GABRIELA

      Suspiro cansada después de la paliza que me dio Rick. Él está sentado en la colchoneta mirando a la nada, a veces me pregunto que esconde detrás de toda esa armadura, sé que todos tenemos secretos y lo respeto, pero eso no evita que sienta curiosidad por él.

—Y bien, me vas a decir que fue lo que ocurrió ahora, cuál fue el detonante —me dice con una pequeña sonrisa divertida.

—Umm... —Él ve mi duda por lo que agrega:

—Gabriela, yo no soy tu amigo, ni tu vecino, ni nadie con quien compartas tu vida, en realidad solo soy alguien que entiende esa parte de tu personalidad que tratas de controlar.

      Lo veo atentamente por unos segundos antes de confesarme.

—Es que hay un hombre...

—Oh, ya entiendo por dónde va el asunto.

      Su sonrisa es unos milímetros más grande, aunque por ser él no estoy tan segura, pero de lo que sí estoy segura es que hay un brillo diferente en su mirada, una chispa que contiene muchas emociones desde, conocimiento, picardía, humor, y por último comprensión.

—Él se llama Derek y es mi jefe.

—No quiero meterme en donde no me llaman, pero si sabes cuál es el resultado de estas relaciones de oficina verdad

—¿Eso no le quita lo divertido verdad? —le pregunto para provocarlo, pero el me la regresa muy bien.

—Eso quiere decir que te lo follaste.

—¡No! En realidad él es un completo idiota.

—Entonces es peor de lo que pensaba —Eso si me confunde.

—No te entiendo.

—Déjame hacerte una pregunta.

—Hazla.

—¿Te has enojado con él? —su pregunta me hace gracia.

—Me enojo con él a cada momento, no enti...

—No ese tipo de enojo Monterrey, tú sabes a cual me refiero, a ese cuando deseas hacerle daño a alguien y...

—Si... Fue la segunda vez que lo vi.

—Y que ocurrió exactamente, no quiero detalles solo dame algo.

—Él estaba con alguien a quien odió.

—Mmm...

—No entiendo nada explícate.

       Me mira a los ojos mientras piensa muy bien sus siguientes palabras.

—Gabriela, todo radica en tus sentimientos, desde ese rabia que te provoca destruir todo, y así con todos tus sentimientos y esos es porque tú sientes demasiado, sé que puedes llegar amar a una persona hasta morir por ella, pero también puedes odiarla que serias capaz de destruir todo lo que amé.

      No me gusta que él pueda leerme tan bien y sé que es porque en el fondo los dos somos iguales.

—Eso lo entiendo y lo sé, pero eso no tiene que ver con Derek.

—Aún no lo ves, estás por enamorarte de Derek si es que aún no lo estás.

—Estaré ciega porque no veo como eso va a ser posible cuando solo te he dicho que solo discuto con él.

—Para ser tan inteligente eres bien tonta ahora.

        Y con eso me levanto de la colchoneta.

—Está de un humor insoportable hoy Rick Ryan.

—Bien Gabriela, son locuras mías producto de una imaginación ociosa. Pero que algo no se te olvide.

—¿Qué? —me cruzo de brazos esperando su respuesta.

—No puedo creer que vaya a decir estas palabras —Él se ríe un poco y pone cara de que ni el mismo vaya a soltar lo que sea que vaya a decir—. Del odio al a... Olvídalo no lo diré. Tú sabrás lo que haces.

       Se marcha sin terminar lo que iba a decir y me deja allí parada sola y le grito cuando va a unos cinco metros de distancia.

—¿Hey cuando vas a usar la membrecía que te di?

—Qué te hace pensar que no la he utilizado.

—Ya lo sabría.

—Sabes demasiado para ser la "no dueña" —dice con sarcasmo.

        Y con eso termina de perderse en los vestidores de hombres, decido seguir su ejemplo y una vez arreglada sacó una manzana verde de mi bolso y me la voy comiendo cuando me voy directo al bar. Tengo que hablar con Aura sobre ese loco plan que tiene de ir al club de Connor.

DOMINGO

Temprano en el bar.

—Gabe es el plan perfecto solo iré a ver qué tal se mueve todo por allá no voy a estar hasta muy tardé, solo quiero hacer reconocimiento y ver cómo se mueve el idiota y ver si tengo suerte y veo a Karla.

—Es de seguro en el bar que la vas a ver —interviene Luis, desde la silla del escritorio de su oficina.

       Aura lo mira desde donde está sentada en una de las sillas frente a él, para luego girarse y mirarme a mí que estoy acostada en el mueble largo de la oficina.

—¿Gabriela tú estás de acuerdo conmigo verdad?

—Aura, Luis es la voz de la razón aquí así que él decida.

—Gracias —Luis me lanza un giño y le sonríe a Aura con superioridad y Aura le saca la lengua, esos dos se la pasan en eso todo el día.

—¿Y es que té estas drogada o algo? —me pregunta Aura—. Porque estas tan relajada, esas manzanas tienen algo mira que ya van tres con esa que te estás comiendo ahora, desde que llegaste aquí.

Giro la cabeza de lado para verla—. Las manzanas son sabrosas déjalas estar. Y estoy relajado porque ayer entrene un rato con Rick.

—No sé cómo te puede relajar que te pateé el trasero.

—Lo que pasa es que lo provocas y él se desquita.

—Yo no lo provocó.

—Y a mí no me gusta el chocolate —me río en vos alta por su cara de ofendida.

DEREK

—Se puede saber porque no contestas ese teléfono.

—Derek, estoy pensando en dejar de consentirte el que me llames.

—¿Disculpa?

—Como escuchaste, esta es la última vez que te lo permito, no me importa si tengo que cambiar de teléfono.

—Jennifer no me puedes hacer esto.

—Adiós Derek.

—¡No! —Suena el tono de que corto la llamada y tiro el teléfono con todas mis fuerzas contra la pared dejándolo destrozado y con pequeños pedazos por todas partes.

Tomo las llaves de mi auto y me voy de allí a desahogarme donde sea...

EN EL BAR DE MUNDO NOCTURNO

1:00 a.m.

GABRIELA

       Ya de camino a mi apartamento del bar, estoy a punto de acostarme a dormir cuando recibo una llamada de Aura, debe ser que ya obtuvo información.

—¿Ya encontraste lo que buscabas? —le pregunto alzando la voz para que me escuche a través de la música de fondo que suena muy alta.

—De hecho no, pero encontré a quién no estaba buscando.

—¿Y ese quién sería?

—A Derek, está aquí en donde Connor y no está bien.