No lo puedo creer... no puedo creer que haya confiado en él y que me haga esto... soy una estúpida... Ashley tiene razón, soy una maldita ilusa.

 Justo cuando me dijo: "te amo". Justo cuando le dije que también lo amaba... pero claro, no lo dijo en serio... todo era parte de su plan.

 Si solo pudiera devolver el tiempo atrás...

 ¿Cómo pensé que alguien como él gran Jace Anderson se fijaría en alguien como yo?

 Es cierto todo lo que dicen. ¡Soy una niña!. Él jamás se fijaría en una "chiquilla" como yo.

 ¡¿Por qué, por qué, por qué?!

 Debí habérmelo imaginado. Todo parecía ser tan perfecto que no podía ser real. Era imposible que algo tan lindo estuviera ocurriéndome.

 Me tumbé en el piso de mi habitación y comencé a llorar como nunca jamás lo había hecho.

—Oye, Scar... mamá y Stella están...— Sky frunció el ceño al verme— ¿estás bien?

 Negué.

 Se acercó a mí y me abrazó— ¿Qué sucede?

—Jace me mintió... todo este tiempo no era verdad... solo jugó conmigo, Sky.— sollocé

—¿Qué?... no puedo creerlo.

—Soy una estúpida...

—No lo eres... él es el estúpido...— dijo sin soltarme— está bien.... todo estará bien.

***

—¿Para qué ilusionarte así?... Es la persona más desquiciada que he conocido.— dijo Abby

—Pero esto no es justo...— Aria me abrazó— no es justo que tu derrames tus lágrimas por alguien que no te merece...

—¿Crees que estoy llorando porque quiero?— pregunté— saben que detesto llorar frente a las personas pero simplemente no puedo dejar de hacerlo...

—Ashley es una escoria... te juro que cuando la tenga enfrente la golpearé tan fuerte que ni siquiera le quedarán ganas de seguir molestando a los demás.— dijo Kelsey

—Esto no se quedará así...— dijo Adam

—¿Estás bien?— Mason entró a mi habitación

 Negué.

 Se acercó a mí y me dio el abrazo más reconfortante que he tenido hoy, no sé por qué a decir verdad.

—Todo está bien ¿si?... estoy aquí...

—Debemos hacer algo... Jace no puede salirse con la suya.— dijo Connor

—Deberíamos...

—No...— interrumpí a Carter— no quiero hacer nada...

—Pero...— comenzó a decir Kelsey

—No quiero que hagan nada... está bien.

 Ella bufó.

***

 Me encontraba sentada en el patio con los chicos debido a que hoy dieron de alta a mamá, a Stella y a los bebés, por lo que algunos de nuestros parientes y amigos se encontraban aquí para una reunión de bienvenida.

—¿Estás segura de que no quieres que hagamos nada?— preguntó Carter

—Más que segura... no se merece que le demos importancia...

 Yo creo en el Karma, y no creo que haya necesidad alguna de que nosotros hagamos algo porque el Karma actuará cuando menos lo pensemos.

—Ya sé que es la quinta vez que te lo pregunto...— Alicia se acercó a nosotros—pero... ¿te encuentras bien?

—Si...— mentí

 ¿Que estoy bien? Ja, creo que es la mentira más grande que he dicho hasta ahora... "Bien" es la última palabra con la cual definiría mi estado de ánimo de ahora.

—Ya deja de mentirme...— me miró mal—se te nota muy triste— se sentó a mi lado— no puedes mentirme... vamos, cuéntale a la tía Alicia.— bromeó

 Miré a mi alrededor para ver si no se encontraba nadie, y por suerte no. No quiero hacer de esto todo un drama y tampoco quiero desviar la atención de mamá, Stella y los bebés hacia mí.

—Bien... te lo diré... terminé con Jace.— al instante las lágrimas comenzaron a salir de nuevo

 Me miró algo triste— Lo siento...— me abrazó— lo siento mucho, linda... ¿y se puede saber por qué? Es que... ayer se veían tan bien... no comprendo.

—Yo pensé que estábamos bien... incluso ayer me dijo que me amaba por primera vez... pero resulta que todo fue mentira y solo estaba jugando con mis sentimientos. Se burló de mí en mi cara...

—En serio lo siento mucho...— volvió a abrazarme— no quiero que llores más...— secó mis lágrimas— detesto verte así... tú eres muy fuerte y lo sabes... no llores por alguien que no supo valorarte.

 Alicia tiene razón... pero no puedo evitarlo... las lágrimas solo salen y continúan saliendo cada vez más.

 No debería llorar, pero me parece algo imposible parar.

—Prométeme que tratarás de dejar de hacerlo...— sonrió

 Asentí.

—Muy bien...— me miró sonriente— ahora vengo ¿si?

 Asentí.

 ¿Que deje de llorar? No lo creo...