Se encontró con las suaves respiraciones de Finn. Cuando no se comportaba como un vecino molesto, o un impertinente discutidor por cada vez que ella hablaba en las clases de debate, era un ser calmado. Olivia podía pasar horas cerca de él, sin que le molestara su presencia, aun si abriera la boca para decir cualquier tipo palabra. 

Si Finn no lo hacía, lo hacía Olivia. Quien, según ella, abría la boca cuando sabía que lo que estaba por decir tenía una razón.

—Eres la clase de persona que rompe los corazones —murmuró Olivia.

Levantó la cabeza del pecho de Finn, y sus miradas se encontraron luego de media hora de silencio y calma. 

—Y tu eres de esas personas que se lo dejan romper —respondió por lo bajo Finn.

Olivia pudo haber protestado por eso, pero era cierto. Era a quien siempre le rompían el corazón, y ella dejaba que sucediera. Encontraba en todos un ápice de esperanza, por lo que entregarse a ellos, a quien fuera, no era complicado. Lo era al último, cuando debía recoger las piezas que iba dejando.

Finn no iba a ser la excepción a la regla, por mucho que así ella lo quisiera. Lo supo al primer instante en que chocaron y sus mundos colapsaron en lo simple y tonto de un accidente. Lo sabía, y lo sostenía aun en esos momentos de paz. 

Ella sonrió, y besó su pecho. 

—Si lo sabes, ¿Serías capaz de hacerlo de todos modos? —preguntó Olivia, y volvió a recostar la cabeza en su pecho.

 Finn sonrió, y pasó la mano sobre su cabello, hasta que llegó al centro de su espalda. Sintió el suave calor de su piel contra la suya, y los lejanos latidos de su corazón. 

—En realidad —dijo. 

Se pausó y lo pensó. La respuesta debía ser sencilla, al menos para cualquier otra persona. Pero Finn se sentía incapaz de responder sin divagar, sin irse lejos, sin llegar a su pasado, donde lo único que conoció fue el desorden. 

—¿Recuerdas la vez que rompí tu celular por accidente? —preguntó. 

—Si, accidente —respondió Olivia, y reprimió una risa—. No hay manera de que pueda olvidar la vez que arruinaste todo en pocos segundos. 

—Tú no lo sabes, pero juré que esa vez sería la última en que rompería algo tuyo —dijo, con la misma suavidad en que acariciaba su espalda—. Así que no, sería incapaz de hacerte algo así. 

Olivia no dijo nada. Se encontró confiando en la palabra de Finn, sumida en la suavidad de una habitación sin paredes, pero con una ventana que dejaba entrar el tibio sol de una tarde de otoño. Habían pasado meses desde que se mudó, y aun seguía pensado que ese lugar era mas que suficiente. Con la realidad de que el salario como mesera no le iba a permitir mas que eso, se conformaba con que al menos su vecino ya no era el mismo idiota de siempre. 

Nada de eso estaba en sus planes, pero por tardes como esas, Olivia soltaba cada día diseñado de principio a fin. Se refugiaba en la creencia de que si todo marchaba así, no había nada que pudiera arruinar esa sensación de paz. 

Solo que no era capaz de ver que tan frágil era ese pequeño refugio. 

[Palabras: 547]

•••

Hola mis pequeñas criaturas. No voy a darle tanto rodeos a la cosa, vamos al grano. 

Esta historia es parte de ONC. Si, decidí participar, porque me quiero tanto, como si ni tuviera otros hijos de palabras que atender. 

El disparador era lo que necesitaba, pero me ido por las ramas (ya lo van a entender) le hice unas modificaciones pero viene siendo lo mimos. Es el siguiente: 

Es de la categoría juvenil, pero yo me pasó por el romance. Lo cambios son:

☆No son adolescentes, sino jóvenes universitarios dentro de los veintes. 

☆Barrio y vecindario vendría a ser lo mismo, i think. Como esta situado es en Córdoba Argentina, pues es barrio (vecindario no se usa acá)

☆Solo eso, porque la esencia será la misma. 

☆☆Notita que me parece super importante: al final pondré la cantidad de palabras usadas, y abajo mis monólogos. También pondré canciones al principio (solo títulos) seguro que la mayoría de artistas de Argentina o de habla hispana, quien sabe. Y aunque la historia este situada en mi provincia natal, hablaré lo mas neutro posible, al menos por fuera de los diálogos. Pero si me gustaría usar colectivo en vez de autobús.☆☆

Les dejo por acá el moodboard de la historia en si, así bien bonita:

No hay mas nada que decir. Me disfrutan esto, y yo espero disfrutarlo.