Capitulo 4

Editado: 30/ 09/ 21

Himawari.

El fin de mes llega para hundirme en una nueva y tortuosa espera, Mitsuki no se detiene de darme ánimos sobre la mejora en la salud de Himawari. Cerrando el agua de la regadera tomo la toalla y comienzo a secar mi cuerpo entre el salir hacia mi habitación, me detengo al ver mi reflejo en el espejo y alejando la toalla de mi cuerpo analizo cada rasgo nuevo de todo mi ser; mi suspiro escapa al saber que de nada ha servido todo lo que entrené, al final no pude detener a Orochimaru.

—Boruto... —pronuncia detrás de la puerta tocando con los nudillos.

—Entra. —Digo al momento de enrollar mi cintura para volver la mirada sobre él — ¿Qué pasa Mitsuki?

Él sonríe ampliamente —Hima ha despertado.

La sorpresa me llena y en un segundo ya estoy sacando ropa interior que me coloco a trompicones entre mi avance a la puerta, él tiende sus manos al verme caer con casi todo a mi alrededor, pero yo simplemente sigo resbalándome entre los pasillos con la necesidad de poder ver a mi pequeña hermana menor cuanto antes; al llegar a su puerta mantengo mi vista sobre la madera y mi mano sobre la perilla, una extraña sensación invade mi cuerpo con duda... mi querida hermana menor es quién esta ahí dentro, recuperándose, de verdad quisiera abrazarla como nunca y al mismo tiempo... quisiera que siguiera dormida para no enterarse del fallecimiento de nuestros padres.

—Boruto. —toca mi hombro dándome consuelo.

Él siempre me apoya. Sonriendo doy un asentimiento y giro la perilla para adentrarme en la habitación, los ojos azules de mi hermana se dirigen sobre mí y al segundo se llenan de lágrimas mientras su sonrisa se expande; Hima esta algo pálida... y tiende con dificultad sus brazos en mi espera.

— ¡Hermano!

—Hima... —expreso totalmente aliviado para hundirme en sus brazos permitiéndole llorar en mi hombro mientras mis lágrimas caen sobre el suyo —Estoy tan feliz de que estes bien... —me aferro a su cuerpo —estoy tan feliz de que estés bien.

—Bo... Boruto... —tiende su mano hacia nosotros —sé que estás emocionado, pero intenta no abrazarla con tanta fuerza —sujeta mi hombro.

—Lo siento Mitsuki, y claro que también a ti Hima... —acaricio la mejilla de mi hermana — ¿Cómo te sientes?

—Un poco... —ríe con vergüenza —apaleada. —borrando su sonrisa hace descender la mirada — ¿Y dónde está papá y mamá?

—Ellos... —agacho la mirada.

[Semanas atrás, 1:20]

— ¡Y bueno! —expresaba tan alborotado como siempre — ¿¡Todos listos para cenar!? —ríe tocando el hombro de los cercanos y haciendo señas a los más apartados — ¡Tomen asiento, Tomen asiento!

Al observar toda la mesa puedo ver a mi pequeña Hima divertirse esntando en medio de Inojin y Shikadai, mi madre sale de la cocina siendo ayudada por Mitsuki quién trae los platillos que ambos cocinaron mientras mi padre sigue hablando sin cesar sobre el gran logro de su hijita.

— ¡Haaa! —expresa al aire admirando la mesa — ¡Tan solo faltan Sarada chan y Choucho!

Entre las risas de los chicos puedo ver como juegan piedra, papel o tijeras detrás de la silla de Hima, y es Shikadai quién tiene el turno para hablar.

—Lo lamento mucho Hima, pero ambas tuvieron misiones por su parte.

— ¿No te agrada nuestra visita? —cuestiona bromista inclinándose hacia ella.

— ¡Claro que sí chicos! —toma las manos de ambos con entusiasmo —Es solo qué... hablar con ellas es diferente.

— ¡Puedo hablar cosas de chicas contigo! —expresa jugueton jalando la mejilla de mi hermana.

— ¡No seas pervertido Inojin kun! —jala ambas mejillas del rubio entre su jugueteo, al segundo ríe pegándose al pecho detrás suyo — ¡Shikadai kun, aléjalo de mí!

Shikadai ríe divertido permitiendo que Hima se aferré a él; a mi lado se detiene Mituski sirviendo mi plato de comida mientras mi madre hace lo mismo con mi padre al otro lado de la mesa. Apenas ambos toman asiento el silencio se hace presente en la mesa.

—Bueno, es hora ponerse serios. —expresa mi madre con una suave sonrisa —Primeramente, quiero felicitar a mi pequeña por graduarse de la academia con honores.

Los demás toman su turno para hablar y luego de que mi padre comenzará a llorar entre su charla, por fin llega mi turno al frente del discurso; al levantarme le dirijo una sonrisa a mi hermana.

—Hima... sinceramente eres la mejor hermana que pude haber deseado, aunque en ocasiones puedes llegar a ser muy agresiva... —comento bromista —pero, en fin, felicidades y espero en un futuro sigas triunfando como Ninja.

Su sonrisa crece mientras me agradece sin pronunciar palabras, al instante mi madre nos permite iniciar a comer. Para el postre me tengo que levantar junto a Mitsuki para ir por el pastel mientras todos los demás continúan platicando en la mesa principal.

—Realmente mi madre se lució este día con la comida, —expreso animado analizando cada centímetro del pastel —esta hermosura realmente se ve muy apetecible.

—Tienes razón, luce bien... —baja la mirada —oye Boruto. —de su bolsillo saca un pequeño frasco —sabes, yo pensaba regalarle... un pequeño perfume a Hima, pero no tengo idea de si el olor será de su agrado ya que nunca he preparado un regalo para una mujer... —mirándome me entrega el frasco — ¿Podrías olerlo y decirme si está bien?

Con un asentimiento lo destapo —Mmm... —inhalo profundamente —huele... creo que huele bien —asiento pensativo analizando el aroma —sí... bueno, no lo sé, pero no creo que vaya a rechazarlo de todas formas haa... —aprieto los ojos perdiendo el enfoque un momento —deberías... —entrego el frasco sacudiendo un poco mi cabeza para centrarme —dárselo, realmente me ha gustado el olor.

Él sonríe y con un asentimiento vuelve a guardar el frasco en su bolsillo, mi sonrisa crece y me sujeto de su hombro mirándolo tomar el pastel en manos para dirigirnos afuera... apenas dejábamos el pastel en el centro de la mesa permitiendo que todos se deleitaran con su aroma cuando la madre de Inojin interrumpe en la sala con prisa.

— ¡Hokage! —expresa alterada.

Al verla mi padre se levanta con prisa siendo seguido por Inojin y Shikadai quienes admiraban la preocupación que llenaba los ojos de la señora Ino, ella nos admira siendo consciente del festejo que llevamos a cabo este día. Su mirada sube hacia mi padre.

— ¡Orochimaru paso bajo el radar todo este tiempo! —continua su charla entre su andar en retroceso hacia la puerta — ¡Nos engaño a todos y ahora mismo esta atacando con un pequeño grupo de Ninjas muy fuertes, estamos evacuando la villa, pero también tiene invocaciones de serpientes y todo es un maldito lío!

Todos salimos detrás de ella admirando el desastre creciente de nuestra villa, humo negro asciende proveniente del centro de la ciudad donde las enormes invocaciones destrozan todo a su paso. Al volver la mirada puedo ver a mi padre tensar la mandíbula y los puños.

—Inojin, Shikadai —vuelve la mirada a mis amigos —vayan con sus padres para hacer frente al ataque, Boruto, —me mira —prepárate para partir cuanto antes al frente, Hima quiero que acompañes a tu madre y ayudes con la evacuación de la villa... yo iré por Orochimaru.

Con un simple y rápido movimiento desaparece de nuestra vista para incorporarse en la batalla, Inojin observa a Shikadai y entre un asentimiento mutuo ambos se marchan en busca de conseguir sus uniformes siendo seguidos por la señora Ino, la madre de Inojin había venido tan a prisa que aun tenía su bata del hospital y no uniforme para batalla; mamá toma a Hima por los hombros guiándola al interior de la casa por sus uniformes mientras mi mirada vuelve hacia Mitsuki. Analizo cada uno de sus movimientos con sumo detenimiento.

— ¿No ayudarás?

Bajando la mirada exhala un suspiro avergonzado —Lo siento Boruto... no pienso ayudar a nadie, —eleva apenas un poco la mirada tratando de verme —me mantendré fuera de la aldea mientras ustedes solucionan esto... pero sabes que te deseo suerte.

—Ey... —sostengo su hombro obteniendo su mirada —Oye, sabes que no me importa lo que suceda con tu padre, lo que él decida hacer es muy su problema... —sonrío inclinando mi rostro para verlo de frente —tú y yo seguimos siendo amigos Mitsuki.

Esboza una sonrisa más llena de confianza y al segundo lo atraígo contra mí brindándole un fuerte abrazo que recibe sin dudar, al segundo él se aparta y me desea suerte mientras se marcha. Luego de cambiarme tome camino directo al centro de la villa, permaneciendo en la punta de un edificio puedo ver claramente a las serpientes destruir con total facilidad edificios enteros; Hima llega a mi lado atando su banda sobre su frente, ajusta su coleta y al segundo me dirige una sonrisa.

—Hazte cargo de ese loco, hermano —eleva su puño hacia mi pecho.

—Y tú de sacar a todos del peligro —sonrío haciendo chocar nuestros puños.

Mi madre llega y al segundo besa mi frente deseándome la mejor de las suertes, a lo lejos veo a un nuevo grupo de Shinobis entrar en combate, frunzo la boca al mirar la invocación de Yamakichi, mi sonrisa crece y comienzo mi avance yendo contra un tipo de cuerpo trabajado y baja estatura, tiene el cabello atado en una coleta larga y una bandana de tela sobre su frente, el tipo lanza bolas de fuego contra los Shinobis que intentan defenderse y frenarlo a toda costa, pero es rápido... y eso evita que puedan atraparlo.

Con un doble ataque de Kunais creo dos clones de sombra más para poder atacarlo, él evade mis golpes con el Kunai y los que intento llevar a cabo con mi cuerpo, un nuevo clon aparece y voy de nuevo a ello obteniendo el mismo resultado; me alejo hasta subir a un nuevo edificio desde donde puedo verlo de frente, su sonrisa crece mientras me mira retador.

—Anda... —pasa la mano sobre sus cabellos arreglando su peinado — ¿No eres tú el hijo del Hokage?

— ¡Así es! —tomo unas Shurikens y las electrifico para lanzárselas, pero él las esquiva sin problemas — ¿Qué quieres conmigo?

—Nada... —sonríe entusiasmado —naturalmente me haré famoso si te mato.

Haciendo un rápido movimiento de manos lanzó una llamarada de fuego sobre mí, algo que logro esquivar sin mayor problema, pero él sigue avanzando siguiéndome entre sus ataques de fuego. Cansado de la persecución doy media vuelta entre mi siguiente salto y creo un jutsu de agua para detener su ataque, el tipo se empapa los pantalones al evitarme así que simplemente retrocede tomándose un tiempo; al avanzar un poco más puedo ver a mis compañeros usuarios de agua quiénes sonríen en espera de mis órdenes.

— ¡Esto será fácil chicos! —tomo la Katana de mi espalda mirándolos prepararse.

Ante mi orden el ataque da inicio y la batalla sigue un curso totalmente normal, el tipo no se deja vencer por algo tan sencillo y retrocede logrando salvarse de forma increíble, aun así, yo me he escondido entre el ataque de los chicos logrando capturarlo desprevenido y enterrar mi espalda cerca de su espina. Mi sonrisa victoriosa apenas dura unos segundos para cuando un segundo enemigo se hace presente, delante de mí aparece una mujer de cabello corto a la altura de sus orejas que posee un cuerpo escultural y unos senos prominentes; para su ataque la mujer utiliza lanzas de aire que logra herir a muchos de mis compañeros.

— ¡A la cabina médica! —señalo entre el apartarme — ¡Ahora!

Nos encontramos contra uno de los poderosos y legendarios Sannin así que simplemente no podemos bajar la guardia; mi padre es poderoso, pero comparado con ese hombre puedo vacilar en mi decisión de victoria. La pelea sigue por alrededor de dos horas, cuando mi padre cae... todos detienen sus luchas mirando con escepticismo la escena que se muestra delante nuestro, pero mi mirada baja con prisa a nuestro campo de batalla... solo restan dos de sus seguidores que vencer, y aun así todos dudamos de seguir cuando vemos que mi padre tarda en responder el ataque.

Retengo mis lágrimas sintiendo las dudas retorcer mis entrañas, mi furia sale y en un instante hago aparecer un rasengan en mi mano con el que me lanzó a la batalla apuntando al anciano gordo que nos esta atacando, lo derribo sin problemas.

—No puede ser... —miles de susurros se unen a ese.

Finalmente Gamakichi desaparece por completo causando el pánico entre nuestra gente, todos retroceden con completa sorpresa cuando nuestro ultimo rival es derribado por una de las serpientes de Orochimaru, el susurro de pánico y el mismo miedo invade todo a nuestro alrededor... a la lejanía puedo ver a Sarada quién completamente vencida deja caer los brazos sobre sus costados, sus piernas retroceden venciéndose levemente mientras sus lágrimas fluyen, sacudiendo sus ideas comienza a limpiar sus lágrimas de forma tonta, y con la sensación de hormigueo llenando mi nariz simplemente muerdo mi dedo rápidamente.

— ¡Jutsu de invocación! —planto el jutsu al suelo cuanto antes — ¡Garaga! —pronuncio sin mirarlo dejando caer mis lágrimas sobre su piel —Matemos a ese imbécil.

Un poco sorprendido me mira y al segundo dirige la mirada al frente, a la distancia puedo ver a los Ninjas sacar a mi padre del área.

— ¡Sarada! —grito en su dirección atrayendo su mirada — ¡Guíalos... saquen a todos de aquí, solo necesitamos a los que están en plena forma en este lugar, aquellos que se crean capaces de durar cuatro horas más, los que tengan invocaciones o sean poderosos...! A todos los demás los quiero fuera de aquí.

Aun entre su sorpresa por lo ocurrido con padre, ella se levanta limpiando sus lágrimas para asentir cuanto antes y comenzar a seguir mis ordenes; puedo ver a Orochimaru subir sobre su serpiente sonriendo enternecido por nuestras acciones.

—Reconozco tú poder Uzumaki Boruto, pero... —ríe —no eres aun nada contra mí.

Su risa se eleva y la guerra vuelve a dar inicio sin ninguno de nosotros emitiendo una mínima palabra; las pocas invocaciones que son traídas para la lucha se enfrentan con las serpientes de Orochimaru mientras él se mantiene atacando de manera espectacular aun con su cuerpo fallido. Entre el caos logro mirar a la señora Sakura luchando junto a Sarada contra una serpiente de menor tamaño, pero la lucha para ellos también parece imposible pues con cada serpiente destruida parecen emerger más.

— ¡Raiton-Juraisen! —expreso con hartazgo.

En una carrera caigo sobre la serpiente y corro directo a él logrando lastimar su hombro entre una rápida evasión que me hace salir ileso, entre mi cansancio puedo escucharlo reír, mi asco se muestra claramente cuando él comienza a sacar su lengua estirándola hasta lamer su propia sangre... tragando saliva vuelvo a crear mi juego de manos.

— ¡Suiton- Hatō! —disparo sin cesar mirándolo ser llevado por las corrientes de agua — ¡Raiton-Juraisen! —pronuncio con prisa electrificando el agua.

Mi sonrisa emerge de entre la furia, pero mi emoción dura muy poco para cuando veo su cuerpo volverse serpientes. Suspiro exhausto y creando un clon de sombra utilizo el Boruto Stream atacándolo con el Hokǡ Rambu al mismo tiempo, patadas y una velocidad cegadora contra él... finalmente vuelvo a intentar acabarlo con el rassengan... pero nuevamente ha desaparecido. Su risa recorre los alrededores helando la piel de los ninjas en lucha, yo giro sobre mí mismo buscándolo con la mirada sin éxito. Los cortes vienen sobre mi cuerpo sin previo aviso, sujeto mi costado y mi brazo, pero... el helar de mi piel aumenta cuando siento su lengua sobre mi mejilla, me alejo enseguida cayendo sin equilibrio sobre un tejado... y me quedo totalmente sorprendido al notar como mi cuerpo no es capaz de moverse en lo absoluto.

Él sonríe —Pa- ra- li- za- do —comienza a reír —Es mi turno de atacar —totalmente enfadado solo veo como toma mi espada —Debes verlo claramente, no cierres tus ojos para nada... —vuelve a sonreír —acabaré con esta excusa de ninjas y seré el único sabio a partir de ahora.

De un salto comienza su avance, los pocos ninjas que seguían en pie terminan desplomándose al instante, los adultos se ven obligados a hacerse cargo por completo de la horrible situación, la señora Sakura golpea sin éxito siendo herida por cortes que vienen de todos lados, con Kiba san es lo mismo, aunque Shino sensei logra dar un poco más de batalla acertando unos buenos golpes al verdadero Orochimaru, Tenten san, Lee san... yodos iban contra él, Shikamaru san, Chouji san e Ino san. Y Aun así, ni utilizando el famoso trio InoShikaCho lograron nada.

—Boruto —llega a mi lado admirándome —Parálisis temporal... —declara con seguridad para después asentir con calma —solo tomará un segundo, um... —detiene sus manos —es fuerte...

Quitando mi atención de Sarada vuelvo la mirada en dirección a la batalla, mi madre aparece mostrando sus puños gemelos de león, entre mi sorpresa puedo verla iniciar la lucha aunque no soy capaz de escuchar las palabras que le dirige a Orochimaru, aun así, su forma de pelear no es la usual... ella parece desesperada... esta golpeando con demasiada fuerza y falla en conectar muchos golpes, al notarlo Sakura san deja una pelea secundaría y se incorpora a su lado gritando que le ayudará y que paré de agotar sus fuerzas, Shino san y Kiba san se han unido a mi madre con prisa intentando ayudar en lo posible.

—Él... —musita apretando los labios —no se desmayó Boruto...

Mi cuerpo se congela y una punzada en el corazón logra hacer que mis lágrimas fluyan... cuando por fin me siento libre del amarre me incorporo dejando caer mis lágrimas sobre los escombros, Sarada se acerca, y aunque dudosa, rodea mis hombros tratando de calmarme.

—Boruto... de verdad lo lamento.

Con la furia prendida en las yemas de mis dedos termino levantándome cuanto antes para tomar mi Katana y dirigirme firmemente a la lucha, apenas tomo carrera paso frente a mi madre y frente a todos para atacar al maldito de Orochimaru con todas mis fuerzas, mi dolor se desliza entre mi grito de dolor y mi fuerza al tomar el mango de la espada.

— ¡Boruto! —grita mi madre a la distancia.

— ¡Hermano!

Mi mirada vuelve entre el alejarme para observar a mi pequeña hermana entre todo el caos de batalla, antes de poder pensar nada siento un impacto en el pecho, un golpe directo que logra lanzarme a una gran distancia siendo recibido por los restos de un edificio casi en pie... el aturdimiento me nubla la vista mientras escucho el caer de más escombros, los gritos... el sonido se distorsiona pero aun puedo distinguir serpientes blancas que se elevan del suelo atrapando a muchos ninjas... la voz lejana de mi hermana activando el Byakugan...

[Presente]

Con la mirada baja sujeto su mano con cariño —No lograron... —cierro los ojos conteniendo mi dolor —desde el inicio papá no logró... y mamá... yo ni siquiera... —comienzo a sollozar sin control —ni siquiera pude ver... —aprieto mi puño —qué inútil fui maldita sea.

Unos brazos me rodean, pero no se tratan de los de Hima... mi pequeña hermana se a quedado paralizada sin saber como actuar mientras sus mejillas se llenan de lágrimas mientras yo giro mi cuerpo para admirar el siempre pálido rostro de Mitsuki quién intenta sonreír un poco para mí, al segundo me hundo en su pecho buscando el consuelo que me brinda sin problemas.

—Todo estará bien Boruto... —expresa con calma dando largas caricias sobre mi espalda.

—Hermano... —niega sujetando mi mano —al menos nosotros... —intenta sonreír —seguimos juntos.

Al ver su débil sonrisa que apenas y puede mantenerse simplemente me aparto de Mitsuki para resguardarla contra mi cuerpo, ella intenta no llorar, pero sé que mi pobre hermana esta sufriendo... ni siquiera tengo certeza de si ella logro ver a nuestros padres morir con sus propios ojos o... quizá la hirieron mucho antes...


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