Cuarto capítulo

Cuarto capitulo: Promesa.

Las personas le decían que una de sus características más notables era su tranquilidad, como lograba mantenerse en calma ante la adversidad, era una cualidad que no muchas personas tenían y él había tenido la fortuna de contar con ella.

Pero en ese momento solo pensaba "A la mierda la calma".

Podía tolerar que hablaran a sus espaldas, después de todo nada de lo que dijeran podría afectarlo porque solo se quedaban en eso, en comentarios vacíos de su persona, pero que intentaran humillarlo en público era algo que sobrepasaba los límites, incluso los suyos.

—¿Qué es lo que estás tratando de decir? —mencionó con voz fuerte.

Pudo notar como el resto de sus compañeros se mostraron sorprendidos ante su respuesta, HyungWon siempre había sido callado y nunca hablaba más de lo necesario, incluso el chico que había lanzado aquel comentario se mostró algo sorprendido, pero rápidamente cambió su expresión a una más seria.

—Si tienes algo que decirme ¿Por qué no me lo dices ahora y sin tanto rollo? —dejó su mochila en su asiento con firmeza y quedándose de pie al lado de su pupitre. —Vamos.

—Lo que tenía que decirte ya te lo dije, si no lo captaste eso es problema tuyo —él le respondió, con un tono altanero, sin embargo, tampoco se había movido de su lugar, sentando en una de las mesas con sus manos hacia atrás haciéndole apoyo.

—¿Y a ti en que te afecta con quién salga y con quién no? —sus cejas ya se habían unido y su ceño estaba fruncido, claramente molesto. —Si el hombre mayor que me paga todo no es tu papá no veo porque tendría que afectarte.

Los demás murmuraron sorprendidos, nuevamente, pues esa era una nueva faceta de HyungWon que nadie conocía. El contrario también tenía sus ojos bien abiertos en una expresión de sorpresa e indignación, el resto de su grupo estaba callado, incluyendo a SeHun, que cuando HyungWon le dio una mirada rápidamente agachó la suya y se concentró en la envoltura de dulce que tenía entre sus manos.

—Déjenme en paz de una vez —sentenció por último esta vez tomando asiento en su pupitre, el resto siguió como si nada y eso le tranquilizaba, ya que de repente se sintió nervioso al ver lo que había hecho. Antes no hubiera creído poder enfrentarse a ellos, pero ya se habían burlado lo suficiente de él a sus espaldas como para que ahora quisieran hacerlo de frente.

La maestra llegó unos minutos después algo apurada y disculpándose por el retraso, la clase comenzó por suerte en calma y así transcurrieron el resto de sus clases. Después de esa clase no tuvo que volver a verlos en todo el día así que estuvo mucho más tranquilo, aunque aún le hacía ruido que el rumor que estaba saliendo con un hombre mayor se esparciera tan rápido por la universidad.

Por más que le gustaría, él no salía con WonHo, era la primera vez que él lo invitaba a algo y para ser sincero había sido una de las salidas más extrañas que había tenido. Sin embargo, no podía dejar que ese rumor falso empezara a rondar por toda la universidad, era de mal gusto y dejaba mal imagen de WonHo que nada tenía que ver eso.

Sin embargo ¿Cómo fue que ellos se dieron cuenta? Literalmente solo habían salido una vez, en la noche, las probabilidades de haberse encontrado a alguien conocido no eran muy altas, y si lo fueran, la probabilidad de que exactamente fuera SeHun o alguno de su grupo era mucho más baja. No quiso darle mucha vuelta al asunto, aunque de vez en cuando se quedaba sentando en su silla mirando a un punto sin especificación mientras estaba en su viaje astral, como le llamaban sus compañeros cuando le veían de esa forma, seguía pensando en cómo era posible que ellos se enteraran tan rápido.

A la hora de salida se los encontró nuevamente, no pasando por desapercibido la mirada de disgusto que le dieron, pero él no se quedó atrás y les devolvió la misma mirada, acelerando su paso seguidamente. No pensaba dejarse intimidar, no era la misma persona de primer año, había aprendido su lección y sabía que con ese tipo de personas ser alguien amable y condescendiente no era una buena opción.

Se bajó del autobús cuando estuvo en la parada cerca de su casa y de allí comenzó a caminar hasta su hogar, a la mitad de su camino no pudo evitar dar una mirada al hogar que sabía pertenecía a WonHo, desde su salida él no había vuelto a la panadería y no sabía si eso debía preocuparlo. Por una parte, pensaba que la cita había sido un fiasco y él no quería volverlo a ver en su vida, pero por otra parte pensaba que estaba tan avergonzado como él porque a pesar de todo se había divertido mucho a su lado.

Si le daba más vueltas al asunto más le afectaría, así que lo mejor era ignorarlo y continuar.

Bueno, eso quisiera, porque ese hombre en serio le gustaba mucho y sentía preocupación por su falta de presencia, pero necesitaba disimularlo o quedaría como un desesperado. Cuando llegó a casa saludó a sus padres usualmente y nuevamente ayudó en la vitrina, teniendo la mínima esperanza de que WonHo se apareciera allí y esta vez sí contaba con unos sabrosos panes de coco que estaban recién salidos del horno, pero de nuevo él no había aparecido y no pudo evitar sentirse algo triste por ello.

Cuando llegó su hora de dormir procuró humectar su piel muy bien antes de hacerlo, así que ya con su pijama puesta estaba aplicando su crema facial, le gustaba cuidar su piel ya que esta solía ser muy sensible y desde pequeño sus padres le habían enseñado la importancia de cuidarla correctamente. Estaba listo para irse a dormir, sin embargo, apenas apagó la luz ruidos en la ventana de su balcón empezaron a escucharse, sonaban como pequeñas piedras contra la ventana, se asustó inmediatamente y decidió ignorar el sonido, sin embargo, este siguió y la curiosidad logró ganarle, así que se levantó de cama y caminando de puntas por el frío suelo.

Tan pronto se acercó a la ventana los ruidos se detuvieron, lo cual le extrañó, pero aun así quiso ver si alguien se encontraba allí, así que retirando lentamente sus cortinas blancas asomó uno de sus ojos encontrando rápidamente una figura masculina de pie frente a su ventana y recargado en el barandal. Fue inesperado, así que su reacción normal fue dar de inmediato un grito soltando las cortinas, era inevitable no asustarse al verlo tan cerca suyo, su figura no se notaba por las cortinas y no entendía como podía ser eso posible.

Su corazón latía fuertemente, sin embargo, con el paso de los segundos sus latidos fueron mermando y con pasos lentos nuevamente se dirigió a su balcón. Él seguía ahí, de pie, con su cabello oscuro y su flequillo caía sobre su rostro con las puntas de su cabello rozando sus ojos, vestía con su usual ropa oscura solo que está vez llevaba un saco cuello tortuga junto a una chaqueta de cuero color caqui.

Lentamente abrió toda la cortina mostrándose ante él, WonHo continuaba con su mirada sería sobre cada uno de sus movimientos, no se movió ni un centímetro incluso cuando deslizó el cristal para salir al balcón.

—¿Qué haces aquí? ¿Cómo subiste?

El mayor no le respondió inmediatamente, primero dió una mirada por sobre su hombro al vacío detrás del barandal —: Es un segundo piso, no es tan alto ¿Sabes?

HyungWon se acercó a mirar por el barandal también y aunque en efecto no era muy alto, si estaba lo suficientemente alejado del suelo como para necesitar subir con una soga o una escalera, y allí no había ninguna de esas dos.

—Necesito tu ayuda.

—¿A esta hora? Son las once de la noche —tan pronto como lo dijo se abrazó a sí mismo sintiendo el frío nocturno colar por sus ropas.

—Solo salgo de noche —él le respondió con simpleza. —Necesito que me digas todo lo que sepas de los Mon Scouts.

—¿En este preciso instante? Es tarde, mis padres pueden despertar y...

—Si tus padres fueran a despertar lo habrían hecho hace mucho tiempo, solo dime sí o no.

HyungWon mordió el interior de su mejilla, mirándolo con duda, sin embargo, minutos después le pidió unos minutos para poder colocarse algo de ropa. Lo dejó allí fuera mientras iba de nuevo a su armario, aunque le dijo que no demoraría lo cierto es que estaba rebuscando sus mejores camisas, estaba avergonzado de que recién lo viera en su pijama térmica verde y en ese caso quería al menos verse presentable cuando tuviera otra ropa. Al salir de nuevo al balcón él ya estaba en el piso de abajo, mirándolo pacientemente.

—¿Cómo piensas que baje?

—Salta.

—¡No puedo saltar! Podría romperme algo —se sujetó al barandal mientras seguía analizando el alto, nunca se había puesto a pensar que tan alto estaba su balcón del suelo, y lo único que sabía es que si saltaba tenía la probabilidad de lastimarse un tobillo o de lastimarse un brazo si caía mal.

—Entonces yo te atraparé.

Así de sencillo se lo había dicho, como si no tuviera idea de la revolución que aquellas palabras crearon en HyungWon, sintiendo sus mejillas sonrojadas y sus orejas calientes. Él estaba allí abajo con los brazos extendidos en espera suya, así que HyungWon decidió confiar en él y cruzar una de sus piernas por el barandal. Una vez que estuvo al otro lado del barandal se sostuvo con fuerza, estaba de espaldas a WonHo por lo cual su salto sería como un ejercicio de confianza.

—¿Qué esperas? Salta.

—N-No puedo, no sé si me vas atrapar —susurró, pegando su pecho más al barandal de metal mientras respiraba agitadamente.

—Si no te fuera a atrapar no estaría aquí perdiendo mi tiempo, confía en mí, estoy justo detrás tuyo.

—¿Y si no logras atraparme? —su voz estaba temblorosa por el miedo que repentinamente sentía.

—Eso es imposible, hazlo, salta y no perdamos más tiempo.

HyungWon apretó sus ojos levemente, había sido un estúpido en primer lugar por haberle hecho caso ¿No podía escurrirse por su casa hasta la puerta de entrada? ¿Qué necesidad había de saltar desde su balcón como si fuera un ladrón? En fin, en su defensa argumenta que la situación lo había llevado a cometer esa decisión tan estúpida, no tenía nada que probarle a WonHo pero por alguna razón quería sentirse como un chico rebelde por primera vez en su vida.

—O-Okay... Allá voy —dicho eso se separó del barandal hasta que solo sus manos estaban de apoyo allí, si las soltaba caería. —No me dejes caer.

Una vez soltó sus manos un grito escapó de sus labios cuando su pecho sintió rápidamente una presión de vacío al igual que su estómago, pero demoró mucho más en soltarse de aquel balcón que él ser recibido rápidamente por el hombre de abajo. Sus brazos le sostenían de la espalda y de sus muslos a un estilo nupcial, HyungWon aún asustado por la fuerte emoción tenía sus manos en su pecho y al verse en un lugar seguro por inercia llevó sus brazos al cuello contrario en una busca de un mejor agarre.

—Estabas lloriqueando por una ridiculez ¿Viste?

HyungWon parpadeó, de repente sintiéndose avergonzado por la cercanía, sin embargo, ni por ello sentía que quería separarse, en cambio fijó su mirada en el rostro contrario. WonHo parpadeó un par de veces mientras también observaba su rostro, pero fue entonces él quien lo dejó de pie y lo alejó de sus brazos.

—Necesitamos ir al parque con el lago.

—¿Ahora? Debe estar cerrado, no podemos entrar.

—Podremos, solo sígueme —él comienzo a caminar sin darle espera, así que HyungWon obedientemente le siguió el paso aun temblando por la reciente adrenalina de lanzarse desde su balcón. Caminaron por un largo rato en silencio hasta que llegaron al parque, efectivamente la entrada tenía candado, pero WonHo no le mostró mucha importancia y con facilidad logró quitar este tirándolo hacía abajo.

—¿Cómo lo hiciste? —HyungWon jadeó sorprendido, tomando del suelo el objeto de metal que efectivamente estaba roto. Lo miraba por un lado y por el otro incrédulo aún.

—Lo aprendí.

Entraron sigilosamente al parque que estaba completamente vacío, de repente tanto silencio logró que HyungWon sintiera un poco de miedo, así que aceleró el paso quedando más cerca del mayor que aún seguía caminando como si nada —: ¿Esto no es allanamiento o algo así?

—Si ibas a preocuparte por todo no debiste acceder a venir conmigo.

HyungWon calló, prefirió hacerlo antes de seguir diciendo estupideces y continuarlo arruinando, así que cuando estuvieron frente al lago finalmente el hombre mayor lo encaró.

—Necesito que me digas las identidades de los mon scouts.

—¿Qué? —la pregunta era tan repentina y fuera de lugar que no pudo evitar responder con voz alterada.

—Dijiste que sabías todo sobre ellos.

—Pero eso obviamente no incluye sus identidades —jadeó sorprendido. —Absolutamente nadie sabe quiénes son, yo no soy una excepción.

—¿Entonces estabas mintiendo?

—No, no —HyungWon negó. —Nunca te dije que sabía la identidad de los mon scouts, solo sé algunas cosas, como que color les gusta o cuál es su comida favorita.

—¿Eso? Eso no ayuda en nada a mi problema —él bufó, dándose vuelta y zapateando la tierra.

—¿Por qué necesitas con tanta urgencia saber sus identidades? —usó un tono de voz más suave, dándole una mirada curiosa al pelinegro que tenía una mueca molesta en sus labios, de repente al verlo cambió su facción molesta a una algo más afligida.

—Mi vida está en peligro, HyungWon. Necesito saber sus identidades, solo ellos pueden ayudarme.

—¿Q-Qué? —parpadeó asustado. —¿Qué quieres decir? ¿Por qué tú vida está corriendo peligro? ¿Alguien te está persiguiendo?

—Es mucho más complejo de lo que crees. No puedo explicártelo ahora, pero necesito la ayuda de los Mon Scouts, necesito estar de su lado. Por eso si sabes quiénes son te ruego que me lo digas.

—N-No lo sé, de verdad, te lo juro...

Y de nuevo él cambió su expresión a una más seria, dejando a HyungWon helado y con ganas de llorar. Tenía miedo de que la vida de él estuviera en peligro, en poco tiempo se había convertido en alguien muy importante para él, si se sentía mal cuando no lo veía unos días no quería saber que le pasaría si dejara de verlo para siempre.

—Pero yo te ayudaré —inesperadamente tomó la mano contraria, haciendo que el hombre saltara un poco en su lugar por el contacto. —Te ayudaré a averiguarlo, cuenta conmigo.

Su expresión no le dijo mucho, su lenguaje corporal era vago y a veces no entendía si estaba siendo sarcástico o algo así, pero aun así le gustaba. El mayor después de un rato asintió y le mostró algo parecido a una sonrisa, tuvo intenciones de abrazarlo, pero aún no habían cruzado esa barrera y no quería asustarlo.

—Eres agradable, HyungWon.

Sonrío, sintió sus mejillas sonrojarse ante el cumplido, eso quería decirle que estaba haciendo las cosas bien. Usualmente era algo acelerado en el tema de las relaciones, temía tanto que se terminara que quería vivir en corto tiempo lo mejor de la relación antes de que todo acabara. Le pidió a WonHo que lo llevara a casa de nuevo, pues la noche estaba helada y para ser sincero tenía bastante sueño.

—Sabes algunas personas pueden considerarte un psicópata si te apareces en medio de la noche en su balcón —iban de camino a su casa, sus pasos eran lentos a pesar de que el clima helado les empezaba a calar la piel. —No es muy atractivo eso.

—No lo hice para parecerte atractivo, necesitaba tu ayuda en ese momento.

HyungWon calló, más sin embargo no se sintió intimidado esta vez por la respuesta ruda, ya se había acostumbrado un poco a eso. Sonrío levemente y chocó su hombro con el contrario de forma amistosa.

—Yo creo que eres atractivo siempre.

Entonces él lo miró por el rabillo del ojo, no detuvo su caminata y tampoco dijo nada, pero le hizo saber que su comentario le había tomado por sorpresa. Sonrío levemente y no dijo nada más durante el camino, cuando llegaron a su casa él le dijo que en esta ocasión entraría por la puerta trasera, ya que era sencillo burlar la cerradura.

—Recuerda, hiciste un trato conmigo. No lo rompas o tendrás consecuencias.

Su tono fue bastante serio cuando le mencionó aquello, lo cual le causó algo de gracia y soltó una pequeña risa nasal.

—No lo haré, lo prometo —extendió su dedo meñique hacía él, esperando que lo tomara, pero el mayor solo miró su mano con extrañeza y volvió su mirada a su rostro. —No me dejes esperando, sella la promesa conmigo.

Con su característica expresión sería pero un poco más dubitativo levantó su dedo meñique también y rápidamente HyungWon lo envolvió junto al suyo. Le sonrió una última vez antes de despedirse, había un problema con la ventana cerca de la puerta trasera, esta nunca se cerraba bien y fue sencillo correrla, meter su brazo por allí y alcanzar la cerradura de la puerta para abrirla.

Su barrio era muy seguro, así que sus padres nunca le ponían especial atención a cerrar por las noches la puerta trasera con llave o colocar un candado en la ventana. Aunque deberían hacerlo, por precaución más que todo.

Al entrar en casa fue extremadamente silencio, cerrando la puerta de su habitación muy lentamente una vez estuvo dentro, allí pudo prender la luz y cambiarse de ropa nuevamente con mucha más libertad, su estado de humor se había elevado en poco tiempo, cuando se recostó no pudo dormir de inmediato porque en ocasiones una risa tonta se cruzaba en su camino. Aún no podía creer que se había escapado de esa forma de su hogar para ver a WonHo, es que le hacía sentir tantas cosas que muchas veces no pensaba bien las cosas cuando estaba junto a él, pero eso no parecía ser un problema, porque él siempre inconscientemente estaba cuidando de él.

Hacía latir su corazón de una forma diferente.

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me desaparecí
x mucho tiempo
y pido perdón.

en fin, volví a esta
historia porque
es una de las que
más amo, me
gusta mucho
escribir todo
esto tan soft.

pienso yo que
ahora estoy un
poco mejor
organizada con
el tiempo y
traeré las
actualizaciones
en el tiempo
que les había
prometido.

cuídense mucho,
gracias por el
apoyo y nos
vemos en la
próxima
actualización.

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