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Mientras Evie había logrado convencer a Jane y al Hada Azul Jay Carlos y Mal estaban pensando que decirle a Ben para que los lleve  al Reino de Ravenshire donde gobierna la bella durmiente y fue antes el Reino donde aterrorizada Maléfica la madre de Mal

Abrieron la puerta de la Biblioteca donde Ben estaba estudiando hechizos el también hacia magia

Mal se acercó a Ben con una sonrisa astuta. "Hey Ben, necesitamos tu ayuda. Estamos haciendo un proyecto para la escuela y necesitamos investigar sobre la historia del Reino de Maléfica. ¿Podrías llevarnos a una excursión por el reino para que podamos obtener información de primera mano?"

Ben se mostró interesado. "Una excursión por el Reino de Maléfica, eh? Bueno, puedo llevarlos."

Jay y Carlos intercambiaron una mirada nerviosa, esperando que Ben no sospechara de su verdadero plan.

Mal asintió, tratando de mantener su sonrisa inocente. "Sí, por supuesto. Solo queremos obtener información para nuestro proyecto".

Ben, con una sonrisa astuta similar a la de su padre Rumplestiltskin, dijo: "Muy bien, chicos. Los llevaré a una excursión por el Reino de Maléfica. Pero debemos hacer un trato. Me deben un pequeño... favorcito a cambio de mi ayuda".

Mal, Jay y Carlos se miraron nerviosos, sabiendo que los hijos de los villanos a menudo heredaban las características de sus padres. Pero necesitaban la ayuda de Ben, así que aceptaron el trato.

Ben se rió, mostrando un destello de la astucia de su padre. "Excelente. Ahora, vamos a planear la excursión. Pero no se preocupen, chicos no pediré mucho"

Ben sonrió con una sonrisa inocente. "Solo quiero una pequeña cosa a cambio de mi ayuda. Me gustaría... llevar a Mal a un pícnic en el jardín de Ravenshire. He oído que es un lugar muy bonito y me gustaría compartirlo con ella. Y tal vez, podría conocerla un poco más".

Mal se sorprendió, sintiendo un rubor en sus mejillas. "Un pícnic? Eso es...muy...inesperado"

Jay y Carlos se miraron, sorprendidos por la petición de Ben.

Ben continuó, con una sonrisa persuasiva. "Sí, creo que sería divertido. Y puedo mostrarle los alrededores del castillo. Son muy bonitos, y tengo algunos... trucos para hacer que sean aún más especiales".

Mal sonrió, sintiendo un poco de curiosidad hacia Ben. "Está bien, un pícnic. Pero solo si me prometes que no habrá trucos ni sorpresas... maliciosas".

Ben asintió, con una sonrisa inocente. "Lo prometo. Será un pícnic perfecto. Y quién sabe, tal vez descubramos que tenemos más en común de lo que pensamos". Dijo en un tono coqueto hacia Mal quien se ruborizo un poco más de lo que se estaba poniendo.

Esa tarde un carruaje vino por ellos y los llevó a las afueras del bosque oscuro

Ben los guió a través del bosque oscuro, abriéndose paso entre la vegetación "Bienvenidos al Reino de Maléfica", dijo, con un gesto dramático. "Es un lugar... interesante".

Mal se miró alrededor, sintiendo un poco de nerviosismo. "Es muy... oscuro", dijo, tratando de mantener la calma.

Jay y Carlos se miraron, también un poco nerviosos. "Sí, es un lugar un poco... siniestro", dijo Jay.

Ben se rió. "Oh, no se preocupen. Estoy aquí para protegerlos. Además, necesitamos ir a la Torre de la Bruja para su presentación no? "

Mal se sorprendió. "¿La Torre de la Bruja? ¡Eso es peligroso!" dijo fingiendo sorpresa y haciéndose la inocente

Ben asintió. "Sí, lo es. Pero no se preocupen, tengo un plan. Y además, tengo una sorpresa para ustedes"

Ben sonrió astutamente mientras duendes salían de la oscuridad. "Les presento a mis pequeños amigos", dijo. "Ellos nos ayudarán a obtener... uh... material interesante para nuestro documental".

Mal se sorprendió, tratando de no reír. "¿Duendes? ¡Eso es genial!"

Jay y Carlos se miraron, impresionados. "Sí, eso es una gran ayuda", dijo Jay.

Ben asintió. "Sí, pensé que sería útil tener un poco de refuerzo. Ahora, vamos a la Torre de la Bruja y... uh... grabemos algunas escenas interesantes".

Los duendes se dispersaron, tomando posiciones alrededor del grupo. Ben los guió hacia la Torre de la Bruja

La idea de Ben era llevar a Mal a los jardines y dejar a Carlos y Jay pasear por el castillo con ayuda de los duendes para que consigan información y tal vez algún objeto para su documental

" Mal quieres seguirme? Tengo algo muy especial para ti" sonriendo viendo a Mal de una forma ensoñadora tomó su mano y la llevó al exterior detrás del Castillo de la malvada hada

"Este lugar no es como lo imaginaba, mamá casi no habla de antes de la isla dice que es más importante concentrarse en el presente que en el pasado" Mal estaba caminando alrededor de Ben viendo las flores rodeadas de una curiosa magia que ella conocía bien aunque nunca haya podido hacerla

"Es tan bello como tu y misterioso" sonriendo coquetamente le entrega a Mal un ramo de flores Rosas sin espinas

"Ohh jeje gracias irónico cierto? Mi mamá uso espinas para hechizar" dijo tomando las rosas

"Por eso estas no tienen, no planeó hacerte daño" Ben hizo una pequeña reverencia hacia Mal "Vamos por aquí es el picnic"  la guió hacia un pequeño claro entre las flores

~•~

Mientras los dos estaban en una romántica cita Jay y Carlos no estaban en la mejor situación

Carlos y Jay se deslizaron silenciosamente por el pasillo, sus farolas arrojando sombras en las paredes. Estaban buscando las plumas de ave nocturna, y sabían que podían estar en cualquier lugar.

"Ten cuidado", susurró Carlos. "No sabemos qué podemos encontrar aquí".

Jay asintió, su mirada escaneando el área. De repente, escucharon un ruido suave, como el aleteo de alas.

"¿Lo escuchaste?" susurró Jay.

Carlos asintió, sonriendo. "Sí, creo que estamos cerca".

Se acercaron a una puerta al final del pasillo, y la abrieron lentamente. Dentro, encontraron una habitación llena de plumas, pero también algo más...

Un nido enorme, con ramas y plumas de lechuza. Los ojos brillan en la oscuridad, y las plumas se erizan cuando Carlos y Jay se acercan.

"Lechimant", es un guardián feroz del nido y de las plumas que buscan. Tiene el cuerpo de una lechuza gigante, con alas poderosas y plumas suaves, con escamas duras y afiladas.

Cuando Carlos y Jay intentan acercarse, el Lechigri despierta y los enfrenta con un rugido feroz.

Carlos y Jay se detuvieron en seco al ver al Lechimant, su corazón latiendo con fuerza. Pero al mirar más de cerca, vieron que el nido estaba lleno de crías de lechuza, pequeñas y vulnerables.

El Lechimant los miraba ferozmente, pero Carlos y Jay podían ver la preocupación en sus ojos. No era un monstruo, solo una madre protegiendo a sus hijos.

"Tranquila", dijo Carlos suavemente. "No queremos hacerle daño a tus crías. Solo necesitamos una pluma para... para algo importante".

El Lechimant los miró con desconfianza, pero pareció entender. Se acercó a ellos, sus garras extendidas, y les ofreció una pluma suave y blanca.

"Gracias", dijo Jay, tomando la pluma con cuidado. "Prometemos que la usaremos para algo bueno".

El Lechimant asintió, como si entendiera, y se volvió a sus crías, envolviéndolas con sus alas para protegerlas.

Carlos y Jay se retiraron lentamente, sabiendo que habían obtenido algo valioso, no solo la pluma, sino también el respeto del Lechimant.

Pero al salir del edificio, se dieron cuenta de que no estaban solos. Mal junto con Ben estaban afuera sonriendo habían tenido una muy linda tarde

"¿Qué tienen ahí?", Mal preguntó, sus ojos fijos en la pluma.

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