Capitulo 1.

Editado: 30/ 09/ 21

¿Confías en mí?

Al despertar lo primero que puedo apreciar es... devastación. Delante de mis ojos todo se comienza a poner borroso ante las lágrimas crecientes que comienzan a desbordarse de mis ojos. Frente a mí, entre los escombros y la sangre, se pueden apreciar los cuerpos sin vida de mis familiares y amigos... toda la aldea está hecha trizas.

—No puede... —aterrado cubro mi boca con mis temblorosas manos —ser... —gimoteo entre un creciente llanto —posible...

A una corta distancia puedo ver a mi madre, padre y mi pequeña hermana Himawari tendidos juntos en el suelo; un jadeo lleno de incredulidad y dolor escapa de mis labios mientras aprieto los escombros bajo mis temblorosas manos... siento mis lágrimas caer, y al segundo me levanto tropezando entre los escombros, pero siguiendo hasta caer de rodillas frente a mi familia.

—No... no...

Frente a sus cuerpos dejo temblar mis manos incapaces de poder tocarlos, mis lágrimas fluyen entre mi incontrolable y doliente llanto; verlos con esos ojos sin vida y... ese color de piel tan pálido. Al elevar la mirada puedo ver a Sarada, Shikadai, a todos... apartando a mis padres con cuidado puedo apreciar las graves heridas de mi pequeña hermana sobre todo su cuerpo. Negando, intento convencerme de que todo lo que hay delante de mis ojos es un rotundo error, quizá un Genjutsu o cualquier tipo de trampa Ilusoria.

Me veo obligado a dejar mis pensamientos cuando un ruido me pone alerta, sin dudarlo desciendo la mirada dando rápidamente con un Kunai que tomo en mano cuanto antes para ponerme de pie listo para defenderme de lo que sea que venga. Es ridículo, por la mañana este día parecía tan normal, Hima iba a graduarse de la academia este día así que mi madre y yo...

[Horas antes, 11:30 Am]

— ¡Boruto! —grita con enfado abriendo la puerta de mi habitación — ¡Jovencito, ya tienes dieciocho años! —pasa con paso firme — ¡Debes aprender a despertarte por tú cuenta! —comienza a levantar la ropa sucia del suelo — ¡Y por dios santo! ¿¡Sigues tirando toda la ropa sucia por el suelo!?

—Mmm... —expreso sin ganas jalando las mantas sobre mi cabeza —Tuve una misión muy difícil ayer mamá...

— ¡Un Ninja no puede utilizar eso como una excusa! ¡Si ni siquiera te encuentras heridos no tienes derecho a quejarte! ¡Un ninja es responsable y siempre llega a tiempo! —toma las mantas comenzando a jalarlas — ¿¡Cómo puedes ser tan holgazán!?

Cedo a sus jalones de la manta y simplemente me giro en la cama incorporándome entre el mirarla con los entreabiertos, ella frunce los labios con enfado enrollando mi manta.

—El tío Shikamaru lo es, y aun así tiene un...

— ¡No me respondas Boruto! ¡No tienes derecho de responder si te sigues comportando como un niño! —tira la manda al cesto para apretar el tronco de su nariz —Hoy se gradúa tu hermana de la academia. ¿No tienes pensado ir?

— ¡Ha! —expreso sorprendido — ¡Es verdad mamá! —levantándome a prisa busco mi ropa con la vista —Hima se gradúa hoy —sonrío orgulloso —si no estoy a tiempo ella terminará enfadada conmigo. —comienzo a vestirme con prisa —Gracias por decirme mamá.

Ella me observa entre el exhalar de un suspiro — ¿Cómo es posible que tengas más miedo a tu hermana menor que ha tu propia madre? Bueno... —observa el menor desastre —trata de apresurarte, aun debemos ir por un obsequio para ella, tú padre dijo que nos vería haya así que simplemente cámbiate y baja a tomar el desayuno antes de que tengamos que salir.

Apenas ella sale de mi habitación expando mi sonrisa buscando mi demás ropa; hoy es mi día libre y tuve la suerte de que encajara perfecto para poder asistir a la graduación de Hima. Con una amplia sonrisa me coloco un poco de ropa casual, unos jeans, una playera negra y una camisa a cuadro de manga larga que remango a la altura de mis codos, al segundo me deslizo al espejo para sonreír a mi reflejo y comenzar con el arreglo de mi cabello. Al bajar tomo asiento en la mesa frente a mi desayuno, mi madre termina de alistar algunos vegetales frente al fregadero.

— ¿Tienes alguna idea de lo que le compraras a tu hermana? —cuestiona sin volver la mirada.

—Bueno... tengo algo en mente, ya que resultó ser excelente maniobrando Kunais decidí apartarle unos hace tiempo, son una edición muy buena y Sarada me dijo que eran perfectos para su edad y estatura.

—Hablando de Sarada, —vuelve levemente la mirada — ¿Qué tal van las cosas con ella? Sakura me dijo que hace poco tuvieron una pequeña disputa.

—Eso es normal al salir con ella, siempre tenemos ideas contrarias... —tomando un bocado, termino por suspirar —Es solo que ella quiere que rentemos un apartamento y yo...

— ¿Un apartamento? —interrumpe con prisa volviendo el cuerpo a mí — ¿Tan pronto?

Sonrío ante su preocupación —Es solo que ella piensa que me comporto como un niño, lo mismo que piensas tú, dice que será un detonante para hacerme madurar más rápido, además... —bajo la mirada incomodo con la idea —con la perdida de su padre ella no se siente muy a gusto en su casa, y al parecer es complicado rentar un apartamento por su cuenta así que... digamos que quiere matar dos pájaros de un tiro.

—Pues... —vuelve con los vegetales sobre la tabla —ella tiene razón sobre ambas cosas... ¿Aun no supera lo de Sasuke?

—Fue un golpe duro para ella, para todos... Sakura san tampoco a dejado ir las pertenencias de su esposo.

—Y eso debe hacer las cosas aún más difíciles para Sarada... —exhala un suspiro —no es la intención de su madre lastimarla, Sakura realmente lo amaba, el perderlo la tomo totalmente por sorpresa, tú mismo fuiste capaz de ver lo trastornada que estuvo al verlo morir.

—Lo sé. —suspiro —Pero bueno... todo va bien con Sarada, por le momento se esta quedando en casa de Choucho, y... estoy pensando seriamente en lo del apartamento.

—Bueno —sonríe con calma —algún día debías volar.

Entre mi diversión me levantó para dejar mis platos en el fregadero dejándolos remojar, al volver mi cuerpo me inclino sobre mi madre abrazándola por los hombros y depositando un beso en su mejilla.

—Mitsuki dijo que venía en un rato para acompañarte por el regalo de Hima, —informa con calma —deja esos platos ahí y ve a encontrarlo antes de que llegué.

Mi risa sale —Ese tipo siempre va un paso delante de mí.

—Es bueno saber que tienes a tan buen amigo —expresa con una sonrisa tranquila.

—Lo sé... —vuelvo a besar su mejilla —bueno... —apartándome voy en camino a la puerta —me voy yendo mamá.

—Nos vemos en la academia ¡Ve con cuidado!

Luego de colocarme los tenis abro la puerta y puedo admirar a Mitsuki sonreír como de costumbre; a veces pienso que no siempre carga esa sonrisa como nos hace ver; ambos nos sonreímos.

—Buenos días Boruto. ¿Ya estás listo? —expresa con los ánimos medios de costumbre.

—Claro —rodeo sus hombros mostrándole mi mejor sonrisa —vamos por ello hombre, pero dime... —me inclino sobre su hombro — ¿Qué piensas regalarle a Hima?

Nuestro caminar comienza con tranquilidad mientras él se niega a decirme lo que piensa regalarle a mi hermana, al comprar los Kunais él me felicita por la calidad de mi regalo haciéndome olvidar por un segundo el tema de su regalo misterioso.

—Sarada me los recomendó, dijo que eran muy buenos así que termino convenciéndome.

—Parece conocer bien los gustos de Himawari —comenta sonriente.

—Acostumbrar unirse mucho para poder atacarme así que deben conocer bastante de la otra... oye... —algo incomodo me inclinó hacia él con seriedad — ¿Qué tal ha estado tu padre? No lo he visto por aquí últimamente.

—No se encuentra muy bien de salud... —disminuye levemente su sonrisa —esta en su laboratorio descansando.

—Mmm... —doy un asentimiento —disculpa que siempre te bombardee con preguntas sobre él, pero ya sabes Mitsuki, el pasado no siempre se queda en el pasado.

Él sonríe como si nada hubiera de molestarlo y simplemente tiende su mano al frente invitándome a seguir nuestro camino hacia la floristería de Inojin; la campanilla de la puerta anuncia nuestra entrada y apenas nos observa sonríe de gran manera hacia nosotros.

— ¡Cuñado! —extiende sus brazos, dispuesto a abrazarme.

— ¡Tus bolas! —expreso con molestia esquivando su abrazo y soltando un golpe en su nuca — ¡Deja a mi hermana en paz, pedazo de pedófilo!

—Vamos —expresa dolido —ella ya tiene doce años, además soy un año menor que tú, solo son cinco pequeños años de diferencia —expresa con diversión.

— ¡Vete al demonio, idiota! —entorno la mirada admirando las flores —Prepara un ramo para Hima, ya sabes las flores que le gustan, y para envolverlas... —analizo las envolturas —quizá esa de pandas, si, creo que estaría muy bien.

— ¡Un ramo para la chica más bella está en camino!

La vena de mi frente resalta entre mi enojo, pero simplemente doy un asentimiento sintiendo como Mitsuki me sostiene del hombro deteniéndome de dar un golpe directo a la quijada del rubio.

[Presente]

El retumbar de las piedras sucede en mi dirección y sin previo aviso una serpiente asciende desde la tierra en dirección a mí, doy un salto hacia atrás mientras preparo mi jutsu, pero antes de finalizar la posición de manos puedo ver un Jutsu de agua, una ola se extiende sobre el costado de la serpiente derribándola y arrastrándola al instante... Mitsuki sale de entre el lodo creado por el agua.

— ¡Boruto! —pronuncia con preocupación en el rostro — ¿Estás bien? —avanza con rapidez analizando mi cuerpo desde la lejanía.

—Yo... —Dirijo la mirada a mi familia.

Al seguir mi mirada puede comprender lo que me sucede y simplemente agacha la vista exhalando un suspiro comprensivo a mi perdida, sin más que hacer se acerca tomando mi brazo para ayudarme a ponerme de pie. Sus ojos me miran de frente.

— ¿Confías en mí? —analiza mi duda ante esa pregunta —Necesitamos salir de aquí cuanto antes... —hace un juego de manos invocando una serpiente blanca delante de nosotros —ella ocultará los cuerpos de tu familia, pero para eso necesita ingerirlos.

Sin tener claro nada solo termino asintiendo a sus palabras, él vuelve la mirada a la serpiente y da un asentimiento para posicionarse frente a mí haciéndome cubrir mis ojos contra su hombro, pero aun así puedo ver como la serpiente los engulle. Él me aleja por la mejilla y al segundo centra mi mirada en la suya mostrando total seriedad.

—Tenemos que irnos.

Con mi asentimiento me guía a la serpiente, él da la señal y ambos avanzamos estando sobre ella mientras detrás de nosotros permanece un camino lleno de destrucción, mi mirada vuelve apenas saltamos el muro del lugar en el cuál nací... ahora solo hay escombros y miles de cuerpos.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Holaaa *añadan Stich saludando*

¡Buenas! Nueva historia aquí, esto estuvo en mi borrador un buen rato y solo me dieron ganas de sacarlo porque desde hace dos días en Pinterest me salen cosas de Mitsuboru tentandome a crear una historia.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top