La princesa abrió los ojos levemente, observó todo a su al rededor dándose cuenta que esa no era su habitación en la torre del castillo donde estuvo encerrada por tanto tiempo, entonces todo era real, había logrado romper su maldición y ahora estaba en el cuarto de su infancia

Con luz todo se veía más lindo, pudo ver que n la gran habitación había una casita de muñecas, pinturas al rededor de las paredes tocadores y un balcón.

Estuvo a punto de levantarse de la cama hasta que escucho un toqueteó en la puerta

—Elizabeth soy yo, Margaret, ya despertaste?— pregunto volviendo q tocas la puerta

—Si Margaret pasa— se termino de levantar y se estiró levemente

—Bueno quería darte este vestido, seguro no tienes otro a parte del rosa con el que llegaste y el de la fiesta, es de mis favoritos, pero quiero que tú lo tengas— le extendió un largo vestido amarillo con detalles blancos y cafés, estaba a tres pues del suelo

—Margaret es hermoso!!, Muchas Gracias!— se dirigió lentamente al vestidor que era como una puerta plegable en una esquina

—Tranquila, te vamos a conseguir más vestidos, aquí únicamente quedan de cundo tenias 5 años—sonrió levemente irgamos en el closet de la menor, pasando su mano entre los pequeños vestidos

—Por que no se deshicieron de las cosas?— preguntó Elizabeth mientras se seguía arreglando

—Papa no quería deshacerse de esto, tenía la esperanza de encontrarte lo más pronto posible, después se convirtió más como en un recuerdo, sentía que si se deshacía de todo esto te estaba dando por perdida— su cara pasó a ser una más nostálgica

Hubo un corto silencio en lo que salía ya completamente vestida

—te vez hermosa, me alegra que si te haya quedado, imagino que tenías unos cuantos vestidos en aquel castillo pero aquella bestia no te permitió llevarte ni uno solo—

—No es una Bestia!!— vociferó pero sin llegar a gritar —El fue muy amable conmigo, jamás me lastimó y se preocupaba por mi, el me cuido por 18 años— bajo la mirada, no quería ser groseras con su hermana, pero tampoco podía soportar que trataran a Meliodas como un despreciable ser cuando era todo lo contrario

Margaret analizó la mirada y comportamiento de Elizabeth —ya veo— murmuro solo para ella —Lo lamento mucho Elizabeth, hable desde mi ignorancia, pero veo que se trata de alguien muy importante para ti, me gustaría conocer a la persona que trae loca a mi hermanita— se burlo saliendo de la habitación sin perder su característica elegancia

Elizabeth no pudo evitar ponerse roja —E-eso no fue lo que dije!— reclamó siguiéndola por detrás

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Habían pasado varias horas, Elizabeth había estado matando el tiempo para poder encontrar el momento Perfecto, pero si no lo hacía ahora toda su voluntad y valentía se irían, tico delicadamente la puerta esperando alguna respuesta

—Pase—escucho del otro lado por lo que se dispuso a entrar —Elizabeth hija mía!, que te trae por mi humilde oficina?— Elizabeth río por lo bajo, muy humilde nos era si su propio escritorio valía más que lo que ganaría un aldeano en promedio

—Quería hablar sobre la "recompensa"—

—La recompensa?— Bartra se sorprendió un poco de que ella supiera sobre eso —Claro, que tiene la recompensa?—

—Anúlala—habló directa sin perder tiempo —Yo me hago responsable de mis acciones, no necesito que vengan a dictarme lo que debo hacer, ya estoy grande se que puedo decidir por mi cuenta— Bartra no lograba entender del todo a lo que se refería pero estaba feliz de que su pequeña haya madurado —Oh y también déjame donarle mi vieja ropa y juguetes a los niños del pueblo— algo dentro de Bartra hizo click

—Pero por supuesto!!, dalo todo por hecho— Elizabeth se emocionó

—Muchas Gracias padre!!— rodeó el escritorio para poder abrazarlo después salió a toda prisa, ya quería contarle todo a su querido dragon

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Estaba sentada en la misma banca jugando con su manos, estaba nerviosa de que alguien hubiera encontrado a su amado dragón, pero todo desapareció cuando frente a ella se posicionó el rubio, ella sin tardar se abalanzó sobre el

—Perdóname por tardar, de camino me encontré con un campo de flores y no pude evitar traerte algunas— saco de su espalda su mano donde se encontraba una corona de flores, la cual colocó en su platinado pelo

—Mel, es hermosa muchas gracias— se acercó lentamente a el, estaban en silencio, un silencio cómodo para los dos donde únicamente se miraban, el dragón empezó a hacer pequeñas caricias en su mejilla y se acercó a ella dándole un suave beso en sus labios enterneciendo a la menor

Poco después se separaron para observarse mutuamente de nuevo, Meliodas tomó la mano de Elizabeth y le dio un pequeño beso en esta

—Mi padre dijo que cancelaría la recompensa— Meliodas la miro y le dio una vuelta —Margaret me dijo q he te quería conocer—

—Entonces ya todo era bien?—pregunto

—Si y todos sta correc..—

—Lady Elizabeth!!— llamó un tercero

—Creo que aún falta deshacernos de él —Soltó con rabia y sacando unas garras con furia

—No Meliodas espera, no creo que matarlo sea la solución—Elizabeth se colocó en frente de el —Por lo pronto evita que te vea, no queremos iniciar una guerra—

El dragón la miro incrédulo pero cambió su semblante —Esta bien, volveré mañana, te amo— susurro para darle un último beso, uno muy casto pero que no expresaba menos

—Lady Elizabeth, hasta que la encuentro yo...—paro bruscamente al notar la corona de la princesa, ella lo notó pero se mantuvo firme, no podía sospechar por una entupida corona

—Que?, te gusta?, la hice yo misma, quieres una?— le pregunto con una sonrisa

—No..estoy bien, le queda bastante bien— le pareció sospechoso pero no tenia una razón para desconfiar de ella —Le gustaría dar un pase?— pregunto de forma inocente —Ya sabe al rededor del jardín— le extendió su brazo aora que esta lo tomara

—Está bien—acepto de forma calmada tomando levemente su brazo

Lo que no sabía Elizabeth es que por más grande que fuera el jardín, no había tal variedad de flores, y el campo más cerca está a varios minutos

En ese momento una semilla se sembró, pero quizá no de los frutos que esperábamos

Pues claro,no podia ser tan sencillo.

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Capítulo 9: Editado!