013

Lunes.

- Julia recuerde que tiene que ir al departamento de personal a la oficinas, para firmar su planta.

- Por supuesto, si me lo permite puedo ir ahora mismo.

- Si, por supuesto.

- ¿Cómo te fue?. - Pregunto Pamela del otro lado de la línea.

- Bien hermanita, ya voy llegando a la oficina.

- Tienes que subir por el ascensor de empleados, el de nosotros está en mantenimiento.

- Ni modo, me toca ¿No?, Te amo adiós.

- Te esperó aqui. - Ambos cuelgan.

Jefnier entra al elevador y escucha un grito de alguien, que le pide que detenga el ascensor, el coloca su mano en una de las puertas impidiendo que estás se cierren.

- Buenos días. - Dice Julia algo impactada, no pensaba verlo tan pronto.

- Buenos días. - Dice Jefnier, una vez dentro la puerta se cierra, Julia se pone aún más nerviosa. - ¿Cómo estás? ¿Aún sigues revolcandote con tu novio a plena luz del día en lugares públicos?. - Pregunto mirándola de reojo.

- ¿Y usted? ¿Sigue seduciendo a la empleadas en los lockers? ¿Para después a las 2 horas citar a su amante para tener sexo con ella en su oficina? Te gusta juntar a todas tus amantes en un mismo lugar, gracias a Dios no me fui con usted a su oficina cuando me lo pidió.

-¿De que carajos estás hablando? ¿Que amante?. - Dijo Jefnier mirándola.

- No se haga el nuevo señor Osorio, la vi con mis propios ojos cuando ella se detuvo justo frente a mi y mi amiga, a preguntarnos por la ubicación de las oficinas.

-¿De quién tú me estás hablando?.

- Así que ella no es la única amante que usted tiene, no se porque me asombra, si estando con ella quiso meterme en su cama, pero para refrescarle un poco la memoria señor Osorio, hablo de Gen, me imagino que su amante oficial, pobre su novia, que la deja trabajando como esclava, sin darle su lugar.

- Lo de ella se terminó la misma noche que te conocí a ti.

- Si claro, lo impacte tanto que decidió terminar con ella para que yo ocupara su puesto, no crea que soy tonta, hice con usted ese papel, pero no lo soy, me deje llevar por un experto, pero gracias a Dios que vi a su amante y reaccione.

- No pensaba terminar con ella, tu ibas a ser una aventura de una noche, pero cuando estaba en la noche con ella en la cama le dije tu nombre.

- Por supuesto. - Dijo Julia riendo. - Lo que recuerdo yo, es que usted y yo esa noche no hablamos, no tenía por que saber mi nombre, así que no diga mentiras.

- No son mentiras, pero ya me da igual, una mujer como tu no me interesa, pero responde mi pregunta ¿Aún sigues revolcandote al aire libre con tu noviecito?.

- Solo le di un poco de su propia medicina Jefnier.

- Yo no hice nada con Gen y menos con Leticia, él día que ella vino, fue para pedirme que volviera con ella.

- No le creo nada, usted es un cínico.

- ¿Y tú qué eres?.- El ascensor ya había llegado al piso, pero Jefnier impidió que las puertas se abrieran.

- Yo solo hice lo que tenía que hacer para quitármelo de encima.

- ¿Acostarte con él a plena luz del día?.

- No me acosté con él, todo fue fingido, para que usted lo viera.

- No te creo, se muy bien lo que ví.

- No, vio lo que yo quería que viera.

- ¿Y tu novio te ayudo? Que clase de novio tienes.

- No es mi novio, es un amigo, él me ayudó porque me quiere, de una forma romántica.

- Así que no es tu novio.

- No, Invente que lo tenía para que usted no me persiguiera, aún así no le importo, porque me besó y tocó a su antojo.

- No pusiste objeción a mis besos y caricias Julia.

- Ya le dije, usted es un experto con respecto a las mujer, sabe dónde tocar para hacerlas perder la cabeza.

- No soy tan experto, tengo que especializarme en las mentiras femeninas, ¿como se que me estás diciendo la verdad? Y porque ese día no quisiste decirme nada.

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