Capítulo 10.
GABRIELA
Voy llegando 10 minutos tardes, pero a pesar de todo el drama de anoche y el problema que me costó dejar a Derek está mañana todo parece ir bien. Hasta los momentos no he recibido ninguna llamada de Luis, lo cual es bueno y quiere decir que Derek sigue dormido.
Pobre hombre, sin embargo, no me permito sentir lastima por él, la verdad es que ha sido un idiota conmigo y lo más triste es que llevo trabajando para él es apenas un día y con hoy serian dos.
Voy tan retraída en mis pensamientos que no veo cuando choco de frente con alguien, frente a las puertas del ascensor y es...
Un lindo chico, muy lindo, pero creo que debo subrayar la parte de chico. Debe de tener como 17 o algo así aunque si es un tanto alto, no obstante, para mí cualquiera es alto comparado con mi metro sesenta, pero llevo tacones así que son... Equis el chico es alto superémoslo y me está sonriendo con descaro, con eso ya lo tengo fichado, él es un coqueto.
—Hola –le digo con una sonrisa de medio lado.
—Hola, preciosa ¿eres nueva por aquí? –Se reclina contra las puertas del ascensor todo galán.
—Sí, soy nueva en la empresa y por lo visto tú te conoces a todo el personal que labora aquí —respondo sarcásticamente levantando una ceja.
—Pues...
Él no pudo continuar hablando ya que las puertas del ascensor decidieron abrirse en ese momento haciendo que él cayera dentro. Ocasionando que un grupo de mujeres que venían dentro se burlaran y se rían de él, el pobre se puso todo rojo de vergüenza, por eso le tiendo la mano y él la recibe para levantarse; una vez que estamos dentro veo que ya no es el chico confiado de antes, se ha vuelto un poco retraído por la vergüenza así que viajamos en un silencio incomodo hasta que decido ayudarlo un poco.
—¿Chocolate? –le ofrezco del que llevo en mi cartera y termino ganándome una mira de sorpresa, pero me lo acepta.
—¿Gracias...?
—Gabriela, ¿y tú eres?
—Ah, soy Sebastián —Me tiende la mano y se la estrecho.
—Bien, Sebastián nos vemos. Este es mi piso, un placer conocerte.
Cuando ya he recorrido unos pasos de distancia lo oigo decirme lo suficientemente alto como para que lo escuche:
—Sabrás de mí Gabriela.
Sigo caminando, pero lo miro por encima de mi hombro y le sonrió diciendo.
—Lo sé.
***
Al entrar en mi oficina llego directo al sillón y me acuesto de largo a largo, veo la hora 8:10 a. m. no puedo evitar reír en voz alta.
A pesar de todo llegue puntual y pensar que iba llegando tarde, pero no hay jefe para que lo vea, como sospecho probablemente no lo habrá en todo el día. Decido cerrar los ojos un momento para descansar, pensar y organizar mi itinerario de hoy.
1. Con respecto al trabajo, en la empresa por los momentos no tengo ninguna firma y por lo que sospecho que así será por un largo tiempo ¡jah! este jefecito me odia.
2. Con respecto al bar, tendré que ponerme en contacto con Luis para saber cómo le fue con Derek, pero eso será más tarde porque debe ser muy temprano.
3. Continuando con el bar, también tengo que hablar con Aura para que me ponga al corriente con lo ocurrido anoche y si tiene alguna actualización.
4. Con el trabajo en la empresa, creo que hoy conoceré a mi secretaria que por razones desconocidas no la pude conocer ayer y ella tiene que ponerse al día también con Aura.
Habrá momentos que mi vida con el bar interfiera con la de la empresa y necesitaré discreción de su parte en caso de que ella no me funcione como secretaria tendré que buscarme otra y pagarle de forma privada, ajena al salario que recibe de la empresa y esperar que eso no sea un problema.
5. Ah, y no sé si contarle esto de Derek o no a Joe. Es la primera vez que no tengo ganas de contarle algo, o quizás solo quizás quiero tener está información solo para mí, pero y sí en caso de que Derek le diga a Daniel y venga él y le cuente a Joe y él se entere que se lo oculte...
Podría pasar toda la mañana decidiendo que hacer, pero unos golpes en la puerta interrumpen mi ensimismamiento por lo que me levanto y me dirijo a mi escritorio una vez que estoy sentada en la silla le hago saber que puede entrar.
—Disculpe, soy Jena su secretaria —dice ella una vez que entra en la oficina.
Lleva un vestido corto pegado al cuerpo color azul marino haciendo juego con unos zapatos de infarto rojos si me preguntan, de prostituta y si les soy sincera ese cabello rubio farmacéutico hacen el juego perfecto con sus tetas operadas. Ella me mira con cierta prepotencia...
—Tomé asiento –le digo mientras me reclino en mi asiento mientras poso un brazo en una de las asas de la silla mientras afinco mi barbilla en mis dedos.
Esta postura probablemente sea defensiva, pero si ella cree que va a trabajar conmigo debe saber desde el principio quien manda aquí y que esta silla es mi trono, esto es algo como un duelo de gatas, suena feo, pero es lo que es.
Ella desdé su silla cruza sus piernas mostrando más de su muslo, haciéndose la inocente y esa carta conmigo no funciona y nos quedamos viéndonos fijamente por un periodo de tiempo indefinido midiéndonos cada una y no puedo evitar que se me escape una pequeña risita y una sonrisa ladeada, mi firma, mientras le digo:
—No podré trabajar contigo.
Ella aparentemente no termina salir del shock hasta que cierra la boca y se engrincha como un gato cuando le echan agua y solamente reacciona para hablarme con tanta prepotencia y yo solo quiero que desaparezca de mi vista.
—¿Disculpa? ¿Sabes quién soy yo?... —Como no puedo aguantar tanta estupidez la interrumpo.
—Sí, una secretaria, de hecho, tengo entendido que eras la secretaria de la persona que tenía con antelación mi puesto lo que te deja a ti, si no me equivoco sin trabajo o sea... Eres menos que una secretaria, eso te dejaría como una desempleada o ¿me equivoco? –le señalo con mí mejor sonrisa mientras levanto una ceja inquisitiva.
—Esto no se va a quedar así tú no eres nadie me oyes nadie para hablarme así —Y se va dando un portazo.
No puedo evitar reírme en voz alta, esta niña se acostó con Derek de eso no me cabe la menor duda, primero se cree mejor que los demás cuando ella es solo una secretaria y por último como me trato, como si fuera insignificante eso solo lo debió haber copiado de Derek y solo él tiene esas dos características para que ella actúe así. Y sí así como comenzó mi día quien sabe cómo terminará.
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