Capítulo 5.
Kiara.
Con el bolso en su brazo salió lista en busca de su amigo Dylan, había sido un turno duro de trabajo y lo único que quería era ver una película y dormir.
Al ver a su amigo lo enredó en un gran abrazo.
-Hola de nuevo pequeña- Dijo el chico correspondiendo al abrazo.
-Hola de nuevo.- Saludó soltando una risa.
El chico abrió la puerta del acompañante para que así kiara entrara.
Al acomodarse divisó a un hombre el cual miraba a donde ella se encontraba, un escalofrío recorrió su columna al ver que era el hombre que le había preguntado su nombre.
¿Por qué estaba afuera?
-¿Pasa algo Kia?- Preguntó Dylan haciendo que la jóven volteára a mirarlo.
-No, nada pasa- Contestó regalándo una sonrisa a su amigo.
Él solo asintió no muy convencido con la cabeza para así poner en marcha el auto.
30 minutos después.
Al bajar del auto caminó directo al edificio donde vive su amigo en su mano llevaba una de una tienda de 24 horas en la cual se habían detenido a comprar golosinas.
-¿Y qué quieres hacer? ¿Dormir o ver una película?- preguntó el chico sentándose en el sofá.
-Quiero dormir, si no te molesta, estoy muy cansada- Le contestó soltando un bostezo.
-Claro, vamos.- Dice para entrelazar sus manos y caminar a la habitación.
La confianza que tenían era tan grande que no les molestaba compartir la cama.
Ella sabía que él no le haría dañó.
Al día siguiente.
La alarma se activó haciendo despertar a la chica, la cual molesta lo apagó.
¿Quién rayos ponía una alarma a las siete de la mañana en un sábado?
Era más que obvio que a su listo amigo.
-Mierda ¿ahora que haré? - Se preguntó mientras bostezaba.
Miró con odio fingido a su amigo el cual aún seguía dormido.
-¡Dylan! ¡Eres un maldito! - Gritó saltando en la cama.
El chico en un ágil movimiento la tomó de la cintura haciendo que cayera en la cama.
-Deja dormir Kiara.- Se quejó con voz ronca escondiendo su cabeza en el pecho de la chica.
-Lo haría pero tu alarma me ha despertado.- Se quejó.
-Lo siento pero intenta dormir, veras como lo consigues. - La abrazó para que así la chica no se pudiese mover.
Y al final el plan del chico funcionó pues kiara cayó dormida a los minútos.
5 horas después.
-Dylan tengo calor muévete.- Con voz adormiláda se removió la jóven abriendo los ojos con pesadez.
Como pudo Kiara se levantó para así poder ir al baño.
Al terminar sus necesidades salió para observar a su amigo el cual tenía que admitir tenía buen cuerpo.
Se dirigió a él y salto para caer en cima suyo.
Él solo suelta un gruñido y se tapó la cara con la almohada ya que se encontraba boca abajo.
-Vamos Dy, tengo hambre- Mencionó gritando y saltando.
-Kia tu sabes donde está la cocina, ve y prepara algo- dijo después de unos minútos aún boca abajo.
-Pero Dy tú eres el dueño de éste departamento y yo soy tu visita, me tienes que hacer de comer.- Haciendo pucheros se dejó caer a su lado.
-Ya te he dicho que éste departamento también es tuyo, no eres ninguna visita.- Aclara para alzar la cabeza y mirarla.
-Por favor- Exclamó haciendo puchero.
-¡Esta bien! ¡Tú ganas!- Menciona con voz cansada.
-¡Si!, ¡gracias!- Sonrió al ver como su amigo se levantaba.
-¡Te quiero Dy- gritó la joven felíz.
-¡Solo cuando te conviene!- Gritó devuelta.
Kiara al escucharlo tan solo rió.
En lo que su amigo hacía el desayuno la chica decidió hacer un poco de limpieza, cuando terminó saco ropa de su mochila para meterse a bañar.
Una camisa blanca con una calavera y un short verde militar era como iba a vestir ese día.
Al terminar salió rumbo a la cocina, ya que su estómago pedía comida.
-Dy, ¿vamos al parque o algún lugar donde pueda tomar fotos?- preguntó para sentarse en la barra que hay en la cocina.
-Claro que si -Dice para mirarle y alzar una ceja -¿Qué te he dicho sobre sentarte arriba de la barra?- Pregunta serio.
-Pues la verdad no sé, no te estaba escuchando- respondió con una sonrisa traviesa.
Él intenta seguir serio pero una sonrisa se le escapa.
-Eres todo un caso- Dijo besando su frente.
-Así me quieres ¿no?- Preguntó con una sonrisa burlona.
-Claro que si pequeña, ya está la comida- Aclaró.
Sonrió y bajo de la barra para sentarme en una silla.
Ya sentados empezaron a comer.
20 minutos después.
-Dy, ¿donde están mis collares?- Gritó desde su cuarto.
-En el tocador en una caja negra.- Respondió.
-¡Gracias!- Agradeció sin saber si su amigo la había escuchado.
Se encaminó al tocador observando varias cremas, perfumes y maquillaje que le pertenecían a ella.
¿El porqué?
Cada que podía trasladaba sus cosas al departamento de su amigo con la idea de que sería más fácil el día que escaparan.
-¿Lista Kia?- Preguntó Dylan asomándose desde la puerta.
-Si, solo ven, vamos a tomarnos una foto.- Con la cámara en mano esperó a su amigo.
El jóven se acomoda detrás de ella para después depositar un beso en la mejilla de Kiara.
Con una gran sonrisa tomo la fotografía.
Sonrió al ver la foto.
-Me encantó la foto, lo pondré en el álbum- Menciona aún con su sonrisa.
-Vale, ahora vamos al parque.- la tomó de la mano para así salir.
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