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ISABELLA ESTEFANIA ♍

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— Un café negro para él señor y un descafeinado para la señora, que lo disfruten.

Coloque dos tazas específicamente para ambos en la mesa, mientras hablaba con ellos.

— Gracias.

Me lo dicen ambos, sonreí  y regrese por los demás pedidos, amo lo que hago, pero lo que mas amo era el ballet y eso me recuerda a. . .alguien que conocía.

— Otra vez pensando demasiado.

Me habla el dueño de la pequeña cafetería donde trabajo.

— No, solo estoy algo distraída.

Digo dejando la bandeja en la mesa, pero el tintineo de la puerta me avisa que hay clientes que atender, eran tres hombres con trajes costosos y diseñados a sus medidas. Sonriendo me acerque a ellos y pregunte cortésmente.

— Buenas tardes, desean tomar algo.

Ofresco amablemente, dos de ellos me miran fijamente y el otro inspecciona el lugar, resople suavemente, pero aun así sonreí, gente rica quien los entiende.

— Usted es la señorita Isabella.

Pregunta él que parece mas amable que los otros dos.

— Si, ¿necesita algo?.

Pregunto dudosa.

— Nuestro jefe quiere verla.

Responde él otro que parece menos amable.

— ¿A mi?.

— Si, a usted, síganos por favor.

Dudosa asentí con la cabeza y los seguí hasta una camioneta negra. Uno de ellos abre la puerta trasera y me invita a entrar, sospechosa y mas dudosa comencé a temblar involuntariamente, pero aun así entre, luego vi como todos ellos se iban hacia la cafetería quedándome sola y. . .

— ¿Tiempo sin vernos, Izzy.

¿Isaac?, ¿que hace aquí?, quiero irme, trate de tomar la manija de la puerta, pero fui retenida por mi. . .ex en el acto. ¿porque está aquí?.

— Quiero irme, dejame ir, por favor.

Rogué desesperadamente tratando de abrir la puerta.

— NO.

Repentinamente me grita y me quede paralizada en mi lugar.

— ¿C-como m-me e-encontraste?.

Pregunte temblandome la voz, pero tambien tratando de zafarme de sus brazos.

— Eso que importa, Izzy, lo único que ahora importa es que te encontré.

Aun con miedo de lo que podría hacerme este hombre, rogué a Dios desesperadamente que me sacara de aquí, pero parece que no es mi día, en cambio lo vi sacar su teléfono y llamar a alguien.

— Dentro de poco depositaré su pago.

Después de eso colgó, al verlo distraído con su teléfono quise huir, pero fui abrazada desde atrás y paralizada tambien.

— Esta vez nunca mas escaparás de mi, lo juro, Izzy.

Susurra cerca a mi oido, me estremecí en mi asiento, pero no se si por él miedo o por otra cosa, al final no quiero saberlo.

— Suelta me.

Dije lo mas firme posible, pero al contrario me abrazo mas fuerte.

— Eres mía, es imposible para mi dejarte ir.

Me reta, con las lágrimas brotando de mis ojos, llore en silencio aun de espaldas hacia él, de pronto deje de sentir su calor y lo vi abrir la puerta, entonces bajo el, pero me dejo encerrada en la parte trasera de su camioneta, mientras el iba al volante, donde sea que me este llevando, no pronunciamos ninguna palabra en todo la trayectoria.

Odiaba sentirme débil, pero parece ser que él lo disfruta mucho.

— Vamos.

Demanda abriendo la puerta para mi.

— No.

Me negué a ir con él, entonces como si de una princesa se tratara me carga entre sus brazos y comienza a caminar, deje de hacer berrinche y trate de pellizcarme por si una pesadilla es.

— Deja de lastimarte, tendrás hematomas luego.

Me regaña subiendo las escaleras conmigo, gire la cabeza para ver donde estamos, pero fue tarde, por que me tiro a algo suave y él se posiciono encima mío, quedando debajo de él.

— Quiero irme a casa, por favor, dejame ir, te lo suplico.

Ruego mirando sus ojos.

— Esta es tu casa.

Me dice.

— Pero tú y yo terminamos hace tiempo.

Digo, pero de un momento a otro me besa bruscamente hasta hacerme sangrar el labio, gemí de dolor, pero eso no lo contuvo, al contrario siguió besándome, trate de luchar contra él, pero al final mi fuerza no se compara a él.

— Deja de luchar, no podrás ganar.

Dice entre mis labios, en un arranque de rabia lo mordí fuerte, entonces me pare y corrí hacia la puerta para salir de aqui, pero fue mas rápido que yo y nuevamente quede atrapada entre la puerta y él, odio estar así.

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ISAAC VINCENT ♓

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Me acerque una vez mas a su oido y volví a susurrar.

— Escapa, pero recuerda que siempre voy a encontrarte, Izzy.

Te escapaste de mi una vez, pero te juro que esta vez no lo volverás hacer. Mientras luchas mas me excitas, pero sabes, conozco tus puntos débiles y pienso castigarte por huir de mi durante mucho tiempo.

— ¿Porque regresaste?.

Tu pregunta me toma por sorpresa, pero aun así pienso serte honesto.

— Por mi trabajo, pero al saber que estabas aquí trabajando como mesera, tome la decisión de recuperar lo que es mío.

— Tengo un novio ahora.

Apreté los puños y volví a besarla bruscamente sabiendo que terminaría lastimándola, pero mi rabia y furia de oírte decir eso es mas que suficiente para encender mi sangre y hacer desaparecer a quien te haya tocado antes.

— MIENTES.

Rugi furioso tomando su rostro entre mis manos, limpie sus lágrimas con mi pulgar e intente calmar su llanto.

— No llores, sabes que te amo.

Te hablo suavemente, mientras vuelvo a besar tu rostro delicadamente.

— Debo regresar a casa.

Me dices calmadamente.

— Te dejare ir con una condición.

Impongo mi voluntad en ti.

— ¿Que condición?.

Cedes a mis caprichos.

— Apartir de mañana volverás a vivir conmigo.

— Pero. . .

— No hay peros que valgan, es eso o te encerrare en esta habitación para siempre.

Soy consiente de lo que te digo, pero pensar que te iras de mi lado me llena de miedo e inseguridad, eso es porque no quiero perderte, ya te perdí una vez y no habrá una segunda vez en que huyas de mi. Apartir de ahora me encargaré de volver a enamorarte, te llenare todos los días de detalles y no podrás huir de mi nunca mas.

— Entiende, tu y yo ya terminamos, Isaac, no tiene sentido vivir contigo.

Farfullas, se que me tienes miedo ahora, pero ahuyentare tus temores y te haré ver una nueva perspectiva de mi.

— No me tengas miedo, Izzy, lo último que haría seria lastimarte y no quiero que salgas herida, te prometo que no te lastimare nunca.

— Es tu obsesión lo que me lastima, Isaac, por favor déjame ir.

Imploras, pero ignoro lo que dices.

— Eso nunca, eres mía, no puedes dejarme. Volveré hacer latir tu corazón, Izzy y esos latidos me pertenecerán solo a mi, mientras estés conmigo no te forzaré a nada hasta que tú te entregues a mi por completo.

Te aseguro que nunca más huirás de mi, seré el único que miren tus ojos, el único que te bese y te toque, que te saque suspiros y te haga latir el corazón.