CAP 14: Lo que significas para mi

—¡Jungkook despierta ya! —abrí un ojo viendo a Jimin frente a mí con el ceño fruncido y los brazos cruzados—. ¡Al fin despiertas!

—Duerme un rato más Jimin-ah —dije cerrando los ojos otra vez.

—Jungkook debemos apurarnos o no llegaremos a la universidad.

—Hoy no iremos, me duele la cabeza, la resaca me está matando —me senté en el sofá viendo todo el desorden que había en esa casa.

—Nos quedamos dormidos en el sofá —explicó cuando me vió algo desconcertado, observé alrededor, viendo a un par de personas durmiendo en el suelo y los otros asientos.

—Ya vámonos de aquí —me puse de pie sintiendo mi cabeza explotar, tomé a Jimin de la mano y salimos de la casa. La espalda me dolía a horrores.

—¿Te sientes bien? —preguntó mirándome preocupado.

—Sí, tranquilo, no es la primera vez que me emborracho —reí.

Montamos en la moto y nos marchamos de allí, a cada segundo aumentaba más la velocidad y Jimin apretaba su agarre con miedo, reí internamente por eso.

—¿Recuerdas lo que dijiste ayer? —preguntó Jimin alzando un poco la voz para que pudiera escucharlo.

—¿Qué cosa? —pregunté confundido.

—Lo que dijiste en el baño.

—¿Baño?

—Amm olvídalo, sabía que no lo recordarías.

Aflojó un poco el agarre y se separó de mi espalda, me detuve y nos bajamos. Ahora tenía un semblante triste; miré detrás nuestro y había un local de tatuajes. ¡Perfecto para la ocasión!

—¡Ven, vamos! —lo halé hacia el local—. Buenos días, quiero hacerme un tatuaje.

Le dije a una chica allí, que asintió y nos guió hacia un cuarto, todas las paredes estaban llenas de dibujos de todo tipo, bastante geniales debía decir.

—Tienes a tu primer cliente James.

—Ven aquí.

Me senté en la silla y el me preguntó que deseaba hacerme, Jimin solo estaba ahí callado, mirando los dibujos de vez en cuando.

—¿Qué debería hacerme? —le pregunté pero él solo se encogió de hombros desanimado.

Miré nuevamente al tatuador y le dije lo que quería, me quité la camiseta ya que me lo haría en la espalda, encima del omóplato. Él comenzó, sentía la aguja incrustarse en mi piel causando un leve ardor ya bastante conocido para mi, aproximadamente veinte minutos después ya estaba hecho.

—¿Serendipia? —preguntó Jimin al verlo, ladeando la cabeza.

—El conocerte fue una serendipia Jimin-ah, eres la casualidad más bonita de mi vida...y me ofende que hayas dicho que sabías que lo olvidaría, pero no lo hice...te quiero —su labio inferior comenzó a temblar y se lanzó a mis brazos, provocando que casi cayeramos al suelo.

—¡Te amo Jeongguk, muchísimo! —sollozó abrazándome por el cuello—. En ese caso yo también quiero hacérmelo.

—¡Espera! —lo hice separarse de mí—. ¿Quieres tatuarte?

—¡Sí! —asintió repetidamente haciendo que su cabello se moviera de arriba a abajo—. Tu te tatuaste por mí, yo lo haré por ti. No duele mucho ¿cierto?

Negué riendo y él se sentó en la silla, aguanté un gruñido al ver al tipo ese mirarlo de más, pero la mano de Jimin entrelazando nuestros dedos y él mirándome con una sonrisa me calmó. Tuvo que bajar un poco su pantalón ya que se lo haría en la cadera, lo miré enternecido cuando cerró los ojos y apretó mi mano cuando la máquina se comenzó a deslizar por su blanca piel.

—Te quedó hermoso, Jimin-ah —dije viéndolo cuando ya estuvo terminado.

—Ahora tenemos tatuajes iguales —dijo dando saltitos emocionado.

—Vamos a casa —le pagué al chico y volvimos a tomar camino en la moto. Cuando llegué a casa de Yoongi el estaba regando un par de plantas en el jardín, aún en pijama.

—¿Hasta ahora regresas? —preguntó molesto—. ¡Pensé qué les había sucedido algo!

—Perdón por preocuparte Yoongi, hubo una fiesta en casa de BamBam y se nos fue el tiempo —dije rascándome la nuca—. ¿Por qué no fuiste a la universidad?

—Esperaba a que volvieran.

Entramos a la casa luego de que guardara la moto y nos sentamos en la sala con  Yoongi sentado frente a nosotros.

—¿Puedo ir al baño un momento? —la voz de Jimin salió bajita, hay veces en las que es muy tímido.

—Claro, la segunda puerta a la derecha, subiendo las escaleras —le indicó mi amigo—. ¿Qué crees que estás haciendo Jeon? ¿Qué harás con Taehyung? —preguntó cuando Jimin desapareció de la vista de ambos.

—Yo...a veces lo tengo tan claro, pero cuando pienso en que le voy a hacer daño a alguno de los dos todo se vuelve tan confuso, no sé como mirar a Taehyung y decirle que quiero tenrminar con él, tampoco sé como decirle a Jimin que aún siento cosas por Tae, pensé en...pedirle un tiempo a Taehyung hasta poner en orden mis sentimientos.

—Encontré a mi destinado Jungkook —dijo cabizbajo y yo solo pude abrir los ojos súper sorprendido—, el primer día que llegamos a la universidad.

—¡Eso es genial Yoongi!

—No, no lo es —murmuró—, nuestra relación es imposible.

—¿Ya está marcado? ¿Es chica o chico?

—Es un chico y...es un alfa —suspiró—, por eso es imposible. Ninguno de los dos hemos hablado, intenté acercarme una vez y rehuyó de mi completamente, después de eso no volví a mirarlo.

—¡¿Es alfa?! ¿Pero...quién es? —pregunté curioso.

—Jung Hoseok.

—Esto debe ser una jodida broma —resoplé—. ¿Me estás diciendo qué el idiota qué está detrás de Tae es tu destinado?

—Gracias por recordarme que mi destinado está enamorado de tu omega —dijo irónico—, solo te lo dije para que te dieras cuenta de la suerte que tienes Jungkook, puedes estar con tu destinado sin problemas y desperdicias la oportunidad.

—Yo quiero a Jimin, Yoongi, de verdad, me sorprende lo mucho que me importa sin casi conocernos.

Alcé la vista viendo a Jimin mirarme desde las escaleras con una sonrisa, de seguro porque escuchó lo que dije.
Bajó corriendo las escaleras y por segunda vez en el día se lanzó a mis brazos, dando besitos por toda mi cara.

—¡Tú también me importas mucho Kookie!

—Iugh, me va a dar diabetes —bromeó Yoongi.

—Ya nos iremos, pero me gustaría hablar contigo ¿tal vez mañana?

—Bien —asintió—. Nos vemos mañana entonces.

Asentí y pasé un brazo por el hombro de Jimin para salir de la casa, fuimos hacia mi auto y nos dirigimos hacia el apartamento entre las canciones de la radio y risas

—Ahh~ voy a descansar un poco, tengo trabajo en la tarde —dijo estirándose apenas entramos al apartamento.

—¿Trabajo? ¿Qué trabajo?— no tenía ni idea de que había conseguido un trabajo. ¿En qué momento sucedió?

—Jin hyung habló con su madre para que me diera un empleo en su pastelería, solo son cuatro días a la semana, luego de la universidad y la paga es buena.

Los padres de Seokjin hyung tenían una gran pastelería en el área de Gangnam, generalmente en ese tipo de lugares solo contratan gente con experiencia, así que es bastante increíble que le hayan dado el trabajo a Jimin, aunque si Jin se lo pidió a su madre tenía sentido, ese omega de una forma u otra siempre obtenía lo que quería.

—No tienes que trabajar Jimin-ah.

—No es justo que solo tú pagues todo, puedo trabajar perfectamente —hizo un puchero que no me resistí a besar.

—Bien, si eso es lo que quieres —me encogí de hombros tomándolo por la cintura.

—Voy a ducharme y dormir un poco, deberías hacer lo mismo Jungkookie —dijo acariciando mis brazos de arriba a abajo.

—Sí, solo que saldré un momento, hay algo que debo resolver ¿sí? —le di un besito y ambos nos separamos.

Fui hacia mi cuarto y saqué ropa nueva, me metí a la ducha y me di un relajante baño, salí casi una hora después y sequé mi cabello con una toalla. Ya al estar listo tomé las llaves del auto y salí del apartamento, dirigiéndome a una joyería que queda un poco lejos de casa, aproximadamente unos treinta minutos en auto.

Al llegar me puse a mirar un par de joyas, quería comprar algo para Jimin, algo para demostrarle lo que en verdad siento por él, lo que significa para mi lobo.

Me detuve al ver una cadenita con un dije en forma de flor, me llamó la atención así que me acerqué a verla, una de las empleadas se acercó

—Es una flor de Kadupul, conocida como  la "reina de la noche" o "flor de la luna", es una de las flores más caras del mundo, detectar su olor es casi tan difícil como conservar la planta, a su perfume se le conoce popularmente como "misterio de media noche".

—Es linda —dije apreciándola.

—Es de oro blanco, y a comparación de las otras joyas que tenemos esta es una de las más económicas —dijo con una sonrisa.

—Así que reina de la noche ¿eh? —murmuré para mí mismo—. Bien, me la llevo.

Luego de terminar la compra pasé por una florería y compré un ramo de rosas rojas y pronto8 emprendí camino a casa con la mayor rapidez posible, ya quería ver su reacción cuando la vea.
Casi llegaba a casa cuando recibí una llamada, puse el teléfono en altavoz mientras seguía concentrado en la carretera.

—Jungkook —era Jin hyung, se escuchaba algo nervioso.

—¿Hyung qué sucede?

—¿Donde estás? —comenzaba a preocuparme, se escuchaba asustado.

—Estoy llegando a casa ¿por qué? ¿Te encuentras bien?

—Estoy en tu apartamento...por las noticias están transmitiendo un a-atraco en la tienda de l-la esquina.

—¿Y eso qué hyung? —pregunté confundido. O sea, no es como si no me importara, pero eso no era algo tan relevante teniendo en cuenta que estaba conduciendo, y no me gustaba distraerme. Mi papá Baek no soportaría otra pérdida de la misma forma, suficiente fue con mi padre.

—Q-que Jimin se dirigía ha-hacia allí —frené de golpe al escuchar sus palabras, con una sensación amarga recorriendo mi pecho.

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