Capítulo 2
Narra Build:
El mes se fue volando, y en ese tiempo recuperé a mi fogoso esposo, ese que es capaz de ponerme de rodillas y hacerme suplicar por más de lo que estoy acostumbrado a recibir de su parte. Luego de eso, su viaje se cumplió, tal y como lo planificó, llevándose a Moon con él y dejando a Jess disponible para que yo fuera a ponerlo en su lugar.
Una semana más tarde, el plan estaba hecho, Jeff Satur, mi mejor amigo me ayudó con los detalles, dijo que debía vestirme como una "verdadera perra", para que Jess viera que no podría igualarme. Pronto estaba en el asesor, vestido con una mini falda, un top, blazer y unas plataformas, además un bolso elegante para complementar.
N/A: La imagen la editadé de la cintura para abajo.
Entrando a la oficina de Bib, empecé a robar miradas y los empleados me hacían pasillo para que yo caminara entre ellos; claro, es mi privilegio por ser el esposo del presidente de la empresa. En cuanto el ascensor se abrió en la presidencia General, me dio una clara vista de Jess en su escritorio que se ubica afuera de la oficina.
- Señor, el presidente no está, ¿necesita algo? - Me preguntó de forma cortez.
- Ya sé que no está, vivo con él y preparé su equipaje... Así que vine para hablar contigo, entremos ya.
Entré, esperé a que él entrara y prácticamente azoté la puerta cuando él pasó; Jess se giró y al cruzarse nuestras miradas, lo vi tragar en seco, eso es porque en verdad quería ahorcarlo. Le señalé la silla frente al escritorio de mi marido y luego fui a sentarme en la imponente silla del presidente antes de sonreír con maldad.
- ¿A qué vino señor Wichapas?
- Que bueno que sepas mi apellido. - Espeté con orgullo. - Porque vengo a exigirte que dejes en paz a Mi Marido, es MÍO. - Recalqué mis palabras y me sentía completamente empoderado, hasta que se empezó reír a carcajadas.
- Jajaja... ¡Ay no, espere!... Jaja... ¡Mi estómago duele!... - Mi rostro ardía por la vergüenza e ira en mi interior.
- ¡¿De qué te ríes pedazo de mierda?! ¡No estoy jugando! - Se calla al instante cuando lo insulté y rápidamente caminó hasta la silla donde yo estaba. Me giró hasta quedar de frente, acercándose peligrosamente a mi rostro y respirando pesado.
- ¡¿Qué propones para que deje a tu esposo tranquilo?! - Me tutea el idiota.
- No me tutees que no somos iguales. - Mi corazón latía de forma extraña, casi sentí como se me salía por las emociones encontradas.
La sonrisa malévola de Jess fue como una puñalada, pero no me daba miedo, más bien me parecía hermosa, y solo entonces me pude percatar de su apariencia física que me dejaba sin palabras. Su piel clara muy hermosa, su cabello bien peinado, su impecable traje muy bien planchado y sus zapatos negros en los que me reflejaba.
- ¡Yo quiero algo a cambio! ¡Si me abres tus piernas, prometo dejarlo en paz! - Me levantó de la silla y juntó nuestros cuerpos rodeando mi cintura con su brazo izquierdo.
- ¡Suéltame imbécil! - Me quejé y traté de separarme, pero su aroma llegó con fuerza a mis fosas nasales y casi caí de rodillas ante él.
- Dime Biu, ¿hace cuánto que Bible no te toca? - Seguro llegó a esa absurda idea porque mi cuerpo traicionero empezó a temblar bajo el tacto de sus manos, y un gemido se me escapó cuando apretó mi culo. - Estás tan caliente ahora... Quiero hacerte mío...
- ¡Basta! O le diré a Bib y te despedirá. - Trataba de calmarme, pero Jess se metió en mi cuello para absorber mi aroma y pronto sentí como su pene que se había endurecido, presionaba contra mí.
- Te equivocaste dulzura... - Susurra casi besándome y no podía moverme, mi cuerpo no respondía a lo que mi mente exigía. - No deseo a tu marido. Al contrario, quiero que comparta conmigo.
Sus manos bajaron a mis nalgas, apretando con fuerza, mordió un poco mi quijada y fue cuando ninguno de los dos resistió más la tentación, besándonos como si no hubiera mañana. Bible me ha besado de esta forma, solo cuando nos reconciliamos, pero Jess parece desesperado por querer arrancarme la ropa a como de lugar.
Sus labios invadieron los míos con una desesperación constante, su lengua se enlazó fuertemente con la mía, mis piernas se sintieron como de gelatina y entonces reaccioné en que estoy casado. Empujé a Jess lejos de mí y corrí hacia la puerta, pero él me abrazó por mí espalda y me agarró del cuello para girar mi rostro y volver a besarnos.
- No te vayas... Llevo mucho tiempo esperando esto... - Entonces tocó mi pene que empezaba a palpitar y todo se fue al caño. - También quieres esto... Entonces, no me lo niegues.
- Por favor, estoy casado... - Pero él no se detuvo, abrió mi blazer y metió su mano en mi top para presionar mis pezones.
- A diferencia de Bible, a mí sí me enseñaron a compartir...
Rápidamente me gira para que quedemos de frente, en ese instante, cuando sus labios se pegaron de nuevo a los míos, todas mis defensas se cayeron y solo pude corresponder con la misma intensidad. Mis manos se fueron a su cabello, el cual desordené a mi antojo y las suyas levantaron mi falda para poder acariciar y apretar mis nalgas.
Baja de mi boca a mi cuello, me empuja hasta que mi espalda dio con la puerta y levantó mi pierna izquierda para acariciar hacia adentro, deslizando su mano caliente en dirección a mis nalgas. Me mojé tan rápido que fue sencillo para él meter dos dedos en mi interior y arrancarme un gemido por querer más de lo que ya me estaba haciendo.
La imagen de Bible se reproducía una y otra vez en mi cabeza, como una película que me causa un terrible remordimiento; pero no entiendo porqué no puedo detenerlo y estoy tan excitado. Jess me arrancó la ropa interior antes de cargarme hasta el sofá, donde me acostó con delicadeza y luego me hizo sacar su polla de sus pantalones.
- Tus manos son más suaves de lo que imaginé... - Susurra contra mis labios antes de besarme.
- Por favor contrólate...
- ¿Control? ¡No, yo no puedo controlarme! - Besa mi cuello con desesperación sin dejarme marcas. - Llevo meses esperando por esto...
Mi falda permitía que Jess hiciera lo que quisiera, insertó sus dedos nuevamente, haciéndome soltar gemidos mientras mi culo chorreaba. No podía controlar mi cuerpo, mi excitación estaba por las nubes; solo quería que Jess me metiera su pene y me hiciera suplicar misericordia para un hombre casado.
Y cuándo al fin lo hizo, al sentir su glande abriéndose paso allá abajo, solo pude abrazarme a su cuerpo; nos convertimos como en máquinas sexuales que deseaban estar juntas a toda costa. Una de las manos de Jess estaba en mi cabeza para evitar que dejara de besarlo y la otra en mi cadera para ayudarme a recibir el impacto de sus penetraciones.
- Más apretado de lo que imaginé... Uff... Creí que Bib te tenía más abierto que a una puta.
Empiezo a tener espasmos de placer, pues Bible sí me tiene abierto, pero el pene de Jess es un poco más grueso y con algunas venas saltadas, es obvio que sintiera más apretado. Su pelvis golpeaba tan fuerte en mis caderas, que estas empezaban a doler y arder, aunque el placer era más significativo para mi cuerpo.
Estaba gimiendo tan alto, que creía que alguno de los empleados de la empresa podrían escucharme, y Jess me callaba cada cierto tiempo con sus besos asfixiantes. Sus manos delinearon mi cuerpo como si fuera mo más hermoso que ha visto en su vida; y sus labios, rara vez se separaban de los míos.
De pronto, saca un poco su polla por bajar con su boca a mis pezones, que estaban erectos e incluso me dolían por necesidad de la atención que ahora les está dando. Mis manos en su cabeza desordenando su cabello aún más mientras mi cuerpo se movía solo por querer ser follado con intensidad por este hombre.
- Jess... Por favor... - Supliqué sin tapujos.
- Por favor, ¿qué? - El imbécil y pervertido parece burlarse de mi solicitud.
- Fóllame ahora, o le diré a Bible que te eche a la puta calle y jamás me volverás a ver. - Su sonrisa se borró al instante.
Me agarró fuerte de las caderas y sus penetraciones se volvieron lentas pero profundas, mis ojos se pusieron en blanco porque me gustaba lo que me estaba haciendo y estaba a punto de correrme. Rompí la camisa de Jess cuando me sujeté de sus brazos y él presionó mi cuello mientras seguía empujando en mi interior.
- ¿Te vas a correr siendo mi puta?... - Dijo en voz alta. - Ugghh... Hazlo...
Me corrí a chorros, con una intensidad que no esperaba tener con otra persona que no fuera Bib y pronto sentí mi vientre tibio y así supe que se había corrido dentro se mí. En ese instante, caigo en cuenta que estoy casado y lo que tanto le reclamé a mi esposo, fue lo que yo terminé haciendo y justo con la persona que desconfiaba.
Me lo quité de encima y quise salir corriendo, pero Jess me detuvo y no solo por una ronda, si no por muchas más, no sé cuantas fueron solo que cuando al fin salí de esa oficina, los empleados ya no estaban y el cielo estaba completamente oscuro; así que me subí a mi auto y me fui rápido a casa, donde me duché para lavar mi infidelidad.
Después de eso, pasé horas llorando hasta quedarme dormido y no fui a la oficina de Bib en lo que el resto de su viaje duró; y con lo que no contaba, era con que tendría que quedarse dos semanas más. Lo esperé en casa y solo vi a Jeff diariamente, quien se enteró de lo que pasó y venía a consolarme mientras lloraba sintiéndome como una persona terrible.
Brrrmmm... Brrrmmmm
Escuché el auto de Bib llegar una noche después del mes y no sabía cómo debía sentirme, pues con Jeff acordamos que debía decirle la verdad y me preparé para este momento. Bib abrió la puerta y cuando entró, su expresión me dio tanto miedo que mis palabras se atoraron en mi garganta; y aún así, busqué la valentía para contarle todo.
- Bible, yo...
- Shhhh...
Puso su dedo en sus labios dándome a entender que no quería que yo hablara y de repente, sacó su celular buscando algo, cuando lo encontró me lo mostró y era el video de su oficina. Bible tenía una cámara en su oficina y yo no lo sabía, podía escuchar mis gemidos con Jess y de pronto solo un zumbido lejano al sentirme más culpable.
- Me reclamaste cuando yo era inocente. - Su voz me hace volver a la realidad y estoy llorando de nuevo. - No quiero hablar contigo, ni escucharte y mucho menos verte. Así que escucha muy bien lo que haremos.
Puso un fajo de dinero sobre un estante cerca de la puerta y dijo que me daba dos horas para salir de su casa, que me llevara lo que quisiera incluso el dinero y que me fuera con mi amante, pero que cuando regrese no me quiere encontrar aquí. Luego de eso, volvió a irse y yo solo caí de rodillas llorando porque sé que no podré recuperarlo.
Me fui de casa solo dejando una nota, en la que pedía perdón y no le dije a nadie lo que pasó, ni a Jeff, ni a Jess; solo me fui a rentar un departamento y me acosté a llorar por mi error. Me levantaba de la cama solo para comer, ducharme y hacer mis necesidades, luego volvía a la posición fetal para seguir llorando hasta que me dolía la cabeza.
Pasó un mes entero y creí que tal vez Bib me buscaría pero no fue así, por lo que tomé una decisión en la que no escojo a Bib, ni a Jess; porque de alguna extraña manera, los quiero a ambos. Sin embargo, sé que el ego de Bible no lo dejara aceptar esta locura, así que preparé la bañera, una navaja muy filosa y me acosté con ropa dentro de la bañera.
Solo dejé una nota e hice lo que tenía que hacer...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top