Capítulo 31
GABRIELA
—Su descarado coqueteo, sus insistentes insinuaciones lo hacen un idiota —Es visible cuando la tensión abandona el cuerpo de Sophia, por reacciones como esa me llevan a pensar que ella fue abusada de maltrato cuando fue joven. Pero no la obligare a contarme.
—Ese es una clase buena de idiota —dice Sophia y una gran sonrisa toma lugar en su cara.
Y luego la conversación da otro giro.
—¿Tienes amigas en el trabajo?
Y les cuento todo sobre Angie y Laura. Y así pasamos el resto del almuerzo hasta que recibo una llamada de Luis.
—Vamos las dejo de camino, total Miguel es el que maneja —Ella mira sobre mi hombre y le guiña un ojo a Miguel, miro hacia él veo que le sonríe y es una linda sonrisa.
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Miguel nos deja en la entrada trasera del bar.
—No hagas planes para mañana por la noche, todavía hay mucho que contar y voy a invitar a Angie y Lau, las vas a amar —le digo a Soph.
—Lo veo muy difícil, yo no amo, yo tolero.
—Partes mi oscuro corazón.
—Creo que podrás sobrevivir.
Y solo así se van y Aura y yo entramos al bar, seguimos por el pasillo para entrar en la pista de baile.
—¡Hey chicas. Aquí arriba! —nos grita Luis desde la puerta de su oficina.
—¡Ya vamos! —grita Aura.
Subimos las escaleras y Aura pasa primera. Luis la recibe con un beso en la mejilla y un abrazo para luego hacer lo mismo conmigo, le tengo tanto cariño, solo veo a mis padres muy pocas veces al año por lo que Luis es como un tío para mí.
—¿Cómo vamos a hacer esto? Ya son las cinco y él hombre vendrá a las seis.
—Como siempre, se reunirán aquí en tu oficina yo lo veré todo cuando la cámara esté encendida, escucharas todo lo que te diga por el micrófono que tendrá en el oído.
—Solo recuerden —interviene Aura—, que él podría ser un espía de Connor.
—Tenemos el detectar de metales —Luís saca uno de esos aparatos que utilizan los guardias de los centros comerciales.
—Bueno todas las bases están cubiertas.
—Si ahora solo falta esperar que empiece el show.
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La hora llego y sonó la puerta de atrás. Claro está que no entraría por la puerta de enfrente, él es un trabajador de Connor.
Aura y yo corrimos a mi apartamento sobre el bar y cerramos la puerta. Minutos después vemos desde mi tv que Luís entra a su oficina seguido del guardaespaldas.
—Puedes tomar asiento —le dice Luis
—Sí señor...
—Llámame Luís. ¿Y tú?
—Nick.
—Bien, Nick. ¿Cómo quieres cobrar tu favor?
—¿En serio eso es todo? no sé me esperaba armas y mucho más.
—Se nota que trabajas para Connor, aquí no encontraras eso al dueño no le gusta demostrar lo que tiene. Pero si nos jodes no saldrás de aquí como entraste —le advierte Luís.
—Como sea, ¿Entonces puedo pedir lo que sea por esto? —le muestra la tarjeta.
—Si prácticamente lo que sea y que esté en nuestras manos, todo menos matar a alguien.
Nick se ríe —¿Son como la mafia o algo así?
—Me quedo con el término "algo así". Así que pide, no tengo todo el tiempo.
—No sé cómo decirlo, pero necesitó dos favores.
Eso no me lo esperaba y por lo visto Luís tampoco porqué suelta una carcajada de las que dice debes estar bromeando.
—¿Me estás jodiendo? —inquiere Luis.
—No, quiero dejar de trabajar para Connor.
—¿Qué edad tienes? —sonrió al escuchar esa pregunta, Luis siempre la hace y todavía no sé porque.
—La suficiente para ser padre de dos niños —Saca una foto de su cartera y se la da a Luis.
—¿Son gemelos?
—Sí, Brith y Ben.
—¿Cuáles serían esos dos favores? —pregunta Luis tomándose el asunto muy en serio, y es que así deber ser al involucrar niños.
—Quisiera un trabajo, no pido que sea aquí porque sé que no hay posibilidad y más importante quiero seguridad para mis hijos.
—Tendría que pensarlo Nick...
—Está bien olvida lo del trabajo solo quiero lo de mis hijos —interrumpe desesperado. Deseo levantarme y entrar allí para darle esos dos favores pero no sabemos si es verdad lo que dice o no.
—Luis hazle los dos favores, pero tenemos que averiguar si es cierto o no, todo lo que dice —le hablo al micrófono.
—Tendrás cubierto lo de tus hijos. Pero ¿por qué el cambio ahora?
—Soy padre soltero, la madre de mis hijos murió dando a luz por lo que siempre les tengo que contratar una niñera, hace una semana aproximadamente Connor me amenaza con lastimarlos.
Eso es caer bajo, aunque no me sorprende viniendo de Connor.
—¿Sabes qué si sacamos a tus hijos del radar puedes despertar la ira de Connor?
—No sé qué más hacer.
—Déjanos idear un plan y luego me comunico contigo.
Luis se levanta y Nick copia sus movimientos y le tiende una mano.
—Solo te pido que sea lo más pronto posible —Luís le estrecha la mano de regreso.
—Así será —Luego los vemos salir de la oficina.
Hablamos un rato sobre todo eso y luego Luís se va a su oficina.
—¿Te quedas o te vas? —me pregunta Aura.
—Sí, voy al apartamento a buscar algo y luego me voy.
—Bueno yo voy a arreglar unos detalles con Luis.
—Está bien, yo cierro cuando salga, será pronto lo que tengo que hacer.
Subo a mi apartamento y cierro con seguro una vez que estoy adentro. Todo está igual a como lo deje desde la última ocasión que estuve aquí y fue con Derek.
Busco la Tablet y accedo a mi correo electrónico. Mientras carga la bandeja de entrada veo que tarda y voy a la cocina a buscar un jugó.
Cuando vuelvo ya cargo y tengo más de 100 correos nuevos entre los que hay correo basura y correo del trabajo, veo la hora y me pongo trabajar un rato, tal vez me quede aquí.
Adelante un montón de trabajo y me dio hambre para cuando termine y solo era casi las 8 de la noche. Me preparo un sándwich con todo como cena, abro las cortinas de las ventanas y veo todo el espacio vacío, hoy por ser lunes no abrimos, solo abrimos a partir del jueves y los días de semana solo en eventos especiales.
Ya cansada del día voy al baño me tomó una ducha y me arreglo para dormir.
Me meto a la cama, cierro los ojos y pienso en Derek y suena mi teléfono. Lo agarro de la mesita de noche, tiene dos avisos uno de baja batería y otro un mensaje de un número desconocido.
De: Desconocido.
Para: Gabriela.
Hola Gabriela.
Derek.
Mi pulso se disparó por los aires y una sonrisa se forma en mis labios.
El teléfono suena dos veces. Aviso de batería y otro mensaje.
De: Desconocido.
Para: Gabriela.
Me encanta que sonrías al leer mis mensajes.
Derek.
Mi sonrisa se borra lentamente solo para volver más grande, se le debe admitir que es bueno para hacerme sonreír. El teléfono vuelve a sonar dos veces, uno es un mensaje y el otro un avisó
Conecte el cargador o su teléfono se apagara en dos minutos.
Y la cuenta regresiva empezó. Salto de la cama buscando en cargador, no lo consigo por ninguna parte, busco debajo de la cama, en la mesita noche, me doy por derrotada hasta que recuerdo que se lo preste a Luis y lo vi hoy en su oficina.
Luis ya debió haberse ido a su casa, pero aun así corro a su oficina y abro la puerta de golpe, y lo que veo me deja noqueada. Luis está desnudo y se empuja penetrando a Aura saliendo y entrando una y otra vez mientras ella lo rodea con las piernas y lo anima a ir más rápido. Sus gemidos también aumentan de volumen.
—Demonios.
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