Capitulo 10 Confesiones
Jade
¡Oh diosa luna! ¿Qué he hecho?
Es mi más grande pensamiento cuando mi vista se despeja del sueño y me percato donde estoy y con quien. Soy de lo peor, me acosté con un hombre prometido, bajo la bruma del calor del acoplamiento.
Nunca me imagine perder mi virginidad de este modo, tampoco creí que sería capaz de entrar en celo y peor nunca me creí capaz de revolcarme con un hombre ajeno. Pero demonios si he criticado y satanizado a mi madre por acostarse con otros hombres.
No soy tan diferente a mi madre como siempre creí.
Fijo mi vista por última vez en el, quien yace tan tranquilo descansando mientras yo me rebano el cerebro. Salgo de la cama y corro hacia la habitación donde me estoy quedando, me siento tan mal porque fui yo quien le insistió y cedió para ayudarme. Soy una idiota.
En el espejo del baño se refleja una mujer completamente satisfecha en el ámbito sexual, marcas de sus besos destellan en mi cuerpo, aunque lo que no puede reflejar es lo horrible que se siente no estar satisfecha en otros ámbitos.
Mis ojos se aguan. No voy a llorar, no voy a llorar. Una traicionera lágrima sale campante como toda una rebelde.
- Aishhh.- con mi palma abierta golpeo mi frente, dejo todo pensamiento atrás y entro en la ducha para que como corre el agua de esa manera fluyan mis problemas.
¡Ojala fuera tan fácil!
Siento una mano recorrer mi espalda, mi cuerpo se estremece reconociendo quien es y su aroma llega a mis fosas nasales. Me volteo hacia él quien me brinda una sonrisa que no puedo corresponder.
-¿Qué haces aquí?- su sonrisa muere en su rostro, ahora su ceño fruncido me observa expectante.
- No te entiendo.
- ¿No me entiendes Axell? Lo de anoche fue un er...- me interrumpe colocándome su dedo índice en mis labios.
- No digas que fue un error, por favor. Si quieres miénteme pero no lo digas. – suspira triste.- Sabia que esto sucedería por eso quería ir despacio, pero vi tu sufrimiento y solo quise...
-Ayudarme ¿no? Te lo agradezco pero...
- shhhh, déjame hablar, solo escucha ¿quieres?- me observa esperando respuesta.
- Está bien, hablaremos abajo. ¿Ahora podrías permitirme terminar de ducharme?
Asiente saliendo del baño, dejándome con el murmullo del agua. Salgo de la ducha, me visto y luego de calmar en gran medida mis nervios desciendo al primer nivel, donde ya se encuentra un distraído Axell cocinando.
- Siéntate ya sirvo el desayuno.- dice esto mientras lo coloca en unos platos, hago lo que me pidió.- Espero sea de tu agrado.
- Gracias.- sonrío al ver el café que me preparo. No me hagas esto Axell, cada detalle me enamora.- Bien, ¿Qué es lo que quieres decirme?
- Todo.- dice mientras revuelve su desayuno, suspira y me mira directo a los ojos.- Desde que nací, mi abuelo tuvo una visión del futuro de Axell y el mío. El día de nuestra presentación a la manada delante de todos los presentes conto por primera vez como todos lo llamamos "La Leyenda", muchos éramos reacios a creer esto. Pero también la reina de los brujos coincidió con él. Y desde que cumplimos los tres años mi abuelo nos contaba esto, siempre pensé era un cuento inventado. Pero me equivoque.
Me quede callada mientras el proseguía.- Siempre me dijo que tendría dos mates, pero que solo una seria la correcta. Cualquiera diría que fácil, solo elige una. Dije que la primera que encontrara me quedaría con ella, puesto que la otra sería difícil dar con ella.
- ¿Por qué sería difícil dar con ella?
- Porque el olor de la primera contrarrestaría el aroma de la otra. Y el día de mi cumpleaños encontré a Kendra, seguí el plan como tenía previsto. Pero todo se ha dado de manera diferente a lo que tenía pensado.
- ¿Qué cambio?
- Pues que una joven hermosa con unos ojos verdes se engancho en mi corazón. Desde que te conocí Jade, no has salido de mi mente y no entendía el por qué. Hasta que Luc me ilumino, y entendí que debía tomar una decisión. Hable con Kendra y rompí el compromiso, no podía estar con ella por obligación a que es mi mate y siéndole infiel con el pensamiento.
- ¿Rompiste con Kendra?- estaba en shock.
- Si, decidí conocer a mi otra mate. La elegí a ella.
- Entonces ¿sabes quién es tu otra mate?
- Si. Jade quería hacer todo tan diferente, no hay excusas que valgan que puedan...
- Axell, en este momento me acabas de alegrar la mañana. Emmm aunque suene egoísta agradezco que no tengas compromiso, me sentí fatal pensando en que habíamos engañado a Kendra. Puedo respirar tranquila. Y no te preocupes, soy de las que cree que lo que va a suceder sucede.
- No quiero que vuelvas a pensar que estaría contigo estando con otra.
- Pero me besaste aquella vez en el arroyo.
- Si, tienes razón. Pero ¿sabes algo? Todo contigo es tan diferente, nunca he estado con Kendra como contigo.- no entiendo porque escucharlo decir esto provoco que mi corazón saltara de felicidad en mi pecho.
Mi sonrisa estaba adornando mi rostro hasta que volvió hacer su entrada el calor. Que ya comprendo porque le llaman calor. Sabiendo lo que se, ya todo es diferente me había planteado mantener mi mano lejos del cuerpo de Axell, pero sabiendo que está soltero no hay nada que nos detenga. Ya cruzamos esa línea anoche de no retorno, después que termine el calor me alejare de él.
Me acerco a él colocándome en el espacio entre sus piernas, subiendo mis manos por su brazo hasta sus hombros escuchando su pecho vibrar. Sus ojos se convierten en negro, con mis manos en su cuello lo inclino para impactar nuestros labios en un necesitado beso.
No sé qué sucede conmigo cuando estoy cerca de él, mi cuerpo cobra vida y no conozco timidez que impida que tome de él lo que mis sentidos gritan con desespero. Soy totalmente desinhibida cuando se trata de él, solo él. Siento como si lo conociera toda mi vida.
Sus labios descienden a mi garganta chupando y succionando, su cabello sedoso se escurre en mis dedos su boca vuelve a poseer la mía, no puedo contener los gemidos que se desbordan de mis labios. Se pone en pie y me alza me aferro con mis manos en su cuello y mis pies en su cintura. Camina no se hacia donde hasta que siento mi espalda constatar con algo suave y cómodo, dándome cuenta que estamos en el sofá de la sala.
Con sus caricias y sus besos van desapareciendo nuestras prendas de ropas, su habilidosa boca tiene un poder hechizante en mí. Se concentra en mis senos lamiéndolos, succionándolos y haciendo que cada toque suyo me lleve a una espiral de emociones que me tienen delirando de deseo. En este momento estoy pérdida disfrutando de sus toques sin aguantarme los sonidos que se desprenden de mí.
Con su boca emprende un camino, dejando besos húmedos y chupones mientras va bajando, en mi abdomen, mi bajo vientre hasta llegar a mi clítoris. En ese lugar se desvive dándole atención cada parte de mí, su lengua hace maravilla justo en el lugar donde mi excitación se incrementa. Sus dedos hurgan en mi centro curvándose y tomando un ritmo que me hace delirar, ese remolino de pasión crece en mí bajo vientre extendiéndose en todo mí ser. Me corro sin poder evitar gemir su nombre a voz suelta. Pero eso no lo detiene quien continúa saboreando y succionando, mientras mi pecho sube y baja.
Sube hasta conectar con mi rostro, me besa y no me importa nada. Intento hasta que estoy sobre él y el yace acostado en el sofá. Mi boca hace el mismo recorrido que la suya hizo en mi cuerpo, me deje guiar de su experiencia y mis instintos. Sus jadeos y gemidos fueron mi recompensa de que lo estaba haciendo bien, hasta que me detuvo y me halo hasta estar a horcajadas sobre él, mi entrada rosando su miembro y nuestros labios unidos, justo como en este instante nuestro cuerpo se unió.
Nuestras caderas se movían al unísono, el choque de nuestros cuerpos era una melodía tan malditamente sexual que encendía nuestro fuero interino. Con cada movimiento podía sentir esa unión de dos cuerpos, pero algo se sentía diferente y surreal. Nos dejamos llevar del momento, olvidándonos de todo nuestro alrededor solo éramos el y yo conociéndonos de una manera diferente.
Se sentó conmigo aun sobre el cabalgándolo, sintiendo como en ese momento se comenzaba a construir un orgasmo abrasador. Su boca chupa y mordía mis senos, sus manos estaban en mis caderas ayudándome con el movimiento. Por mi parte mis uñas se arrastraban por su espalda, su ronroneo era constante y me encantaba escucharlo, sin duda porque sabía que era por mí que estaba ronroneando y gruñendo. Todo el placer que sentía concluyo en un maravilloso orgasmo que con sus olas llevo mi alma a otra dimensión, con varios embates mas Axell llego al clímax corriéndose en mi interior.
Sus manos ascendieron de mis caderas hasta mis costados aferrándose a mí en un abrazo donde las palabras carecían de sentido. Aun no encuentro palabras que describan lo que acabamos de vivir, todo fue tan intenso. Mis manos no querían dejar de acariciarlo, se acostó en el sofá nuestros cuerpos unidos.
No tenía fuerzas para alejarme de el, y tampoco es como que quisiera hacerlo. Comencé a acariciar su pecho que seguía emitiendo ronroneos y gruñidos, que me empezaban a gustar demasiado.
Perdí la noción del tiempo, parecía como si nuestros cuerpos no quisieran separarse. Y nuestras manos quisieran memorizar cada parte del otro.
Axell
No hay palabras que puedan definir como me siento en estos momentos, decir que estoy feliz es pecar de ingenuo. Quisiera detener este tiempo a mi favor, y no dejar que nada ni nadie arruine este momento.
Se me ocurre algo para pasar más tiempo con ella.
-¿Jade?
- si.- dice con su voz ronca.
- Me gustaría llevarte a un lugar que se que te gustara. ¿Vienes conmigo?- solo ruego que quiera ir conmigo, hace días que he querido llevarla pero por temor a estar a solas con ella no lo hacía.
- si, por supuesto.- levanta su rostro y me observa con esa sonrisa que me vuelve loco. No puedo aguantarme y le robo un beso.
- Pues vamos a vestirnos.- digo mientras me levanto con ella en brazos, subiendo las escaleras dejándola en su habitación para que se vista.
Una vez en mi habitación busque mi bolso y saque un chándal con un T shirt azul eléctrico. Me encamino hacia su habitación encontrándola con un vestido verde, y alisándose el cabello. Su mirada se posa en mi y deja el cepillo para encaminarse donde me encuentro.
- Ya vámonos.- sonríe emocionada al parecer le causa alegría salir de esta cabaña. Tomo su mano y esa corriente se dispersa por nuestros cuerpos, no decimos nada y bajamos al primer nivel en silencio.
- Espera voy a tomar unas botellas de agua.
- Está bien.
- Vamos.- le abro la puerta y sale, cierro detrás de mí. Empezamos a caminar y su mano se engancha en mi brazo. Con el mínimo toque mi lobo ronronea feliz.
- ¿Ese lugar está lejos?
- No está muy lejos, en forma lobuna llego más rápido pero caminando pues nos tomara por lo menos media hora.
- ¿Qué? Eso de caminar no es lo mío, pero bueno.
- Si quieres puedes cabalgarme.- su mejilla se colorearon, frunzo el ceño hasta que entiendo.- no de esa forma, aunque por mí no hay ningún problema.
- Cállate.- me pego en el hombro mientras reía.
- Que dices. Puedes montarte en mi lomo, harías a mi lobo feliz.
- Está bien.
Me quite la ropa y se la entregue, me convertí en lobo y su sonrisa se ensancho. Paso su mano por mi pelaje y yo me deje hacer.
- Eres precioso.
Le hice seña para que se subiera, me senté para que fuera más fácil para ella. Cuando sus manos se aferraron a mi cuello, me pare en mis patas y comencé a correr, recordando el camino. Pare en una roca, me volví a acostar para que pudiera descender.
Cuando sus pies tocaron el suelo volví a mi forma original, me paso la ropa dándose la vuelta para que me vistiera. Sonrío porque cuando esta bajo el efecto del calor no tiene ni una pizca de vergüenza.
Ya listo tomo su mano y la dirijo hasta el rio, sus ojos recorren el paraíso que se extiende delante de nosotros.
- ¿Te gusta?
- Si, es precioso. Gracias.
- Vamos a bañarnos.
- ¿Qué? Pero no traje...
- Puedes bañarte en ropa interior o desnuda por mí no hay problema.- le guiño un ojo y me desnudo ante su mirada perpleja, encaminándome hacia el rio.
Luego de unos minutos de cavilar se despojo de su vestido quedando en ropa interior, entrando al agua.
- Últimamente paramos más desnudos que vestidos.- me encojo de hombros.
- Así es que se para en el tiempo del calor, la ropa dan alergia.
- Nunca pensé que experimentaría esto. Pero es como demasiado intenso.
- La primera vez siempre es así, es más intenso que las que le siguen. Aunque cuando encuentras a tu mate y las marcas todo se vuelve aun más intenso.
- Siempre me he preguntado si seré capaz de identificar mi mate y mi único, y ahora que he entrado en celo pienso que todo es posible. – por primera vez llega esa posibilidad a mi mente, y ¿si ella encuentra su mate y no soy yo? creo que la perderé para siempre, porque es un lazo demasiado fuerte solo espero que la diosa luna nos ilumine.
- ¿Cómo esperas que él sea?- sé que estoy haciendo trampas.
- Te voy a confesar algo, no tengo un tipo de hombre ideal, ni una lista interminable de actitudes, cualidades que debe de poseer. ¿Para qué? si a veces la diosa luna o la luz de los demonios rompen con ese esquema dándote lo que te hace falta.- resopla.- Lo único que si pido es que ese alguien ame a su familia, pero sobre todo a su madre y que sea mi complemento.
- ¿Por que sobre todo a su madre?
- Porque si ama a su madre con locura, sé que me va a respetar y me va a amar. Pero alguien que denigre, menosprecie y maltrate su madre quien le dio la vida, ¿que no intentara hacer conmigo?
- Tienes razón. Aunque hay algunos que pueden llegar a amar a su madre y ser unos psicópatas.- me acerco a ella, nuestros alientos chocando.- Yo cumplo con todos esos requisitos.- sus posos verdes me miran extrañados, sonrío uniendo nuestros labios para acallar cualquier palabra que quiera proferir. En este beso le demuestro lo que todo mi cuerpo siente, sus manos se aferran a mí mientras la pego más a mi cuerpo.
Solo soy consciente que no sé como haré para no marcarla.
***
Hola, espero les guste. Me disculpo tenia el capitulo para subirlo ayer, pero tuve inconvenientes con mis redes sociales. Tanto Instagram como esta red. Ya esta solucionado.
CelesteFer✍
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