Observo todo a mi alrededor, perdida. Hace solo unos minutos que​ deje al molesto chico atrás. Mis ojos se detienen justo en la placa dorada de una puerta de cristal. En ella se lee la palabra "Recepción" escrita con letras muy elegantes.

Sin dudar me acerco a ella y empujo la puerta. Detrás de un mostrador color blanco diviso una cabellera rubia de apariencia natural. Una mujer joven levanta su cabeza y me mira con una sonrisa.

—¡Buenas tardes! Soy Anastasia Monroy y estoy para servirte en lo que necesites —termina su parlotear​ con otra de sus sonrisas.

—¡Gracias! Anastasia. Soy Blair Cullen, estudiante transferida de........

—Claro, se quién eres —dice interrumpiendo mis palabras—, estás aquí por tus libros, horario de clases y llaves de casillero.

La miro sorprendida, ni siquiera le he dicho porque vine, pero imagino que debe de estar acostumbrada a que los nuevos estudiantes pasen por aquí a preguntar lo que ella me ha dicho.

—Toma, tu casillero es el número trece —informa estirando una de sus manos con dos copias de llave—. La universidad de Bagusth es pequeña, así que los casilleros son organizados adecuadamente y repartidos según las diez carreras que ofrecemos.

»Por favor, firmar aquí y lugo te guiaré a la biblioteca. En dónde el licenciado Huxs te atenderá.

Solo asiento con mi cabeza, mientras miro los documentos que me acaba de pasar.

—No te preocupes, son solo algunas reglas a las que tendrás que adaptarte aquí en Bagusth —la amable rubia me pasa una pluma de tientan negra al darse cuenta de que yo no traigo.

—¡Gracias!

En cuanto termino de firmar los documentos, Anastasia se levanta de su silla giratoria y rodea el mostrador hasta quedar a mi lado.

—Por favor, sigueme hasta la biblioteca —pide con su característica sonrisa.

Yo solo asiento y comienzo a seguir sus pasos. Doblamos un par de veces a la izquierda hasta llegar a una tercera puerta, pero esta vez de cristal oscuro.
Anastasia toma el mago de metal y abre la puerta para mí.

Agradezco con una sonrisa y paso por su lado entrando al nuevo ambiente y como es costumbre, la biblioteca se encuentra equipada con aire acondicionado.

—En el mostrador de allá, se encuentra el Licenciado​ Huxs —está vez ella pasa delante de mí.

Miró a Anastasia detenidamente. Es bonita, amable y sociable. ¿Qué más podría pedir un hombre con una mujer como ella?

—Jordan, la señorita Cullen está aquí por su horario de clases y libros —expone Anastasia melosa hacía el licenciado Huxs—. Por favor, te pido le ayudes en todo.

Aparto mi vista Anastasia y la pongo​ sobre Huxs. Este tiene una sonrisa en el rostro y sus ojos brillaban al mirarla.

—Claro, Ana —responde con tono suave, todavía ido en ella.

—Muy bien, mi trabajo aquí ya terminó —dice—, con su permiso me retiro y Blair sabes donde buscarme.

—Sí, gracias.

Anastasia se despide y se gira sobre sus talones en dirección a la puerta. El licenciado Huxs y yo la seguimos con la mirada. Esta sale por la puerta y antes de que logré girarse por el pasillo un hombre mayor la toma del antebrazo. Por lo que puedo ver le habla fuertemente y ella jalonea su brazo hasta zafarse.

El hombre de cabello canoso y con ojos verdes como los de Anastasia se gira en dirección hacía nosotros con rostro duro.

—Blair, podrías darme unos segundos —pide el hombre joven a mi lado—, ve y mira algún libro que quieras, por favor.

Yo solo asiento y camino hacia la estantería más cercana. Miró algunos libros hasta que escucho el sonido de una puerta ser abierta bruscamente y luego unos gritos.

—¡Cuantas veces te lo tengo que repetir, Jordan! —grita una voz rasposa—. ¡Te quiero lejos de mi hija. No quiero que un muerto de hambre como tú, pretenda meterse entre sus piernas!

—Señor ella vino por una nueva estudi......... —las palabras de Jordan son interrumpidas por más gritos.

—Me importa una mierda lo que haya vendido a hacer Anastasia aquí —le gruñe el  desconocido—. Si valoras tu trabajo, aléjate de mi hija. No olvides que hablas con el decano de esta universidad y con un chasquido de dedos podría hacer que vuelvas al basurero de donde saliste junto a tu madre y tu hermano inválido.

—Pero yo la amo, trabajo muy duro señor. Por favor deme una oportunidad —me causa dolor tan solo escuchar como el podré chico ruega.

—Al parecer no entiendes Huxs —alega el decano—,  te alejas de mi hija o tú te quedas sin trabajo  y tu madre y hermano se van a la calle.

Dejo de escuchar voces y minutos después la puerta ser cerrada bruscamente y deduzco que por el mismo hombre.

Rápidamente tomó el primer libro que encuentro y empiezo a caminar pero, me tengo al escuchar rápidos taconazos por el pasillo.

—¡Jordan! —la voz de Anastacia se escucha quebrada.

—Ana, es mejor que te retires —le aconseja Jordan.

—No —escucho a Anastasia.

Todo vuelve a quedar en silencio así que me dispongo a salir de las estanterías pero, me detengo en seco al ver como Anastasia y Jodan están unidos en un abrazo, mientras se besan dulcemente.

—Te amo, pero no puedo perder mi trabajo ni dejar a mi madre y hermano —dice el chico alejándola—, vete, por favor.

Anastasia solo asiente y se gira haciendo que nuestras miradas se crucen. Se esfuerza por mostrarme una sonrisa, pero le es imposible. Se gira por última vez en dirección a Jordan, pero este tiene la cabeza gacha así que​ no le queda otra cosa más que marcharse.

—Blair, ven conmigo​ —escucho decir a Jordan.

—Claro —murmuro.

Mi mirada es recibida por la de Jordan Huxs y a comparación de cuando llegue, sus ojos ahora se encuentran apagados.

«Como los del chico ojos color verde olivo»

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