Sasuke no siempre había tenido el gran sentido de la moda, pero se vestía bien, tomando en cuenta que a la escuela se iba con uniforme, sin embargo, este día era diferente, era un convivio, se celebraba algo, pero el alumnado no sabía que era, y tampoco les importaba mucho.

El azabache se pasó toda la mañana eligiendo un atuendo bonito, quería dar una buena impresión y quizás que alguien lo notará.

Se coloco unos jeans azules, una playera algo larga, y un suéter verde por encima, se maquillo como ya le es costumbre, solo agregando polvo y brillo de labios.

Se miro al espejo y se sonrió, se veía bien, y esperaba que los demás también lo vean así.

Cuando llegó a la escuela, todos estaban entrando, podía ver a chicos muy guapos, y a chicas totalmente hermosas, entre ellas diviso a Sakura, se veía hermosa y se acercó para hablar con ella.

— Hola Sakura — saludo animadamente.

La alegre chica volteo y le dedicó una sonrisa.

— Sasuke, pero que guapo, se supone que este solo es un día para convivir, pero todos lo toman como pasarela de modelaje, igual tu irías ganando — agrego mientras le guiñaba un ojo.

Ambos trataron de hacerse paso entre tantas personas, pero era muy complicado, entre tanto choque ocurrió un accidente.

Unas personas que ni siquiera reconoció y ya no importaban le tiraron un bote de pintura que traían, seguramente para su clase de arte, le ensucio todo su bonito suéter.

Su corazón se oprimió, esperaba al menos una disculpa pero así como aparecieron los susodichos, así se retiraron.

Con las lágrimas amenazando con salir, salió corriendo hacia el baño, ni siquiera pudo enseñarle su bonito atuendo a su novio.

Naruto por su parte caminaba por los pasillos de la escuela, lucía atractivo e increíble como le es costumbre, tiene buen sentido de la moda, quizás por sus padres, y aprovecha cada momento para presumir su belleza.

— Hombre tú no te cansas de atraer las miradas de las chicas, ¿Cierto?

— No, aunque también me interesan las miradas de los chicos — agrego.

Kiba hizo una mueca de asco ante lo dicho.

— Como sea, te veo en el salón, dicen que Hinata se ve espectacular, ya quiero verla, te divertiste con ella esa noche, ¿No?

— Si, ella siempre se ha visto espectacular — dijo mientras se dirigía al baño.

— Oye, ¿Y tú novio?, No lo he visto diciendo "mi amor", "mi amor" — imitaba con burla.

— Tampoco lo he visto y espero no verlo — añadió rodando los ojos.

Su amigo se retiró y el rubio entro al baño, hizo sus necesidades y se lavó las manos.

Justo cuando había acabado y se estaba secando las manos, el baño quedó en completo silencio, fue cuando escuchó sollozos algo suaves.

Miro sorprendido, buscando de dónde provenían, no era normal que lloraras en el baño, menos a esa edad y en este día, a menos que no te vieras tan bien, pero eso es ridículo.

Busco baño por baño, hasta que se topó con el correcto, se asomó tantito, y pudo descubrir de quién se trataba.

Sigilosamente salió del baño.