Capítulo 8.
GABRIELA
Escucho la alarma sonar lejanamente, intento alcanzar el despertador, pero algo me tiene la pierna sujeta fuertemente, mi primer impulso fue asustarme.
Me remuevo y descubro que estoy sujetando algo duro y cálido, abro los ojos rápidamente y veo que Derek me tiene sujeta por el muslo derecho y por la cintura. En algún momento de la noche me acurruque o me di la vuelta hacia él.
Anoche me abrazo por detrás y dormimos en cucharita. Sin embargo, esta posición es otra y terminamos abrazados, él uno al otro, en una íntima posición donde me tiene rodeada la cintura con un brazo y el muslo sujeto con la otra mano libre.
Pero eso no es lo importante, y por sorprendente que parezca tampoco es importante el hecho de haber dormido abrazada con mi jefe, así ebrio y drogado y todo.
Lo importante, es que existe una posibilidad muy remota que gracias a la cantidad de intoxicación que tuvo ayer, por todo ese consumo excesivo de alcohol mezclado con droga, puede que no me recuerde en absoluto lo que ocurrió.
Y si en el peor de los casos lo hace, solo recordará algo de la noche, y lo más seguro es que sea todo antes de que yo apareciera e hiciera de ángel de la guarda para él.
La pregunta del millón seria ¿Cómo me las invento para salir de sus brazos sin despertarlo?
Intento moverme un poco, mis intenciones mueren cuando solo logro que fortalezca su agarre en mí y no me quejaría en otro momento si un hombre así de guapo me sostuviese de esta forma.
Sin importar lo atractivo de la idea hay que considerar las negativas; primero que es mí "Querido" jefe y dos, que no quiero llegar tarde al trabajo por qué mi jefe, que curiosamente es él que me tiene de rehén, se molestará y mucho, así él no esté presente en mi retraso.
Todo está oscuro todavía y agradezco al cielo no ser de esas personas que ponen una alarme estridente y la mía solo suena dos veces por lo que tengo 15 minutos para que vuelva a sonar mientras ideo un plan para salir de este aprieto.
***
Después de lograr lo imposible y salir de los brazos de mí jefe cierro las puertas de bar y aseguro las puertas y cajones de apartamento, tranco todo, con todo quiero decir mi guarda ropa y el resto de las puertas que me puedan delatar.
Lo último que necesito es que vea alguna de mis pertenencias. Sin tiempo que perder salgo a toda prisa una hora antes de entrar al trabajo.
DEREK
Estiro el brazo al otro lado de la cama y la buscó, pero solo puedo sentir las sabanas de algodón vacías, su olor aún permanece en ella y con ese pensamiento mi mente se despierta asustada ¿la buscó? ¿Su olor? Debo estar teniendo un mal sueño.
Al abrir los ojos soy recibido por la penumbra estiro mi brazo en busca de una mesita de noche y la consigo, en ella como esperaba hay una lámpara y la enciendo provocando que se ilumina la habitación o apartamento. En la mesa veo mi teléfono y debajo hay una carta escrita a computadora, raro.
Derek
Buen Día, señor Scott. En la cocina hay café y jugo de naranja tómese ambos y espero que también ingiera las pastillas de ibuprofeno que le deje a un lado, eso debe ayudarle con su malestar.
El día de hoy lamentablemente por cuestiones laborales no pude esperar que se despertara y probablemente no recuerde nada de lo ocurrido la noche anterior y como no voy a estar presente Luis el gerente del bar le ayudara a entender, llámalo a este número 6x4x1x9x8. Le pido que no revise nada que no le pertenezca por qué lo sabré, hay cámaras aquí y en caso de que lo hagas se arrepentirá.
Cuando esté listo para salir mande un mensaje al número anterior y en diez minutos alguien vendrá por usted, la puerta no está asegurada por lo que puede salir en cualquier momento, sin embargo, le recomiendo que espere. Le traerán ropa.
Y espero no volvernos a encontrar en una situación igual.
Muy impersonal y con papel en mano voy a la cocina, veo la cafetera que está cargada de café, me sirvo uno porque en serio lo necesito y descubro que es un buen café, con un sabor diferente y como dice la carta están las dos pastillas y leo por detrás, ibuprofeno, voy al refrigerador y saco el jugo de naranja debajo de la jarra ahí otra maldita nota:
Se me olvida, come o prepárate un emparedado o come lo que quieras de la nevera o la despensa. Pero come algo o al menos que seas del tipo de persona que después de una resaca no puede o no quiere comer, de ser así recomiendo que lo hagas, eso a lo mejor te ayude a mejorarte más rápido y con eso a lo mejor tu memoria regrese.
De verdad ya son dos notas y no sé qué pensar.
Con el café en mi sistema y el sueño fuera de mi mente, pienso y no sé qué mierda paso anoche, si ordeno mis pensamientos desde que entre al bar ayer solo logro recordar el principio de la noche y eso no me basta, cosa que me enfurece, y ahora estas malditas notas de una persona que se cree con el maldito derecho a decirme que hacer mediante ellas, por qué aparentemente paso algo anoche entre nosotros, simplemente genial, con eso arrugo las notas y las meto en mi bolsillo.
Me dirijo al cuarto y voy por mi teléfono en la mesita de noche, lo tomo veo que está apagado, lo enciendo, pero solo tiene una milésima de carga y la use eso para mandar el mensaje que me sacará de aquí; por lo que saco la maldita nota de mi bolsillo.
Mientras envío el mensaje, veo unas sabanas en una esquina llenas de escarcha y pintura, me aproximo para ver más de cerca las sábanas y eso me trae un recuerdo uno un poco distorsionado... Unas hadas cayendo del techo haciendo un tipo de baile con telas y hasta ahí llega.
Y ni rastro de mi ropa por ninguna parte aparentemente. Voy a matar a Daniel por meterme en esto.
Me dirijo a las cortinas, las corro; quedo un poco sorprendido cuando veo todo del bar de Mundo Nocturno desde aquí. Estoy arriba del bar, me volteo para ver todo el apartamento y cosas de las que no me di cuenta antes aparecen a mi vista, todo es de alta calidad y costoso, pero sencillo veo hacia abajo el bar, giro mi cabeza y veo que esto tiene vista hacia la ZONA VIP, lo que hace que la persona que vive aquí, vea a todos desde esta posición.
Este debe de ser el apartamento de él dueño, por eso la amenaza de estar inspeccionando y que me estén grabando ahora, busco las cámaras pero no las veo. Y si este es el apartamento del dueño...
Voy y me siento en la cama, percibo un aroma a flores en la cama. El de una mujer ¿será una mujer la dueña de este bar? ¿Cómo es posible? Eso sería imposible ¿y los riesgos? nadie respetaría a una mujer, en este negocio se la comerían viva ¿y por qué me preocupa ella?
Con eso empieza a dolerme la cabeza con más intensidad, también existe la posibilidad de que el olor sea de la mujer del dueño, ¿pero el dueño dejaría que su mujer me cuidase sin conocerme? A menos que, no sea su mujer sino una de sus putas. ¿Pero y la escarcha?
Me levanto y empiezo a recorrer la estancia mientras espero que me vengan a buscar y de nuevo percibo ese olor a flores y me doy cuenta de que soy yo. ¡TODO YO!
—Maldición. ¿Por qué huelo así? —Voy al baño para lavarme el rostro.
Cuando ya es insoportable el dolor me tomo las pastillas con un poco de jugo de naranja que me cae como gloria para la resaca, paseo de nuevo a la cama y alguien toca la puerta.
—¿Señor Scott? —Abro la puerta y ante mí aparece un hombre amenazador, este sin duda debe ser el gerente Luis, por qué definitivamente no quisiera estar en su camino a pesar de que tiene los ojos de un color cálido, marrones claros. Él tipo es intimidante hasta la mierda, parece matón.
—¿Sí? Y usted es...
—Luís —dice mientras me tiende la mano y yo se la estrecho—. Digamos que usted y yo tenemos una larga charla pendiente Derek y le digo amablemente de antemano que no me complacen dos cosas: una de ellas, es conocerlo y la otra, es conocerlo en esta circunstancia.
Y con eso me suelta la mano, será por mi resaca o mi falta de memoria, pero algo me dice que este hombre no me miente y a pesar de mí 1.90 m de altura el hecho de que este hombre sea más alto que yo ya es algo, y que se le note que sabe intimidar y que tiene la fuerza para pelear con rinocerontes hace que me controle el mal genio, no es que sea cobarde, pero lo último que quiero es un yeso cuerpo completo por lo que controlo mi ira.
—Tengo entendido que usted me pondría al tanto de lo ocurrido anoche, ¿no?
—Eso es correcto, Derek. Tenga póngase esto y dentro de poco nos vemos en mi oficina que está al lado.
Se va y me deja con un paquete de ropa y me dirijo al baño, no es que me vaya a cambiar en medio de una sala que no es mía, podre estar muy mal por la resaca, pero no se me olvida que me están grabando.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top