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Jefnier se dio cuenta de lo que había acabo de pasar, aquel nombre había salido de sus labios, pero trata a toda costa hacerse el desentendido.

- No se de que me estas hablando.

- Me llamaste Julia cuando me estabas acariciando y no me digas que estoy loca porque lo escuché muy bien, ¿Es tu nueva conquista? Dime.

- Yo creo que esto llego a su fin. - Se levanta y se aregla y saca su chequera.

- ¿No me vas a decir quien es?.

- No tiene caso que te diga quien es.

- ¿Es una actriz? ¿Modelo? ¿Quien es? por que no creo que sea el segundo nombre de tu noviecita.

- Sin comentarios.

- Por lo que veo te trae loco.

- Aún no ha nacido la mujer que vuelva loco a Jefnier Osorio, ademas la acabo de conocer hace unas horas.

- Pues si ya estas diciendo su nombre estando casi apunto de tener sexo con otra, es por que te pego duro.

- No digas tonterías, ten. - Le entrega un cheque con varios ceros. - Gracias por todo.

- De nada, quisiera que esa mujer te haga pagar todo lo que nos has hecho a todas.

- No les he hecho nada que ustedes no hubieran querido, siempre les pongo mis reglas por delante, nunca engaño a nadie, adiós. - Dijo marchandose de aquel cuarto para siempre.

Pamela y Cristian se encuentran en el gran salon de la casa Osorio, son las 12:20 de la madrugada.

- No se que le paso a Jefnier con esa mujer, de verdad lo veo como si fuera todo un reto y no quiero que la lastime, la verdad cuando se nego me cayo bien, ya era hora que a mi hermano le dijeran que no.

- Lo peor es que al decir no, le salio lo orgulloso a Jefnier y tu sabes que no va a descansar hasta convertirla en su amante.

- Lo se y lo va a conseguir.

Jefnier llega y se asombra cuando los ve en el salón.

- ¿Y eso? pense que estarian durmiendo o minimo en su habitacion haciendo de las suyas.

- Y yo pense que tu hoy ni venias a dormir, ¿Que paso? ¿Tambien ella te rechazo? Estas de malas hoy hermanito.

- No, yo me marche solo, ya se acabo... La verdad ya me habia aburrido.

- Cuando no, siempre te aburres, no pense que ibas para terminar con ella.

- No era mi intencion, pero asi se dieron las circunstancias.

- ¿Que paso? ¿Por que te decidiste en terminarla?. - Pregunto Cristian.

- Les digo y no empiezan con su risita.

- ¡No!. - Dijeron Pamela y Cristian al mismo tiempo.

- Cuando estabamos en la cama, se me el nombre de Julia.

Pamela y Cristian se empiezan a reir a carcajadas.

- Lo primero que les digo y lo primero que hacen.

- De verdad estas mal, no puedo creerlo. Tanta obsesion por una chica que acabas de conocer, es mas nada mas la miraste.

- No necesito saber, con verla me doy cuenta que va a ser una amante esplendida en la cama,vamos a sacar chispas hermanita y ya me voy a dormir ,mañana sera otro día.

- Pamela, vamos a la planta y especialmente a la area de acabados.

- Vamos, aunque yo no se por que me dejo convencer.

- Porque soy tu hermanito.

- No lo puedo creer, ¿Le dijiste que no a ese bombón?.

- No le dije que no, simplemente no deje que me llevara a mi casa y no se lo digas a nadie.

- Como crees y dime esta guapísimo ni tu lo puedes negar. - Dijo Carolina con emoción.

- No esta mal, pero no es mi tipo.

- ¿Y quien es tu tipo? ¿Benito?.

- Tu sabes que quiero mucho a Ben, pero es un amigo y nada mas.

- Sabes cual es el problema, que siempre haces con él lo que quieres, necesitas un hombre de verdad al que aunque digas no, él te haga decir si.

- No conozco a ese hombre, ¿Donde esta?.

En eso entra Jefnier y Pamela al depto de acabado, Jefnier al instante la ve.

- Con su cabello es fácil ubicarla, ahí esta mírala.

- Pamela la ve. - No puedes acercarte, los demás se darían cuenta.

- No te preocupes, se lo que hago.

Leticia se acerca muy efusivamente a saludar a su novio, era extraño verlo por eso lados y mas por que nunca iba a verla, era ella quien siempre acudía hasta su oficina.

- Buenos días. - Dijeron los hermanos al unison.

Julia no lo ha visto aún, en el momento que Jefnier la vio, ella se volteo dándole la espalda.

- Amor, que placer tenerte por acá hace mucho que no te veía mi vida. - Dijo Leticia abrazándose a él.

- Ya sabes, me gusta visitar las áreas para ver como están funcionando.

- Porque no dejas a Pamela revisando a todos los empleados y yo me encargo de darte tu bienvenida en mi oficina, ¿Si bebe?.

- No Leticia, ahora no, quizás luego. Estoy cansado para estar contigo, mejor vamos a las lineas de trabajo. - Empiezan a caminar y llega al pasillo donde esta Julia trabajando de espaldas.

- Con su voz ronca - Buenos señoritas.

Julia se voltea y se le cae una hoja que estaba leyendo, Jefnier se agacha al mismo tiempo que ella para recogerlo quedando las dos manos sobre la hoja al mismo tiempo, ambos se van levantando pero Jefnier no le suelta la mano.

- Me suelta, por favor. Necesito recuperarla para seguir trabajando, por eso me pagan aquí.

- Señoría Rodríguez, no creo que sea necesario ser grosera, fíjese con quien esta hablando, él es el dueño de esta empresa y se trata nada mas y nada menos que de mi prometido.

- Eso no es cierto, tu y yo no tenemos nada formal.

- Pero bebe como me dices eso y mas delante de tanta gente. - Sale corriendo envuelta en un mar de lagrimas para su oficina, Pamela quien observaba todo el episodio le hizo un gesto de desaprobación hacia lo ocurrido pero también le salio una pequeña sonrisa por ver como su hermanito le dejaba las cosas claras a la pesada de Leticia.

- Aunque yo creo que a veces hay que recordarle a los empleados quien manda aquí.

Julia lo mira altiva - Perdón si soné grosera.

- Siempre has sido muy educada ¿Que te pasa hoy? Se me hace que la señorita se levanto con el pie izquierdo, señor. - Dijo otra empleada haciendo una broma para aligerar el momento.

- Algo me dice que es su estado natural, ser grosera.

Julia lo mira.

- Perdón usted no tiene la culpa, lo que pasa es que ayer cuando salí de aquí un tipo prepotente acostumbrado a siempre salirse con la suya quiso llevarme en su coche, sabrá Dios a donde y me puso de malas, pero usted no tiene la culpa de esos tipos que abundan por aquí.

- Que lastima que no se fue con él. Estarías de mejor semblante en la cara, a veces hay que aceptar las invitaciones a lo mejor se perdió una gran noche.

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