¡Que alguien me traiga una dona y una salchicha, por favor!
Y aquí nos encontrábamos... esperando impacientes a que los gemelos regresaran. Hemos estado esperándolos por casi una hora.
Escuchamos la puerta y todos nos levantamos, nos alegramos al verlos entrar por ella.
—¡Oh por Dios, esperen!— dijo Sky— ¡voy por más palomitas, no digan nada todavía!— corrió hacia la cocina
—¿Y bien...?— preguntó mamá— ¿a dónde fueron? ¿por qué no contestaban sus teléfonos?
—Fuimos a la casa de Noah.— dijo Austin
—¿Qué?... ¿y qué pasó?— preguntó Stella
Justin suspiró— Bueno... una señora... supongo que era su madre, nos dijo que por alguna extraña razón él había recogido todas sus cosas y se había largado, sin ninguna razón.— dijo
Oh Dios, Stella tenía razón.
Las lágrimas comenzaron a salir como cascada de los ojos de Stella.
—Te lo advertimos, hermana...—dijo Justin
—Lo siento...— lo abrazó— de verdad siento no haberlos escuchado.
—Está bien... ya no se puede hacer nada... lo único que queda es apoyarte.— dijo Justin sin soltarla
—¡Oigan!— Sky regresó— les dije que aguardaran...— dijo comiendo palomitas— ... ¿un final feliz?—preguntó viendo a Justin y Stella abrazados— típico y aburrido...— negó
***
—Si, así como lo oyen... Stella y mamá están embarazadas.— dije
—¡¿Qué?!— dijeron los seis
Y si creyeron que con seis me refería a Connor, Mason, Aria, Kelsey, Abby y Adam... están equivocados. En realidad fueron Connor, Mason, Aria, Kelsey, Abby y Jace, el cual iba pasando y escuchó lo que dije. Adam, como ya sabrán, está con Lisa.
—¡¿Cómo que Stella está embarazada?!— preguntó Jace
—¿Podrías decirlo un poco más fuerte?... ¡es que en Japón no te escucharon!— dije
—Lo siento... sólo es que... no puedo creerlo.
—Pues créelo, porque así es...
—Pero es que... necesito que me expliques.
—Bueno, Jace... ¿por dónde empezar...? cuando un hombre y una mujer se aman... en este caso el hombre no amaba a la mujer, pero eso no viene al caso... ¿sabes? si tuviera una dona y una salchicha fuera más fácil explicarte... ¡que alguien me traiga una dona y una salchicha, por favor!
Me miró incrédulo— Sabes que no hablo de eso... ¿cómo está ella?
—Ella está malditamente bien, es decir... Noah la dejó embarazada y después la mandó al diablo ¿quién no estaría feliz si le pasara eso?— pregunté irónica— si fuera ella, me sentiría muy afortunada.
—Tienes que dejar de hacer eso, Cachetitos...
—¿Hacer qué?
—Dejar de ser tan sarcástica... me vuelve loco, en serio.
Sonreí— Dejaré de hacerlo cuando dejes de llamarme Cachetitos.
Sonrió— Bueno, Cachetitos... dile a Stella que iré a verla después de la escuela.— pellizcó mis mejillas y se fue
—Aww...— dijeron las chicas a unísono
—Oye...— dijo Mason— ¿qué te traes con Jace?— preguntó
—¿Y a ti qué te importa...? no me digas que estás enamorado de Scarlett de nuevo.— Kelsey se burló de él
—¿Qué? por favor, Kelsey... tenía 9 años.
—¿Y qué...? yo tenía 10 años cuando me empecé a interesar en Cameron Dallas, y todavía sigo amándolo como en el primer día.— dijo Aria
—Es diferente...— dijo Mason
—Claro...— Kelsey lo miró con los ojos entrecerrados
Si, claro... No creo que Mason esté interesado en mí como cuando tenía 9 años, es ridículo...
***
—¡Stel, ven un momento, por favor!— dijo mamá desde la cocina
—¿Podrías abrirle a Jace?— me preguntó Stella
Asentí.
Jace había venido después de la escuela, como me dijo. Había pasado toda la tarde junto a mi hermana; la verdad es que pienso que es un gran amigo, a diferencia de Ashley, que según ella, es su mejor amiga, pero ni siquiera a venido a ver cómo está su supuesta mejor amiga.
—Adiós, gracias por venir...— le dio un beso en la mejilla
—Adiós.— se despidió de ella
Ambos caminamos hacia la puerta.
—Adiós, Cachetitos.— me guiñó el ojo
—Ya deja de llamarme así, te dije que es molesto.
Sonrió— Supongo que me gusta molestarte.
—Si no me dices no me doy cuenta.—dije con sarcasmo
—¿Sabes? debo decir la verdad... no solo vine para pasar tiempo con Stella, para serte sincero también fue una excusa para verte.
—Ay por favor... ¿crees que no te conozco? te gusta decirle a las chicas lo que quieren oír.— negué divertida
—Es en serio...
—¿Ah, si...? ¿y para qué querías verme?— pregunté mirándolo incrédula
—¿Es broma?... ¿me tomas el pelo o hablas en serio?
—Hablo en serio.— mentí
Rió— Ay, Cachetitos... si que eres lenta.— me guiñó un ojo antes de irse
Y dale con el problema ocular...
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