Dos pequeños jugaban con algunas piedritas mientras eran vigilados por soldados japoneses, no habían comido aún, así que el más pequeño se quejaba constantemente diciendo…

“tengo hambre”

Ambos pequeños extrañaban a su padre, pero el mayor intuía que de hecho estaba muerto, lo que no entendía era la razón de que ambos aún vivieran.

-Ya basta, ya entendí que tienes hambre- se quejó al más grande.

-¡Pero ya llevamos 2 días sin comer bien!- lloriqueo el pequeño

-¡Urusai! (Cállate en japonés)- ya cansado de las quejas del menor, un soldado japonés sacó una navaja y estaba dispuesto a herir al niño que se quejaba.

-¡Déjalo!- el mayor se interpuso en el camino, recibiendo así el corte en lugar de su hermano

-¡No!- el menor se sentía culpable, era por sus quejas que ahora su hermano estaba en el piso gritando, pataleando y sangrando.

Antes de que otra cosa pudiera pasar, mucho alboroto se escuchó fuera del cuarto donde ambos niños estaban.

-¡Lo siento, lo siento!- se disculpaba una y otra vez el pequeño.

Los soldados nipones salieron para ver la razón del escándalo, ahora ambos niños estaban solos.

-Vete…- le ordenó el ya casi muerto hermano mayor –Es tu oportunidad ¿Qué esperas?- con leves empujones en el brazo de su hermano intentó que él se fuera.

-¡No te voy a dejar aquí solo!- las lágrimas del más pequeño caían sobre el rostro de su hermano -¡Eres lo único que tengo!-

El mayor, a sabiendas de que su hermano no se iría, tuvo que tomar medidas -¡Que te larges! ¡No quiero pasar mis últimos con un llorón como tú!- le gritó molesto

-Pero… Pero yo lo siento…- aun se sentía mal por ser la causa de que su hermano estuviera perdiendo mucha sangre

-¡No arreglas nada con una simple disculpa! ¡Te odio, es tu culpa que estemos aquí, así que vete!- esas palabras bastaron para que el pequeño saliera corriendo por la puerta entre lágrimas.

Era palabras crueles…

“Pero de otra forma no habrías escapado”

La habitación se había quedado en silencio, solo se escuchaba la leve respiración del niño que, al ver toda esa sangre, ya intuía que se iba a morir.

Pero casi al borde del desmayo, sintió que era recogido y que algo hacía presión en su ojo cortado

“У меня есть ты (te tengo)”

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El hermano menor había logrado salir del lugar donde lo tenían cautivo, se escuchaban las balas en la distancia. Intentando alejarse de las balas comenzó a correr.

Como aún estaba llorando su visión se nublaba, se sentía muy mal, dejó atrás a su hermano. Teniendo ya un rato corriendo chocó con una persona, en un principio no lo reconoció, pero luego de unos segundos pudo ver que era un soldado.

-¡Ayuda!- quiso correr, sabía por experiencia que los soldados eran malos, o eso le parecía

-¡Wow! Calm down buddy- el hombre cargó al niño y acarició su cabeza –You’re sabe now-

Un poco aliviado abrazó al hombre –형제… (hermano)- ya se había quedado solo

Ambos se habían separado para siempre.

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He vuelto >:D
¿Me extrañaron? ¿No? Bueno :c

Pues esta vez les traigo esta segunda parte de la saga de la discordia; renovada y con una nueva pareja como protagonistas.

Ya saben que cuando un libro es nuevo publico al menos 2 partes para que disfruten sin la necesidad de esperar.

Sin más por el momento Bye (**)/