Capítulo 3





Narra Bible:




Cuatro años de matrimonio fueron tirados a la basura por culpa del maldito de Jess; en verdad lo odio con todo mi ser, me quitó a Build cuando ya le había dicho que era mío. Porque sí, todo esto empezó hace seis meses, cuando él empezó a trabajar para mí y luego, mi esposo llegó un día a almorzar conmigo en la oficina...




Flashback (Hace seis meses)




Estaba afuera de la oficina, arreglando una documentación importante con Jess, cuando llegó Biu, vestido con unos mini short blanco, un top de colores y en ese tiempo tenía su cabello teñido de un hermoso tono verde opaco. Se veía tan hermoso y perfecto, pero también pude notar la mirada de asombro en la cara de mi secretario.


Sus ojos lo decían todo, él estaba desvistiéndolo con su mirada y eso no me gustó, aunque Build ni cuenta se dio, él creyó que todo eso era porque Jess estaba interesado en mí. Después de que mi Biu se fue, llamé a Jess a mi oficina para decirle que fuera la última vez que mirara a mi esposo de aquella forma, pero:

- Antes de que digas cualquier cosa. Me gusta tu esposo, es tan hermoso y perfecto, quiero comerme sus labios y su cuerpo... Me masturbé pensando en él mientras almorzaban. - Me levanté de mi silla y fui hasta él para golpearlo.

- ¡¿CÓMO TE ATREVES A VER A MI ESPOSO?! ¡NUNCA SERÁ TUYO! ¡ES MÍO! - Grité furioso.

- No es mi culpa que tu esposo sea tan hermoso y que me atraiga como nadie más lo había hecho. - Dijo limpiándose la sangre que salía de su boca.

- ¡No te acerques a él! - Hablé con mis puños apretados.

- Bien, te diré algo... - Se levanta, se me acerca y me mira de frente. - Yo también lo quiero y te doy dos opciones: la primera es que lo compartas conmigo y la segunda es que lo seduciré y lo haré mío delante de tus ojos. - Le di otro golpe que le rompió la nariz.

- Te despediré y jamás lo volverás a ver. - Espeté orgulloso.

- Si lo haces, te denuncio por abuso laboral. - Me amenaza y señala su rostro. - ¿O qué crees que pensarán todos cuando me vean salir de tu oficina con sangre?... ¡Tengo muchos testigos, Bible Wichapas! ¿Te arriesgas?

Me di cuenta que tenía razón, fui tan imbécil de caer en su juego y si lo despido ahora lo perderé todo, así que me tocó aceptar mi error y convivir con él durante los siguientes meses. En cuanto Biu ponía un pie en la oficina, debía lidiar con los celos que me comían por dentro cuando miraba a Jess que devoraba el cuerpo de mi esposo con sus ojos.

Con el tiempo, le pedí a Biu que ya no llegara a la oficina, pero él lo tomó como si yo le estuviera pidiendo espacio personal con Jess, lo cual jamás fue de esa manera, solo quería cuidarlo. Una noche, nos quedamos hasta tarde por trabajo, le enseñé las últimas cosas que debía hacer, pero tuvo dificultad y nos quedamos todo un mes.

No quería perder a Biu y lo mantuve lo más alejado que pude de Jess, en verdad no quiero compartir, y este idiota sigue pidiéndome que lo dejara verlo y que compartiéramos a mi esposo en la cama. La sola idea me provocaba náuseas de los celos, no podía ni siquiera imaginar a Biu siendo tocado por otro hombre u otras manos que no fueran las mías.

- Me voy de viaje mañana, Jess. Quedas a cargo de informarme cualquier cosa. - Le dije una noche antes de partir.

- Sí, Bible. Solo vuelvo a pedirte que por favor reconsideres nuevamente mi solicitud. - Habló y seguí caminando, tratando de ignorar que es un idiota.

Cuando tuvimos aquella gran pelea con Biu, me dolió tanto mi corazón, sentí que se me detenía con cada lágrima y sollozo que lograba escuchar desde la puerta del dormitorio. Y fue después de eso, que me hice un examen de fertilidad y me di cuenta que mi conteo de esperma es bajo, por eso me sentí aún más culpable que antes.

Lo peor vino cuando me fui de viaje, estando en plena reunión, me cayó una notificación en el celular de las cámaras de mi oficina, ya que estas funcionan con un sensor de movimiento. Para mi triste realidad, Jess cumplió con su cometido e hizo suyo a Biu bajo mis narices y mi esposo lo disfrutó, fue la razón por la que no volví en el tiempo establecido.

Me quedé dos semanas más de viaje, y aunque cuando el sensor de movimiento se activaba era solo Jess ordenando archivos, no podía olvidar que sus manos tocaron el cuerpo de Biu. Saqué a mi esposo de mi casa porque creí que yo no era lo suficientemente bueno para él, y asumí que si lo enviaba a los brazos de Jess, él podría darle todo lo que yo no pude.




Fin del Flashback...




Ha pasado un mes entero desde que Biu se fue y me siento incompleto, me duele no verlo cuando amanece, ni besarlo antes de dormir y sobretodo, me duele no poder abrazarlo por las noches. Por esa razón, no he podido dormir bien y no es algo que le pueda ocultar a mis empleados, aunque mi deseo de saber de Biu pudo más y un día:

- Buen día, Bib. Necesito que firmes estos documentos, son sobre el presupuesto pre aprobado. - Tomé los documentos y los leí antes de firmar.

- ¿Cómo está Biu? ¿Está durmiendo y comiendo bien? - Le pregunto a Jess mientras le devuelvo los documentos.

- ¿Por qué me preguntas eso? Es tu esposo y vive contigo... - Lo agarré del cuello de su camisa y lo puse contra la pared.

- ¡BIU SE FUE CONTIGO HACE UN MES! - Le grité.

- ¡¿DE QUÉ MIERDA ESTÁS HABLANDO?! ¡BUILD NO ESTÁ CONMIGO! - Entonces lo solté y sentí que el aire me faltaba. - ¿Qué hiciste? - Levanté mi rostro con lágrimas y pude ver como Jess también empezaba a llorar.

- Debía ir contigo... ¿Adónde fue? - Antes de poder preguntarle otra cosa, agarró sus cosas y subió al ascensor llevándome con él.

- No puedo creerlo, debemos encontrarlo.

Nos subimos a su auto y empezó a conducir como un demente, se detenía en un motel u hotel y preguntábamos en recepción por Biu y nadie nos daba un indicio de su paradero. Los hoteles de la ciudad se acabaron y decidimos buscarlo en los condominios, hasta que lo encontramos y nos dieron la llave al saber que soy su esposo.

Mi felicidad de haberlo encontrado se vio nublada al ver la sangre derramada en el piso del baño y encontrarlo en la bañera con sus muñecas cortadas y una navaja ensangrentada a un lado. Jess que era el más lúcido de los dos, fue corriendo a tomarlo en sus brazos y sacarlo, antes de hacer un torniquete en ambos brazos para evitar que siguiera sangrando.

- ¿Por qué?... ¿Qué hiciste hermoso?... ¡No nos dejes! - Lloraba Jess mientras lo cargaba y sacaba del condominio conmigo siguiéndolo.

- ¡Perdóname! - Susurré con un sollozo.

- ¡Súbete con él!

Jess prácticamente me empujó en la parte de atrás de su auto, junto al cuerpo pálido de Biu, a quien abracé con fuerza y entendiendo lo que sucedía, le suplicaba que se quedara conmigo. Llegamos al hospital rápidamente gracias a él, entramos y se lo llevaron para cerrar las heridas en sus muñecas, poner suero y sangre en sus venas y luego llevarlo a una habitación.

- Doctor, ¿el joven que estaba conmigo...? - Estaba preguntando por Jess, ya que fui al baño y al regresar ya no estaba.

- Oh, está con su esposo. Dijo que ambos son maridos del paciente, puede pasar con ellos si lo desea.

- Gracias.

Me acerqué lentamente a la habitación, sin hacer ruido con mis zapatos, llegando lo más sigiloso que pude, todo por querer saber si le decía algo que tal vez Jess no quería que yo escuchara. Me quedo cerca de la puerta que está medio abierta y me asomé un poco para ver a Jess acostado cobre el pecho de Biu y diciéndole verdaderas palabras de amor.

- Biu, por favor despierta. De verdad quiero que te quedes conmigo, pero renuncio a ti si eso le da paz a Bible. Soy capaz de irme lejos si es lo que quieres, pero quiero que escuches que te amo y que siempre estaré para ti cuando me necesites. Quiero quedarme a tu lado, aunque no a la fuerza y no voy a arriesgarme a perderte para siempre; prefiero que te quedes solo con él antes de que mueras...

- Creo que lo amas más de lo que yo lo amo. - Susurré con dolor.

- Quiero ser egoísta y seguir discutiendo con Bib hasta que me acepte a su lado, pero no lo haré si eso expone tu vida así de nuevo. - Le da un beso y pretende salir, fue cuando yo entré y dije:

- No renunciaré a él... Pero creo que él no quiere renunciar a ninguno. Así que cuando despierte, sabremos de verdad lo que quiere.

Jess asintió y luego dijo que iría a la oficina para darle seguimiento al trabajo y empezamos a turnarnos para estar con Biu y no descuidar la empresa, se podría decir que Jess es mi mano derecha ahora. Luego de casi una semana, llegué al hospital y encontré a Jess acostado en la camilla con Biu, abrazándolo con fuerza.

Biu se veía tan cómodo y no entiendo cómo, pero de alguna manera me gustó mucho verlos así, parecían tan pacíficos los dos y se veían muy tiernos, así que acaricié el rostro de mi esposo. Jess despertó al sentir a Biu moverse y me agarró del brazo para neterme en la cama con ellos, pero quedábamos muy justos.

- Te ama, lo sé... - Me dijo Jess. - Pero de alguna forma extraña, siento que también me ama. Y no quiero interponerme entre ustedes, quiero ser parte de ustedes. - Me sentí miserable al escucharlo.

- Yo no pienso tomar esa decisión. Que lo haga él, ya que él será quien tendrá dos maridos, si así lo quiere. - Debo admitir que su sonrisa fue hermosa, como si se alegrara de que esté de acuerdo con él en nuestras vidas.

De pronto, el mes que dormí separado de Biu cayó sobre mi mente y sin poder resistir mi cansancio, me quedé completamente dormido, sintiendo a mi esposo entre mis brazos. Pronto estoy en casa y veo a tres pequeños correr a mis brazos y a los de Jess, uno se veía más grande, mientras que los otros dos parecían mellizos.

Los tres pequeños salieron corriendo de nuevo y al llegar a la cocina estaba Biu con su vientre abultado y con la cena servida; nos sentamos y comimos juntos. Nos divertíamos escuchando las fantasías de los niños y las historias de los juegos que los habían entretenido durante el día; sabía que era un sueño, pero me sentía volando entre las nubes.

- Bib... - Biu me despierta tocando mi rostro y al verlo despierto, lo atraje con fuerza a mis brazos.

- Perdóname, no te haré más daño, lo prometo... - Aún quería seguir hablando, pero Jess y el doctor nos interrumpieron.

- ¡Seremos padres! - Se emociona Jess y besa a Biu en la boca; sin embargo, yo solo pude pensar en que ese hijo no es mío.

- ¿Es verdad lo que dice? - Le pregunta Biu al médico.

- Efectivamente, le hicimos los análisis y con el ecograma que tomamos mientras estuvo dormido, confirmamos que ya pasó los tres meses. - Un momento...

- Es mío. - Confirmé. - ¿Es mío Biu? - Dudé nuevamente.

- Tres meses... - Hace cuentas por un momento y luego empieza a llorar. - ¡Sí Bib, es nuestro!

Nos abrazamos y nos pusimos emotivos, porque pude cumplir el sueño de Biu, yo puse un bebé en su vientre antes que Jess, así que me sentí completo, como jamás me había sentido. Jess vino y nos abrazamos los tres en la cama, creí que tal vez se decepcionaría al no ser el padre del bebé de mi esposo, pero está tan feliz como nosotros.

- Gracias Doctor. - Dice Biu y el doctor se retira.

- Oye hermosura, queremos preguntarte algo. - Habla Jess.

- Es sobre lo que pasó... - Biu se puso triste por un instante y luego seguí hablando. - ¿Nos quieres a los dos? ¿Quieres que Jess viva con nosotros? - Le pregunté sin tapujos y esperando una respuesta sincera...

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