Sensaciones extrañas.

Dos meses después.

Boruto observó los tallarines en su plato. Sarada no cocinaba mal, de hecho, era buena cocinera, sabía que desde pequeña aprendió a cocinar, su comida era estupenda y amaba cuando su esposa le preparaba el bento para su trabajo.

Siempre lo presumía. A Shikadai casi nunca le llevaban el bento, a Inojin... bueno el desgraciado tuvo suerte de casarse con su hermana, a Mitsuki pues... el cocinaba... lo que importa es que todos enviaban su comida.

Pero ahora, llevaba más de media hora jugueteando la pasta. No era un platillo que le disgustara, sabía bien, tenía los condimentos exactos, pero...

--- Oye Boruto ¿Estás bien? --- Le preguntó Shikadai al ver que se cubrió la boca con la mano. Los demás levantaron la mirada hacia él.

--- Si... --- logró formular, miró de nuevo su comida y sintió como el sabor del líquido pútrido subió por su garganta.

Maldición otra vez!

Se cubrió la boca y corrió al baño más cercano.

--- ¿Estás seguro que no quieres irte? Sabes que yo puedo cubrirte. --- le dijo Daisuke.

Le parecía increíble ver al grandísimo Boruto Uzumaki, que siempre andaba de buen humor, de aquí por hallá, resolviendo problemas, ahora, recostado en una silla con la mirada perdida.

---No te preocupes --- Boruto dio un ligero manotazo al aire --- se me pasará en un...

--- Eso dijiste ayer, de hecho, también la semana pasada ---  el pelinegro rodó los ojos--- ¿mi hermana lo sabe? Me imagino que no, por tu necedad me reñirá igual.

--- Quizá algo me hizo mal, eso es todo.

--- Como sea --- suspiró ---  sólo espero que Sarada no se enoje.

Boruto sabía que se enojaría, era cierto que llevaba días así, pero ¿Qué más iba a pasar? ¿Acaso se iba a morir de una infección estomacal y no de una guerra?

Dio un largo bostezo y se frotó los ojos con el dorso de la mano. Sentía sus parpádos horriblemente pesados. Miró a su cuñado quien tenía una mirada desaprovatoria y después de una pelea de miradas, se resignó a irse a casa.

***

Sarada apagó la computadora y se dejó caer en la silla. Miró por unos segundos el infinito intentando mitigar su estrés. Desvío su mirada al reloj de su escritorio, eran casi las siete. ¿Cuántas horas llevaba sentada? Sentía que su espalda le dolía. Se levantó y gimió al estirarse. ¿Unas diez horas? Quizá hizo las doce.

--- Ni siquiera soy Hokage y estoy agotada --- murmuró Chou dejando la última pileta de papeles en el escritorio. --- ¡El último! Pero este no es necesario, tienes mañana... ya vámonos, Sarada...

La pelinegra iba insistir en acabar todo, pero sentía sus dedos entumidos y sus ojos picar de cansancio. Se frotó la sien y observó la foto en su escritorio. La foto de Boruto y ella era lo único que le daba ánimo, pero estaba vez no quería quedarse... Miró de nuevo la hora, Boruto siempre llegaba los viernes a las ocho, por lo tanto seguía en el trabajo, también recordó que tenía que hacer las compras.

Podría hacer las compras, pasar a verlo, regresar a casa, hacer la cena y dormir temprano. Si, era un excelente plan que ya anhelaba.

--- Sólo por hoy.

La morena sonrió y enseguida tomó su mano para sacarla de ahí.

--- déjame aunque sea dejar un clon, ChouChou.--- rió mientras salían.

--- No se como puedes estar trabajando tanto tiempo. Si tan sólo Mitsuki se hubiese quedado hoy con nosotras... ---  se lamentó.

--- Mitsuki también necesita un descanso ChouChou...--- sonrió divertida.

Sarada dejó el clon en su oficina y salió detrás de una Chou apresurada. No podía creer que lo hiciera, escapar de un trabajo que deseó por años. Sabía que, no había problema en irse, era esa época invernal en la que a casi nadie le apetecía salir de sus hogares, las entregas se hacían en transportes y si surgía algún problema le bastaba con mirar el portátil.

Ojalá hubiese sido así de fácil hace años.

--- ¡Huy! Que frío... ¿en verdad quieres ir al centro comercial? Ahí hay más frío --- se quejó abrazándose así misma --- por cierto --- la escudrilló con la mirada--- ¿no tienes frío?

Sarada salió de su trance cuando las palabras la golpearon, se había ido por un instante. Negó, ahora que lo pensaba no tenía tanto.

--- Necesito comprar.

Le dijo cuando el resto de sus palabras cobraron sentido. La morena se quejó de nuevo, pero la siguió.

Sarada tomó las cosas que necesitaba, sin prestar la atención de siempre, se sentía un tanto desubicada y la voz de Chou resonaba al final como un recordatorio de que estaba ahí.

--- Que tenga una linda noche, Hokage-sama.

--- Gracias --- contestó y sonrió de repente, se sintió mal, esperaba que la chica no le haya dicho otra cosa y por ende, ignorado.

--- ¿Estás...?

--- ¡Hey gordita!

Chou se calló de repente y buscó con la mirada. Sonrió cuando encontró a Inojin, se acercó y Sarada la siguió. Le pareció extraño al principio ver a Shikadai, Mitsuki e Inojin juntos sin Boruto, frunció el ceño un tanto confusa.

Cruzó la mirada con Shikadai y este la apartó de inmediato. Miró en todos lados excepto a ella, vio como le dio un ligero codazo a Inojin y este le miró molesto al interrumpir su charla.

--- ¿Qué?

Shikadai miró a Inojin y luego a Sarada, movió los labios a penas, susurrando algo. Inojin pareció confuso, pero abrió la boca y se tensó, barrió los ojos hacia Sarada y ella los miró acusadora.

--- Se sintió mal y regresó a casa.

Sarada miró a Mitsuki quien le sonrió después de hablar.

--- ¿Cómo que se sintió mal?

Los miró a los tres. Boruto nunca se sentía mal, Bueno, si, pero incluso cansado o adormilado, terminaba su trabajo.

***

Cerró la puerta detrás de ella y observó el recibidor, estaba en total silencio. Divisó las botas de Boruto en su lugar con descuido, sus llaves en la mesita al igual que su mochila.

Colocó sus manos en sus caderas y miró indignada la mesa. El que se sintiera mal no era excusa para que le dejara un caos. Recogió las envolturas de comida y las llevó al cesto de basura. Abrió la boca para gritarle, pero la cerró en una línea firme, se acercó a la barra y levantó el envase de leche ¿desde cuando él tomaba leche?

Leyó la etiqueta y en efecto, era leche, agitó la caja y se sentía a la mitad, ella no la había bebido mi mucho menos comprado, además, no solía beber directamente de la caja.

La metió al refrigerador y caminó hacia las escaleras, el pasillo estaba oscuro y, cuando se acercó a la habitación, supo que también lo estaba, pero salía una pequeña luz debajo de la puerta y escuchó voces, al instante reconoció el televisor.

Abrió la puerta despacio y acechó. Se sostuvo del marco de la puerta para no caerse. Abrió completamente y se adentró.

--- ¿Boruto?

Se acercó y lo miró antes de tocarlo. Como esposa había conocido a su esposo en sus mejores y peores momentos, No sabía cuál era este. Miró el tazón con restos de leche y la caja de galletas a un lado, vacía.

Tomó la caja de galletas de mermelada de fresa y luego miró el tazón, los había combinado...

--- Que...

Hizo una mueca de disgusto ¿cómo podía comer algo así? Soltó la caja y luego encontró otro envoltorio de hamburguesa, rodeó la cama y le causó un tanto de gracia mirar sus pies cubiertos en calcetines, recostado en la cama mientras abrazaba una almohada.

Dudo que despierte. Pensó y suspiró, tomó el control remoto y apagó el televisor, sacudió las migas de la cama y lo cubrió con la sábana hasta el tórax, no había tanto frío en la casa.

***

Boruto pestañeó ligeramente, intentando adaptarse a la realidad de nuevo. Se apoyó en sus codos y entrecerró los ojos mirando el al rededor, segundos después, se dejó caer de nuevo y abrazó su almohada y dobló sus piernas contra su pecho, intentó cerrar los ojos de nuevo, de hecho lo hizo, pero los abrió al instante, enojado.

Aventó la almohada y se sentó, se frotó el rostro y preguntó cuanto había dormido, miró el reloj y marcaban las ocho ¿sólo una hora? Con razón se sentía fatigado y de mal humor.

Bajó los pies al suelo y se levantó, se apoyó en el buró cuando sintió todo enrollarse en su estómago y subir por su garganta.

Corrió al baño y cerró detrás de él, minutos después estaba sentada en las losas del baño con la mirada perdida.

--- Me voy a morir dattebasa... y, y Sarada me va a matar porque no le dije--- lloriqueó y suspiró.

Se levantó y lavó su cara y dientes, pasó por la mesita de noche y el empaque rosado llamó su atención. Se acercó y sintió la caja vacía, la tiró y salió.

No recordaba a verlas gastado, se rascó la nuca mientras bajaba las escaleras, lo más probable es que Sarada llegue pronto y tendría que fingir que estaba bien, no le gustaba la idea de mentirle, pero tampoco la quería preocupar por una simple infección estomacal.

Soltó un largo bostezo que se combinó con un suspiro. Entró a la cocina y abrió el refrigerador, tembló cuando sintió la heladez traspasar sus calcetines, y se inclinó para observar que tanto había, tomó el envase de leche y dio un sorbo, hizo una mueca al sentir que estaba helada, se le antojaba caliente, luego miró la barra, la había dejado ahí y parecía muy helada para estar una hora.

Miró de nuevo el envase para asegurarse de que era leche y no un licor.

Abrió el microondas y metió la caja, se quedó ahí, viendo como giraba hasta que el minuto pasara, el aparato soltó un pitido y la sacó. Tomó un vaso de la alacena y la sirvió, suspiró de nuevo al sentir el aroma caliente, dio un sorbo y se volteó para ir al comedor.

Se congeló y sintió como su cuerpo dejó de funcionar, se atragantó y tomó una calada de aire para hablar.

--- ¿¡Sarada!?

Se quedó boquiabierto y en silencio. Sarada estaba sentada en el comedor frente a él, con un tenedor detenido a la mitad de su trayecto hacia su boca.

--- No sabía que...estabas aquí...

Ella dejó el tenedor junto a su plato sin apartar la mirada de él.

--- Salí temprano y me topé a los chicos en el super-mercado, Mitsuki me dijo que te sentías mal...

--- Sólo un poco cansado--- se apresuró a decir. ¿Por qué Mitsuki?

Se levantó y lo miró fijamente, en sí, lucía cansado y le preocupó, él era muy enérgico.

--- ¿Tienes hambre?

Se sintió algo tonta al preguntarlo, y cuando asintió, era obvio, No había cenado y era un poco tarde.

--- ¿Qué quieres desayunar?

El iba a contestar, pero pareció confuso --- ¿Desayunar?

Ella arqueó una ceja y miró la ventana en donde el sol entraba, había frío afuera, pero el sol de la mañana estaba.

Boruto recordó el reloj, eran las ocho de la mañana, No de la noche. Observó como Sarada pasó a su lado en la cocina, se sintió una tanto nervioso, quería golpearse mentalmente, escapó del espacio y fue al comedor.

Veía si espalda desde ahí, la escuchó hacer varias cosas ¿estará enojada? Claro que lo está, suspiró y miró su plato de comida, era fruta picada, recordó cuando le insinuó de que hacía dieta, si que recordó el dolor, quiso reír por un momento, en realidad no solían desayunar pesado, pero ahora se le antojaban varias cosas.

Se estremeció al imaginar una comida salada o picosa.

Volvió en sí cuando escuchó a Sarada volver. Dejó un plato de sopa frente a él. Al instante, el aroma acarició su estómago, podía ver el vapor escapar del platillo, ni siquiera lo había probado, y sabía que sería delicioso en una mañana helada.

La vio irse de nuevo a la cocina y regresó con una taza que cubrió con un plato, mo preguntó, tomó la cuchara y degustó del sabor a carne y sopa, aún estaba caliente, pero la misma calidez le hizo calmar por un momento el caos que sentía dentro de él.

--- Lo siento por hacerte cocinar temprano --- le dijo, y dejó la cuchara en el plato vacío.

--- Lo siento yo por darte comida recalentada. 

Boruto la miró confuso.

--- Cociné anoche para ambos --- dijo Sarada y entrecerró los ojos indignada --- pero alguien me dejó plantada cenando sola.

--- ¡Perdón! --- le dijo arrepentido y su animo cayó en picada.

Sarada lo notó y negó --- No es importante --- le sonrió.

Se levantó y tomó la taza, Boruto vio como cerró los ojos mientras tomaba un pequeño sorbo.

--- Está caliente, bébelo despacio.

--- ¿Yo? --- se alejó un poco --- ¿Qué es?

Sarada frunció el ceño --- abre la boca y bébelo despacio.

El hizo una mueca, pero sujetó la taza, olisqueó y no le agradó para nada el aroma, sentía las náuseas de nuevo.

--- No, no quiero... --- selló los labios.

--- Esto te hará sentir mejor, no sabe mal.

--- Mentira, huele a esas cosas raras que me daba mamá de pequeño.

--- ¡Sólo es un té, Boruto! --- giró la silla para que él quede frente a ella --- bébelo ahora.

Le acercó la taza a los labios y el cerró los ojos mientras abría la boca. Sintió el líquido caliente sin sabor, recorrer su garganta trazando un camino caliente y refrescante a la vez. Sarada apartó la taza y él abrió los ojos, sintiéndose adormilado de repente.

Miró a Sarada cuando sintió su mano en su cabello y luego lo apartó de su fuente pata tocar un momento ahí.

--- Estás un poco resfriado --- bajó la mano y llegó a su cuello donde permaneció igual un momento y acomodó de nuevo de nuevo su cabello --- ¿Qué más sientes?

--- Sueño.

Cerró los ojos y abrazó su cintura, sintió como acariciaba su cabello y eso lo hizo caer más.

--- Vamos a la cama.

***

Sarada veía el televisor mientras masticaba, ya había acabado sus deberes en línea y se tomó un descanso. Miró a su regazo donde estaba Boruto, durmiendo plácidamente. Aún le parecía irreal que literalmente se haya dormido.

Siempre que decía "vamos a la cama" él solía bromear y terminaban ambos dormidos por agotamiento, Lo miró de nuevo y tomó otro maní y rompió la cascara para meterlo a su boca. Se sentía frustrada, llevaba días sin poder convivir con Boruto, y ahora que tenía tiempo el dormía.

--- Genial. --- lanzó la cáscara al cesto, y rebotó con la orilla y cayó fuera. --- doblemente genial.

Apagó el televisor de mala gana y suspiró. Miró de nuevo a Boruto, tan angelical como si no hiriese a una mosca, se cruzó de brazos ¿cuánto más iba a tardar? Ya eran las once de la mañana...

Lo apartó y se deslizó hasta quedar cara a cara.

--- Bo-ru-to... --- dijo mientras picaba su mejilla sílaba por sílaba.

El frunció el ceño y hundió el rostro en la almohada.

--- ¡Oye! Despierta... --- Lo hizo girar y rodó sobre él --- Boruto...

Él abrió ligeramente los ojos y los volvió a cerrar.

--- ¿Qué pasa? --- balbuceó.

Sarada se recostó sobre él y frunció el ceño --- ya es tarde, despierta. Ya no tienes fiebre.

--- Que bueno...

--- Hoy tengo el día libre --- le sonrió.

--- Hu-huh...

--- ¡Boruto!

--- ¿Qué? --- abrió los ojos asustado.

--- Te estoy hablando y me ignoras--- se quejó.

Él pestañeó y miró la habitación, se sentía perdido de nuevo, No era bonito despertar con un grito.

--- ¿Qué? --- preguntó confuso --- ¿Qué te pasa?

--- Préstame atención.

--- De acuerdo, sólo hazte un lado, Me estás aplastando...

Cerró la boca al instante y maldijo en su interior.

***

Boruto suspiró de nuevo, miró a Sarada que llevaba media hora mirando cual fruta tomar, demonios ¡Sólo era fruta!

--- Sólo agarra manzanas y sigamos.

--- No quiero manzanas.

Él rodó los ojos --- Estás enojada porque según tú te dije gorda, demonios, estás delgada...

--- No estoy enojada por eso --- Lo miró indignada.

--- Si no te presté atención fue porque estaba despertando.

--- Tampoco por eso.

--- ¿Entonces por qué?

--- No te diré.

Boruto se agarró el rostro con ambas manos y se tranquilozo. Suspiro y miró el lugar que comenzaba a ser adornado por el mes de invierno.

Sonrió un momento recordando la tradición, incluso había un árbol en el centro, miró a los niños corriendo al rededor como si fuese lo más divertido.

Observó a Sarada y suspiró de nuevo un tanto divertido.

--- ¿Puedo comprar helado?

Sarada se volteó, mirándolo, lo pensó por un momento y asintió.

Boruto se alejó y llegó hasta las neveras. Miró la fila enorme de sabores, jamás creyó que sería una de las decisiones más difíciles de su vida.

Quizá el de limón, o el de vainilla, pero también quería el de fresa y chocolate.

--- deberían hacer que en uno vengan los cuatro --- murmuró.

Miró hacia abajo cuando sintió un jalón en su pantalón.

Era una niña.

--- Señor...

¿Disculpa? Pestañeó y abrió la boca un tanto sorprendido, estaba por cumplir veintitrés...

--- ¿Me puede pasar el de vainilla?

Él vaciló y lo tomó, después de lo dio y ella le sonrió.

--- ¡Gracias, señor!

--- De nada, niña --- contestó mirándola irse. Regresó la mirada a la nevera y tomó los cuatro, total el pagaba.

Regresó y encontró a Sarada en las carnes frías. Dejó los botes en el carrito y se acercó a ella, de inmediato, sintió el olor a carne y se cubrió la boca. ¡No, No ahora! Retrocedió y respiró con la boca buscando algo con que entrenecerce.

--- ¿Boruto?

Él la miró a lo lejos e intentó sonreír. Se sentía patético, No sabía porqué, de repente volvió a sentir las náuseas, todos lucían felices, él sólo quería irse a casa.

--- ¿Qué te pasa? --- preguntó Sarada preocupada.

--- Quiero irme a casa.

--- Pero ¿Qué pasó? --- miró a los lados, agradecía que no haya tanta gente por ahí.

--- No lo sé--- respiró profundo y la miró. Sarada se quedó atónita sin saber que hacer.

--- ¿Estás llorando? ¿Qué te pasa?...

--- No lo sé--- lloriqueó y se cubrió el rostro con el brazo.

Sarada miró de nuevo el lugar, hizo un clon y lo tomó del brazo para salir por la puerta de emergencia, cerró despacio y lo miró aún confusa.

--- ¿Qué ocurre? --- tocó su mejilla y él se sentó en la banca junto a la pared.

Respiró profundo de nuevo y la abrazó.

--- No sé que me pasa, me siento mal, Me duele todo, tengo hambre...

Ella no sabía que hacer, ¿Tan mal estaba? Lo rodeó con sus brazos y le dio palmaditas en la espalda.

--- Ya... ya no estaré enojada contigo, iremos a casa, pero antes al médico.

Ella era médico, pero por más que pensaba no sabía que podía tener. Creyó que una infección, pero ¿por qué afecta su condición mental? La fiebre tampoco lo podía dejar así ¿acaso se sentía Sólo?

--- ¿Te sientes sólo en que no paso tiempo contigo?

Él negó contra su cintura. Tenía razón porque siempre uno de los dos se escapaba para ver al otro, ¿Qué más podría tener? Le dolía la cabeza de pensarlo, habían varias opciones, pero...

--- Tenemos que ir al médico ¿de acuerdo? No sé que tengas --- Lo ayudó a levantarse.

Boruto tomó su mano y se sujetó de l pares cuando todo le dio vueltas.

--- ¿Boruto?

Sarada lo sujetó del brazo, ahora más preocupada.

--- Iremos ahora mismo, ya estoy preocupada, primero la fiebre, náuseas, mal estar y ahora ¿esto? ¿Desde hace cuánto te sientes así?

Lo miró enojada y él la miró arrepentido.

--- Hace una o dos semanas, Lo siento, creí que se me pasaría por eso no te dije...

--- ¡¿Una o dos semanas?! --- preguntó histérica --- definitivamente iremos, no se que tengas, estás pasando por mucho, nunca había visto que estos síntomas los tenga un...

Síntomas, hombre... la mente de Sarada quedó en blanco y recordó el tiempo, una o dos semanas... Sintió que el aire le faltaba y ahora ella se sentó, hizo cuentas mentales y se quedó en estado de shock.

--- ¿Sarada? Estás pálida, Perdóname, No quería que te preocupes, No es para tanto, estoy bien...

Ella miró a Boruto y se cubrió la boca sin saber que decir, el parecía preocupado.

Sintió el miedo atacar con mucha fuerza, no había notado su retraso porque creyó que había tenido la regla hace una semana, pero recordó de inmediato que lo habían vuelto a hacer y ella tomó pastillas.

Tomó pastillas cuando ya estaba... No, no podía ser, pero recordó esa noche donde se quedó con la duda, no podía ser... ¿y si lo estaba? Siguió ingiriendo pastillas, se sintió aún peor, ¿lo de hace una semana fue su período o sangrado?

--- ¿¡Sarada!?

Boruto vio miedo en sus ojos y no la entendió. Ella se levantó y tomó su mano con un poco de fuerza.

--- ¿Estás bien?

Ella asintió y caminó rápido.

No sabía si eso dañaba al bebé, ni siquiera sabía si tenía un bebé dentro, No quería mirar a Boruto porque sabía que él la estaba mirando...

No podía mirarlo ahora, habían quedado en un acuerdo y... oh no, no podía estarlo, varias imágenes cruzaron en su cabeza, definitivamente no estaba lista para ser madre y...

Se detuvo y se percató de que ya estaba en el hospital, vio a Boruto moverse de ahí para allá, lo más probable es que buscando a su madre.

La vio asomarse con el pasillo y tenía ganas de abrazarla y llorar, cuando su madre llegó ni siquiera pudo hablar, se sentía asustada y sorprendida.

Esto no puede estar pasando...


Nota:

Cuanto tiempo... lamento abandonarlos :( creí que el final sería "ser padre" pero decidí cambiar de idea y aquí está...

Lo siento si ya perdieron el hilo de la historia 💔 si tendrá continuación, nos vemos, veré si puedo acabar está igual pronto, Sólo me faltan con dos capítulos.

Lamento que sea corto, pero lo subí de una vez para que tengan algo que leer 😅😁😊

¡Los quiero y gracias por leer! ♡😙


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top