Capítulo 44

DEREK     

        Después de que el señor Rose llegara y traiga consigo una gran cantidad de papeles llegamos a una conclusión aunque lo más acertado es decir que ellos trajeron la evidencia necesaria para inculpar a la persona que menos pensé, a Jennifer.

—Todo comenzó con pequeños movimientos de tu cuenta —habla Rose—, eran tan pequeños que los pasamos por alto, después fueron creciendo, algunos fueron justificados, informándonos que eran para hacer que si dichas importaciones o que si el cliente estaba pidiendo doble seguridad en el embalaje, otros fueron para pagos por daños en la mercancía que corrían por parte de la empresa y así sucesivamente.

»Cuando te mandábamos algún correo informándote de nuestra inquietud, no llega uno con tú nos respondías con alguna que otra respuesta como el ejemplo que te acabamos de dar, así fue por meses, después trate de hablar contigo, ya no creía tus firmas y autorizaciones y por eso trate de verte personalmente, pero nunca pude hacerlo, como tú sabes muchacho ya no estoy en mis tiempos de gloria para perseguirte por toda la ciudad y llamarte tampoco dio resultado estábamos bloqueados, manipularon tu celular nunca recibirías nuestra llamada y tampoco la de ningún número desconocido.

»Lo peor es que en todo momento nosotros hablamos con tu secretaria, ella estaba al tanto de todo este desfalco de dinero y ella nos prometía que tú llamarías, al tiempo nos llegaría un informe con tu firma en el y para el banco eso sería suficiente. Pero si no fuera por este muchacho que vez aquí tal vez otro gallo cantaría. Él se dio cuenta de que algunas cosas no tenían sentido y esto no es el protocolo que seguiríamos en caso de presentarse una situación así, pero te conozco desde que empezaste esta empresa y sé que eres un muchacho de bien Derek.

»El detonante que nos confirmó que era ella, fue su boda los preparativos han alcanzado un monto superior a los 75 millones, nuestra teoría es que ella se volvió confiada y no le importa dejarse en evidencia, es un monto de más absurdo para una boda, este monto solo se compararía con la boda de un sultán.

—Ese monto es más que estúpido, ella me dijo que nuestra boda sería en una pradera o una mierda así. Me está dando dolor de cabeza —expreso.

—Ya para finalizar muchacho –dice Rose—. Ella es la única que puede obtener información de primera mano para poder llevar a cabo una operación así. La pregunta que nos queda es ¿trabajo ella sola? Y queda en ti si llamamos a las autoridades o no.

—Claro que lo aremos. Esa perra no se saldrá con la suya —apunta Daniel.

—Todavía no. Quiero hablar con ella primero —pido.

—Amigo no creo que eso sea lo indicado.

—Voy a hablar con ella, quiero saber porque. Por qué hizo todo esto si al casarnos hubiera sido dueña de todo.

—Las personas a veces no necesitan un motivo para realizar sus crueldades —añade Rose.

—Si es así quiero que me lo diga a la cara. Y una última cosa Rose. ¿La empresa todavía tiene salvación?

—Tendrás que arriesgar lo poco que te queda. Como ya hablamos tu nombre y prestigio ahora vale muy poco si esto sale a la luz. Tenlo en cuenta cuando hables con ella.

******

       Voy a su apartamento y al llegar a la recepción no me dejan pasar.

—Lo siento señor, no lo puedo dejar pasar —me informa la chica que está detrás del mostrador viéndome con cara de irritación.

—Vengo a ver a mi novia —señalo con poca paciencia.

—Dígame el nombre de su novia.

—Jennifer Cosway —la veo escribir en la computadora frente a ella.

—Lo siento, pero el sistema me informa que ella ya no es residente en este edificio —dice con cara de pena.

       Me paso las manos por el cabello desesperado, no la puedo llamar porque al momento que escuche mi voz sabrá que algo está pasando.

—Debe a ver un error señorita, ella vive aquí —casi puedo escuchar mi voz suplicar.

—No, lo siento según esto ella canceló el último pago del alquiler hace un mes para después mudarse.

—Tienes que estar jodiéndome eso no es posible, ¿me puedes dar su nueva dirección?

—Esa información es confidencial, no estoy autorizada para dársela.

—Dime cuanto te pago —la acuso ya perdiendo la paciencia.

—Señor voy a pedirle que se retire amablemente o tendré que llamar a seguridad.

Me largo de ahí y llamo Daniel—. La perra ya no vive en la dirección que tenia de ella.

—¡Maldición! ¿Sera que está huyendo?

—No lo creo. Aunque la verdad ya no sé qué es real y que no.

—Mierda búscala con el GPS del móvil.

—Como no se me ocurrió —me reprocho.

—Una vez que la encuentres mándame la dirección, iré por ti.

—Bien.

       Después de buscarla una hora después la encuentro en un edifico residencial de lujo. Por lo que veo ha sabido despilfarrar mi dinero.

      Llamo a Daniel y le doy la dirección.

     Un carro se estaciona frente al edificio y de este baja Daniel vistiendo un traje de policía.

—¿Qué demonios crees qué estás haciendo vestido así?

—Como coño crees que nos van a dar la entrada a su apartamento y más si es uno tan lujoso como este.

—Daniel no estoy para que me jodas.

—Tú déjame a cargo y trata de parecer detective o algo

—Como sea.

        Al entrar nos recibe un muchacho detrás del mostrador de la recepción, tal vez funcione el plan de Daniel.

—¿En qué puedo ayudarlos oficial?

—Eso depende de usted joven —habla Dani poniendo su voz de oficial.

—¿A qué se refiere?

—Veras aquí se encuentra alojada una embaucadora necesitamos acceso a su apartamento antes de que salga del país, estamos hablando de un robo de más de 200.000.000,00 millones de dólares. Esta de su parte ser parte de esta operación delictiva o ayudarnos a resolver el crimen.

       El chico se pone nervioso después de escuchar todo lo que le suelta Daniel—. Hombre es mi primera noche aquí, toma lo que necesites no quiero ser parte de nada de esto.

—Buena decisión muchacho, vamos a necesitar su número de apartamento y una copia de la llave.

—Denme su nombre.

—Jennifer Cosway

—Piso 15 A3. Y esta sería la llave. Le agradecería que la sacaran por detrás, en este edifico hay muchas personas de gran influencia y esto sería una gran mancha para su renombre.

—Está bien. Gracias por tu colaboración.

Entramos al ascensor y presiono el piso 15.

—Sabes que vas a decirle una vez que estemos en su apartamento.

—Tal vez no tratar de matarla en un principio.

—Me parece que eso es un plan —Daniel me golpea la espalda en señal de apoyo.

       Llegamos al piso y salimos del ascensor, no tenemos que buscar mucho para encontrar la puerta de su apartamento, abro la puerta con la llave que nos dio el muchacho.

       Tal espere verla caminando, haciendo cualquier cosa mundana, demonios hasta espere verla ajetreada con los preparativos de la boda. Pero nunca la imagine esperándonos, sentada en un sillón en el centro de la sala.

—Maldición muchachos, se tardaron en llegar.

—Eres una perra —le increpa Daniel.

—Y tú un lame culo de Derek. Que poco hombre eres la verdad Daniel muy poco.

—Entonces todo es cierto —le digo.

—¿Y todavía lo dudas? Eres muy inocente Derek —ella se levanta de la silla y camina hasta el bar y toma un vaso de agua—. Desearía algo más fuerte. Eso es más que lamentable Derek. Ha puesto tu fortuna... a que todavía alberga algo de esperanza que todo sea un sueño o una mentira.

—Eres una maldita... —le gruñe Daniel. Mientras yo todavía no salgo de mi asombro.

—Déjala que termine Daniel. Vamos a ver que es todo lo que tiene que decir.

—Gracias Derek tu siempre tan complaciente. Como seguía, cariño esto no tiene nada que ver contigo, sino que una chica tiene sus necesidades y tú eras un medio para un fin.

—¿Actuaste sola?

—Eso no lo puedo decir cariño, lo que si te puedo decir es que a veces decimos o hacemos cosas sin pensarlo y esas cosas afectan a otros de una manera que no alcanzar a imaginar, por ejemplo, recuerdas a Sanders, este hombre cuyo ego lastimaste una vez al decirle que era un nenito de papi y mami.

—No sé de quién coño estás hablando —le respondo y es verdad.

—Vez, en esto te haré un favor. No le diré que no te acuerdas de él, porque si se lo digo. Él podría enloquecer. O sea tú sabes lo que es estar desahogándose sobre este joven empresario cuyo éxito está empezando a prosperar...

—Puedes hablar claramente —gruño.

—Sanders fue un hombre equis al cual no sé, le lastimaste el ego, y los hombres con un ego lastimado y más si están ebrios no son una buena combinación, para mi suerte yo estaba presente cuando él empezó hablar de ti, de lo rico, fabuloso, genio con un gran futuro que eras. Lo que capturo mi interés, así que no es nada personal solo son negocios Derek.

—¿Por qué hiciste todo esto? Debe a ver algo más que tu ambición.

—Pues me gustaría decirte que tengo un oscuro secreto, pero lamento decepcionarte bebé, pero esto es lo que ahí.

—Porque si ya tenías más que suficiente dinero dejaste avanzar tanto la relación, sabes lo enfermo que es llegar hasta la boda y jugar conmigo de una forma tan sucia.

Ella pone cara de sorpresa y una mano en su corazón—Ay bebé, por favor, no te preocupes por eso, nunca existieron planes de boda, o sea por Dios, me crees capas de desperdiciar tanto dinero en una boda que nunca se llevaría a cabo. No, no, no con el dinero no se juega y tú sabes muy bien eso.

       La maldita cara de angelito caído que muchas veces me puso ahora solo me produce asco.

—Eres una enferma y voy a encargarme de que te pudras en la cárcel, tengo las pruebas suficientes para encerrarte.

Suspira de la forma más falsa tratando de parecer asustada.

—Dios, de verdad que me crees muy tonta, ¿no? —Pone los ojos en blanco como si estuviese cansada de tratar con niños—. No voy a malgastar tanto tiempo de mi vida por nada o si, o crees que solamente llegarías me enfrentarías yo te soltaría la perfecta confesión sin tener un plan de respaldo.

—Pues yo si consideraba tan estúpida para hacer eso —dice Daniel.

—No estoy hablando contigo idiota —le sisea, es increíble ver su verdadera personalidad, el dolor me embarga en el pecho

—Suelta el resto del veneno que te queda —pido.

—Estoy embarazada y si quieres a tu hijo o hija con vida será mejor que te plantees la idea de denunciarme.

       El mundo se me detiene otra vez en el mismo día, siento mi pulso acelerado y el terror empezar a correr por mis venas.

—Estas mintiendo.

—No, no lo estoy haciendo, ¿te dije que te daría un hijo o no?

—Estas mintiendo tienes que estar mintiendo —la tomo por los brazos y la zarandeo hasta que Daniel me arranca de ella.

—No lo estoy y ni intentes decir que ahora no es tuyo porque no soy tan idiota para embarazarme de otro.

—Dijiste que te estabas cuidando —señalo como un idiota.

—Es que acaso eres ¡estúpido —me grita— todavía crees en algo de lo que te dije, por Dios reacciona, estuve contigo por tu maldito dinero!

Levanto la mesa de café y estrello contra la pared más cercana a ella, solo unos cristales llegan a rasguñarla en la mejilla—. ¡Eres una maldita trepadora! —le grito fuera de juicio.

     Daniel me toma por detrás evitando que vaya por ella.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top