—¡Necesito su ayuda ahora mismo!— dijo Stella

—¿Qué sucede...?— preguntó Jace

—Bueno, el otro día invité a Greg a ver una película y... ¡me dijo que le gusto!— nos miró con cara de angustia

 ¿Y eso no es bueno...? 

—¿Qué? eso es genial.— sonreí

—¡No, no es para nada genial!

—Pero habías dicho que te gustaba...— Jace frunció el ceño

—¡Si, me gusta... y mucho!

—¿Entonces....?— la miré raro

—¡También le dije que me gustaba!

—Espera... ¿soy el único que está teniendo problemas para entender qué es lo que no está bien?— Jace me miró

 Stella bufó— Él todavía no sabe que estoy embarazada...

—¿Con esa panzota no se ha dado cuenta todavía?— bromeé haciendo que mi hermana me fulminara— bromeo, tonta... no estás tan gorda... ¿por qué no sólo se lo dices?

 La verdad es que a Stella no se le nota tanto el embarazo debido a que ahora solo usa grandes sudaderas.

—¿Qué rayos sucede contigo, Scarlett?... si se supone que me gusta no debería estar ocultándole algo tan grande... estoy segura de que si le digo que estoy embarazada, pensará que soy una zorra, se sentirá asqueado de mí y me botará a la basura.— enumeró con sus dedos

—Oh por Dios... primero: tú no eres una zorra, Ashley es una zorra... y segundo: ¿te has estado juntando recientemente con Abby o sólo es el embarazo?— toqué su vientre

—No es gracioso...— dijo cabizbaja— tal vez parezca raro porque sólo lo conozco desde hace poco, pero en serio creo que me gusta mucho y no quiero que se aleje de mí...

—¿Estás segura de que no te has juntado con Abbigail?... bromeo— reí— eres una exagerada... si de verdad le gustas te aceptará y no irá a ningún lado, créeme... tú solo tienes que ser sincera y decirle.

—Y si te hace daño yo lo golpearé hasta no poder más...— Jace sonrió— así que no te preocupes.— hizo un gesto con su mano

—Son los mejores...— sonrió— iré a decirle ahora mismo.— salió de la habitación

—Qué bipolar...— dijimos a unísono

—Si todas la embarazadas son así, no quiero embarazarme jamás.— dije

—Tranquila, podemos adoptar.— me miró divertido

—Claro que adoptaremos... Shawn y yo.

—Si, claro... ya deja de fingir... sabes que tú y yo nos casaremos, viviremos en Los Ángeles en una casa gigante, tendremos 10 hijos, dos perros llamados Rockie y Cece, y... listo.

—Wow, ¿cuando es que te dormiste y no despertaste?... estás soñando, si llegamos a tener perros, se llamarán Galleta y Cremita.

 Jace sonrío— Al menos admitiste que tendremos una vida juntos.

—Si tú lo dices...— dije mirando mi celular

 Siento que olvido algo...

 ¡El cumpleaños de Greg y Alicia!

 ¡No tengo ningún disfraz para ponerme!

—¡Jace, tenemos que irnos!— me levanté

—¿A donde?—me miró raro

—Debemos ir a comprar nuestros disfraces para la fiesta.

 Mis padres me han contagiado su Alzheimer...

—¿Qué fiesta?

 Ni siquiera le había contado sobre ella.

—Pensé que ya te lo había dicho... ¿recuerdas a Alicia?

—¿La loca?— preguntó

—Así es... hoy es su cumpleaños y hará una fiesta de disfraces, y estamos invitados... pero creo que olvidé decirte antes.

—¿Crees?— alzó las cejas

—Sólo vámonos.— lo tomé del brazo

—Espera, debo ir al baño antes.— se dirijo hacia este

 Les envié un WhatsApp a los chicos avisándoles de la fiesta.

 Caminé hacia la puerta y al abrirla me encontré con Mason del otro lado.

—Estaba a punto de tocar...— dijo— hola, Oreo...— sonrió y la tomó en sus brazos

—Hola, Mason... lo siento, pero iba de salida.— lo miré apenada

—¿Qué? Pero me dijiste que querías hablar conmigo.

—Si, lo sé... y te lo recompensaré... Jace y yo tenemos que ir...

—¿Jace y tú? Por Dios, Scarlett...— suspiró— entiéndeme, no es un buen chico... no sé de qué otra manera decírtelo.

—No entiendo por qué sigues diciendo eso... no lo conoces, Mason...

—¿Y tú si? No puedo creer que seas tan ingenua.— negó

—¿Sabes? Empiezo a creer lo que los chicos y Jace me dicen... te gusto ¿no es así?

 Rió— Oh, vamos, Scarlett... eso es ridículo.

—¿Entonces por qué te molesta tanto que esté con Jace?... Es obvio que sientes algo más por mí.

—Estás loca... sólo intento ser un buen amigo y protegerte.— se dio la vuelta y se alejó de mí

 Si, con Oreo en brazos.

—¡Oye, esa es mi perra!— grité

—¡Soy su padre y puedo llevármela!— gritó

 ¡Lo odio!

—¡Alicia hará una fiesta de disfraces y estás invitado!...— grité— ¡aunque ya estás disfrazado de idiota!