Capítulo 3: Noche Intranquila
Momo comenzaba a abrir los ojos con algo dificultad, tras volver en si se levantó de golpe preocupada causando qué su cuerpo le doliera.
???: "Jovencita, esta usted herida, debe descansar", dijo un individuo cercano.
Al voltear a ver quien le llamo Momo vio lo que parecía ser una momia qué llevaba lo que parecía ser una máscara y vestía una bata de doctor, Momo se encontraba en la sala de su mansión.
Momo: "¿Quién es usted?" preguntó preocupada.
Akil: "Oh lo siento, mi nombre es Akil, una amiga llamo porque sus hijas estaban heridas y necesitaba un buen medico", respondió con una sonrisa.
Momo: "Ya veo, gracias...espere ¡¿Dónde está Eri?!", preguntó preocupada levantandose de golpe.
Momo al levantarse por el dolor casi se cae siendo sujetada por Akil.
Akil: "La niña pequeña esta bien, esta ahora mismo siendo cuidada por Yoriko, usted necesita recuperarse un par de días para reponer sus energías", decía serio haciendo que Momo se sentará.
Yoriko: "Hija, tranquila, Eri esta aquí", decía ingresando a la sala y llevaba a la niña dormida en sus brazos.
Momo: "Qué alivio", dijo dando un suspiro.
Akil: "Las autoridades ahora mismo se están encargando del lugar en donde se vio envuelta en un ataque villano, ya le di primeros tratamientos a usted jovencita, solo descanse adecuadamente, tuvo mucha suerte de que sus heridas no pasarán a mayores", explicó tomando un maletin.
Yoriko: "Se lo agradezco doctor, Momo cuida de Eri, iré a abrirle las puertas al doctor", dijo tranquila dándole la niña a Momo.
Momo: "Entendido madre", dijo con una sonrisa dirigiendo su mirada a Eri.
Tanto Yoriko como Akil se retiraron hasta salir de la mansión.
Akil: "Nuestro equipo de reconocimiento esta tratando de usar los restos del robot para intentar ubicar tanto la nave de Vilgax como quien destruyó al robot", dijo tranquilo mientras caminaba.
Yoriko: "Las marcas que habían en el robot asemejaba a un Appoplexian ¿hay alguno en los plomeros?", preguntó pensativa.
Akil: "No, no tenemos ningún agente Appoplexian, al menos no en la tierra, otros agentes investigan en Pueblo Bajo, habrá que esperar resultados, el equipo de crackers aun no descubren nada en el robot", dijo serio.
Yoriko: "Maldito Vilgax, ¿cómo puede ocultar una nave de tal tamaño de nosotros?", preguntó molesta.
Akil: "Lo más probable es que haya aprendido de anteriores encuentros, así que no sería raro que obtuviera equipo para burlar nuestros satélites y rastreadores al igual que tener un sistema de camuflaje para no poder ser visto", explico tranquilo.
Yoriko: "Ese maldito, es más listo de lo que aparenta", dijo molesta.
Akil: "Así parece ser, como sea, la investigación seguirá y nos mantendremos en contacto con usted para cualquier avance, sus hijas estuvieron involucradas en el ataque del robot, así que sería entendible que quiera tener una “charla” con el responsable", decía tranquilo.
Yoriko: "Si qué la pienso tener, y será una dura charla", dijo tronandose los puños.
Akil: "(Me preguntó si el responsable sobrevivirá)", pensó algo preocupado comenzando a retirarse.
Yoriko: "Antes de que te vayas, tengo que preguntar algo", dijo seria haciendo que Akil se detenga.
Akil: "¿Sucede algo más?", preguntó tranquilo.
Yoriko: "Necesito contactar con la agente encargada de la investigación referente a los restos de la nave destruida, por ende quisiera saber su ubicación actual", dijo seria.
Akil: "Su ubicación me temo que no la conozco, pero en cuanto regrese a la sede podría checar esa información, así que al anochecer podré dársela", dijo tranquilo.
Yoriko: "No necesitas desvelarte, mañana en la mañana esta bien", dijo con una sonrisa.
Akil: "Descuide, no es molestia, sabe que los residentes del sistema anur preferimos trabajar de noche", dijo tranquilo si no tuviera la máscara tal vez tendría una sonrisa.
Yoriko: "Ya veo, agradezco su ayuda agente", dijo amable.
Akil: "Solo hago mi trabajo, buena tarde", dijo tranquilo retirándose de los terrenos de la mansión.
Yoriko estiro sus brazos para posteriormente volver a la mansión, no sin antes ver el cielo notando qué anochecía.
Yoriko: "(No importa que tanto te ocultes, serás capturado de una vez por todas)", pensó decidida viendo el cielo.
Al ingresar a la sala de la mansión Yoriko pudo notar como Momo se había quedado dormida en el sofá abrazando de forma protectora a Eri, la mujer al ver dicha escena embozo una sonrisa, Yoriko fue a su habitación y al cabo de unos minutos regreso con una sabana qué uso para cubrir a su hija y a la niña, posteriormente fue a su habitación otra vez y volvió a usar el computador oculto.
Yoriko: "Debí haber pedido ingreso a los servidores de información actual de los plomeros al haber ido hoy", dijo seria viendo como en la pantalla había un gran “acceso denegado” encima de carpetas con un candado. "Al menos debo de analizar vieja información para compararla con mi nula información de la situación actual", dijo comenzando a teclear.
Varios archivos se mostraban en el monitor uno apareciendo en cima de otro en cuanto Yoriko terminaba de leer uno, en una esquina tenía una imagen del brazo de Eri, específicamente del reloj que tenía en su muñeca, la mujer veía cada viejo registro qué encontraba con el reloj pero sin lograr encontrar alguna coincidencia que le diera pista de dicho reloj o que la mujer considerada útil para la situación actual, estando viendo archivos un par de horas.
Yoriko: "Debe de...haber...algo útil...solo 5 minutos...más", dijo para posteriormente caer dormida encima del monitor.
La noche había llegado para todos, el sueño era el compañero ideal para todos, o al menos así debería de ser, la joven de cabellos negros comenzó a abrir los ojos con cierta confusión, algo la había despertado y llevando su mirada a sus brazos pudo notar como la pequeña Eri entre sueños comenzaba a sollozar.
Momo: "¿Eri?", preguntó confundida y preocupada.
La pequeña no dio ninguna respuesta, solo seguía llorando en voz baja.
Momo: "Eri, es solo un sueño, por favor despierta", dijo con desesperación tratando de despertar a la niña.
Eri: "¡¿E-eh?!", grito de sorpresa al despertar.
Momo: "¿Estás bien?", preguntó preocupada.
Eri: "Yo...si...", dijo procesando donde estaba.
Momo: "¿Segura?", preguntó nuevamente.
Eri: "Si, solo recordé algo feo", dijo con cierto desánimo.
Momo: "Ya veo, tiene sentido, después de lo que sucedió hoy es normal el que estes así, lo siento, no pude protegerte", dijo apenada y con una voz apagada.
Eri: "Pero si lo hiciste", con cierta confusión en su voz.
Momo: "¿Qué?", preguntó confundida.
Eri: "Saliste herida por tratar de protegerme, yo lo siento", decía sin poder contener las lágrimas por la culpa.
Sin tiempo de reacción la pelinegra atrapó a Eri en un cálido abrazo que logró tranquilizar a la pequeña.
Momo: "No te culpes por ello", dijo sin cortar el abrazo.
Eri: "Gracias", dijo entre lágrimas.
Al cabo de unos momentos la niña dejó de llorar y separaron ese abrazo.
Momo: "Eri ¿sabes que sucedió hace rato?", preguntó algo dudosa.
Eri: "Algo", respondió con cierto nerviosismo.
Momo: "¿Recuerdas quien nos salvo? Mi memoria esta algo borrosa", decía con ciertos nervios.
Eri: "Creo que fui yo...", respondió con ciertas dudas.
Momo: "¿Qué quieres decir Eri?", pregunto confundida.
Eri: "Esta cosa...hace cosas raras", dijo extendiendo su muñeca mostrando su reloj.
Momo: "¿Tu reloj?", pregunto aun as más confundida.
Eri: "Lo encontré por accidente y no puedo quitármelo", dijo tratando de quitárselo.
Momo: "Tal vez esta muy ajustado o atorado con algo", dijo comenzando a checar el reloj.
Por más que la pelinegra trataba de encontrar botones o algo del dispositivo para soltar la correa, no encontraba nada.
Momo: "No veo ni siquiera donde comienza o donde se conecta la correa del reloj", dijo checando el reloj y por accidente presionó uno de los botones laterales.
Ante la mirada sorprendida de ambas chicas vieron como del reloj un holograma rosa de lo que parecía ser una armadura humanoide.
Momo: "¿Pero qué?", pregunto con confusión al ver el holograma.
Eri: "Es como la última vez", dijo sorprendida.
Momo: "Que extraño, no he visto nunca un reloj que pueda hacer esto", dijo viendo el reloj y por accidente girandolo.
Con esa acción el reloj cambió el holograma por otro en el que se veía una figura humanoide de grandes y cuadrados brazos.
Eri: "Cambio...", murmuró viendo el nuevo holograma.
Momo: "Solo hice esto", dijo repitiendo la acción, cambiando de holograma. "Tal vez...", comenzó a girar hasta dar con un holograma qué se le hizo familiar.
Eri: "Tigresa", dijo viendo el holograma.
Momo: "Es quien nos salvo...pero será que apareció con este reloj como una señal de rastreo", murmuró de forma pensativa y sin darse cuenta cambio nuevamente.
Eri: "Y si", dijo presionando el reloj.
Al hacer eso una luz salio del dispositivo haciendo que el brazo de Eri se comenzará a volver totalmente negro mientras líneas rosas le seguían, así siguió hasta cubrir totalmente el cuerpo de la pequeña a la vez que aumentaba de tamaño.
Eri: "Y-yo...", susurro viendo su nueva forma.
Momo: "E-eri ¿eres tu?", preguntó asustada por el repentino cambio.
Eri: "S-si...creo", dijo con cierto nerviosismo.
Momo: "¿Te sientes bien? ¿Qué te sucedió?", preguntó confundida y preocupada.
Eri: "No lo sé...quisiera tener idea de que me pasa", dijo con tristeza mientras de su único ojo salían lágrimas mientras se hacía bolita en el suelo
Momo ante esa escena ignoro totalmente la apariencia de Eri y la atrapó en un cálido abrazo.
Momo: "No se que pasa y dudo que madre pueda ayudarnos...pero te quiero ayudar Eri, no estas sola", dijo de forma compresiva.
La niña aun en su nueva forma regreso el abrazo, aunque por accidente tocó el bolsillo de la pelinegra en donde estaba su celular, al hacer eso su cuerpo comenzó a ser jalado al aparato.
Momo: "Eri ¿donde estas?", preguntó preocupada.
La azabache noto como su celular salia por su cuenta de su bolsillo y caía al suelo, Momo trato de atraparlo pero para su sorpresa, pequeñas patitas metálicas habían salido de su dispositivo comenzando a caminar por su cuenta.
Eri: "Estoy aquí", hablando desde el teléfono.
Momo: "¿Eri?", preguntó levantando el celular.
Eri: "Si, soy yo", respondió mientras que de su costado salía un tipo de pistola y disparo dejando una quemadura en el sofá.
La expresión de Momo no tenía comparación a ante ese repentino acto, pero sin tiempo para procesarlo una luz salio de su celular haciendo que Eri tuviera nuevamente su forma normal.
Momo: "¿Este es tu quirk de casualidad?", preguntó viendo a la niña.
Por primera vez en todo el día a Momo se le ocurrió que el don de la niña podría ser el cambio de forma, ¿el reloj?, era fácil de unir un cable con otro, al igual que muchos dones, podría requerir un soporte para regularlo.
Eri: "N-no...no me gusta", respondió con la mirada baja tocando levemente su cuerno.
Momo: "Ya veo, perdón si te fue una pregunta incomoda", dijo de forma comprensiva.
Eri: "No es problema...¿Qué es este reloj?", preguntó con cierta esperanza en su voz.
Momo: "Ya lo descubriremos, como te dije, no estas sola, yo te apoyaré", dijo dedicándole una dulce sonrisa a la niña.
La mirada de Eri se iluminó ante la confianza de la chica, no pudo evitar hacer una mueca para intentar expresar como se sentía.
Momo: "¿Qué te parece si vamos a dormir? Aun es de noche", preguntó con una sonrisa recibiendo un asentimiento de la pequeña.
La azabache cargo a Eri para dirigirse a su cuarto, en otra situación la niña hubiera tratado de apartarse para no hacerle daño, pero el sentimiento tan cálido que le transmitían tanto Momo como Yoriko desde que había llegado le hacia actuar con cierto egoísmo, un egoísmo infantil que solo busca el cariño de una familia.
Sin tomar mucho tiempo Momo llego a su habitación y sin perder tiempo cambio a Eri con algo de su ropa que sirviera de pijama, como era de esperar la ropa le quedaba grande pero de cierta forma la hacía ver adorable.
Momo: "Ahora a dormir, fue un día pesado, mañana te ayudare con todo esto", dijo con una sonrisa acomodando a Eri en su cama.
La niña sin mucha dificultad se quedó dormida al cabo de unos minutos, Momo se quedó despierta unos minutos para asegurarse de que Eri no tuviera ninguna pesadilla, para si alivio la pequeña cuando parecía tener una pesadilla esta rápidamente se calmaba y a momentos parecía que quería sonreír, suponiendo que podría estar tranquila tomo su celular y envío un mensaje para posteriormente dejar en un mueble cercano su dispositivo, abrazo a Eri y se quedo dormida.
En el espacio, en una nave conocida se veía a un robot ir hacia la misteriosa sombra del líder.
Robot: "Señor Vilgax, uno de los robots enviados obtuvo información valiosa de su encuentro con aquel individuo que tiene el omnitrix", dijo serio pero con respeto.
Vilgax: "¿Qué esperas? Dilo", dijo dándole un golpe a su silla el ahora conocido como Vilgax.
Robot: "Nuestros informes indican que es una humana, una cría que según la información de la tierra con la que contamos debe aparentar seis años", dijo de forma respetuosa pero con cierto temor en su voz.
Vilgax: "Una niña tiene el arma más poderosa del universo...continúa", extrañamente su voz parecía ser indicativo de que esa noticia era de su agrado.
Robot: "El robot que la encontró casi logra capturarla, pero usando el omnitrix esta se volvió en un appoplexian con el que sin mucho esfuerzo destruyó a nuestro robot", decía mientras que en una pantalla cercana se mostraba imágenes de Tigresa antes de que la pantalla solo mostrará estática.
Vilgax: "Una appoplexian, como era esperarse la información que había por ahí respecto al omnitrix era errónea, entre las especies que se listo en los informes anónimos no se menciona al appoplexian", dijo serio analizando esa información.
Robot: "Así parece ser señor, es toda la información que tenemos de momento", dijo serio.
Vilgax: "Quiero que envíen más robots a zonas cercanas al punto de encuentro con la niña, necesitamos asegurar que pueda estar por esa zona y no haya sido una sola coincidencia el encontrarla ahí, pero reduzcan el daño colateral que puedan ocasionar y nuestra visibilidad, los plomeros son una molestia muy grande para estorbarnos en este punto", ordenó serio alzandose.
Robot: "¡Si señor!", grito comenzando a retirarse.
Vilgax: "De todas las manos que pudo caer un arma de tal calibre, héroes, villanos, plomeros, cayó en las de una patética niña que a plena vista se ve el miedo en sus ojos", dijo viendo en una pantalla a Eri. "Obtener el omnitrix será tan fácil y cuando lo haga el universo estará a mis pies, no descansare hasta conseguirlo", dijo goleando la pantalla en la que se veía a Eri y destruyendola de un golpe limpio.
Comenzó a avanzar relevando su apariencia, siendo el de una figura humanoide de gran tamaño como de musculatura que llevaba lo que parecía ser una armadura de un rojo oscuro, la cabeza del individuo era similar a la de un pulpo siendo su piel de un color verde.
Vilgax: "No importa que ni quien se interponga en mi camino, lo destruiré", dijo apretando su puño con furia y ambición.
Continuará...
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