Efectuado

3. Erotomanía.

Hyungwon se quedó mirando al tipo frente a el de manera recelosa, estaba con los ojos entrecerrados esperando dijera algo, en lugar de estarse cubriendo con el flequillo.

— ¿qué diablos hacías en esa tienda erotica, Hoseok?

— shhhhhhh ¡maldición! — el castaño miró a todos lados en la cafetería y se inclinó poniendo en alto la bolsa que llevaba en la mano.— ¡voy a matarte con esto, lo juro por dios que te mataré! — él lo amenazó, así que le quitó la bolsa de la mano para ver con sus propios ojos qué tanto hacía — ¡basta, no veas! Oh, Por Cristo. — Hyungwon lo evadió y se levantó de la silla, en tanto que Hoseok se cubría más con gorro de su sudadera negra y se hundía en su silla tapándose el rostro con ambas manos.

Vaya, vaya...

Al abrir la bolsa sus ojos se expandieron y genuinamente sorprendido miró hacia Hoseok quien no le daba
la cara; dentro  había un dildo metálico, uno grande. Cerrando la bolsa volvió a sentarse, la puso frente a Hoseok y bufó ante tal engaño.

— perra hipócrita.

— ¡no es lo que estás pensando! — él se excusó rápidamente tomando la bolsa de encima de la mesa y quitó su cubreboca mostrando su expresión molesta. — no-no es mío. — dijo el castaño y sus labios temblaron.

— ah ¿no? ¿Y entonces de quién? — preguntó con curiosidad. Sus ojos enormes lo enfocaban, mientras que Hoseok buscaba en silencio las palabras.

— bueno está bien, sí es mío. Pero lo hice porque Jooheon dijo que serviría — la excusa no tenía sentido ¿Quién era Jooheon, por qué y para qué les serviría un dildo?

Esa respuesta ya la sabes, Hyungwon.

— ¿quién?

— Jooheon, el nuevo novio de Changkyun. — inclinándose sobre la mesa y mirando al rededor el castaño lo llamó con el dedo, por otro lado, Hyungwon levantó una ceja creyendo que perdía la cabeza de a pocos; dudando se acercó a él, sus rostros quedaron muy cerca uno del otro y con la cabeza Hoseok le dijo de acercase más, así que eso hizo.

— ¿se lo dirás a alguien? — su pregunta en un tono nervioso le hizo pensar, luego estaba el hecho de que uno de sus tantos sueños eroticos se había reproducido en su cabeza en el instante en que ese susurro lo activo, siendo ese mismo tono de voz el que había escuchado noches antes diciendo su nombre.

Oh my God...

Se separó mirándolo desde su ángulo y él lo veía hacia arriba con esa expresión de dulce conejo esperando por una respuesta;  no dijo nada en el momento adecuado porque estaba perdido imaginando esa cara siendo presa del placer.

Well, Hyungwon, you can die right now if you want to. You're going to crazy, fucking bitch.

— yo-yo no le diré a nadie, no lo sé. — se tomó la cabeza con ambas manos negándose a tal locura. Era ahora, ya era hora de sacarlo de su cabeza o enloquecería por completo.

— ¿no sabes? ¿Cómo que no sabes? — Hyungwon se detuvo mirando hacia el fondo del lugar el logo de la cafetería que era alumbrado por unas bombilla amarillas, el tráfico de personas era pobre y el ambiente estaba tranquilo; le gustaban ese tipo de lugares.

Eso es, piensa en otra cosa y no caigas.

— Ni siquiera estás escuchandome, santos cielos. — escuchó al castaño quejarse y regresó su vista a él.

— ¿por qué lo quieres ocultar, acaso crees que es un tema tabú o algo? — lo preguntó mirandolo a los ojos y se encogió de hombros levantando los brazos a su vez. — ¿por qué el miedo?

— No-no es miedo — sonrojandose Hoseok volvió a su lugar, acomodó el flequillo abriéndolo hacia un lado y mirando hacia el otro habló — es-es mi primera vez. — murmuró tan bajo que le fue imposible comprender.

— ¿cómo? — replicó no entendiendo y fue su turno de inclinarse sobre la mesa.

— es mi maldita primera vez, ya te dije. — Hyungwon frunció el ceño con una sonrisa lasciva porque hacía mucho tiempo no se cogia a un virgen.

Yes! Yes, yes, yes, fucking yes!

— e- ¿eres virgen entonces?

— ¿qué? Claro que no, Idiota, es mi primera vez usando esa cosa. No tengo una mierda de idea de qué hacer, Pero- yo - yo no sabía cómo más solucionarlo — Hoseok cerró los ojos y soltando un pesado suspiró volvió a abrirlos pareciendo un loco — ¡no encuentro a nadie que sea digno y por tu culpa mi única oportunidad de hacer que mi hombre soñado se fijara en mi se perdió por completo, maldito imbecil! Dios, no puedo creer que en serio se haya casado luego de que dediqué dos años de mi existencia a soñar con estar con él.

Bah, en resumen no es virgen la perra tonta.

— espera. — Hyungwon puso una mano en alto cayendo en cuenta de algo, cerró los ojos recapitulando y poniendo todo en orden.

"hombre de mis sueños" "no puedo creer que se haya casado"

Casado...

¿Casado?

— te-¿te gusta el profesor de literatura? — abrió los ojos bien grande mirandonlo directamente al rostro y una sonrisa se fue formando en su propio rostro, hasta que la misma se fue volviendo una risa imposible de contener.

Oh, God! What is wrong with him!?

nunca lo imaginó de esa manera, no se había fijado lo suficiente en Hoseok como para deducir que tenía algún tipo de fetiche con los hombres corpulentos y de mal vestir. Se tomó el estómago carcajeandose sin poder evitarlo, lo hizo por un par de minutos en los que intentaba hablar y volvía de nuevo a caer preso de la risa.

¡Por dios, que niño tan ridículo!

— perfecto, ríete hasta que estalles y mueras. Me voy. — Hoseok se levantó tomando su bolsa, organizó su cubreboca y comenzó a salir de la cafetería a paso firme. Respirando, y de verdad, casi muriendo de la risa, se levantó corriendo como mejor pudo, empujó la puerta y miró de un lado al otro, encontrando que el castaño de cuerpo ardiente iba a la distancia; limpiando sus lágrimas producto de la risa arrancó a trotar alcanzandolo.

— ey, tontita ¿por qué te vas tan rápido? Ni siquiera ordenamos nada ¿no tienes hambre? — comenzó a caminar a su lado mientras el veía al frente; su ropa parecía graciosa,  lucia como esas niñas que seguían a esos idols todos el tiempo.

Y aún así se ve buenísimo.

— dejame en paz, Chae. Acabo de recordar el por qué te odio tanto y no quiero ver tu cara de...

Holy fucking shit, here we go again.

— atrévete a decir que tengo cara de rana y juro que seré yo quien te muestre qué puede hacer ese dildo en tu puto culo ¿me entendiste?

Hyungwon lo tomó del brazo deteniéndolo en medio de la acera, mirándolo muy seriamente porque ya le parecía suficiente; bufó en el momento en que el se soltó con un movimiento brusco de su brazo,  viéndolo bien, Hoseok lucia como que tenía más masa muscular que meses atrás.

Debe estarse ejercitando.

— mira, no me importa. Ni siquiera sé por qué eres tan sensible con el tema, lo único que sé es que no quiero hablar más contigo y punto.

— pues lo mismo va para ti — le respondió aún siguiéndolo por la calle, Hoseok no lo miraba y seguía caminando a pasos agigantados. — pero te digo, amigo mío, que si quieres intentar usar ese enorme dildo, ojalá y tengas lubricante en tu casa si no  esperas que entre entonces por tu agujero a punta de rezos.

Hoseok se detuvo de caminar. — ¿lubricante? — mirandolo Hoseok hizo la pregunta, Hyungwon limpió algo inexistente en su nariz y se acercó a su oído.

— sí, lubricante, querido saltamontes. — le respondió separándose lo suficiente para estar cerca de su rostro — por suerte tengo mucho en mi casa ¿no quieres ir?

— ¿es acaso tu casa una puta tienda erotica? — su ceño fruncido era gracioso y su pregunta le dio pie.

— no, es mucho mejor. — respondió con suficiencia — es el paraíso.

◇◇◇

Hyungwon salió de la cocina con un vaso de jugo de naranja en la mano, llegando a la sala encontró a Hoseok viendo las decoraciones del lugar con un interés único y levantó la ceja curioso.

— mira, bebelo. — Hoseok recibió el vaso mirándolo con demasiado recelo, luego se dirigió a el.

— ¿seguro que  no tiene nada que haga que me duerma? — su pregunta sin sentido no hizo más que ponerlo de mal humor. Hoseok era un imbecil.

This dramatic bitch...

— creelo, incluso si me rogaras con las piernas abiertas que te cogiera, jamás lo haría ¿por qué me cogería a alguien que dice que tengo cara de rana? Yo no tengo car de rana, soy hermoso. Tú, perra tonta.

— ¡Dios, deja de llamarme así! no eres mi amigo. Me pareces un ser insoportable y me tienes harto ya con eso de que eres hermoso ¡no lo eres para mi! ¿puedes dejar de guardar rencores? — Hyungwon quería estrellarlo contra el televisor.

— Entonces disculpate por llamarte cara de rana, ahora mismo. — le demandó totalmente falto de paciencia, porque dijera lo que dijera, seguía siendo el hombre más bello de todo Seúl; incluso si sus ojos de perra tonta no lograban captarlo, lo era.

— ¡me disculpo, maldición! ¡Ahora disculpate tú por llamarme perra tonta!

— fine, me disculpo. Pero donde se vuelva a repetir te cogere del cabello, te haré ver estrellas y te juro que no será del golpe que te daré ¿me escuchaste bien?

— ¡bien!

— ¡bien!

Ambos se miraron retandose, de manera figurativa rayos salían de sus ojos chocando entre sí, y cuando todo se hizo absolutamente tenso, casi cuando estuvieron muy, muy cerca el uno del otro, rompieron la batalla de miradas y se dieron la espalda.

—  estúpido — murmuró Hoseok.

— petulante — le lanzó Hyungwon creyendo que ya era suficiente.

— cara de... — Hyungwon se giró con los ojos bien abiertos y Hoseok se calló justo a tiempo.

— ¡mira, cállate! — el pelinegro se tiró en el sillón cruzandose de brazos  dispuesto a rendirse de discutir con él; sentía que envejecia cada vez. — ¿sabes al menos lo que harás con ese dildo? ¿Quieres que te enseñe varios trucos? — movió las cejas de manera característica y Hoseok bebió del vaso sentándose a su lado.

— ¿crees que voy a permitir que un infame loco como tu me meta un dildo por el culo? — Hoseok rio al aire — cariño, no estoy así de desesperado.

Hace un rato dijo que sí lo estaba.

— dijiste que no tienes a nadie ¿Cómo lo harás entonces? — levantó una ceja y Hoseok bebió el resto jugo de un tirón.

— ¿quién dijo que necesitas a alguien para hacerlo? — graciosamente él se mostró una expresión relajada que lo hizo fruncir los labios — Puedo solo, aprenderé por mí cuenta. —  asegurando eso el castaño dejó el vaso sobre la mesa. Hyungwon lo siguió con la mirada sin perder de vista ni un movimiento. — así que dame ese lubricante que ya sabré qué hacer.

— vaya, media horas antes estabas preso del pánico porque te atrape con las manos en la masa; justo ahora te ves como un a pe...

— como una pe... Vamos, continúa. — no quería ser golpeado, no en su rostro. Quejándose en sus adentro resopló y cambió sus palabras haciendo que el tonto bajara su puño que amenazaba con golpearlo.

— cómo un idiota. — completó y miró al rededor de su sala como si no la conociera ya. Le desesperaba Hoseok, era algo que tenía que lo hacía perder la razón en menos de lo que esperaba; soltó el aire y recordó algo.

Oh, right.

— por cierto, te gusta ver gente follando. — apenas dijo eso los ojos de Hoseok se abrieron como faroles, su rostro se tiñó de rojo y titubeó apenas comenzó a hablar.

— pe- pe-pero ¿¡a qué viene eso de repente, por Cristo!? — soltando a reírse Hyungwon lo señaló con su dedo índice agitandolo frente a el.

— te estabas tocando mientras me veías follar, recuerdo perfectamente cómo te conocí ¿siempre has tenido ese fetiche?

— no tengo ningún fetiche y tampoco me estaba tocando ¿cuántas veces tengo que repetirtelo? Ya deja de mentir, por el amor a dios.

Hoseok parecía que perdería la cabeza debido a su pregunta, así que frunció los labios asintiendo ante lo que pedía; era interesante por que sus palabras tenían un grado de sensatez que pudo tolerar un poco.

— no puedo — confesó — yo sólo no puedo dejar de mentir — dijo la verdad y la disfrazó de inmediato con una mentira — mis padres han tratado por todos los medios de curarme, pero ya no hay solución. Así que, sólo lo hago.

— ¿hablas en serio? — celebró en su interior cuando lo vio dulcemente sorprendido, Hyungwon puso un rostro serio, casi afligido y asintió. — ¿es muy grave?

— Puedo sobrevivir si no estoy bajo demasiado estrés, así que tengo sexo para poder sobrevellevarlo — Hoseok lo miró con recelo por varios segundos en los que quizá dudó de sus palabras, pero cuando no hubo risa alguna asintió convencido realmente.

— entiendo, eso explica todo...

Niño ingenuo.

— fui muy fuerte al hablar de mi problema, Hoseok. No es fácil para mi ¿sabes? ¿Por qué no te abres conmigo también? — era una estrategia. Obviamente le valía una mierda decir una que otra cosa que estuvieran cercanas a la verdad, siempre y cuando Hoseok no quisiera ahondar nada en ello; sólo quería convencerlo.

— ¿so-sobre qué? — Hoseok miró hacia el televisor pretendiendo no entender de lo que hablaba, eso era muy hipócrita de su parte ¿por qué era así? ¿No le era sencillo quizá o simplemente era muy tonto?

Seguramente es muy tonto, Hyungwon.

— te gusta ver gente tener sexo ¿no? — volvió a insistir, sonriendo buscó su mirada — vamos, te he atrapado totalmente. No puedes negarmelo. Dime ¿lo haces seguido?

— ¿y qué si es así? — estaba impaciente y entendió que se encontraba incómodo con el tema — No tenía idea tampoco de que me gustaba, es la primera vez que hago algo así y no querría siquiera volverlo a intentarlo. Dios, eres un dolor de culo.

Bah...

— tienes muchas primeras veces en tu haber. Eso habla mucho del tipo de vida que has llevado ¿sabías?

Rodando los ojos Hoseok se recostó totalmente en el sillón, viéndolo imaginó su cuerpo debajo de toda esa ropa que llevaba puesta y la boca se le hizo agua; Hyungwon no mentía cuándo decía que no lo quería cerca, que no lo deseaba tanto así, que ni era su tipo, así que ¿qué mierda le pasaba?

Es porque estás dejando que te vuelva loco.

— en fin, no sé volverá a repetir. — replicó y soltó un suspiro resignado. Hyungwon sonrió mordiendo su abultado labio inferior.

— ¿estás seguro? — volteando a verlo Hoseok asintió con el ceño levemente fruncido, él no parecía confiar en sus palabras y le dio un punto porque era perspicaz.

— Claro que lo estoy, tonto ¿qué planeas ahora?

Well...

— ¿y no quieres ver cómo me toco? — su voz retumbó por toda la espaciosa sala y Hoseok soltó a reírse de manera nerviosa pensando que le estaba tomando del pelo.

— vamos, Idiota, deja de bromear. — lo comentó. Hyungwon llevó su mano dentro de sus pantalones haciendo que Hoseok se sentara totalmente alarmado. — saca tu mano de ahí, Hyungwon, o te juro que lo único que tocarás serán mis puños con tu cara. — a pesar de la firme amenaza, ese algo en su interior lo llevó a simplemente no escuchar nada de las tonterías que decía Hoseok por minuto y lo retó con la mirada.

— pensé que te gustaba ¿no te gusta, Hoseok? — Hyungwon mordió por cuenta nueva su labio grueso y jadeo una vez comenzó a pasar su mano masajeando su pene.

El castaño tragó grueso al verlo, pero como el tonto que era cerró los ojos y se levantó del sillón yéndose de ahí. Sin detenerse, Hyungwon cerró los ojos gimiendo a su antojo, y al volver a abrirlos y mirar en dirección a donde se  había ido Hoseok, lo halló estando de pie a medio camino; él pataleo dando puños al aire y luego de lanzar una fuerte maldición regresó a sentarse en el sillón.

— Virgen Santa, no sabes cuánto estoy odiandote en este momento, Hyungwon. — su voz sonó resignada y falta de paciencia. Hyungwon abrió sus pantalones sacando su erección y abriendo las piernas se sintió con más libertad de estimularse por su mismo, su mano subía y bajaba entre rápido y lento, mientras gemia sin detenerse.

Oh, fuck...

Hoseok veía con mucha atención, las mejillas las tenía sonrojadas y eso ya era suficiente para añadirle esa adrenalina a su cuerpo. Sus gemidos llenaban la habitación haciendo más tensionante todo, se estimulaba sin detenerse, su pecho subía y bajaba, y en lo único que pensaba era en poder tenerlo, en su voz gimiendo y en lo delicioso que debía ser estar dentro de ese cuerpo.

Jadeando Hoseok se acercó más, él lo miró al rostro remojando sus labios que temblaban e intentó decir algo, pero no salió nada; volvió a tragar grueso de manera notoria y habló.

— más - más rápido, Hyungwon. Más rápido. — su voz sonó ronca y bastante excitada, debía estar disfrutándolo porque estaba totalmente centrado sin perderse nada y su respiración era irregular; aumentando el ritmo en que movía su mano sobre su miembro, Hyungwon gimió con aún más ahínco sintiendolo tan bien. — oh, santos cielos...

Le gusta. A él le gusta, Hyungwon.

Su vientre se llenó de esa sensación tan placentera, el cuerpo entero lo sentía caliente y viendo a su rostro esperó por ese momento en que su cuerpo convulsionaría y se llenaría de ese placer intenso, consiguiéndolo casi al instante.

Su ruidosa voz se extendío por toda la habitación y Hoseok se quedó viéndolo al rostro, sus ojos lo repasaban insistentemente mientras, por su propia cuenta, intenta recuperarse del intenso orgasmo que había tenido.

— mierda, eso fue... — la voz del castaño estaba temblorosa a nada más habló, cubriéndose la boca soltó una carcajada  — ¡mierda, maldito guarro! — sin más Hyungwon soltó a reírse siguiéndolo, porque en serio eso había estado a otro nivel.

◇◇◇

— ¡Hyungwon! — el chico de cabello negro que veía la vitrina con atención se dio la vuelta curioso, tratando de distinguir al otro chico de cabello rubio cenizo que entraba por completo a la tienda. — ey, Hyungwon, soy yo. Soy Yugyeom. — abrió los ojos mirando a todos lados, de inmediato sintió la presión y sus manos comenzaron a moverse de manera involuntaria.

Why?!

— oh, hola.

— hace mucho tiempo que no te veo ¿qué haces aquí? — el chico alto miró al rededor de la tienda y abrió los ojos asombrado. — ¿estás comprando?

— Sí. Estoy buscando algo para mí hermano. — Hyungwon se se sintió aliviado una vez dijo esa mentira.

— ¿tú hermano? No había escuchado nunca que tuvieras un hermano, Hyungwon. — el rostro consternado y curioso del otro supo hacerle mella, miró hacia un lado buscando qué decir.

Stop him, now.

— tú - no sabes de él.

— ya veo. Quizá sea eso. — el chico se notó incómodo por si respuesta, miró de nuevo al rededor y apretó los labios pensando en qué más decir.

— sabes, los chicos a pesar de todo lo sucedido te extrañan. — comentó — supongo que prefieren verlo como algo producto de un juego de niños y nada más. Deberías tratar de contactarnos de vez en cuando.

Hyungwon asintió

— Claro, lo intentaré.

— bien, me tengo que ir. Que estés bien, Hyungwon. Cuidate. — con un último asentimiento de cabeza vio al chico alto salir de la tienda de nuevo y sintió alivio de que no mencionara nada más.

Yugyeom fue su compañero en la escuela a la que antes asistía, siempre estaban junto a otros dos y solían ser muy unidos, pero como siempre sus mentiras lograron hacer que las cosas se distorcionaran lo suficiente; y aunque no se sentía enteramente culpable, aún le era incómodo tener que pensar en el tema.

Tú tenías razón.

He was a bitch, he punches you and you're right. That's all.

Se convenció a sí mismo, incluso cuando sabía que aquello era una mentira no quiso darle más vueltas al asunto. — ¿ha visto algo que le interese? — Hyungwon giró dejando todo atrás y volviendo a lo que estaba haciendo antes de encontrarse con Yugyeom; incluso si se había equivocado, juraría hasta el final que no por el simple hecho de que nunca se equivocaba.

— me llevo estos dos. Pago con tarjeta.

◇◇◇

Acostado en la banca del jardín trasero, con la chaqueta de deporte cubriendo su rostro del sol, Hyungwon mantenía con los audífonos puestos disfrutando de la suave melodia de 'Sea of Love'; su cabeza acostumbraba a estar vacía y el vacío era llenado por las armonías y la voz aterciopelada de la mujer.

Sumergido en ello, justo cuando un 'I love you' sonaba, su chaqueta fue retirada haciendo que sus ojos dolieran al contacto directo con la luz solar, intentó cubrirse con la mano y los rayos del sol le permitiron ver unos gruesos labios rojos que se movían sin emitir ningún sonido y una blanca piel que brillaba.

'I want to tell you how much I love you'

Escuchó la frase en la canción mientras retiraba los audífonos, se sentó aperezado y bostezó estirando su cuerpo; su mirada viajó de nuevo a Hoseok que estaba de pie mirándolo con una curiosidad muy típica de él, su mente que estaba vacía comenzó a funcionar y lo sintió bien.

— ¿me escuchaste, Hyungwon? — preguntó él y rodó los ojos; acomodando su flequillo se sentó en la banca, su sudadera la llevaba doblada en una pierna poco más abajo de la rodilla y la otra la dejaba caer con normalidad. Hoseok era condenadamente ardiente sólo así. — leí la nota que dejaste en mi libro  ¿para qué querías verme aquí? — dejó de detallarlo en íntimo silencio y se cruzó de brazos poniendo su dedo en el mentón.

What do you want from him?

— quizá te llamé para que cogieramos en el gimnasio. — le respondió y Hoseok prácticamente lo miró contrariado.

— Sagrado Dios ¿Cuándo será el día en que digas algo con jodida normalidad? — el rostro desfigurado de Hoseok le hizo estallar en risa. Negando con la cabeza aplaudió y se levantó poniéndose frente a él.

— busca en el bolsillo de la chaqueta.

El castaño que lo había seguido con la mirada estando cauteloso, miró la prenda por encima y luego a Hyungwon de nuevo, quien con un ademán de su cabeza le dijo de hacerlo con seguridad; sin dudar más él comenzó a buscar entre los bolsillos hasta que lo halló, sacando la caja lo miró consternado a más no poder.

— ¿qué es esto?

El de cabello negro se encogió de hombros totalmente relajado. — ábrelo — le dijo con una voz tranquila y Hoseok lo hizo. Detallandolo sonrió, se acercó sin dudarlo, apoyó una mano en el respaldo de la banca y besó al castaño una vez este levantó el rostro.

Sus labios probaron con firmeza los de él y su lengua entraba en su boca sin ningún temor; fue así por el tiempo en que Hoseok se lo permitió, antes de que lo empujara revisando que nadie los hubiera visto.

— es- estamos en la escuela, Idiota. — lo regaño en medio de un ridículo nerviosismo que ni venía al caso.

— feliz cumpleaños, tontita. — Se lo dijo y sonrió por el dulce impacto de Hoseok al ver, sin poder creer aún en el regalo.

— Hyungwon, esto es demasiado caro. Por dios, no puedo recibirlo. — cerró la caja y se la extendió — tómalo, te lo regreso. — dijo totalmente alarmado de quién sabe qué — aún me siento culpable de que compraras ese teléfono tan caro, ni siquiera sabía qué decirle a mamá cuando me preguntó por el y tuve que mentir. Me estoy volviendo como tú.

Duh

— es tuyo, lo compré para ti así que no hay caso de que me lo regreses; además, ya tengo uno. — levantó su brazo mostrándole el reloj dorado que llevaba puesto y Hoseok abrió la caja comparando.

— ¡son iguales!

— así que conservalo ¿entendido? Me arriesgué a quedar en bancarrota hasta el próximo mes por conseguirlo, no puedes regresarlo. — Dijo la verdad. Se acercó dando otro beso corto que Hoseok no le negó y abriendo los ojos lentamente se encontró siendo arrastrado por una nueva sensación de calor en el pecho.

Los ojos cerrados mostrando una largas pestañas, sus cejas, su nariz, sus labios y la mirada brillante que complementaba increíblemente el ambiente natural.

¿Qué cosa sin sentido está pasandote ahora, Hyungwon?

─ 〄 ─

Hoseok se cepillaba los dientes mientras veía su reflejo en el espejo, había agarrado su cabello de una chistosa forma para así lavar su rostro con más facilidad. Se limpio bien y puso su cepillo en donde acostumbraba y antes de salir al cuarto escuchó su teléfono sonar.

Salió buscándolo en el lugar donde lo dejó cargando, se sentó en la silla abriendo Kakao y frunció el ceño a nada más ver la nueva ventana de chat.

"Hola"

— ¿cómo conseguiste mi número, guarro? ¿Me estás acosando de nuevo? — se lo escribió y envió enseguida. Por el tiempo en que esperó por una respuesta trató de recordar un momento en que algo como decirle su número se le hubiese escapado, pero en ningún momento se lo dijo ni nada.

"contrato"

La boca de Hoseok hizo una tremenda O; asintió la cabeza hallandole sentido a todo y escribió.

— bien, pero sigue siendo acoso. Tenías que habérmelo pedido. — enviando el mensaje miró la pantalla atento, y luego al tablero lleno de fotos de el mismo junto a Changkyun y Mingyu. Era extraño.

Muchos meses atrás jamás se habría imaginado que encontraría algo de atractivo en el chico guarro que se sentaba siempre en toda la mitad del salón, sólo habría que ver, la primera vez que tuvo un contacto directo fue cuando lo encontró teniendo sexo en el aula junto a Kihyun; Hoseok nunca esperó siquiera que terminaría encontrando un nuevo gusto placentero, y, además de eso, que se enredaría con Chae Hyungwon.

Loco bastardo, has de estar igual de enfermo.

"¿puedes darme tu número de teléfono?"

Leyendo el mensaje soltó a reírse y con ánimo respondió. — ya perdiste tu oportunidad, voy a bloquearte y a denunciarte por acosador. — se lo respondió con regocijo recibiendo un sticker de corazones; soltó a reírse sin más.

Jodido guarro cursilero.

Rodó los ojos dejando el celular sobre la mesa, se cruzó de brazos mirando hacia la puerta de su habitación recordando lo que sucedió aquél día en que Hyungwon inventó severa historia sobre haber amenecido juntos; Dios, ese día quiso reducir su existencia a nada, le había hecho tanto mal, que ni siquiera podía verlo en clases, no quería toparselo en ningún sitio y su presencia toda le generaban ganas de exterminarlo.

Pero al final ¿qué habría sido diferente Hoseok?

Nada, seguramente.

Su maravilloso maestro de literatura igualmente se casó con la linda profesora de historia, tuvieron una pequeña celebración muy bonita donde compartieron con las personas cercanas a ambos; ese día peinó bien su cabello, se vistió un traje elegante y soltó a llorar en el hombro de su madre una vez él dio el sí definitivo, creyendo ella que lo hacía por lo hermoso del compromiso.

Jesús, le había dolido un montón, pero debía de aceptar que el profesor Hyunwoo se veía tan feliz y tan dichoso, que ni siquiera tuvo el valor de culparlo sobre nada ¿Cómo lo hacía? Estaba en su derecho, más que nadie, a estarlo.

Escuchando de nuevo el sonido característico de los mensajes volvío a ver el teléfono tomándolo.

"¿sigues ahí o ya me bloqueaste, tontita?"

Su sticker llorando lo hizo sonreír, infló su mofetes jugando y escribió.

— ¿qué quieres, Hyungwon?

"send nudes, baby"

Ok, no entendía inglés la mayoría de las veces y odiaba que Hyungwon lo usara con tanta frecuencia, pero eso sí que lo entendió. Frunció el ceño porque por un momento olvidó que hablaba con un maníaco pervertido.

— ¿quieres morir? No voy a enviarte nada. Mandó un sticker enojado y dejo el teléfono a un lado levantándose de la silla; ni san Pedro le quitaba lo guarro a ese tipo. Se quitó la camiseta y se vio en el tocador, aún estaba delgado, y aunque sus pectorales estaban creciendo, todavía le faltaba mucho para estar como quería.

Suspirando fue al baño y al terminar se tiró en su cama mirando el techo.

La manera en que terminó por tener una extraña relación de amistad con Hyungwon fue a lo sumo intrigante; Primero él rompió su celular literalmente cambiándoselo por uno nuevo y mucho mejor, luego él lo encontró saliendo de aquella tienda erotica y lo ayudó prácticamente a aceptar que había algo nuevo que le producía un placer increíble, y finalmente Hyungwon le regaló un reloj para sus cumpleaños que seguramente costaba un ojo de la cara.

Aa fin de cuentas Chae era una persona excéntrica, y a decir verdad, últimamente comenzaba a ver su cercanía como algo agradable; sonaba a una tontería, pero con Hyungwon se divertía aunque la mayor parte del tiempo le hiciera doler la cabeza con sus mentiras y estupideces, aunque no fuera su tipo de hombre solía disfrutar de verlo tocarse y escucharlo gemir, y cuando se besaban solía sentir cosquillas en el estómago y se le erizaba la piel.

Se acostó de lado pensando en ello.

La primera vez que lo besó fue por mucho aterrador, había sido porque no estaba listo para nada como tener sexo con él que era apenas y un aparecido, pero últimamente estaba sintiendo que era algo tonto ir a su casa para... Para sólo verlo tocarse y ya

¿no se aburría él de lo mismo?

Jugó con la sabana y soltó un suspiro porque le agotaba pensar qué era lo cierto y lo que no; por una parte creía que Hyungwon disfrutaba mucho de hacerlo, pero por otro sentía que en cualquier momento él pensaría que el juego era algo aburrido y tonto, lo echaría y luego ¿qué?
No estaba angustiado, pero sí algo desconcertado de no saber qué esperar o hacer al respecto.

Su teléfono sonó varias veces y volteó a ver su escritorio; quiso ignorarlo, pero un cuarto mensaje sonó haciendo que se levantara de nuevo revisando.

Guat te fok!!!?????

La salíva se le quedó atascada en la garganta, comenzó a toser y soltó el teléfono dejándolo caer en la mesa sin poder creer lo que estaba viendo.

Está bromeando ¿no? ¡Claro que está bromeando, Hoseok!

El teléfono sonó de nuevo y lo tomó leyendo el mensaje que había llegado.

"sueña conmigo, tontita"

Santo diosito ¿Cómo podía ser tan cínico? Ni siquiera podía responderle algo, maldecirlo o no nada, Dios, nada podía hacer. Dejó el telefono de nuevo y se sentó en su silla, se movió inquieto en ella y se levantó caminando de un lado a otro por la habitación, miró el teléfono desde donde estaba y caminó directo a la puerta poniéndola bajó llave, desconectó el aparato y se fue a su cama abriendo la ventana del chat de Hyungwon. Regresando en los mensajes vio las fotos que le envió y sus dedos temblaron; se rindió  apartando el teléfono porque era una locura.

Eliminalo

Eliminalo

Ábrelo

Ábrelo

¡Ábrelo ya!

Tomó el teléfono revisando, mirando hacia la puerta primero y después volviendo su vista a la pantalla abrió la primera foto; sintió su pecho quedarse sin aire, se mordió el labio y despegó la mirada como mínimo avergonzado. Era él, lo conocía, había visto su verga más veces de las que le gustaría aceptar, así que no podía estarse equivocando.

Regresó la mirada pasando a la siguiente foto y deseó tanto estar ahí, pedía no estarse volviendo loco o nada, por que sentía las guarradas de Hyungwon en serio estaban convirtiéndolo en un maníaco por lo erotico como él, pero es que deseaba cogerse a Hyungwon tanto que ya no lo podía ocultar más.

Es definitivo, has enloquecido.

Remojandose los labios con el pasar de su lengua detalló la forma de su polla, lo grande y su bonita curvatura, pasó a la siguiente foto y cuando llegó al último — un video — levantó la vista aturdido. Su cuerpo hormigueaba y la boca se le hizo agua de la nada.

Se levantó buscando sus airpods, los puso rápido y reprodujo el video. La voz de Hyungwon chocó en su cabeza destruyendo todo a su paso, Hoseok sintió una ola de calor molerle hasta el último musculo, sus ojos estaban fijos en la manera en que Hyungwon pasaba su mano por su erección y sus gemidos le añadía ese algo que lo tenía prácticamente delirando.

Para cuando el video terminó, Hoseok ya había tomado una decisión.

◇◇◇

— creo que estoy enamorado de Jooheon — Hoseok miró por encima de la lata a Changkyun. Sus palabras sonaban muy serias, pero lo conocía y no sabía si realmente creer o jugar con ello.

— que- que bien — comentó inseguro sin saber qué decir exactamente.

— no, no está bien. Mamá jamás querría que saliera con un hombre que casi me triplica la edad, Hoseok, no sé qué hacer. — su voz angustiada lo hizo pensar en ello, por alguna razón últimamente nada le parecía complejo.

— ¿y por qué tiene que saberlo? — preguntó Hoseok obviando — no tienes que decirle, al menos no hasta el día en que no puedan meter a Jooheon a la cárcel por andar acostandose con un crio de escuela. — Changkyun lo pensó y le dio la razón.

— es cierto, ahora sólo tengo que ver cómo decirle a Jooheon que estoy enamorado de él. Perfecto. — encogiendose de hombros lo comentó, pero su voz en un tono satírico mostraba lo complicado del asunto.

— ¿hablas en serio? — frunció el ceño comiendo su pan dulce; aquello era demasiado extremo. Para Hoseok el amor llegaba una sola vez en la vida, era único e intransferible, no había posibilidad de amar a otra persona como amabas a tu primer amor, y viendo que Changkyun ya había tenido de esos demasiados, pues no le estaba siendo muy claro qué era lo que sentía en realidad su amigo.

— claro que hablo en serio, Hoseok, estoy enamorado de Jooheon; esta vez no estoy mintiendo. Siento la puta cabeza dar vueltas cada que estoy cerca a él y... Realmente quiero estar a su lado todo el maldito tiempo, incluso lo extraño en estos momentos.

— oh. Veo, veo. — le dio la razón y asintió la cabeza para que no se enojara por sentir que quizá estaba bromeando sobre su nuevo gran amor. Hoseok tomó su lata de soda y la llevó a la boca viendo a Hyungwon entrar a la cafetería, se quedó inmóvil siguiéndolo con la mirada  hasta que en cámara lenta él giró su cabeza clavandole la mirada, se puso nervioso por la manera en que levantó la ceja mientras se pasaba la lengua de manera sugestiva por los labios.

Piedad...

El cuerpo enteró le comenzó arder al recordar el video de la noche anterior, rompió la mirada y volvió al frente dónde Changkyun lo veía con los ojos entrecerrados juzgandolo.

— ¿qué? — un nerviosismo tonto lo atacó nada más vio a su amigo verlo de esa manera, continuó fingiendo naturalidad y de reojo vio a Hyungwon saludar a su grupo de amigos.

— debes estar jodiendome ¿Cierto?

Pretendió que no entendía a lo que se refería, siguió comiendo y se encogió de hombros mostrando una expresión desentendida — ¿sobre qué? — dio otra mordida a su pan y lo miró — no sé de qué hablas.

— vi perfectamente como mirabas al idiota de Hyungwon, lo vi. Deja de decir que no entiendes sobre lo que estoy hablando. — Changkyun insistió, mirando en dirección a Hyungwon, él frunció el ceño y luego regreso su vista a Hoseok que revisaba su teléfono ignorando todo. — creí que lo odiaba ¿no fue él quien hizo que perdieras la oportunidad con Hyunwoo? That motherfucker.

Al escuchar eso Hoseok soltó el aire por la boca totalmente resignado. — El profesor se casó, Changkyun, siendo sinceros nunca tuve oportunidad de salir con él. Hyungwon es un idiota más, así que no te preocupes por eso.

— ¿sabes lo que le hizo a Kiki? — Hoseok despegó la vista de la pantalla y miró a Changkyun curioso.

— ¿qué le hizo? — lo preguntó porque a pesar de todo nunca supo las razones o siquiera entendió qué tanto era tan malo que obligó a Kihyun a cambiarse incluso de escuela. Changkyun se desinflo en su silla y tomó de su propia soda, negando con la cabeza antes de hablar lo miró señalandolo con el dedo índice de su mano libre.

— ese Hyungwon le dijo a su grupo de amigos que Kihyun se acostaba con tipos mayores por dinero, luego de acostarse con él los rumores comenzaron a rondar hasta que llegaron a oídos de los profesores y finalmente a los padres de Kihyun; estuvo en muchos problemas por eso. Es verdad, me lo dijo hace un tiempo cuando lo encontré en un bar junto a su nuevo novio.

— vaya...

Escuchándolo de esa manera sonaba bastante serio; no conocía a Kihyun tan bien como para juzgarlo o defenderlo, pero seguramente eso sí que había sido extremista. Miró en dirección a Hyungwon que sonreía y jugaba con el par de chicos que estaban junto a él, los mismo eran un dolor de culo por lo inadaptados que solían ser; de repente Hyungwon fijó su vista en el mordiéndose el labio, cosa por la cual apartó la mirada y aclaró la garganta viendo a Changkyun que comía su pan.

— igualmente nunca me ha caído muy bien ese sujeto y lo que le hizo a Kiki fue demasiado bajo. Es un mentiroso.

— sí, quizá...

Lo sabes perfectamente, Hoseok, él lo es...

◇◇◇

Hoseok subió las escaleras metálicas con paciencia, mirando al zona desde arriba se quedó en un profundo silencio y soltando el aire se dispuso a tocar la puerta.

— Hola, Idiota — saludándolo le dio un beso profundo usando su lengua y mordió su labio de manera sensual robándole el aliento; Hyungwon abrió los ojos lentamente una vez se separó y sonrió saboreandose los labios.

— hola, tontita. — dando otro beso cerró la puerta. Su cuerpo cada vez era más débil ante la idea de estar cerca y más sensible ante cada una de las caricias  que recibía por parte de él.

Por eso estás aquí.

— ¿qué haremos hoy? — Hyungwon rompió el beso apoyándose en la pared del pasillo, él lo tomó de la cintura y Hoseok, poniendo sus manos en la pared a los costados de su delgado cuerpo, lo miró directamente al rostro desde su posición.

— veamos Stranger Things. — comentó dándole otro beso corto y sonriendo para convencerlo.

— ¿ah?

Hyungwon arrugó el entrecejo sin entender absolutamente nada; tomando su morral de la espalda Hoseok lo abrió mostrándole el contenido del bolsillo más grande, emocionado volvió a tratar de insistir. — traje botanas para que comamos mientras vemos la serie.

— vamos, Hoseok ¿qué diablos es Stranger Things? — era clarisimo que a Hyungwon esas cosas no le interesaban y no se sorprendió. — ven, sólo dejame besarte, voy a tocarme mientras me ves y ya. Best plan ever. — Hyungwon pasó sus gruesos labios por el cuello haciéndolo suspirar entrecortado y lo único que lo hacía incómodo era su morral que se interponía entre ambos cuerpos; estaba teniendo problemas para concentrarse, pero no, todo tenía que ir de acuerdo a como lo había planeado. —  ¿viste lo que te envié? Las hice pensando en ti, Hoseok... — sus palabras hechas un murmullo sobre su piel fueron bastante tentadoras y le movieron todo; cobrando fuerza se separó y se arregló la camiseta viendo la manera lasciva en que Hyungwon le miraba el cuerpo entero.

¿Cómo puede ser así? Oh Dios....

— eres un guarro — rodó los ojos y siguió hacia dentro creyéndose en serio fuerte, porque aquello de resistirse a no caer era la más grande azaña que había logrado hasta el momento.

— ¿vas a negarme que te gustaron? Puse todo mi esfuerzo en ellas ¿si viste que tienen el ángulo perfecto? Es arte, mi polla es la mejor de todo Asia. — Hyungwon habló siguiendolo, sus brazos lo rodearon desde atrás y un beso sonoro en su cuello hizo que intentara buscarle la cara y así ver qué pretendía con esa presión

¿Para qué diablos quiere él saber? He visto mejores pollas.

— no sé de qué hablas. — lo negó, con toda la fuerza que nacía del hecho de no querer darle la razón, negó absoluto conocimiento sobre nada; aún cuando había visto el dichoso video y fotos tantas veces que ya lo tenía grabado en la memoria, no le dijo ni un céntimo.

— ¿no lo sabes? Yo creo que sí — Hyungwon se rio. Juntos caminaron hasta la sala, dejó su morral en el sillón aún con el pelinegro trepado en su espalda como un mono gigante; soltó el aire y se quitó los brazos de encima liberándose.

— bueno, pues no sé de qué hablas y punto. Tú decides si lo crees o no. — lo retó queriendo acabar el tema.

— pues decido no creer — sacándole la lengua Hyungwon fue hacia la cocina, Hoseok al ver lo tan idiota que era, solamente negó la cabeza fingiendo pesar y se dispuso a buscar la serie que tanto amaba.

Sentados en la alfombra de la sala, justo frente al televisor, Hoseok comía de la bolsa de frituras totalmente concentrado en cómo el demogorgon se llevaba a la mejor amiga de Nancy, mientras que ella se hacía la graciosa intentando tener sexo en la habitación de arriba; Dios, cada vez que llegaba a esa parte quería decirle lo estúpida y egoísta que era.

Al escuchar el mínimo ruido miró a su lado, impactado por la larga paz, giró a ver a Hyungwon encontrando que estaba con la boca totalmente abierta y los ojos casi afuera del impacto.

— ¡no! Pero - ¡no! — gritó de repente el más alto. Hoseok creyó que algo andaba mal, hasta que Hyungwon continuó gritando, detuvo la serie, se levantó y saltando  mostró una increíble emoción. — ¡mierda, Hoseok, se la ha llevado! — Hoseok asintió

— sí. — asintió.

— ¡y Nancy aún no lo sabe!

— aammm, sí.

— ¡mierda, mierda, mierda! — el castaño río acomodando su flequillo, recogiendo sus piernas llevó sus manos hacia atrás  apoyándose y ahí sentado en la alfombra se quedó viéndolo.

— eres el primero que conozco que se emociona tanto viendo mi serie favorita. — Hyungwon barrió su cabello hacia atrás con energía y caminando hasta estar justo detrás de Hoseok se inclinó, mientras que el castaño dejó caer su cabeza hacia atrás cerrando los ojos al contacto de los gruesos labios con los suyos; su respiración siempre se hacía pesada cuando Hyungwon lo besaba de esa manera tan profunda, y fue más intenso cuando su delgada y suave mano se deslizó por cuello de la camiseta hacia dentro aciriando su pecho y luego pellizcando su pezón, haciendolo gemir  hasta romper el mismo beso debido a la chispa de placer.

— me has hecho adicto a muchas cosas que no he pedido. — lo murmuró mirandolo al rostro. Hoseok sonrió mordiendo su labio y la sonrisa socavona de Hyungwon lo complementó. — iré a pedir algo de comer y luego seguiremos viendo la serie; aunque — Hyungwon se irguió mirando la hora en su reloj — ¿a qué horas regresarás a casa? — se lo preguntó y Hoseok nervioso miró hacia la televisión.

Bien, sólo dile.

— yo-yo le dije a mamá que me quedaría hoy. — lo dijo y jugó con sus pies, llevaba puestas medias blancas y buscó a Hyungwon que aún estaba de pie mirándolo.

— good, I- I think i could do it. It's just a night with him. What could be bad? Just fuck him ... Well... — Hoseok frunció el ceño una vez el más alto comenzó a hablar prácticamente solo.

— Por el sagrado rostro, Hyungwon, habla un idioma que pueda entender. — le exigió con impaciencia porque siempre era lo mismo, no entendía nada y no sabía si lo estaba rechazando o simplemente estaba haciendo alguna broma sobre el; era completamente frustrante a más no poder.

— llamaré por esas hamburguesas y Coca-Cola, mucha Coca-Cola para obtener fuerzas. — replicó él caminando hacia dentro y Hoseok se quedó pensando sobre qué diablos podría eso significar.

Pasaron las horas y Hyungwon cada vez estuvo más enganchado, la serie era increíble y lo importante es que él no era tan idiota, porque había sabido comprender; rodeado de restos de comida Hoseok tomó de su soda viendo a la pantalla con atención sintiéndose  bien. El alto pelinegro lo alimentó, le dabas mimos de vez en cuando  y veían la serie casi sin detenerse, apenas y para besarse  o comentar sobre alguna cosa de las que Hyungwon tuviera dudas.

Sintiéndose lo suficientemente cómodo se tendio en la alfombra y apoyó su cabeza en las piernas de Hyungwon, su vista seguía centrada en la televisión mientras los chicos estaban encerrados en la casa de Will sin ninguna posibilidad de salida.

— ¿qué haces? — lo escuchó y se obligó a apartar la mirada de la pantalla, viéndolo frunció el ceño sin saber a lo que se refería.

— ¿qué?

— Estás acostado en mis piernas. — le recalcó el pelinegro y comenzó a moverse — anda, aparta que es demasiado caluroso.

— estate quieto, por Dios, Hyungwon. No seas egoísta — se acomodó mejor haciéndose de lado y cerró los ojos a gusto cuando la mano de Hyungwon pasó alisando su cabello.

— tu cabello es muy bonito. — su comentario lo hizo reír y abrió los ojos volviendo a centrarse.

— debes estar atento a esta parte. Es interesante. — pensó que haría que prestara atención de una vez, pero Hyungwon sería jugando con su cabello de manera terca, además molestaba sus orejas.

— no sabes cómo me encantaría poder concentrarme. — lo escuchó comentar y soltó a reírse

— sólo concentrate y ya.

Temporada finalizada. Hoseok se levantó entumido de sus piernas y cuerpo entero, estirandose miró a Hyungwon que estaba con el rostro de no poder creer nada de lo que había visto.

— ¡no, Will! — gritó y se tiró en la alfombra apretandose los ojos con los dedos, convulsionó en el suelo de la emoción y soltó a burlarse porque en serio sus ataques de euforia comenzaban a hacerle mucha gracia. — ¿y qué pasará ahora? Oh my fucking God, sólo pongamos la segunda temporada, Hoseok, no creo que vaya a poder dormir hoy sin saber lo sucederá. — Sus palabras lo hicieron detenerse de reír, mirando hacia un rincón de la sala acomodó su flequillo.

— pues, verás. Tengo un plan mejor que ese.— Hyungwon se detuvo de gritar y lo miró aún con la emoción a flor de piel.

Por dios, en serio tú...

— ¿ah?

— ¿por qué mejor no vemos una película porno? — todo quedó en silencio, a lo sumo eran la una de la madrugada o menos y cuando no obtuvo respuesta se sentó a su lado tomándolo del brazo y sacudiendolo para intentar convencerlo. — vamos, no seas gallina. He traído una muy buena.

— ¿en serio eso quieres? — Hoseok asintió motivado. Rápido se levantó por su morral, buscó en uno de los  bolsillos y tomó la USB que guardaba con tanto recelo. Con Changkyun solían varias veces encerrarse en sus cuartos y ver algunas películas eroticas o porno sin más; era casual.

Aunque esta vez tu lo haces por razones diferentes.

Corrió al televisor poniéndola, tomó el control, ajustó todo y antes de reproducirla miró a Hyungwon que estaba ahí sentado en medio de la alfonbra viéndolo como si aún no lo creyera.

— ¿listo? — le preguntó. Asintiendo levemente Hyungwon le indicó de comenzar y se alegró de que fuera así; dando play regresó a su lado, la película dio incio y por alguna razón su vientre comenzó a ser víctima de una emoción diferente a cuando estaba junto a Changkyun.

Veía en la pantalla enorme a los hombres hacer una felacion y miró de reojo a Hyungwon estar sentado viendo todo como si estuviera consultando el pronóstico del clima en las noticias, él lanzó un bostezo y frunció el ceño creyendo que quizá era demasiado aburrido para él.

Tal vez sólo eres aburrido y ya.

Volvió a centrar su atención en la película esperando que al menos la parte en que follaban lo animara un poco. Se acercó a él y rozó su mano con la suya acariciandolo, eso llamó la atención de Hyungwon quien miró la acción y después a su rostro.

— ¿qué quieres ahora? — su pregunta era demasiado fría considerando que estaba demasiado caliente y nervioso ¿cómo le decía directamente que se lo quería follar? No era fácil, podía ser que Hyungwon tuviera la fuerza para decir ese tipo de cosas a los cuatro vientos, pero no era fácil para el hacerlo.

Maldito cara de rana ¿por qué se hace el difícil?

Trago grueso buscando las palabras y no halló mejor forma que besarlo mientras la habitación era inundada por gemidos provenientes de la película; se subió en sus piernas a hurtadillas y profundizó el beso volviendolo uno sucio, ruidoso.

Rompió el beso sólo para quitarle la camiseta negra que Hyungwon tenía puesta y besando su cuello acarició su pecho, recorrió con sus labios su hombro... Pero fue detenido.

— ¿te gusta que te aten?

Guat te fok?

— ¿qué?

— si vamos a tener sexo, vamos a hacerlo bien. Esas películas no enseñan nada ¿sabías? Si quieres aprender, entonces tienes que practicar.

Yo-

— pero - ¿qué tiene que ver la pregunta con lo que acabas de decir? — Hoseok comenzó a perder la paciencia cuando menos lo esperó. Se había esforzado mucho en su plan, incluso descargó la película, compró botanas y le mostró su serie favorita.

Maldito guarro malagradecido.

Se levantó molesto, cada cosa era peor y Hyungwon simplemente despreciaba cada uno de sus intentos; no necesitaba decir nada más, sólo que confesara que le resultaba aburrido todo y ya. Tomó su morral de mala gana pensando en que en serio había sido un tonto en confiar que algo como eso funcionaria en alguien como Hyungwon, siendo que su experiencia y quizá polvos sobrepasaba a cualquier cosa que supiera.

— ¿a dónde vas? — Hyungwon lo miró aún sentado en su lugar sin inmutarse más, Hoseok quería tirarle la maleta en la cara.

— me regreso a mi casa, quizá a mi abuela muerta le interese más tener una charla con este anticuado niño. — escuchó su risa que lo único que hizo, fue ponerlo furioso. — ¡maldito cara de rana! — para cuando terminó la frase se quedó sin aire debido a que Hyungwon, fuera de sí, se levantó y lo estampó con una brutal fuerza contra la pared.

Su brazo que era delgado lo tenía en el pecho e intentando recuperarse del dolor abrió los ojos fijándose en que el pelinegro estaba en serio enojado; qué enojado, seguro y lo mataba ahí mismo.

— ¡estúpida perra tonta! — un efusivo y tosco beso le impidió reaccionar ante nada, aún ni siquiera se recuperaba de la impresión de haber sido clavado en la pared y Hyungwon ya estaba prácticamente comiendole los labios; su lengua entraba en su boca socavando y tuvo que agarrarse de sus brazos  para que le permitiera respirar.

Su camiseta fue bajada por el hombro casi rompiendola, Hyungwon mordió en todo el hueso de su clavícula haciendo que se doblegara por completo y un gemido tembloroso se le escapó de los labios, mientras respiraba completamente agitado; las piernas no le respondían teniéndolo a él mordiendo y besando su piel sin parar.

Pero qué...

Jadeó, su cuerpo se tensó en el instante en que Hyungwon metió su mano tomándole la polla, gimió y cerró los ojos ante el placer de sentir su mano sobre su parte sensible, fue una corriente eléctrica que le hizo perder la razón hasta hacer que todos los sentidos le funcionaran a medias. Pegandose a la pared movio su pelvis intentando sentir más, gimió con más fuerza y recibió un nuevo beso en el que se perdió por completo.

Esto es... Esto es...

El corazón le bombeaba, jadeaba y sin pausa alguna. No era ni siquiera igual a ninguna de las veces que había tenido sexo, no, esto era intenso, estaba cargado de algo que no lograba comprender porque su mente toda estaba llena de él, de los besos de Hyungwon en su garganta y su mano estimulandolo sin detenerse; apretando los ojos dejó salir un fuerte gemido, ahí de pie su cuerpo convulsionó por el inmenso placer y cada parte del mismo se sintió como si no fuera propio.

Fue arrastrado sin más hacia dentro del pasillo, las piernas no le obedecían con nada, su pecho subía y bajaba con una frecuencia rápida, y cada vez que intentaba cobrar la razón, el poco hilo que llegaba era alejado por un pensamiento sobre querer algo que no entendía muy bien, pero a lo que su cuerpo ya había cedido.

— cara de rana, cara de rana, cara de rana...— Hyungwon le había esposado ambas manos y alegaba mientras le retiraba los pantalones, dejándolo sólo con su camiseta blanca; estaba manchado con su semen, aunque eso era lo último que importaba — Te he dicho incontables veces que hoy un humano, que soy el hombre más hermoso de toda Corea y que no tengo cara de rana. Voy a enseñarte que debes respetarme.

¿Cómo diablos?

Con la respiración agitada lo vio quitarse sus pantalones en el proceso en que hablaba completamente molesto, lo vio abrir el cajón de noche y sacando un condon rompió la bolsa con los dientes; él lo miró desde arriba con el ceño fruncido, masajeseo su erección y puso el preservativo aún luciendo demasiado molesto. Su propio corazón comenzó a latir de manera desenfrenada una vez comenzó a entender la situación, el vientre se le llenó de cosquillas, y cuando el le obligó a abrir las piernas con fuerza bruta, sintió una increíble llama crecer en su interior, todo su cuerpo ardió.

Él de verdad lo hará ¿no?

Soltando un leve suspiro ante la sensación de sus dedos al esparcir el lubricante, remojo sus labios ante la extraña y descomunal emoción que se apoderaba de sus cuerpo, al mismo tiempo en que Hyungwon lo tomaba de la cintura jalandolo hasta ponerlo cerca de la orilla de la cama; agarrandole el rostro con fuerza él lo obligó a verlo y siguió hablando aún molesto por su falta.

— Entenderás por las buenas o entenderás por las malas. Te lo dije, te lo he dicho muchas veces ¡y no escuchas! — su polla dura comenzó a deslizarse en su interior, Jadeando salió y volvió a entrar haciéndolo gemir ante tal sensación; Dios, lo necesitaba tanto, en su mente sólo podía ver y escuchar a Hyungwon gimiendo de esa manera tan deliciosa y excitante, estaba consumiendose por completo.

Sí, sí, sí ~

Su interior se sentía lleno, sin esperar a darle tiempo a nada Hyungwon le robó el aire al embestir duro y profundo, saliendo casi por completó volvió a embestir firmemente, en tanto le agarraba el rostro sosmetiendolo; Hoseok cerró los ojos creyendo que los pulmones le estallarían, hasta que gritó  y gimió sintiéndose totalmente impedido y aún más excitado.

— ¡es Hyungwon! — una nueva embestida con fuerza lo hizo mover sobre el colchón, el sentir de su polla entrar y embestir de esa manera le impidió pensar en nada más. — ¡es Hyungwon! ¡es Hyungwon, estúpida perra tonta! — una nueva profunda embestida le hizo gemir alto, tenía una nueva erección por la manera en que Hyungwon le hablaba con esa voz potente y también debido a la fuerza en que era penetrado sin pausa alguna.

— Hyungwon... Hyungwon... Hyungwon — la voz de Hoseok totalmente hundida en el placer le fue suficiente sólo para pronunciar su nombre, mientras él seguía moviéndose en su interior, penentrandolo y haciéndolo gemir como nunca nadie

Es él, al fin lo encontraste.

Al menos la larga búsqueda había terminado.

◇◇◇

Hoseok despertó mareado, sus ojos pesaban un montón y se sentó en la cama creyendo que volvería a caer rendido. Mirándose el torso tonificado y bien marcado estar lleno de chupetones, se remarcó que como mínimo estaría unas cuantas semanas sin poder quitarse la camiseta en casa.

O maigad.

Bostezo y miró al rededor de la habitación, no había nadie, así que salió de la cama sintiendo las piernas entumidas, casi inútiles. Dio pasos quedados hasta que salió al pasillo entrecerrando los ojos por la luz intensa del sol al final del mismo, la casa de Hyungwon era incluso más iluminada en las mañanas que en las mismas tardes.

Escuchandolo en la cocina se dirigió ahí, una vez entró lo encontró sirviéndose un vaso de jugo de naranja: Hyungwon lo miró  de arriba a abajo y levantó una ceja.

— Buenos días ¿estás tratando de decirme algo? — Hoseok miró su propio cuerpo desnudo y después a él, sus muñecas dolían y estaban marcadas con un color rojizo al rededor de las mismas; sin escatimar mucho en gastos se agachó en el suelo optando por caminar en sus extremidades como un animal.

Hyungwon lo siguió con la mirada todo el trayecto, con cada paso que daba hacia él algo en su cuerpo se iba encendiendo y su erección comenzó a despertar también.

— me gustó este juego, amo, y justo ahora tengo tanta hambre. — lentamente una sonrisa se expandió por el rostro de Hyungwon, quien lo veía fijamente y se inclinaba a besarlo.

— You're my favorite pet.

__________________________

HI a todas! ❤️

Bueno, este es un nuevo capítulo de EROS, espero que sea entretenido para ustedes, chicos. Sabes que mantengo muy agradecida siempre a quienes constantemente apoyan y leen lo que escribo y quienes son nuevos y están de paso, también mi más sincero agradecimiento.

Si tienes alguna duda, por favor dejenlas en los comentarios.

Nos leemos en el próximo Cap!

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