ERNIE

—¡Temed, enemigos del heredero! -Recitó Draco Malfoy, en voz alta. Acto seguido, él y sus amigos de Slytherin voltearon a ver a Harry y a sus amigos con despresio-. ¡Ustedes impuros serán los siguientes!

Ernie apenas le prestaba atención a lo que Malfoy decía, estaba más impresionado por la gata rígida que colgaba de la argolla y por las sangrientas palabras escritas en el muro. No conocía a alguien que fuera capaz de hacer algo tan retorcido, y mucho menos en Hogwarts.

—¿Qué sucede aquí? ¡Quítense de mi camino!

Argus Filch se abría paso a empujones. Ernie tuvo que pegarse a la pared para dejarlo pasar.

-Potter -Dijo Filch cuando descubrió que Harry y sus amigos eran el centro de atención de la multitud-. ¿Qué haces...?

Filch enmudeció al ver que su preciada gata colgaba a centímetros de las cabezas de Harry, Ron y Hermione. No tardó mucho para que el conserje enloqueciera de ira. Extendió su brazo y agarró con firmeza la túnica de Harry

—¡Mi gata! ¡Mi gata! ¿Qué le ha pasado a la Señora Norris? —chilló. Con los ojos fuera de las órbitas, se fijó en Harry—. ¡Tú! —chilló—. ¡Tú! ¡Tú has matado a mi gata! ¡Tú la has matado! ¡Y yo te mataré a ti! ¡Te...!

Harry abrió los ojos y levantó las cejas, muy asustado. Intentaba explicarle a Filch que él no tenía nada que ver con lo que le había sucedido a la señora Norris, pero el conserje se negaba a escuchar.

De repente, Ernie sintió el impulso de ayudar a Harry y liberarlo de las sanguinarias garras de Filch, pero se contuvo cuando notó que Dumbledore acababa de llegar

—¡Argus! -Gritó Dumbledore, con voz autoritaria. Otros profesores lo acompañaban, pero Dumbledore resaltaba de los demás por su barba larga, y su túnica y sombrero color vino-. Argus, no...

Dumbledore guardo silencio al ver la inscripción en el muro, sin embargo, su actitud era serena comparada con las expresiones de espanto y desconcierto del resto de profesores. El director se acercó lentamente al muro y sacó con cuidado a la gata de la argolla.

-Por favor, vayan a sus dormitorios de inmediato -Les ordenó Dumbledore a los estudiantes-. Todos menos ustedes -Señaló a Harry, Ron y Hermione.

La multitud comenzó abandonar el corredor ordenadamente. Vio que Hannah y Justin habían sido empujados por el mar de estudiantes hasta las escaleras, pero él había logrado ocultarse detrás de una estatua de un cerdo alado. Seguro de que nadie podía verlo, Ernie sujetó el collar de salamandra con fuerza y, en menos de dos segundos, se volvió invisible.

No quería irse a la cama con la cabeza llena de dudas. Quería saber qué era lo que le había pasado a la señora Norris, y Dumbledore podía averiguarlo. Caminó sigilosamente hasta quedar a pocos metros de distancia de Harry, Ron y Hermione. Sus pasos sobre el piso mojado eran un poco ruidosos, pero las alteradas voces de los profesores ayudaban a disimularlos.

-No está muerta, Argus -Explicó Dumbledore, con cautela-. La han petrificado.

-Ah, ya me parecía a mí... -Dijo Lockhart-. Conozco el remedio exacto para el maleficio.

Se hizo un silencio incómodo. Ernie se daba cuenta que ninguno de los profesores creía que lo que decía Lockhart era verdad.

-Pero no podría decir como...

-¡Pregúntele! -Chilló Filch, volviendo a Harry su cara con manchas y llena de lágrimas-. ¡Ya ha visto lo que escribió en el muro! Él encontró... en la conserjería... Sabe que soy, que soy un... -Filch hacía unos gestos horribles—. ¡Sabe que soy un squib! —concluyó.

-Ningún estudiante de segundo curso podría haber hecho esto -dijo Dumbledore con firmeza-. Es magia negra muy avanzada.

-¡Nunca toqué a la Señora Norris! -dijo Harry con voz potente, sintiéndose incómodo al notar que todos lo miraban-. Y ni siquiera sé lo que es un squib.

-¡Mentira! -gruñó Filch-. ¡Él vio la carta de Embrujorrápid!

—Si se me permite hablar, señor director, Potter y sus amigos simplemente podrían haberse encontrado en el lugar menos adecuado en el momento menos oportuno -Habló el profesor Snape por primera vez desde que había llegado al corredor, y Ernie no podía creer que Snape dijera algo en defensa de un estudiante que no perteneciera a Slytherin-. Sin embargo, aquí tenemos una serie de circunstancias sospechosas: ¿por qué se encontraban en el corredor del piso superior? ¿Por qué no estaban en la fiesta de Halloween?

Los tres estudiantes de Gryffindor comenzaron a relatar al mismo tiempo una historia sobre que ellos habían sido invitados a una fiesta de fantasmas en las mazmorras, y Ernie recordó a Justin hablando sobre algo similar un poco antes de que el banquete de Halloween comenzara.

-... había cientos de fantasmas que podrán testificar que estábamos allí.

-Pero ¿por qué no se unieron a la fiesta después? -preguntó Snape. Los ojos negros le brillaban a la luz de las velas-. ¿Por qué subieron al corredor?

Ernie recordó que las reliquias de bronce les habían advertido sobre algo peligroso que se encontraba en el corredor. También habían escuchado pasos proviniendo de ese lugar. ¿Podría ser que Harry y sus amigos eran el peligro del que debían protegerse?

-Porque..., porque... -Dijo Harry, claramente nervioso-. Porque estábamos cansados y queríamos ir a la cama.

-¿Sin cenar? -Preguntó Snape. Una sonrisa de triunfo había aparecido en su adusto rostro-. No sabía que los fantasmas dieran en sus fiestas comida buena para los vivos.

-No teníamos hambre -Explicó Harry, con un tono de voz más seguro-. Íbamos a la sala común y hallamos a la gata.

Dumbledore miraba a Harry de forma inquisitiva.

-Es inocente hasta que se demuestre lo contrario, Severus -Dijo con firmeza.

Snape parecía furioso. Igual que Filch.

-¡Petrificaron a mi gata! -Gritó. Tenía los ojos desorbitados-. ¡QUIERO QUE PAGUE POR ESO!

-Podremos curarla, Argus -Dijo Dumbledore armándose de paciencia-. La señora Sprout ha conseguido mandrágoras recientemente. En cuanto hayan crecido, haré una poción con la que revivir a la Señora Norris.

-La haré yo -Acometió Lockhart-. Creo que la he preparado unas cien veces, podría hacerla hasta dormido.

-Disculpe -Dijo Snape con frialdad-, pero creo que el profesor de Pociones de este colegio soy yo.

Hubo un silencio incómodo. Aunque Ernie no quería reconocerlo, se sentía aliviado de que Snape exigió hacerse cargo de la poción y no Lockhart.

-Mientras tanto, les sugiero mucha precaución a todos -Dijo Dumbledore a Harry, Ron y Hermione.

Los tres abandonaron el corredor de prisa, y Ernie los siguió muy de cerca. Se había percatado de que Harry sabía más de lo que decía, pudo verlo en las respuestas tan apresuradas de Harry y en las expresiones de miedo en los rostros de Ron y Hermione.

Ernie resbaló por el piso mojado y se dio un duro golpe contra el suelo. Vio que Ron había escuchado el golpe, pero al girar la cabeza hacia atrás y no ver a nadie, simplemente lo ignoró y alcanzó a sus amigos en las escaleras.

Sintiendo el uniforme empapado, Ernie se levantó lentamente y trató de seguir a los Gryffindor. Soló alcanzó a ver como los tres se metían en un aula y cerraban la puerta con cuidado,

No tuvo otra opción más que acercarse con sigilo y pegar el oído a la puerta. Hablaban en voz baja, pero a veces podía escuchar fragmentos de frases.

-... la voz que oí -Escuchaba hablar a Harry, con distorsión.

-Oír voces que nadie puede oír no es buena señal, ni siquiera en el mundo de los magos -Esa era la aguda voz de Hermione, parecía que ella era la más cercana a la puerta.

La siguiente voz que logró captar era la de Ron, pero este era el que más estaba alejado de la puerta y Ernie solamente entendió algunas frases sueltas.

-Los squibs... Filch... tratando de aprender magia... odie tanto a los estudiantes... es un amargado.

Lo siguiente que Ernie escuchó no fue una voz, sino el sonido de la campana de medianoche. Todos los estudiantes ya debían encontrarse en los dormitorios. La puerta del aula comenzó a abrirse y Ernie se hizo a un lado para dejar pasar a Harry, Ron y Hermione.

Vio como los tres bajaban las escaleras del corredor y Ernie tomó el camino más rápido para llegar al sótano del castillo.

***

-¿La señora Norris fue petrificada? -Le preguntó Hannah, después de que Ernie volvió a ser visible y entró a la sala común de Hufflepuff.

-Según Dumbledore -Contestó Ernie, sentándose en el sofá junto a la chimenea.

Justin estaba muy silencioso, se limitaba a reaccionar a lo que Ernie y Hannah decían.

-Harry no pudo haberlo hecho -Agregó Cedric, después de unirse a la conversación junto a unos cuantos estudiantes-. Ningún estudiante de segundo año podría hacer magia negra tan avanzada.

-¿Tú como sabes todo esto? Se suponía que todos los estudiantes debían estar en la sala común, mientras Potter y sus amigos eran interrogados -Le preguntó Zacharias, recargado en un muro junto a los dormitorios y observándolo con desconfianza.

Ernie se puso un poco nervioso, pero logró pensar en una excusa convincente.

-Me oculté detrás de una estatua cuando todos los estudiantes se retiraban a las salas comunes y escuché todo desde ahí.

-Pero... ¿Por qué atacar a la gata de Filch? -Preguntó Megan Jones. Leanne estaba junto a ella y no dejaba de aferrarse al brazo de Megan por el miedo.

-Es bastante claro que era una advertencia -Respondió una estudiante del curso de Cedric-. La inscripción en el muro era un mensaje para todos los estudiantes de familias muggle, Draco Malfoy lo dijo frente a todos. Filch es un Squib y su gata fue atacada. Pronto seguirán los hijos de muggles.

Todos los estudiantes comenzaron a alterarse y hablar al mismo tiempo, pero Ernie aprovechó el caos para llevar a Justin y a Hannah a un lugar apartado de todos.

-Me hice invisible y seguí a Harry, Ron y Hermione después de que Dumbledore les permitió irse. Se escondieron en un aula vacía y empezaron a hablar muy misteriosamente. No logré escuchar todo lo que decían a través de la puerta, pero sí escuché que Harry sabía que Filch era un Squib y que trataba de aprender magia. También oí a Ron Weasley decir que Filch era un amargado que odiaba a los estudiantes.

-¿Estás sugiriendo que Harry petrificó a la señora Norris porque le molestaba que Filch aprendiera magia? -Habló Justin, por primera vez en mucho tiempo.

-Todos lo encontramos a él y a sus amigos en la escena del crimen -Argumentó Ernie-. Además, tú nos contaste que Nick Casi Decapitado te había dicho que salvó a un estudiante de ser castigado por Filch. Ese estudiante era Potter, y fue en la conserjería donde él descubrió lo de Filch. Incluso, Harry les dijo a los profesores que él y sus amigos habían sido invitados al cumpleaños de muerte de Nick, por eso nadie los vio en el banquete de Halloween. Puede que todo solo sea una cuartada para evitar sospechas.

-Pudo haber sido una coincidencia -Replicó Hannah-. Harry no parece ser del tipo de mago que odia a los muggles, incluso vive con ellos. Es más probable que Draco Malfoy y sus cómplices sean los responsables.

-Hermione Granger me ha contado algunas veces en la biblioteca que Harry odia a los muggles con los que vive.

-No todos los muggles son buenas personas, Ernie -Señaló Justin.

-¿Y sobre la Cámara de los Secretos? ¿Alguien sabe algo al respecto? -Dijo Hannah, cruzándose de brazos.

-Creo que Edrick o Elber me contaron algo parecido, pero no lo recuerdo con seguridad. Pero debe relacionarse con Harry de alguna forma -Respondió Ernie, muy seguro.

-Parece que estás decidido a culpar a Potter, Ernie -Hannah lo miraba con preocupación, como si le alarmara que Ernie se mostrara tan seguro respecto a lo de la señora Norris.

Ernie enmudeció por un par de segundos, pero no tardó en pensar en una buena respuesta.

-No trato de culpar a nadie, pero las evidencias están ahí y todos vimos a Harry junto a la gata. Es lo más lógico.

No hablaron más después de eso. Hannah se marchó a su dormitorio, y Ernie y Justin se fueron a la cama sin decir nada. Sin embargo, Ernie no pudo dejar de pensar en lo que había dicho Hannah, y muy en el fondo de su ser, él también creía que estaba muy involucrado en culpar a Harry, pero no podía descifrar de donde provenía ese deseo. 

🦝🦝🦝

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