—¡Minnie! —voltee al escuchar el llamado de Taemin. Esperaba que al caminar por uno de los pasillos poco recurridos por los demás estudiantes me libraría de encontrame con él—. ¿Cómo estás hoy? ¿Te encuentras bien?

—Taemin todos lo días me preguntas lo mismo —dije con voz cansada—, estoy bien

—Solo me preocupo por ti Minnie.

—Lo sé, gracias por preocuparte, pero no debes preguntarlo todos los días —él solo me sonrió inocente—, ademas sabes que no me gusta que nos vean juntos —miré alrededor observando que no había casi nadie—, si Jungkook se entera...

—Jungkook no es tu dueño Jimin, no entiendo porqué te cela tanto, él tiene su propio omega —dijo con una seriedad que me sorprendió, por lo general suele ser muy risueño.

—Es solo que ya sabes como se pone cuando nos ve juntos, no quiero que termines en la enfermería otra vez —dije en un suspiro.

Ya pasaron un par de semanas desde que nos besamos, los primeros días después de eso solo decidió hacer como si yo no existiera, cosa que me molestó mucho, y luego comenzó a tratarme como si fuera otro más de sus amigos alfas.
Pero aún así no deja que me acerque a ninguno, aún recuerdo como echó groseramente a su amigo Yoongi del apartamento hace dos días solo porque me miró el trasero, según él.

Lo que más me sorprende es que a Taehyung no le moleste su actitud, aunque lo he escuchado decir que Jungkook solo me ve como si fuera su hermano menor, a pesar de que soy mayor que él, pero hasta donde yo sé... los hermanos no se besan.

—No le tengo miedo a ese idiota —exclamó con un puchero.

—A veces no pareces alfa —dije observando su adorable expresión.

—¿Quieres qué te demuestre el tipo de alfa qué soy? —me arrinconó en una pared y acercó demasiado su rostro al mío, estaba seguro de que iba a besarme.

—Taemin por favor no me metas en problemas, más bien, no nos metas en problemas —intenté hacerlo razonar.

—Aléjate de mi omega —escuché la voz grave de Jungkook tras nosotros, estaba enojado...y mucho.

—¿Jeon, cómo estás? ¿Todo bien por casa? —dijo Taemin con burla mientras Jungkook lo miraba como si quisiera matarlo muy lentamente.

—Parece que la golpiza que te di no fue suficiente para dejarte claro que no te quería cerca de él —murmuró mientras se acercaba amenazante a nosotros.

En serio me molesta que sea tan posesivo conmigo cuando lo único que me dice es que ya tiene omega. Me trata como si fuera un jodido objeto de su propiedad, pero ya no se lo volveré a permitir.

—Jeongguk basta, no te acerques más, puedo besar a quien yo quiera porque tú no eres mi alfa, ¿cierto? —respondí con la misma frase que él no se cansaba de decirme cuándo nos conocimos.

—¿Eso quiere decir qué puedo besarte?- preguntó Taemin con voz esperanzada.

—Jimin te lo advierto —gruñó con un tono amenazante que me erizó la piel, pero aún así no consiguió doblegarme.

—Taemin —lo llamé mientras mi mirada aún estaba en Jungkook.

—¿Qué?

—Bésame.

Jungkook abrió los ojos sorprendido por mi petición, más dejé de mirarlo cuando las manos de Taemin se posaron en mi rostro, y en un rápido movimiento unió nuestros labios

Mi omega me reclamaba por ello, y comenzaba a arrepentirme de haber usado a Taemin para darle celos a Jungkook, pero eso solo me duró segundos, porque cuando me di cuenta estaba entre los brazos de mi destinado y Taemin en el suelo.

—¿Acaso enloqueciste? Eres mi omega, y no me gusta compartir lo que es mío —temblé en mi lugar al ver sus ojos—. Solo hay una forma de asegurarme de que ningún otro alfa se te acerque —el alfa de Jeongguk había hecho acto de presencia, su voz de mando me asustó demasiado, y en verdad no quería saber el significado de sus últimas palabras—. Voy a marcarte ahora.

—¡No, suéltame! —grité cuando comenzó a lamer mi cuello—. Por favor Jungkook, no lo hagas.

Llevar su marca en mi cuello era lo que más quería, solo que no lo deseaba de esta forma, no a la fuerza, sin que tome en cuenta lo que pienso y mis sentimientos.

—Jeongguk por favor —rogué con los ojos cristalizados.

—Te estoy dando lo que querías omega, ahora has silencio y déjame marcarte.

—¡Alfa, por favor, no lo hagas! —supliqué sientiendo mis piernas temblorosas.

—¡¿Ahora también rechazas mi marca?! —dijo acompañado de un fuerte gruñido que me hizo temblar.

—¡¿Jeon Jungkook se puede saber qué estás haciendo?! —preguntó un omega alto, castaño, de hombros anchos—. Aléjate de ese omega ahora si no quieres que le cuente a Taehyung todo lo que acabo de escuchar.

—¿Hyung? Yo...lo siento Jimin, mi lobo... —él se veía muy confundido, pero por el momento me alegraba que hubiera olvidado el beso con Taemin, quién seguía en el suelo mirándonos sorprendido.

—¿Ji-Jimin es tu destinado? —preguntó el otro alfa con el ceño fruncido y Jungkook solo llevó una mano a su cabello revolviéndolo mientras soltaba un suspiro.

—¡¿Destinado?! —el otro omega estaba sorprendido, mirándonos a los tres de uno en uno por momentos.

—Ay mierda —susurró Jungkook, pero pude escucharlo porque seguía demasiado cerca de mí—, Jin hyung puedo explicarlo.

—Conmigo no es con quién debes hablar ahora, el chico está asustado, intentaste marcarlo a la fuerza Jungkook —le regañó.

Él solo me miró y suspiró, tomó mi mano y me arrastró hacia la cafetería, apartó una silla y se sentó, segundos después me miró esperando a que yo hiciera lo mismo, pues me había quedado de pie mirándolo fijamente.

—Jimin yo...lo siento —mis ojos se abrieron mucho al escuchar su disculpa—. No te sorprendas tanto, sé que puedo llegar a ser muy idiota, pero jamás marcaría a alguien sin su consentimiento, al menos no estando consciente.

Yo solo asentí, a pesar de que solo lo conozco desde hace unas semanas se que está siendo honesto, puede ser muy terco y tonto, pero es una buena persona.

—Mi lobo siempre ha sido rebelde, impulsivo y demasiado posesivo para mi gusto...probablemente no lo sepas, pero mi padre era un alfa puro.

Me sorprendí al escuchar eso, no tenía ni idea, en estos tiempos los alfas puros escasean cada vez más, y ser uno es una gran bendición.

—Y a pesar de que yo no lo soy, si estoy por encima de los demás en cuanto a rango se refiere, tengo un lobo poderoso, pero a la vez incontrolable. Durante mi adolescencia me metí en muchos problemas solo porque él tomaba el control por cualquier tontería.

Cerró los ojos y dió un profundo suspiro, se quedó unos segundos callado, como poniendo en orden sus ideas, y por mi parte, mi omega estaba contento de que su alfa estuviera contando sobre su pasado.

—Pasé por mucho para poder mantenerlo bajo control, y ahora llegas tú, y con el simple hecho de acercarte o besar a alguien más, haces que pierda todo el control y ceda ante mi lobo, si no hubiera sido porque me gritaste aquella vez estoy seguro de que hubiera matado a Taemin,. Soy muy agresivo cuando me dejo influenciar por mi alfa, por eso te pido que te alejes de él, no quiero meterme en problemas y si no logro contener a mi lobo puede que termine haciéndote daño a ti también, y eso es lo que menos quiero.

—Yo... —bajé la mirada a mis manos, me sentía responsable por lo que pasó. Es mi culpa que perdiera el control de su lobo aún cuando pasó mucho para poder controlarlo—. Está bien, me alejaré de Taemin...pero no puedes prohibirme tener amigos Jungkook.

—Yo amo a Tae, estoy más que seguro de eso Jimin, pero mi lobo no soporta verte junto a otro alfa. T
e prometo que intentaré controlarlo, pero dame algo de tiempo, él te ve como su omega, y el hecho de que yo lo niegue solo hace que se ponga más rebelde.

Mentiría si dijera que esas palabras no dolieron, se que el ama a Taehyung, se nota en sus ojos, estos se iluminan cuando habla de él, y me duele porque me niego a aceptarlo a pesar de que estoy consciente de que nunca va a sentir nada por mí. Taehyung es perfecto, es hermoso y delicado, muy cariñoso con él y también lo ama, en cambio yo solo soy un omega terco y rebelde, ningún alfa quiere un omega defectuoso.

—Está bien...no me acercaré a...ningún alfa ——dije no muy seguro. Nunca antes he dejado que alguien controle mi vida, ni siquiera cuando aún vivía con mi padrastro. Él me castigaba muy seguido porque siempre desobedecía sus órdenes.

—Gracias por entenderme —profirió con una leve sonrisa.

—Jungkook...

—¿Qué sucede?

—¿Qué le pasó a tu...padre? —pregunté con algo de nervios, tal ves es un tema difícil para él, pero tengo curiosidad.

—El murió en un accidente hace cinco años —murmuró con la mirada baja—. Ese día estaba lloviendo mucho, y mi papá omega tenía antojos por el embarazo, así que salió a comprar sin importarle la tormenta. Un conductor borracho chocó contra su auto y no pudo controlarlo porque la carretera estaba mojada, se impactó contra un árbol, los médicos dijeron que murió al instante, una fractura en la columna cervical por desaceleración.

—Lo...lo siento mucho, perdón por preguntar.

—Está bien, ya pasó mucho de eso —se encogió de hombros con una sonrisa triste en la cara.

—Sé que no me aceptas como omega, pero ¿podríamos...ser amigos? —pregunté con miedo, pues temía que dijera que no.

—Por supuesto, al fin y al cabo vivimos juntos ¿no? Lo mejor es que tengamos una buena relación.

—¡Gracias! —y antes de poder controlar mi cuerpo, ya me encontraba abrazándolo.

Aspiré sintiendo su olor a chocolate rodearme, y cerré los ojos apretando un poco más el agarre. Poco después abrí los ojos y me sorprendí al ver al omega de antes frente a mí.

—¿Jungkook, podemos hablar? —dijo de forma seria mirándonos con una ceja alzada.