorar pues mu jamás dejaba el trabajo, era igual a su maestro Shion.
Claro como ahora no había que arreglar armaduras kiki, pensó que podría pasarla jugando y paseando libremente, pero no, ahora mu resulto ser el carpintero, albañil, costurero y arquitecto del santuario. Su maestro tenía más trabajo que nunca y eso implicaba para el que lo mandara a comprar muchas cosas y le ayudara en todo.
– ahora solo me falta pintar la vitrina, por cierto, que color le gustara a Camus…. – mu se puso pensativo al momento en el que decía. – azul, de seguro. -
-Sigues aquí.– dijo mirando a kiki. – ve ya, que es para hoy. -
Si, ya voy maestro. –
Mejor así. –
kiki resignado y cansado se tele trasporto hacia el templo de virgo.
A los alrededores del santuario.
Todavía sigues practicando tiro al blanco, Aioros? -
- sí, milo. – respondió Aioros mirándolo con una sonrisa.
-no veo motivo alguno, pues no hay peligro ni nada por el estilo. –hablo de nuevo milo tomando asiento en una roca.
-el que no haya peligro no quiere decir que se la pase de perezoso y metiche todo el día como tú. – hablo Camus fastidiado. – además, más vale prevenir que lamentar.-
-si milo, además esta es una de mis pasiones. No puedo dejarlo, jamás podría. - dijo volviendo a colocar una flecha en el arco y apuntando hacia unos árboles.
-y de donde sacaste el arco, que yo recuerde, te quitaron el tuyo. - Aioros se veía cada vez más desconcentrado por las intromisiones de milo.
-no era el único arco, en la faz de la tierra milo. – volvió a interferir Camus.
-sí milo, yo mismo elabore este junto con las flechas. Es muy fácil, mira solo necesitas de…-
- y como le haces para tirar las flechas…-interrumpió milo acercándose a Aioros.
-fácil. – hablo Aioros alegre. – sostienes el arco firmemente, colocas la flecha con precisión y tienes que apuntar hacia tu objetivo con cautela y mucha precau…
-a que aburrido. - – hablo milo esbozando un bostezo, sin darse cuenta de que con su comentario, hizo que Aioros soltó la flecha sin fijarse para donde la había lanzado.
-ACUH!-rápidamente los tres voltearon en dirección hacia el ruido. Y vieron a un Shura más que molesto acercándose con flecha en mano, hacia Aioros y compañía.
-esta flecha te pertenece? –pregunto Shura muy molesto, Aioros solo asentía algo avergonzado y apenado. Mientras extendía la mano.
-sí, gracias por…- ante los ojos de Aioros, Shura despedazo la flecha.
-ahí la tienes.- dijo tirando la flecha, o lo que quedaba de ella, al suelo.- como vuelvas a flecharme de nuevo, la próxima no será la flecha si no tú. – Shura se alejó molesto.
-vaya, pero que genio. – hablo milo mientras veía a Shura alejarse. – menos mal que ya se fue. -
– tu qué crees Camus… - entonces milo se puso a buscar a Camus, el cual había desaparecido sin decir nada.
-y Camus? – le pregunto milo a un Aioros que recogía los pedazos de lo que fue una flecha.
-creo que se fue para su templo…- Aioros miraba triste la flecha.
-rayos! Tenía que decirle algo muy importante. – milo se fue en dirección hacia los templos zodiacales.
-esta es la novena flecha que pierdo…creo que para la próxima tendré que hacer más de una docena. – dijo afligido y resignado.
-Aioros, te reto a un duelo! – grito saga acercándose hacia Aioros quien agotado volteo a verle.
-ahora no saga, no estoy de humor. – dijo desganado. - Mira que ni siquiera mi hermano ha regresado y yo ahora si necesito que traiga más flechas de mi templo. –
-tu hermano ya desapareció, pues a él no le importa aprender tiro al blanco. Cuando lo vas a comprender. – saga lo miro sonriente, mientras Aioros lo miraba molesto.
-como sea, dejemos eso de lado, que este va a ser el día en el que termines humillado y derrotado por mí. – Aioros solo rodo los ojos fastidiado.
-no, saga. Ya te dije que no peleare contigo. -
-sabía que tendría miedo, eres un gallina. – saga no paraba de molestarlo. – Gallina, gallina, eres una gallina. Oigan todos, Aioros es una galli…-
-está bien! – grito Aioros cansado. – si peleamos me dejas en paz. –
-claro, solo que esta pelea va a ser cuerpo a cuerpo, nada de armas ni de usar nuestro cosmos. –
-me parece bien. – Aioros dejo su arco en el suelo. Mientras saga sonreía ampliamente.
-entonces ven, vamos. – saga feliz se dirigió hacia el campo de batalla con Aioros secundándolo.
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- Donde rayos se supone que están los demás caballeros. – hablo Eros molesto y cansado, luego de buscar a los restantes caballeros por los alrededores del santuario.
-se supone que tengo que flechar a 7 personas y solo he usado 3 flechas. – decía eros molesto, Hasta que escucho un fuerte derrumbe.
-que fue eso? - rápidamente se dirigió hacia el lugar de donde provenían los destrozos.
Al llegar, vio a unos dos caballeros dorados, en las tribunas apoyando la pelea y otro que simplemente observaba. Luego dirigió su vista hacia saga quien peleaba con Aioros a la par, dándose puñetes y patadas.
-vamos Aioros, ríndete. No me puedes ganar. – saga se veía muy confiado, mientras veía a Aioros ponerse en pie luego de que le diera un puñete que lo hizo volar 5 metros hacia el firmamento.
- rendirme yo. –escupió un poco de sangre. – primero muerto. – dijo mientras se acercaba a saga y lo embestía para que ambos terminaran en el suelo.
-Athena tenía razón, estos muchachos pueden llegar a matarse si no hago algo. – entonces eros saco su medidor del amor para primero señalar a Aioros con él.
-increíble, jamás antes había visto algo así, 99,9 % de positividad. – Eros miraba a Aioros mientras esbozaba una sonrisa.
-bueno, este no necesita flechazo.– eros apunto hacia saga. –Veamos...-Abrió los ojos anonadado. -que! 50 % positivo y 50 % negativo. – eros no podía creer que hubiera una persona con tal resultado, era muy inusual.
- estoy desconcertado, a este lo flecho o no? – eros se puso a meditarlo por un momento. Mientras miraba a saga pelear contra a Aioros.
-bueno… por si las dudas. – eros saco una flecha la acomodo intentando apuntarle a saga.
-vamos…quédate quieto. –dijo al no poder apuntar a saga, pues él iba de un lado a otro.
-veme Aioros, yo soy mejor que tu.- saga lo miraba feliz mientras estaba en pie victorioso, claro, luego propinarle un golpe bajo.
- te tengo. – eros soltó la flecha la cual fue a incrustarse en el corazón de saga.
-ahora, no puedes volver al santuario ni mucho menos…- saga callo al sentir un leve, pero molesto dolor en el corazón. – auch …-
Aioros se reponía del golpe. -saga eres un….-cuando Aioros intento tocar a saga, este cayó desplomado al suelo.
- saga? – pregunto acercándose con cautela temiendo que le propinara un golpe bajo como hace poco.
Saga no respondía a ninguno de sus llamados, esto preocupo de sobre manera a Aioros, quien estaba por cargarlo y llevarlo ante Athena y saber si Arles no estaba por poseerlo de nuevo.
-no saga, tú no puedes hacerme esto de nuevo. Tienes que luchar contra el mal, lucha contra el, tú puedes…- decía Aioros muy preocupado y temeroso. Hasta que lentamente, saga comenzó a abrir los ojos.
-saga, estas bien? – pregunto angustiado, saga solo se reincorporo y negó con la cabeza.
-creo que tengo ganas de vomitar. – hablo saga, acto seguido, hecho todo lo que traía dentro.
-pues qué bueno que estés bien. –Aioros se puso en pie mientras se alejaba de saga. Este parecía tener una muy fuerte disputa interna entre aceptar que Aioros le parecía atractivo y que comenzaba a agradarle y el otro lado que le indicaba que Aioros era el ser más despreciable en la faz de la tierra, pero por primera vez en mucho tiempo su lado bueno salió a la luz nuevamente.
- si Aioros, tienes razón, perdona mi actitud tan inmadura. – ante tales palabras Aioros abrió los ojos asombrado. Girando su vista y acercándose hacia saga
- como…como dices? –
-que lamento mi actitud, no volveré a incomodarte. – Aioros no sabía que pensar pues saga nunca pedía disculpas, por nada. Ni siquiera cuando resucitaron y Aioros esperaba sonriente una sincera disculpas por lo que le hiso, pero solo hubo una mirada de fastidio. Y a hora parecía hablar con tanta sinceridad que era imposible no creerle.
-bueno…me alegra que hayas recapacitado. – saga asintió.
Entonces, Aioros lo ayudo a ponerse en pie, ante tal gesto saga le sonrió, cosa que puso los pelos de punta Aioros nunca antes saga le había sonreído de esa manera.
-espero puedas perdonarme. – hablo saga desempolvándose la ropa.
-claro que sí! – hablo feliz Aioros. –yo no soy rencoroso.
-lo sé, siempre fuiste una persona muy desprendida y dispuesta a luchar por los demás, eso es lo que más admiro de ti. – Aioros lo miro muy asombrado.
-enserio, no bromeas?-pregunto aun dudoso de que saga fuera sincero.
-totalmente enserio, es más, me gustaría estar a tu lado para que me ensenes a ser más tolerante y para que me puedas ensenar a amar….a los demás – dijo saga nervioso, mirando a Aioros a los ojos.
- claro que si amigo. - Aioros también lo miro a los ojos.
-bueno, dejemos este horrible campo de batalla y vayamos a tu templo. – Aioros lo dudo un minuto, hasta que saga poso su mano encima de sus hombro.
-vamos. – Aioros asintió mientras ambos se alejaban. Los que estaban en las tribunas no podían creer lo que veían.
-es mi imaginación o saga otra vez se volvió loco?- hablo milo muy atento a lo que pasaba, claro que al saber qué habría pelea, se le olvido que iba en busca de Camus. – qué raro. -
-se los dije, el ganador es Aioros jajaja -hablo Doko feliz, -ya pongan las apuestas. –Doko extendió su mano, mientras Shura y milo, le entregaban 50 pesos.
-rayos! – dijo milo mientras le daba el poco dinero que traía a Doko.
-sinceramente, yo creí que Aioros perdería.- hablo Shura molesto mientras se apartaba de las tribunas.
-pues no fue así muchacho. yo gane jejeje– Doko contaba el dinero feliz.
-Doko, que crees que haces? – pregunto un nada contento Shion a sus espaldas, Doko al verlo escondió el dinero.
-yo…nada. –
-no me digas que acabas fomentar, no solo las peleas entre caballeros, sino también las apuestas. – Shion lo miraba muy molesto.
-pues…veras yo estaba…apoyando los…es que…no…sabía que…- Doko estaba muy nervioso. Ya ni siquiera pensaba las palabras que salían de su boca.
Eros los miraba a lo lejos entretenido.
-tal parece que el peli guindo tiene serios problemas. – Dijo mientras apuntaba a Doko con el aparato.- hum…69 % positivo, interesante. – dijo, para luego dirigir el aparato hacia Shion.
- 10 % negativo. – eros lo miro. – con razón, trae esa cara. Si está más que amargado el pobre.-
Entonces eros saco la flecha dorada y la apunto hacia Shion. -– creo que vamos a ayudarte un poco.-
-Doko, me estoy cansado de esperar…- hablo muy molesto.
-si bueno….yo…- Doko hecho un suspiro y saco el dinero, entregándoselo. –está bien, estaba apostando contra saga en la pela que tuvo contra Aioros. Y les quite su dinero a milo y a Shura.
Doko, Le dio la espalda. - Si, ya sé que tienes razón, estuvo mal. Pero vamos Shion, la vida esta para vivirla. Y yo creo que tú deberías de imitarme, mira que siempre te la has pasado ocupado y preocupado por los demás, nunca has vivido un poco. Si quieres castigarme por lo que hice, hazlo, me da igual. –entonces Doko volteo a ver a Shion quien parecía inerte con los ojos cerrados y con la mano en su pecho.
-Shion…me escuchaste?- entonces Doko se acercó a Shion. - no me digas que te dio un infarto por lo que te dije?
- Yo no me trago ese cuento, pues no soy tan ingenu.. –sin preverlo Shion cayo, para su fortuna Doko lo atapo antes de que se desplomara al suelo.
-Shion…que tienes…- Doko le hablaba angustiado.
-claro, Doko tenías que abrir tu bocota, y hacer sentir mal a tu amigo.-dijo angustiado y mirando a los alrededores en busca de ayuda, pero no había nadie cerca. - rayos…Shion no te me vayas…juro que no hare más cosas inapropiadas y que me portare como un caballero responsable y no faltare a ninguna de las reuniones que organizas con la excusa de que me siento mal. Pero por favor despierta, Shion, Shion – Doko comenzó a sacudirlo insistentemente.
Shion por los gritos y las sacudidas despertó abriendo los ojos rápidamente y encontrándose con Doko frente a frete.
-Shion, no vuelvas a darme ese susto mira que por poco y somos dos los difuntos. –dijo soltando a Shion y apartándose de él.
Shion solo se sostenía la cabeza y trataba de recobrar el conocimiento. –me…me estabas diciendo algo?
-sí, que yo ya me voy. – Entonces Doko se apartó de Shion, este tan solo se quedó en el suelo tratando de analizar los muchos sentimiento que ahora lo acosaban.- no lo entiendo que….que me pasa. – Shion se veía muy contrariado y confundido. – Doko… - eso era en lo único que podía pensar en Doko.
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-ahora, Solo faltan 2 más y acabo jajaja.- hablo eros feliz mientras miraba en cielo y veía como el sol, al horizonte, comenzaba a descender. – creo que mejor me voy dando prisa. – miro a su alrededor. –creo que ahora tendré que ir a por los templos de nuevo pues aquí ya no hay nadie. – eros algo agotado y cansado; comenzó el acenso por las doce casas.
Paso por Aries, tauro, géminis, cáncer, leo, virgo, libra, escorpio y sagitario sin ningún tipo de percance ya que sus ocupantes estaban muy ocupados y otros templos se hallaban vacíos.
-bueno, se supone que aquí se halla una de mis víctimas. – hablo mirando el templo de capricornio e ingresando con cautela.
-que silencio. – eros paseaba por el templo en busca del caballero del décimo templo.
-Shuraaaa! Por favor – eros escucho un grito que provenía del cuarto principal del salón, rápidamente se acercó y vio con asombro al caballero de capricornio en compañía de afrodita.
- ya te lo he dicho, no me importa en, lo más mínimo. – dijo tranquilo bebiendo una bebida y depositándola en la mesita.
-pero…pero Shura, tienes que esconderme, Death esta como loco.- afrodita se acercó a él todo harapiento. - lo hubieras visto, to… tocándome mirándome y zanganeándome de aquí para allá. – afrodita se puso a temblar mientras se bebía un poco del jugo de Shura, este solo enarco una ceja al verlo y se dirigió hacia la salida.
-eso no me importa, además, tu siempre has dicho de que mascara no es una persona amable ni condescendiente contigo, no sé de qué te quejas. –
-pero…
-nada de peros. – Shura le quito el vaso y arrastras lo condujo hacia la salida.
- ya vete, que quiero descansar y tus gritos no me dejan. – Afrodita tan solo se aferraba a un pilar para no salir del templo.- además Death vive a 6 templos del tuyo no sé cómo…
- sí, pero me sigue a donde quiera que voy, ahora pude distraerlo mostrándole mi álbum de fotos, pero en cuanto se dé cuenta que no estoy en el templo me va a buscar y no quiero que me encuentre, es una pesadilla. –
-no, me importa. – volvió a decir Shura, era evidente su falta de empatía.
- este muchacho es algo cruel, creo que más que el otro maniático que vive en el cuarto templo. – pensó mientras sacaba al aparato y apuntaba hacia Shura.
-que! 100% de negatividad. – eros echo un grito sin poder evitarlo, pero para su suerte Shura no lo escucho. – es de corazón frio y duro. -
-te doy lo que me pidas solo… solo déjame quedarme aquí, por lo menos hasta que a Death se le pase el efecto de las drogas o lo que sea que se haya metido. –
-ya te dije que no, así que hazme el favor de largarte. – Shura tenía una cara de pocos amigos, afrodita se rehusaba a salir.
-no…no me obligues…a regresar. -
-vamos a ver….- eros apunto con la flecha a Shura con algo de nerviosismo pues temía que una flecha no fuera suficiente. – bien, hagámoslo. – soltó la flecha y fue a incrustarse milagrosamente en el frio y duro corazón de Shura.
- si quieres te doy todo mi dinero, pero aparta a Death de mí, mira que tú eres el único que logra intimidarlo y al que le tiene algo de respeto, por favo…-afrodita sintió como Shura lo soltaba para luego caer al suelo de lleno.
-he…Shura que tienes? – afrodita se arrodillo y tomo su pulso. Luego puso su oído en el pecho de Shura y escucho los latidos de su corazón. Que parecían bombear sangre a mil por hora.
-qué te pasa Shura…
-ASI QUE AQUÍ ESTAS, AFRODITA! – tan rápido como escucho su nombre, afrodita se giró para ver a Death el cual estaba parado en la salida del templo.
-rayos! me encontró. – afrodita se puso en pie lentamente. Mientras Death se le acercaba.
-vámonos, te dije que quería ver y conocer cada parte de tu templo para ver donde me puedo instalar y poner mis cosas. – Death tomo de la mano a Afrodita guiándolo arrastras hacia la salida.
-nooo, no quiero. Estás loco, suel… - afrodita callo al sentir otra mano tomar su mano libre.
- al girar vio a Shura, tomando su mano y jalándolo para adentro de su templo. –
- afrodita se quedara conmigo. Así que deja de molestarlo y vete, mask – dijo en tono serio e intimidante. Tanto Death como afrodita lo miraron confundidos.
- estas delirando si crees que voy a permitir que afrodita se quede aquí, si él y yo ya quedamos en que nos quedaríamos en SU templo para convivir más tiempo y así conocernos más. –
Death jalo a afrodita para afuera.
- yo no deliro, él se quedara en mi templo, ya me lo había pedido antes, así que suéltalo. – Shura volvió a meterlo al templo, en esos momentos, afrodita parecía una muñeca de trapo.
-y si no me da la gana. – Death y Shura se miraron a los ojos con desdén, afrodita intentaba soltarse tanto de Shura como de Death, para huir, pero ambos parecían no querer soltarlo. Que rayos era todo eso, esos caballeros se pelaban por él y hace poco ni lo miraban ni prestaban atención
-hem…muchachos. – dijo afrodita al ver el ambiente hostil que había. – creo que hoy no es mi día. – a afrodita tan solo quería librarse de Death y al parecer ahora tenía a dos caballeros acosándolo.
-jajaja pobre, creo que esto va a quedar en un triángulo amoroso. – eros salía del templo de capricornio rumbo al siguiente.
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-vamos Camus, di que siiii. - milo permanecía al lado de Camus mientras este revisaba unos libro, los que había comprado recientemente.
-vamos, no seas un amargado y ven conmigo, mira que la vamos a pasar chévere y no te vas a arrepentir. – decía milo tratando de jalar a Camus hacia la salida.
-además, en la feria a la que te invito, hay muchas cosas bonitas que te van a encantar. – milo hablaba muy emocionado, pues el tan solo estar con Camus en una de esas atracciones lo llenaba de entusiasmo e ilusión.
Eros escuchaba la conversación algo divertido. –parece que aquí témenos uno pequeños problema de amor. –eros discretamente apunto a hacia milo.
-con un 95 % de amor y todo este esta dirigido hacia la persona que tiene en frente, que interesante. – eros miraba a milo.
-QUE NO! – grito molesto y soltándose de milo. – escucha, no tengo tiempo para andarlo perdiendo contigo. Y menos, tengo ganas de ir a una estúpida feria de pueblerinos. – dijo serio y volteando a ver hacia un libro.
-pero que geniecito se carga este caballero.- eros apunto hacia Camus. – veamos…80 % negativo. –eros miro a Camus y sonrió. – parece que no se da cuenta de sus verdaderos sentimientos hacia su compañero pues su orgullo y amargura no se lo permiten, pero no te preocupes muchacho, yo te ayudo. – eros saco su flecha y apunto hacia Camus.
-pero cam… - milo, logro distinguir la flecha dorada que se dirigía hacia Camus, rápidamente se acercó a Camus para protegerlo.
-¡cuidado! – lo abrazo, evitando que la flecha se clavara en el corazón de Camus, recibiendo la flecha en su lugar. Camus no pudo evitar el sonrojarse ante tal cercanía.
-rayos.- dijo eros molesto. – falle y lo peor es que se me acabaron las flechas. –
Camus reacciono y empujo a milo de si –suéltame, te dije que no quiero que trates nada conmigo. – hablo molesto mientras le daba la espalda para dirigirse hacia la salida de su templo, milo en cambio se sentía muy débil. Poso su mano en su corazón queriendo hallar la flecha dorada, pero no ha hallo, tan solo sentía un dolor punzante en su corazón.
-Camus….no…no me siento muy bien. – dijo milo mientras se sostenía la cabeza.
-aja! Ahora quieres que yo te cuide y te atienda ja! No te pases de listo. – milo cayó al suelo, pero Camus tan solo lo ignoro.
- ya deja el teatro, que a mí no me engañas. – Camus tomo su saco, mientras salía de su templo.
– tengo que devolver estos libros, así que a mi regreso espero no verte aquí o lo lamentaras, milo. – así Camus salió del templo dejando a milo inconsciente.
-tú tienes la culpa, no debiste interferir, tonto. – eros hecho un suspiro mientras se alejaba de milo. – de todas maneras, ya no importa. – eros abandono el templo algo molesto, pues no le gustaba fallar.
-CAMUS! Ya termine el encargo que me pediste. – Mu apareció en el templo, usando la tele trasportación. – y créeme que vas a quedar fascinado. –busco con la vista a Camus, pero lo único que encontró fue a milo tirado en el suelo.
-MILO! – mu dejo la vitrina y fue en direcciona milo.
-milo que tienes, no me digas que otra vez hiciste exasperar a Camus más de la cuanta. – negó con la cabeza. – realmente, no sé qué ganas con molestarlo. – mu le toco la frente.
-no, no tiene fiebre, pero…- milo poco a poco fue abriendo los ojos encontrándose con los ojos verdes de mu.
- Mu… - milo se reincorporo con ayuda de mu.
-me alegra que estés bien. – decía mientras le daba una leve palmadita en la espalda.
-sabes que cuando haces enfadar a Camus demás, se pone algo violento; así que mejor dale más tiempo para que te tome en cuenta. Mira que aquí todos ya sabemos de tus sentimientos y todos te apoyamos y compadecemos jeje pero…en verdad creo que debes de ser más paciente y prudente mira que Camus aun esta algo indeciso jeje. – mu se alejó de milo mientras contemplaba su trabajo.
-por cierto milo, has visto a Camus? – dijo mu mirando a milo quien parecía no poder quitar su mirada de él.
- yo…yo creo que se fue. – dijo negando con la cabeza para pensar mejor y organizar sus sentimientos.
- que mal, si hubiera usado las escaleras en lugar de mi tele trasportación de seguro lo habría encontrado en el camino… - hecho un suspiro resignado. – ni modo, volveré más tarde. – mu volteo a ver a milo y le sonrió.
-dile a Camus que ya le traje su vitrina y que espero le guste, sí. – dijo mirándolo a los ojos. Milo no respondió tan solo asintió, mientras mantenía un leve sonrojo.
-milo…te sientes bien? – dijo posando sus manos sobre sus hombros. Milo parpadeo un par de veces al momento en el que asentía.
- claro que estoy bien. –hablo alegre, mientras tomaba a mu de una mano. –ciertamente, me siento mejor que nunca. – mu lo miraba muy desconcertado mientras intentaba soltarse del agarre de milo, cosa que no lograba.
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-bueno 5 de 7; es una bueno marca, una muy buena. – Decía Eros mientras subía hacia el templo de Athena.- de todas maneras, esto no es problema mío, sino de Athena.- decía al momento en el que aparecía en el salón principal.
-Eros! – grito Athena al verle ingresar. – como te fue?
-digamos que medio bien. –eros cansado como nunca antes, se dejó caer en uno de los sillones que había.
-porque no me invitas un vaso con agua, mira que vengo muy cansado, pues tus caballeros son muy escurridizos y difíciles de encontrar. - Athena enarco una ceja mientras le tendía un vaso con agua.
-y…lo lograste? – pregunto acercándose a Eros y sentándose a su lado.
- bueno. – Eros bebió todo el vaso con agua y lo deposito en el porta vasos. - el caso es que ya use las 7 flechas en siete de tus caballeros y que ahora es solo cuestión de tiempo para que puedas ver por ti misma los resultados. –
-entonces, si lo hiciste! - exclamo feliz Athena. – y…y no notaron tu presencia? – pregunto temerosa, Eros solo negó con la cabeza.
-no, aunque por poco y me desaparecen de la faz de la tierra jajaja. – Athena y Eros se echaron a reír sonoramente.
- gracias. – Athena lo abrazo emocionada, Eros tan solo se ponía en pie y se cambiaba de ropa mágicamente haciendo desaparecer su arco también.
-bueno, ya es hora de retirarme. – Eros abrió un portal por el cual ingreso.
- gracias! – grito Athena antes de verle desaparecer. – no hay de qué. – se escuchó antes de verle desaparecer por completo.
Athena respiro aliviada, recostándose en su cama.
-genial! – ahora solo a esperar a mañana. – Athena tenía una gran sonría en su rostro. – hasta mañana. –
CONTINUARA
Mil gracias por leer.
Espero sigan la historia, porque van a haber muchos conflictos, malos ratos y muchos mal entendidos entre los caballeros a causa de las flechas XD
Que harán ahora nuestros queridos caballeros para salir de esto?
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