Casi llegada la hora del baile de bienvenida del barco, China decidió ir hasta su cuarto, ya Japón seguramente habría parado su drama y él se podría cambiar tranquilamente.

Al abrir la puerta todo estaba apagado y callado, no había señal del nipón, y eso a China le asustaba. Aun si él era mucho más alto e intimidante que su compañero de cuarto, eso no implicaba que debía fiarse. Un ligero quejido lo hizo reaccionar, ese ruido provenía del baño, ahora que lo paranoico se le había ido, pudo ver que por debajo de la puerta del baño una ligera luz salía.

-¿Japón? ¿Cómo por qué tienes todo apagado?- preguntó con fastidio mientras se quitaba la mochila de encima.

Pero, no hubo respuesta. Todo estaba muy callado, China debería estar agradecido del silencio, pero, no se sentía tranquilo. Inseguro se acercó a la puerta del baño, estaba semiabierta, tocó dos veces pero, de nuevo ese maldito silencio.

-Voy a entrar- avisó antes de hacerlo.

No esperaba encontrarse con Japón en la tina, desnudo, una botella de sake ya casi vacía y solo su nariz sobresaliendo del agua.

-¡该死! (pronunciación Gāisǐ y significa maldita sea en Chino)- sin pensárselo dos veces corrió y cargó a Japón fuera del agua.

El movimiento hizo que despertase asustado, estaba tan profundamente dormido -¡¿Qué?! ¡¿Papá?!- miraba a todos lados

-¡¿En qué diablos pensabas?! ¡Estabas por ahogarte!- antes de continuar regañando al japonés, China pudo notar en sus brazos varias cicatrices. No todas eran alarmantes, pero había 2 que se notaban recientes y que estaban hechas de la manera correcta para matarte en minutos.

-lo... lo siento...- Japón se puso a llorar, a juzgar por su rostro, él seguía borracho –Perdón por ser yo...-

-Cállate, estás borracho- sin molestarse en secarlo, China lo llevó hasta su cama y lo dejó ahí –Debemos ir al baile, estés o no borracho- sacó las prendas de la maleta de Japón... Vaya que se iba a arrepentir.

Un CD con hentai de tentáculos, orejitas de gato peludas junto a sus guantes de patitas, cola de gato. Esas cosas ya se las esperaba, había escuchado muchas cosas del chico, pero entonces se cortó el dedo ligeramente, había una navaja; esa la tiró a la basura. Unas vendas, tal parecía Japón planeaba cortarse o algo; esas las hizo a un lado. Ropa interior que... de hecho parecían bragas femeninas.

-Debe ser broma ¿no tienes otra cosa?- todas eran bragas

-¡Dame!- Japón le quitó un par rosado y se las puso como si nada.

China estaba muy confundido, pero más que nada, incomodo. Tratando de ignorar lo que acababa de ver, buscó calcetines, bueno, al menos esos eran normales, le dio un par a Japón.

-¿Trajiste algo formal?- casi todo era ropa casual y no era apropiado para un baile –Bueno, esto debe ser suficiente- encontró un traje todo hecho un desastre, no estaba doblado, sino arrugado –Eres un desastre- lo tomo y se lo llevó para plancharlo.

China era un hombre de negocios, por lo que se había conseguido un kit para planchar en sus viajes –Mientras ve y prepárate un café en la cocina- cada habitación tenía una cocina básica, que consistía en cafetera, dos parrillas eléctricas y lavabo.

Japón se puso sus pantuflas, y aun en ropa interior fue a prepararse un café bien cargado.

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-¿Aún no puedes con la corbata?- K.sur ya estaba listo desde hacía minutos, pero su hermano, que era un necio, se negaba a recibir su ayuda para colocarse la corbata

-¡No me presiones! Yo siempre uso uniforme militar- ya lo había intentado unas 20 veces y la corbata no quedaba de forma apropiada.

K.Sur, mirando la hora y algo fastidiado, tomó a su hermano del cuello de la camisa y lo acercó a él -¡Ya basta! Quédate quieto-

K.Norte se quedó perplejo ¿Desde cuándo su hermano era tan fuerte o intimidante? No le quedó de otra sino dejar que terminara.

-¿Qué tan difícil es que pidas ayuda de vez en cuando?- un par de movimientos y ajustes a la corbata -¿Ves, está bien no?- sonrío

La sonrisa de su hermano menor siempre le había cautivado, aun cuando eran solo niños. Estando en el suelo desangrándose, en todo lo que podía pensar era en esa hermosa expresión en su rostro.

-Bien, ya podemos irnos- un ligero rubor se hizo presente en el rostro de K.Norte, siempre supo que ver de nuevo a su hermano sería un error.

Ambos fueron criados por dos potencias que eran enemigas a muerte, con ideales distintos y con tipos de cariño igual de contrarias. URSS siempre fue un hombre duro y frío, pero lo cuidó como si fuese su propio hijo, le enseñó a no rendirse, a siempre seguir sus ideales. La guerra fría fue una época difícil, y la muerte del soviético no fue algo que se tomara bien, la mayoría del comunismo cayó, quedando solo China, Cuba, Vietnam, Laos y él. Y peor fue su dolor cuando Alemania Este murió un poco antes de la caída del muro de Berlín.

En cambio K.Sur, fue criado por USA, y aún si era un poco creído y tenía muchos problemas en su vida personal; siempre le dio todo, educación, apoyo y cariño. Reunirse con su hermano, lejos de ser una reunión agradable llena de abrazos y lágrimas fue... Un desastre. K.Norte se negó a integrarse a menos que fuera K.Sur quien se volviera al comunismo, cosa que no iba a pasar; ambos tuvieron muchas discusiones, ya no se conocían y ese cariño de hermanos parecía haberse ido.

"Y aun así ese amor que ambos tenían no se fue"

Cada uno llegó al punto enfermizo de amar al contrario de forma inapropiada. Ninguno estaba seguro de cuando había pasado, pero mientras estuvieron separados no dejaban de pensar en estar juntos.

-Creo que... Mejor nos vamos al baile- K.Norte tomó su móvil y se dirigió a la puerta.

-Si...-

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En el baile de bienvenida el ambiente era agradable; Buena comida, excelente banda en vivo, y en general todo era grato. Pero CIA no tenía tiempo de apreciar todo en el gran salón, observaba los movimientos de Banco Mundial, curiosamente seguí usando esos lentes de sol ¿En el interior y en plena noche? Algo andaba mal, y aún más ahora que sabía que le había intentado envenenar con la bebida que "accidentalmente" se tiró en el traje.

Se acercó un poco a BM, tenía que tratar de sacarle toda la información que pudiese.

-Buena fiesta ¿no lo cree?- empezó la conversación

-Supongo que es así, yo nunca he sido de fiestas- BM le dio un trago a su champaña

-la verdad tampoco yo...- CIA sacó una tarjeta de presentación –Me llamo Víctor Schell, es un placer señor Banco Mundial-

BM tomó la tarjeta y sonrió -¿Contador? Vaya, no pensé que me pidieran entrevistas en mis vacaciones- rió

-¡Oh, no! Perdone, no vengo a pedir un trabajo, solo quería charlar con mi ídolo- pero que buen actor era CIA, nadie podría saber que estaba fingiendo todo

-Bueno, entonces charlemos- 

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Hola chicos :3 ¿Como han estado? (aunque no lo crean me importan :'3)

Bueno, aquí en el capítulo uso un headcanon mío que no les expliqué en el capítulo anterior (porque soy olvidadisa XD)

Y para ello les dejo este cómic que hice para Instagram...

Bueno, aquí pueden notar que la chica que baila con México es muy similar a los countryhumans en físico, pero en lugar de que su cara sea del color de las banderas de su país, tiene minibanderas en las mejillas, cosa que dice que nacionalidad tienen.

ya explicando esto, les dejo :3 quizá el próximo capítulo haga un tag en el que me etiquetaron.

Bye (**)/