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Este nuevo año había empezado, los nuevos alumnos de primero daban sus primeros pasos en la preparatoria dando unos pasos suaves y tanteando el terreno en el que serian protagonistas por tres años, saludaban a sus compañeros sea de cualquier salón. Los de cursos superiores, en cambio, solo se saludaban entre ellos, contaban como habían sido sus vacaciones y ayudaban a sus kohais por si se perdían y no sabían en qué salón o piso se encontraba cada cosa.

Ese año los del equipo de voleibol coincidieron en que tanto los de tercero como los de segundo serían los encargados de entregar los folletos a diestra y siniestra a todo chico o chica que se les acercara, siendo nueve los que repartían todos los folletos y dos de ellos, Oikawa y TN, quienes anotaban los nombres de los posible nuevos participantes.

La decisión de poner a los dos chicos juntos fue más que nada para ver cómo se relacionaban juntos y ver si en algún momento los dos se daban cuenta de lo enamorados que estaba el uno con el otro. Además de que así los chicos y las chicas no los atacarían siendo Iwaizumi el que los salvaba (de distintas formas) de que fueran aplastados por una pila de mujeres u hombres.

Oikawa, a su vez, no podía hacer actividad física por el simple hecho de que se doblo la rodilla al haberse sobre exigido durante sus entrenamientos en vacaciones, al enterarse sus compañeros de la condición de su capitán no pudieron ocultar su enojo hacia él. Aunque no les guste el era su base para conseguir todos sus logros.

Solo quedaron dos chicos para ocupar los puestos que quedaron vacantes, dos de los de tercero conocían a los nuevos reclutas, estos parecían ser buenos, si no fuera por los nervios que mostraba uno de ellos y que el otro tenía una aptitud y cara de que le importaba un rábano todo. Ese si iba a ser un año interesante en todo sentido.


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El entrenador se había pasado. Aceptar un partido de un día para el otro sin avisar a nadie y sin la estrella del grupo para toda la escuela fue un acto suicida. Si no fuera que los jugadores sabían las verdaderas razones detrás de esa decisión ellos también considerarían que él estaba loco.

Resulta que el profesor de la preparatoria que iba a venir era sumamente insistente, desde que empezó el año (hace poco más de un mes) los llamaba dos veces al día pidiéndoles un partido amistoso. Claro está el entrenador y profesor se negaron enseguida, pero gracias a la insistencia y acoso que recibían de éste decidieron hacerle caso y aceptar un amistoso. ¿Qué era lo peor que les pasaría?

Mientras la chica terminaba de ordenar las toallas que utilizarían para ese amistoso pensaba en su primo que lo vería dentro de unos minutos, esperaba que mostrara un buen partido. En eso por la puerta apareció unos sujetos de mediana estatura, uniforme militar Japonés y un aura que inspiraba terror y miedo a todos los que los miraba. La chica identificó a los amigos de su primo pero no a este, soltó un suspiro de felicidad, lo ultimo que quería ver es a su amado primo como un enemigo. Se acercó hacia el adulto a cargo y Sawamura.


Narra TN


Entrenador: mucho gusto en conocerlos, esperamos que sea un buen partido- le extendió la mano al profesor quien correspondió al gesto sonriéndose.

Sawamura: TA-san, espero que nos divirtamos en este partido- sonrió a la chica y dio un apretón de manos a Iwaizumi, quien hizo lo mismo.

TN: lo mismo digo- sonreí hacia el chico, saludé a Sugawara y se acerco a la única chica de ellos para conversar un poco, no somos muy cercanas pero nunca hace mal conversar con distintas managers para saber lo que hacen en otras escuelas.

El partido comenzó, ese chico de estatura baja colorado hizo una serie de errores que consiguió que nuestro equipo ganara el primer tiempo, realmente era gracioso como Kageyama se las arreglaba para asustar más al menos, era tierno, pero no por eso lo dejaba de ver como un enemigo, así que me dedique a verlo como tal.

TN: tengan cuidado en el segundo tiempo- les dije a los de tercero- parece que el colorado es muy bueno, si no no lo pondrían en esa posición- dije sin sacar la mirada de ese chico que recibía regaños por parte de todos.

Iwaizumi: me di cuenta que salta bastante alto, fue por culpa de una equivocación suya que me di cuenta- dijo tan serio como siempre, los otros dos asintieron, tratarán de bloquearlo como pudieran.

El segundo tiempo fue la recuperación para esos cuervos. El colorado si que se lució, sabía que haría algo para hacerlo, pero de esta forma... sin duda que es bueno. No importa los esfuerzos que hicieran los chicos, simplemente esa pareja siempre se adelantaba a lo que hacían terminando con un marcador a favor de ellos. Pero entonces fue cuando sucedieron dos cosas que me hicieron que hubieran grito de chicas espectadoras y la cara de miedo de Kageyama.

Entrenador: oh, Oikawa, ya llegaste, ¿Cómo se encuentra tu pierna?- sonrió de medio lado mirando al chico con una sonrisa torcida.

Oikawa: esta perfecta. Ya puedo entrenar con regularidad- dijo sonriendo socarronamente, para después sonreír con normalidad a la chica quien correspondió el gesto algo sonrojada.

Después de una reprimenda por parte del entrenador, tratar de intimidar a Kageyama y de que varias chicas tratarán de llamar la atención del chico, recibiendo solo una sonrisa pequeña y un saludo con la mano. Fue el turno de que calentara un poco apartado de la cancha.

El partido siguió estando a favor de Karasuno hasta que cuando llegaron al 25-21 no pudieron evitar, los que llevaban la ventaja soltar una queja al ver que ingresaba Oikawa siendo el que sacaba. Su saque fue tan brutal que al pobre chico de lentes solo pudo desviar un poco el tiro y resultar herido en el proceso. Oikawa consiguió meter dos puntos gracias a sus saques, pero para demostrar su poder y manejo con la pelota dejó que ese chico de lentes pueda levantar y gracias a ese colorado consiguieron el ultimo punto que necesitaban para que Karasuno ganara ese encuentro. Pero a la vez, ellos se fueron con un sabor amargo, seguramente si ese tipo hubiera estado desde el principio no hubieran ganado.

Cuando los chicos se fueron los de Aoba Joshai siguió entrenando, Oikawa e Iwaizumi conversaban y peleaban a la vez, los demás estaban empezando a guardar todo lo que utilizaron en ese día, la chica iba de un lado a otro tratando de que las personas salieran del gimnasio y empezó a guardar las botellas y toallas en una bolsa que dejaría en la lavandería de la escuela, una vez que estaba todo terminado espero a los chicos para poder cerrar el lugar e irse a su casa a prepararse para todo lo que tendría que hacer en ese año siendo la manager del equipo.

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