Capítulo 19.
GABRIELA
Empiezo a toser cuando me ahogo con la comida y el muy idiota de Sebastián empieza a partirse de la risa.
—¿Hey, estás bien? toma —me pregunta después un poco preocupado a pesar de que aún le parece gracioso y me pasa mi bebida para que tome y así lo hago—. Era mentira, tranquila.
Le lanzo tal mirada de odio que él levanta las manos una señal de rendición y retrocede.
—¿Ya estás mejor? Estas toda roja. Lo siento no debí decirte eso solo que me pareció buena idea jugarte una broma.
—Estás loco Sebastián, como se te ocurre hacer una broma de ese tipo por un momento pensé que era cierto.
—De hecho no es del todo mentira.
—A ver Sebas, será mejor que sueltes todo o de aquí no sales completó —le amenazó, su pequeña broma casi me da un infarto.
—Es que él no es mi padre, pero si es mi padrino.
—¿Cómo es eso?
—Todo empezó en una visita que tuvimos toda mi clase a la empresa y aunque lo dudes digamos que me metí en problemas y Derek me saco de ellos y eso que ese día está muy enojado y se tragó a mi profesora.
—¿Él hizo eso? —no trato de ocultar mi asombro.
—Oh, no creas que me salí muy campante de la mía, jah en realidad me tuvo como esclavo lo que me quedaba de curso y todo fue porque arruiné un contrato para la empresa.
—¿Y cómo fue eso? —Cada vez que habla más me intriga, no puedo creer que Derek allá hecho eso.
—Para no entrar en detalles, así ocurrió. El cliente de Derek intento golpearme y él se interpuso entre los dos, el hombre se alteró y Derek termino golpeándolo, mi profesora estaba tan molesta que amenazó con expulsarme y eso solo enfureció a Derek y él la amenazó con demandarla tanto a ella como al colegio si me llegaran a expulsar, luego me llevo a mi casa él mismo y habló con mis padres y ellos accedieron al acuerdo que Derek les propuso.
—Cualquiera pensaría que él estaba de mí parte después de todo eso, pero si me hubieran preguntado para esa fecha que hubiera preferido, sin duda alguna hubiera sido la expulsión, Derek fue un completo dictador los primeros días, pero después se fue volviendo un gran amigo y con el tiempo mi padrino o ese fue el título que le puso a nuestra relación.
—Me dejas sin palabras Sebas, yo pensé...
—Pensaste lo que todo el mundo piensa de él, debo decir que en cierto modo lo entiendo, él puede ser de un modo que puedes llegar a pensar que es verdad todos esos rumores.
No cabe decir que este chico me dejo sin palabras, porque sus palabras son ciertas.
—¿Y desdé hace cuánto tiempo se conocen?
—Bueno eso fue hace dos años por lo que tenía quince años.
—Tienen mucho tiempo siendo amigos.
—Si la verdad sí.
Terminamos de comer y volvemos a la empresa y cuando ya estamos por entrar a la empresa le pregunto algo que me ha estado rondando por la cabeza desde que salimos del restaurante.
—Puedo preguntar porque me dijiste todo esto, y no es que me molesté sino que tú y yo no tenemos tanta confianza —Y es la verdad esta es la segunda vez que lo veo y además me entero de que tiene 17 años.
—Te lo digo porque me caes bien y porque sé que te gusta Derek.
—Oh, te equívocas Sebas. Soy lesbiana.
DEREK
Ese día más temprano en las puertas del ascensor...
—Derek, ¿me estas jodiendo? No puedes volver con Megan —Jena lleva alrededor de veinte minutos hablando sin parar de Megan.
—Jena, entiende que tú no puedes opinar en mi vida y mucho menos en mis decisiones.
—Derek si me lo permitieras...
—Detente —la interrumpo—. No quiero que vayas por ahí, ya lo hemos hablado.
—Pero Derek...
—¡Mujer, para de una puta vez! —le gruñó.
—Derek... —gimotea.
—Jena de verdad lamento hablarte así, y pensé que eras una mujer adulta que se hacía cargo de sus decisiones —Al parecer esas palabras tienen un efecto en ella porque baja la cabeza y se queda en silencio unos segundos. No sé porque este maldito ascensor tarda tanto.
—Lo siento, Derek —Giro para verle la cara y por primera vez veo honestidad en sus ojos.
—Está bien —Jena se queda viendo algo detrás de nosotros y me volteó para ver a Gabriela caminar hacia nosotros y como no con el maldito de Joe, ese hombre me cae tan bien como un dolor en los huevos.
****
No veo la hora de salir de este maldito ascensor y una vez que llegamos a mi piso salgo de allí lo más pronto posible.
—Buenos días Laura —saludo mientras paso por su escritorio de camino a mi oficina. Momentos después ella entra.
—Buenos días a ti también, la secretaria de Richard se comunicó conmigo anoche vía mail.
—¿Bien y qué te dijo? —Me recuesto en mi silla.
—Ella me informa que Richard estará aquí el miércoles pero quiere la reunión para el viernes y solícita la presencia de Gabriela.
—Eso ya me lo había dicho él. Habla con Jena y que ponga en la agenda de Gabriela esta reunión.
—Ya me pongo en eso, el lunes tienes la videoconferencia con los árabes, el martes con los alemanes y...
—¿Y?... Me preocupas cuándo estiras las palabras, dispara lo que tengas.
—Tienes una reunión el miércoles con Sandra —es gracioso como cierra los ojos después de decir eso y tiene toda la razón al estar nerviosa esa mujer es la reencarnación humana de Godzilla.
—Sabes, si me permites opinar deberías llevar a Gabriela —Eso llama mi atención por lo que me inclino hacia delante.
—¿Y por qué haría eso? —Levantó una ceja.
—Como apoyo, Gabriela es la única directiva mujer y siempre hay inconvenientes por cualquiera de los chicos que trabaja con ella. Lleva contigo a Gabriela y vez que tal reacciona Sandra con ella y sí lo hace bien le entregas esa firma.
—Me parece una brillante idea y si todo sale bien, Gabriela se queda con ese muerto —Laura me clava una mirada y me corrijo—. O la mujer Godzilla.
—Eres incorregible —ella se ríe y está de acuerdo conmigo.
La puerta se abre sin ser tocada y entra Daniel.
—Hola preciosa —le dice a Laura. Y ella le saca el dedo medió antes de irse.
—¿Y qué fue eso? —le pregunto a Dani y él se encoge de hombros.
—Puede que este molesta, puede que allá intentado seducirla, puede que lo allá hecho al mismo tiempo que hacía lo mismo con Angie, puede que Angie se lo haya dicho. No sé, pueden ser tantas cosas.
—Eres un imbécil Dani, un día una mujer te castrara y no meteré mis manos por ti.
—Un burro hablando de orejas... —Niega con la cabeza con su estúpida sonrisa de sabelotodo.
—Como sea —cambio de tema—, has traído los informes.
El me señala una carpeta y nos ponemos a trabajar hasta que tocan la puerta y Sebastián asoma la cabeza antes de entrar completamente.
—Pero mira quien decidió venir por aquí —le dice Daniel a Sebastián.
—¡Hey, tú! —le saluda él de regreso—. ¡Hola Derek!
Y continúa: —¿Por qué no me dijeron que había una chica nueva en la empresa? —consulta mientras toma asiento en una de las sillas.
—No veo porque tu interés —le digo un poco molesto, esta mujer tiene que llamar la atención de todos los hombres.
—¿Puede ser porque esta buena? —Él muy descarado con una sonrisa similar a la de Dani, esos dos pasan demasiado tiempo juntos.
—Enano tú no tienes ningún chance, así que ni te hagas esperanzas —le dice Dani molestándolo.
—No, la verdad es que no me las hago, no las necesito ya tengo una cita para almorzar con ella hoy —dice mientras se quita una pelusa imaginarias del hombre y yo le ruedo los ojos, su autoestima es demasiado alta.
Seguimos trabajando con Sebastián de ayudante y pasamos toda la mañana en eso y todavía no me puedo quitar de la cabeza la estúpida cita que tiene Sebastián con ella, también puedo sentir las miradas furtivas que me han dado toda la mañana estos dos y aunque no debería preocuparme lo hago. No hay ninguna posibilidad de que exista algún romance entre Gabriela y Sebastián, la diferencia de edades por ejemplo...
—Bien ya es hora yo me voy —me saca Sebastián de mi ensimismamiento. Y se va.
****
Dani y yo decidimos ir a almorzar al mismo bar de la otra vez y ya vamos de regreso cuando Gabriela y Sebastián están a unos pasos de nosotros cuando le oigo decir a Gabriela:
—Oh, te equívocas Sebas. Soy lesbiana.
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