Capítulo 2.

GABRIELA

       Hoy no es mi día; desde que me desperté a las 4 a. m. con la llamada de uno de los trabajadores del bar informándome que asaltaron uno de los almacenes traseros del local y se robaron todas las bebidas que teníamos almacenadas. Al llegar la policía ya se encontraba en la escena y pedían la presencia del dueño ya que no les bastaba con Luis, mi gerente, contador y quien se encarga del bar la mayoría del tiempo.

       Esto sin duda es un saboteo por parte de la competencia, no hay lugar a dudas de que detrás de esto está Connor, ese imbécil es mi tormento. Después de hablar con Luis y terminar todas las diligencias terminamos de regreso al bar y al ver la hora noto que ya es demasiado tarde para que regrese a mi apartamento a cambiarme, mi mejor opción es tomar cualquier cosa representable que tenga en el piso de arriba.

      Subo las escaleras y veo todo igual que la última vez que estuve aquí; algunas veces me toca dormir en este departamento por lo que lo tengo totalmente equipado, ropa, comida, aparatos electrónicos, es mi segundo hogar.

      Voy al armario y busco algo que ponerme... Bien, tal vez no lo tenga completamente equipado. No hay una sola blusa que pueda usar para la empresa, faldas sí, zapatos también, pero ninguna bendita blusa.

      Después de tanto buscar por fin veo una, pero es de Aura; me imagino que la dejo aquí la última vez que tuvo que cambiarse para trabajar, solo que ella trabaja aquí como la organizadora de eventos y demás.

       Tomo mi otro carro que está en el garaje para casos de emergencia como este, veo la hora en el tablero del carro y casi me da un infarto ¡Voy tardísimo! Y tampoco le avise a Joe de mi tardanza.

       No creí prudente llamarlo, sabia tendría compañía y no quería interrumpirlo porque él vendría sin dudarlo, lo conozco y porque lo conozco sé que se va a molestar conmigo por no hacerlo y para coronarla llego tarde el primer día de trabajo a una reunión de protocolo; no llevo la mejor ropa, peor era la camisa de tiros negra con un pantalón negro ceñido al cuerpo y las botas comando si eso era peor y mi nuevo jefe es un puto machista troglodita.

        Sí, sí, mi ex jefe no me pudo transferir mejor, nada más y nada menos que a las instalaciones de él muy prestigioso y conocido por las malas lenguas como el machista más idiota de los tiempos Derek Scott el muy idiota casi me extermina por llegar tarde y si le agregamos el hecho de que tengo una vagina y no está para complacerle si no para trabajar con él.

         Estaba muy enojado diría yo y decir eso es eufemismo; aunque no voy a negar que se veía comestible en ese traje mandado hacer a medida y Dios ese rostro de verdad esculpido por los mismos dioses, con ese cabello que... ¿será suave al tacto? no, no, ese hilo de mis pensamientos no debería ir por allí, pero a quien engaño YO TENGO OJOS y él está de muy buen ver y esos ojitos verdes brillantes, cabello negro, piel con un bronceado suave y probablemente un muy buen cuerpo bajo ese traje, es para admitir que él sabe muy bien lo que tiene por eso es tan engreído apuesto que no hay mujer que se le niegue.

        Tan solo pensar en los comentarios que hizo hacia mí cuando inicio la reunión, me dan ganar de arrancarle la yugular y eso si lo disfrutaría...

—Deja de pensar en matar al nuevo jefe y dime ¿por qué coño llegaste tarde? –dice Joe al entrar a mi nueva oficina.

       Debo decir, es un poco más grande que la anterior que tenía, él se había quedado haciendo amistades con los otros directivos mientras yo venía aquí para evitar ir presa.

—No quieres saberlo créeme —digo mientras me giro en mi silla para verlo a la cara, una un poco molesta si me preguntan.

—Dime Gabriela —Está molesto, solo me llama por mi nombre cuando lo está.

—Promete que no te molestaras.

—Ya lo estoy y no me has dicho nada; estaba preocupado tú nunca llegas tarde a menos que sea una emergencia, así que te escucho.

—Sabotearon el bar anoche, robaron toda la mercancía que tenía en uno de los almacenes traseros, pero tranquilo que ya está todo resuelto y la policía está haciendo sus averiguaciones aunque yo tengo mis sospechas.

—Estoy trato fuertemente de no molestarme, solo porque viniste con esa ridícula ropa de cóctel a la reunión —Se ríe y su rostro se suaviza y veo que su enojo ya disminuyo—. En serio ¿en qué estabas pensando? Y porque veo que estás bien te perdono. Pero dime ¿por qué no me llamaste?

—Porque me avisaron a la 4 a. m. y supuse que tendrías compañía y no quería interrumpir, por eso.

—¿Te he dicho que te amo hoy? Eres muy considerada amor, pero sabes que no hubiera dudado un segundo en ir a ayudarte no me agrada la idea de que conduzcas de madrugada tu moto como alma que lleva el diablo.

—No, no me lo has dicho hoy y ¿cómo sabes que conduje así?

—Porque te conozco muy bien.

—Vale, está bien, pero que quede claro que mi ropa no es ridícula.

—En serio nena ¿no te has visto en un espejo?

     Los dos nos ponemos a reír a carcajada, porque sabemos que mi ropa es muy ridícula.

—Muy bien, me debes un te amo —Me levanto y me acerco a él, cuando siempre discutimos este es nuestro rito de hacer las paces.

—Te amo.

       Entonces el me abraza por la cintura y me besa, en un simple beso que siempre nos damos y en ese entonces se abre la puerta y entra un hombre.

—Ups, lo siento continúen en lo suyo.

—Tranquilo hombre te presento oficialmente a Gabriela Monterrey —expresa Joe al hombre que aparentemente ya conoce.

—Mucho gusto, Gabriela —me presento estirando la mano y me devuelve el saludo.

—Daniel Collen, otro de los directivos. Ah, y oye siento lo de mi amigo Derek, no sé si abras escuchado sobre él, pero solo quería decirte que no te lo tomes a pecho él es así.

—Tranquilo si he escuchado sobre él.

—Ok, eso es bueno, sabes a qué a tenerte, y con respecto a la intrusión yo toque, pero como que no escucharon.

       Lo dice con una sonrisa perversa que llega a sus ojos, pero me puedo dar cuenta de que es un buen hombre y creo que ya me cayó bien.

       Él es similar a Derek en cuanto a contextura física, pero Daniel es rubio ojos azules y cara de niño travieso, pobres mujeres, Siento lastima por ellas.

—Oye Dani, ¿qué vas a hacer esta noche? —dice Joe

—Nada ¿por qué? ¿Hoy es lunes si lo sabes?

—Bueno, tengo invitaciones VIP para Mundo Nocturno. Están de aniversario hoy y los VIP no pagan absolutamente nada esta noche, que te parece bebida gratis ¡toda la noche!

—Diablos, ¿cómo conseguiste eso? he querido tener un membresía VIP de ellos, pero no he podido, son muy jodidos para darlas, solo Derek tiene una y casi nunca la usa y voy es con él, en serio ese bar-club es lo máximo.

—Tengo mis influencias, aquí como me ves y conseguí estas invitaciones.

        Daniel se gira hacia mí y dice—: ¿Y a ti no te molestas que yo vaya con él, en vez de ir tú?

      Joe se echa a reír y muy fuerte él maldito.

—Tranquilo hombre que ella tiene como entrar, digamos que tiene membresía especial.

        Daniel me mira muy sorprendido, si bueno el bar es uno de los más exclusivos y es el número uno, pero tampoco es para que me mire así, como si no fuese capaz de conseguir una de esas jodidas membresía tan exclusivas, es un poco insultante.

—No me veas así de sorprendido es un tanto insultante.

—Lo siento, Gabriela es que me sorprende que tengas una, he estado tratando de conseguir una y estoy en espera.

—Tranquilo Daniel, si es un poco sorprendente creo —Lo tranquilizo.

—Y ¿cómo la conseguiste?

—Digamos que conozco a ciertas personas.

       Daniel se me queda mirando con cara de sospecha, genial; lo que me faltaba ahora alguien que sospecha de mí, voy a matar a Joe, después de esto y entonces él dice:

—Bueno ¿vienes o no?

      Daniel lo mira mientras se expande una sonrisa amplia en su cara

—No me lo perdería, no me importa que Derek se ponga como un ogro ya lo superara.

        Se gira para irse y cuando ya está en la puerta se gira hacia nosotros y luego dice:

—Sus oficinas son vecinas y tienen una puerta que las une, hay cámaras menos en los baños.

       Nos guiña un ojo y luego se va.

—Creo que él cree que estamos juntos.

—No me digas —el sarcasmo se hace presente—. Y es que en la situación en las que nos encontró, no fue muy normal que digamos.

—Si fue solo un pico. Ni saque mi lengua –dice con cara de cachorrito, yo lo golpeo en el brazo.

—Oye eso no fue necesario, me dolió, además tú amas mis picos –Hace picos con su boca para que le dé uno, yo me rio y se lo doy.

—¿Feliz?

—Mucho. ¿Ahora tienes todo listo en el bar?

—Si menos mal que fueron unos ineptos a los que mandaron, porque de no ser así hoy no habría ningún aniversario.

—Pues que bueno nena. ¿Y tú sabías que Derek tenía una membresía?

—Me entero al igual que tú, pero ya voy a investigar eso.

****

—Bueno ya me voy para el apartamento nos vemos en el bar más tarde.

—Está bien. Que no se te olvide que nos traten como reyes, mira que quiero alardear delante de Daniel que Derek no es el único con influencias.

—¿Cuándo es que te trata diferente?

—Nunca, solo quería molestarte —Y con eso se despide y yo voy a mi auto, rumbo a mi casa para tener todo listo para esta noche.

****

        Una vez estoy en el auto llamo a mi asistente Aura, ella es mi mano derecha y mejor amiga.

—¡Hey jefa! ¿Todo listo? —dice ella al contestar.

—Voy en camino, pon todo en la camioneta nos trasladamos al bar, desde allí haremos las averiguaciones correspondientes al tema, no quiero que quede impune este incidente y con respecto a bar quiero a las bailarinas listas y a los modelos igual, prepara todo lo que te encargue para esta noche, en el bar me das las actualizaciones, no quiero más sorpresas hoy; ya hubo bastante saboteo por parte de esos idiotas.

—Ok, Gabe aquí te espero.

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