—Despierta, idiota...— rocié a Jace con la manguera

 Se despertó del tiro al sentir el agua fría por todo su cuerpo.

 Reí.

 ¿Yo? ¿Malvada...? Ay claro que no...

—¡¿Qué estás haciendo?!— me miró con los ojos abiertos de par a par

—¿Qué crees que hago?—me encogí de hombros— ...Estoy tratando de despertarte desde hace media hora, querido...

 Bufó— ¿Qué estoy haciendo aquí?— preguntó mirando el jardín

—¿No lo recuerdas? bueno, te cuento... después de tomar unos cuantos tragos en la fiesta te descontrolaste, así que te traje a casa e intenté acostarte en el sofá pero dijiste que eras Matt Brody, el mejor salvavidas del mundo y que no podías abandonar tu trabajo. Luego saliste al patio y te sentaste a la orilla de la piscina, en la cual no había nadie, a "vigilar a las personas en caso de que ocurriera un accidente"— dije recordando— y debo admitirlo, si que me asustaste...

 Jace rió— ¿En serio hice eso?

—En serio hiciste eso...— lo miré divertida

 No miento, eso fue exactamente lo que sucedió, y yo, como la buena chica que soy, lo dejé ahí tirado y me fui a dormir a mi habitación.

 De nada, Jace.

—Me duele la cabeza...—colocó su mano en su frente— ¿tienes una pastilla?

—Claro, ven... vamos adentro...— le ofrecí mi mano para que se levantara

 Este la tomó y ambos entramos a la casa, para después dirigirnos hacia la cocina en busca de la pastilla.

 Jace tomó asiento mientras yo buscaba la pastilla. Al encontrarla, tomé un vaso de agua y me di la vuelta para entregarle ambas cosas.

 Fruncí el ceño al ver que me miraba con una sonrisa— ¿De qué te ríes?

—Acabo de recordar que te gané en la apuesta...

—Ehh... ¿apuesta? ¿cuál apuesta?—fingí estar confundida

 ¡Mierda, pensé que lo había olvidado!

—La apuesta que hicimos anoche, la cual gané... lo que significa que ahora serás mi sirvienta por dos días.

—No sé de qué hablas... estás confundido... seguro todo eso lo soñaste... ten, tómate la pastilla.— le tendí el vaso y la pastilla

—Sabes muy bien de lo que te estoy hablando, Cachetitos...— sonrió— tienes que cumplir tu castigo.

 Gruñí— Está bien... lo admito, sé de qué estás hablando... pero no me culpes por intentarlo... ¿no podemos olvidarlo y ya?— lo miré con un puchero— más bien deberías estar feliz por mis celos, porque te prueban que en serio me gustas...

—Si, me encanta verte celosa, pero esa fue tu idea así que debes cumplirla... no intentes deshacerte de tu castigo.— me miró divertido

 Rodé los ojos— Está bien...—me crucé de brazos— ¿qué quieres que haga?

 Me miró pensativo— Veamos, Cachetitos... lo primero que quiero que hagas es.... que me des un beso.—hizo boca de pato

 Sonreí y le di corto un beso.

—Lo segundo que quiero que hagas es que me des otro beso...

 Negué divertida. Tal vez no sea tan difícil este castigo.

***

 Me separé de Jace por la falta de aire.

—Lo que quiero que hagas ahora es que me des otro beso.

 ¿Es una broma?

—Pero Jace... ya te he dado como 50 besos.

 Después de prepararle el desayuno a Jace, solo se había dedicado a ordenarme que le diera besos.

—Eres mi sirvienta, Cachetitos... tienes que hacer lo que diga.— se encogió de hombros

—Lo sé, pero creo que hasta me empiezan a doler los labios...— coloqué mi dedo índice sobre ellos

 Suspiró— Está bien... dejaré que descanses un poco...

 Sonreí aliviada y tomé asiento a su lado—¿Viste que...?

—Suficiente descanso—me interrumpió— te ordeno que me des un beso.— sonrió

—¿Pero cual descanso?—lo miré como si estuviera loco— sólo han pasado 5 segundos...

—¿Te parece poco?—alzó las cejas— ...está bien, haré algo... iré a casa y luego volveré— se levantó— así podrás "descansar"...—rodó los ojos e hizo comillas con sus dedos

—Gracias a Dios.— susurré

—¿Qué dijiste?... debido a tu mala actitud deberás darme otro beso...— estiró sus labios

 Me acerqué a él y al estar lo suficientemente cerca lamí su mejilla—¿Creíste que iba a darte otro?— lo miré divertida— ya lárgate...

—Tu conducta es inaceptable...— caminó hacia la puerta— no puedes tratar a tu patrón así.— me miró con una sonrisa burlona

—¿Mi qué?— abrí la puerta

—Tu patrón...— repitió— quiero que me llames así, Cachetitos.

—Ok, me haría un gran favor si se largara, patrón... ¿sabes qué? ¿Por qué mejor no te llamo: Patrón Idiota Anderson?— pregunté— la verdad es que suena mucho mejor que solo "Patrón"— lo empujé fuera de la casa

—Ya verás cuando regrese...— dijo detrás de la puerta

—Lo que digas, Patrón Idiota Anderson...