Extra 2
Dedicado a Darkkuyy, gracias por la preciosa portada 😘
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¿Qué es la felicidad?
Muchos tienen diversos conceptos, distintas opiniones, pero algo en lo que todos concuerdan es en que es algo complicado, demasiado como para comprenderlo del todo.
Hay quienes piensan que la felicidad depende de uno mismo, de lo fuerte que uno sea, de lo valiente, capaz...en definitiva, de cualidades que son dependientes de otros factores que nada tienen que ver con el estado de flujo asociado a la felicidad.
Para otros es el simple hecho de estar en una buena situación económica, o de tener una persona a tu lado que te ame.
A lo largo de los siglos muchos la han buscado, encontrándola en cosas simples, como el hecho de ver sonreír a la persona que amas.
Para Jeon Jungkook la felicidad era escuchar la risa de sus cachorros, observarlos jugar con enormes sonrisas plasmadas en sus caras, ver los hermosos ojos de su omega mirarlo con ese brillo en los ojos, como si su mirada se hubiera adueñado de todas las estrellas, secuestrándolas y haciéndolas una parte más de sus ojos. Y ese tipo de felicidad fue el que siempre había deseado, vivir de forma tranquila junto a las personas que ama, y dejar que ellas sean el centro de su universo, su felicidad.
Porque su familia era su más grande tesoro, uno invaluable que no tenía precio, demostrando esto al notar que tristeza de uno era la de todos, porque cuando su pequeño Jungmin llegaba llorando porque no tenía amigos en clase sentía su corazón encogerse, porque cuando Junghyun se peleaba para defenderlo y llegaba con algún moretón su lobo encolerizado quería matar al responsable. Porque cuando su princesa lloraba por alguna caída el temor de que se hiciera daño le erizaba la piel, porque cuando su omega se sentía inseguro de su cuerpo se quemaba la cabeza buscando las palabras correctas para hacerle ver lo hermoso que era a sus ojos.
Pero así también la alegría de uno era la de todos, como cuando Jungmin llegaba corriendo a sus brazos diciéndole que tenía la mejor nota de la clase, o como cuando Junghyun estallaba en carcajadas con su pequeña hermanita cuando decidían jugar a la guerra de cosquillas, o cuando su omega le sonreía diciéndole que lo amaba más que a nada.
Cada uno de esos momentos pequeños los iba guardando en su memoria, porque todos en su conjunto eran la prueba de que haber escogido a Jimin era lo mejor que había hecho en toda su vida. Porque sí, no se arrepentía de nada, todo lo que sufrieron era necesario para que ahora pudieran disfrutar de su pequeña familia, la cual el día de hoy tenía un motivo más para celebrar.
—Jeon Jungkook ¿acepta a Park Jimin como su legítimo esposo, para amarlo y respetarlo, en la salud y la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, hasta qué la muerte los separe? — sonrió desviando la vista a sus pequeños, que los miraban junto a su abuelo en primera fila; luego miró a su omega, quien tenía la más bella sonrisa de todas y sus ojos cristalizados.
—Acepto —dijo sin dudar.
Tomó sus manos mientras el padre repetía las mismas palabras al que se convertiría en unos segundos a su esposo, apretó sus manos de forma gentil cuando el "acepto" salió de su boca sin titubear.
No esperó un segundo cuando el padre le dijo que podía besarlo, sintiendo su corazón expandirse de la euforia que sentía en ese momento. A partir de ese día, Park Jimin se convertiría en Jeon Jimin, y en su mente eso sonaba tan perfecto, que no pudo evitar besarlo una y otra vez mientras las pocas personas invitadas a su boda aplaudían.
Ellos en su pequeña burbuja se miraban con sonrisas enormes en sus rostros, completamente felices y olvidándose del resto del mundo, ese era su día y lo disfrutarían de la mejor manera junto a su familia y amigos.
—¡Papi! —la pequeña Somin exclamó alzando sus brazos.
Puede que sea sorpresivo, pero hace dos años la vida los había vuelto a bendecir, otorgándole por fin a Jungkook la princesita que tanto quería. Ambos miraron a la niña que alzaba sus manos para que su padre alfa la tomara en brazos.
—Mi pequeña princesa —la apretó, besando su mejillita regordeta, igual a la de su padre omega.
Porque Somin solo había sacado el carácter de Jungkook, pues físicamente hablando, definitivamente era la copia exacta de Jimin. Cabello castaño, ojitos pequeños, mejillas abultadas, labios pomposos, y no nos olvidemos de su naricita de botón.
—Vengan aquí —el omega llamó a sus otros hijos quienes corrieron a abrazarlo.
—El abuelo dice que tendremos que quedarnos con él por dos semanas ¿es cierto? —preguntó Jungmin.
Contrario a lo que ambos creían, todo indicaba que Jungmin terminaría siendo omega. Cuando un suavecito olor a vainilla y canela llegó a la nariz de Jeon se dieron cuenta de que poco a poco su aroma iba cambiando, el niño a diferencia de su hermano había crecido menos, y sus rasgos eran más suaves y adorables.
—Es cierto, papi y yo iremos de vacaciones luego de la fiesta —acarició su cabello con cariño.
—Pero queremos ir con ustedes —puchereó Junghyun.
—No pueden, papá y yo necesitamos tiempo a solas, tal vez le demos un hermanito más —sonrió ladino mirando a su ahora esposo.
—¡Manito! —chilló Somin.
—¡Jeon! —Jimin le regañó con las mejillas rojas.
—¿Qué? Es la verdad.
—Ya no digas tonterías —le golpeó de forma suave.
—Los novios deben ir a inaugurar la pista de baile —dijo Yoongi acercándose junto a su pequeño de tres años, y Jungkook bajó a Somin de sus brazos tomando la mano de Jimin.
Finalmente después de varios años Yoongi y Hoseok pudieron adoptar a un pequeño que perdió a sus padres en un accidente. Ambos incluso lloraron el día que les dijeron que ya podían llevarlo a su casa.
—Aleja a tu monstruito de mi hija, Min —dijo Jungkook viendo como el niño tomaba la manita de su princesa.
—¿Cómo te atreves a decirle monstruito a mi hijo? ¡Acaso no ves esa carita, mi hijo es muy apuesto! —reclamó de forma divertida.
—¡Ya váyanse a bailar! —Jin los empujó a ambos hacia el centro de la pista.
Jeon tomó a su omega de la cintura mientras este pasaba las manos por su cuello, comenzaron a moverse al ritmo de la suave música, hundiéndose una vez más en su propia burbuja.
Los invitados los observaban con ternura, se notaba a kilómetros lo mucho que ambos se amaban. Se besaron una vez más, sintiendo el amor y alegría que ambos transmitían a través del lazo, sus lobos regocijándose contentos en su interior.
Cuando la canción acabó más personas se incorporaron a bailar, todos rebosaban de felicidad, bailando de un lado a otro.
—¿Qué sucede? —preguntó Jimin confundido al ver a Jungkook olfatear el aire para después sonreír.
—¡Vinieron!
Jimin se volteó viendo a Taehyung llegar de la mano de su alfa, quien llevaba a su pequeña en brazos.
—Perdón por llegar tarde Minnie, pero Hye no quería salir hoy de casa —dijo pellizcando las mejillas de su pequeña con suavidad.
—No importa, lo importante es que llegaron —sonrió.
—Bogum y yo les trajimos algo —sacó una cajita pequeña de su bolsillo.
—¡Wow! ¡¿Son boletos para París?! —preguntó Jungkook asombrado.
—Sé que se irán de luna de miel a Venecia, pero este es para que puedan ir con los pequeños luego de que regresen —profirió sonriendo mientras tomaba la mano de su alfa.
—¡Muchas gracias! —Jimin le abrazó.
Con el paso del tiempo ambos se habían hecho muy amigos, incluso se apoyaron entre sí cuando quedaron embarazados, Hye y Somin tenían la misma edad, la primera era mayor que la otra solo por una semana.
Conversaron un poco más hasta que Jimin vió a Jungkook tomar un micrófono y pararse en el centro de la pista llamando la atención de todos.
—Jimin bebé, sé que no fui, ni soy el mejor alfa del mundo. Sé que fui un terco cuando nos conocimos y que te hice sufrir mucho, tal vez no merezco que hoy estés aquí a mi lado, pero si hay algo de lo que puedes estar seguro es de que te amo muchísimo, a ti y a nuestros hijos.
El omega llevó sus manos a su boca sintiendo sus ojitos cristalizados.
—Y te amaré mi vida entera, porque lo que siento por ti es tan grande que no me alcanza una sola vida para demostrarlo. Te amaré todas mis vidas, la siguiente, la otra y la que sigue después de esa, porque si de algo estoy seguro, es de que te volveré a encontrar, te volveré a encontrar porque estamos destinados a terminar juntos.
Jimin corrió hacia él con lágrimas en sus ojos, lanzándose a sus brazos, abrazando su cadera con sus piernas y besando su rostro varias veces.
— También te buscaré en mi otra vida Jeongguk.
Tal vez Park Jimin y Jeon Jungkook no tuvieron la más bonita ni la mejor historia de amor, tal vez en algún universo alterno un pequeño rubio hubiera chocado con el apuesto pelinegro y ambos hubieran sentido el amor a primera vista, quedando de encontrarse algún otro día y tener una primera cita especial. Pero para el Jungkook y Jimin de este mundo las cosas lastimosamente no habían sido tan fáciles, habían derramado lágrimas y sangre, pero no podían arrepentirse de nada, no cuando ambos se agacharon esperando que sus cachorros corrieran hacia ellos para integrarse en un hermoso y cálido abrazo familiar.
Y puede que sea cierto, tal vez no se conocieron de la mejor forma, pero no podían desear nada más, pues su felicidad estaba completa, podían afirmar con seguridad que ya tenían todo lo que necesitaban.
Y aunque te aburras de escucharlas,
aunque te las aprendas de memoria de tanto repetírtelas,
aunque a veces creas que quedarán tatuadas en tu mente de tanto nombrarlas, nunca me cansaré de decírtelo,
te amo, porque para mi, Jeon Jimin,
eres lo mejor que me ha pasado.
Ay estoy triste, en serio le tomé mucho cariño a esta historia, me duele terminarla ya, pero definitivamente Eres mi Alfa llegó a su fin.
Muchas gracias a todas por sus votos y lindos comentarios, de verdad que no tienen idea de lo feliz que me han hecho.
Espero que hayan disfrutado de leer mi historia, y que les haya gustado tanto como a mi.
Muchos besitos a todxs 😘
Nota actual: aún queda otro extra, lo subiré en estos días.
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