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Jefnier la jala agarrándola de la mano.

- ¿Por qué debe ser cuando tú quieras? eres tan terca Jul, me encantaría salirme de aquí y dejarte bañar sola.

- ¿Serías capaz de dejarme aquí sola?. - Dijo ella pegandose a la pared, quedando así a algunos pasos de Jefnier.

Él le mira todo el cuerpo y siente como su cuerpo reacciona al instante al tener a Julia frente a él.

- ¿Eres un ángel o un demonio? No puedo resistirme a ti, lo que siento y lo que provocas es más fuerte que yo. Mira como me tienes con solo mirarte.

- Entonces... ¿Compartirás el baño conmigo?.

- Si, mierda Jul, mi cuerpo está sediento de ti, quiero sentir tus besos, tus gemidos, tus uñas en mi espalda, quiero besar tus labios. Soy un adicto a tu cuerpo, me muero por probar otra vez ese delicioso sabor de tu sexo, quiero hundirme en el, llenarte de mi y llenarme de ti, quisiera estar dentro de ti todo el tiempo. - la jala y la lleva junto al chorro de agua y agarra el jabón y se lo entrega a Julia. - Quiero que llenes de jabón las partes de mi cuerpo que más te gustan Julia... Todo será tuyo.

Julia lo tomo y se empieza enjabonar con el, el cuerpo de Jefnier pasándolo por su cuello, por su pecho y las tetillas, desciende al estomago y vientre y baja y se lo mete entre las piernas y con jabón en la manos lo deja ya en la repisa y con las manos enjabonadas le empieza a enjabonar su miembro masajeándoselo de arriba para abajo apretándoselo lavándole la punta del pene en repetidas ocasiones provocando en Jefnier jadeos y gemidos.

- Mierda. - Dijo con su voz algo ronca.

- ¿Te gusta como lo hago?.

- Me encanta, sigue... No pares sigue lavándomelo.

Julia vuelve a agarrar el jabón.

- Girate, aún me falta.

Jefnier se voltea dándole a Julia un panorama de sus nalgas.

- Creo que fui algo salvaje.

Y con el jabón le enjabona la espalda y bajando le mete el jabón entre las piernas haciendo que Jefnier las vuelva abrir, deja el jabón otra vez en la repisa y con las manos le enjabona las nalgas apretándoselas, pellizcándoselas una y otra vez.

- Tienes un cuerpo esculpido por los mismísimos dioses Jefnier, soy una administradora de este cuerpo.

- Y yo soy admirador de tus nalgas, ¿Ya terminaste?.

- No, y no me interrumpas, ponte en la ducha para que juagues el jabón.

Jefnier lo hace.

- El jabón comienza a caer por todo el cuerpo de Jefnier, dejando pequeñas gotas en el camino. - Tienes algo aquí. - Se arrodilla y comienza a lamer lentamente la punta de su pene.

- Que audaz te me estas volviendo ¿Donde está la virgen de la mañana?.

- Tú la desapareciste, ahora soy tu amante y quiero hacerte feliz y complacerte, ¿Lo estoy haciendo bien? o ¿Lo puedo hacer mejor?.

- Lo estás haciendo muy bien, pero como soy un poco exigente lo puedes mejorar.

- " Tengo que ser audaz, necesito ser una mujer atrevida, enloquecerlo de placer, si lo único que tengo de él es su deseo y su cuerpo quiero que sea mío completamente, volverlo loco, que no le haga falta sus amiguitas ocasionales."

Julia introduce más el miembro de Jefnier en su boca.

- ¡Por Dios mujer! ¿Me quieres matar?.

- Se saca su pene de la boca. - De placer, me gusta tener tu miembro dentro de mi boca, me acabas de decir en la cama que eras mío completamente, así que todo esto es mío me pertenece y tengo que adueñarme de todo lo mío.

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