IV.

─ Con esto bastará ¿no?

Lucy dijo esto sentándose a un lado mío, asentí mientras ella colocaba un tazón de palomitas sobre la mesa frente a nosotros, pasé mi brazo alrededor de sus hombros acercándola a mí.

La película comenzó a reproducirse.

Nuestro plan de hoy era ver una película en casa de Lucy, no teníamos mucho que hacer y esa opción sonaba estupenda después de la misión de una semana que habíamos hecho con los demás, necesitábamos nuestro tiempo a solas.

Me daba algo de gracia pensar en esto, es decir, hace unos pocos meses no tenía ni idea sobre citas o pasar tiempo de calidad en plan romántico con alguien, ahora no soy un experto en la materia, pero hago lo posible por pasar el mayor tiempo y mejor posible con Lucy.

No habían cambiado muchas cosas, en un principio si, nos volvimos algo torpes y acaramelados ─acaramelados insoportables como nos llamaba el tonto de Gray a veces ─pero conforme paso el tiempo superamos esa etapa inicial, seguíamos siendo mejores amigos a la par que novios, nuestras constantes riñas por molestar al otro se mantenían, eso me alegraba mucho, saber que no solo tenía a una novia, sino que aún tenía a mi fiel y confidente mejor amiga.

Lucy tomo un puñado de palomitas, acerco algunas a mi boca para que las comiera, acepte su gesto gustoso.

─ ¿Te está gustando la película? ─Murmuró apartando la mirada de la pantalla, fijo su mirada en la mía. ─Se que no eres fanático del romance.

─No tengo problema con la película, no es mala. ─La verdad no le estaba prestando atención, pero el punto para mí era estar con ella, fuese la película que fuese creo que seguiría en las mismas, metido en mis pensamientos.

Ahora fui yo quién tomo un puñado de palomitas, esta vez le ofrecí yo palomitas, esta sonrío.

─Me alegro. ─Apenas entendí esa frase, sonreí, tenía la boca llena de palomitas.

Lucy no dijo nada más, se concentró nuevamente en la película.

───Fuera de la Narrativa───

Mi vista seguía clavada en el lago frente a la casa, me sentía igual que en ese momento, tan tranquilo y feliz, aquellos recuerdos eran tan lejanos, pero a la vez preciados.

Mire a Liz, se había quedado nuevamente dormida. Menos mal, no iba a relatarle ese par de cosas que siguieron jajaja. Todo lo siguiente era para guardármelo a mí mismo, tanto como Lucy lo llegó a guardar...

───Dentro de la Narrativa───

La película término, incluso habíamos terminado con las palomitas.

Estábamos tirados en el sofá hablando de cualquier cosa.

─ ¿Y si mañana vamos un parque de atracciones o algo así? ─Sugirió Lucy. ─Sería genial decirles a los demás, sería algo muy entretenido.

─ ¿Ir con todos? ─Me queje, ella río comprendiendo mi queja, se acurruco en mi brazo. ─Quiero estar solo contigo.

─Ya me tienes contigo casi todos los días, tonto. ─Acerco sus labios a los míos, gustoso acepte su corto beso. ─Vamos ¿sí?

Hizo un puchero, eso era trampa.

─Lucy.

─Andaaaa, por favor. ─Me robo un rápido beso, sonrío ampliamente. ─ ¿Sí?

─Bueno. ─Murmuré rendido, su sonrisa se ensancho aún más. No pude evitar sonreír al verla.

─Quién lo diría, dome al gran dragón de Fairy Tail.

─Eso crees tú. ─Respondí siguiéndole la corriente. ─Yo te domine a ti.

─ ¿Tu? ¿A mí? ─Arqueo una ceja divertida.

─Claro que lo hice, como prueba te haré admitirlo.

Antes de que ella pudiese decir algo más, me gire para comenzar a hacerle cosquillas. Ella comenzó a reír a carcajadas, carcajadas que retumbaron por todo el apartamento.

─ ¡Ya, para!

─No, no parare hasta que admitas que te domine. ─Amenacé contagiado por su risa.

Ella siguió retorciéndose de risa, era un hueso duro de roer.

─Bien, lo haré si paras. ─Lo dijo de manera entrecortada. Algo me decía que no lo haría. ─Lo haré, vamos, déjame jajajajajajaja.

Obedecí, su risa se apagó poco a poco. En ese momento me di cuenta que me encontraba sobre ella, ella se encontraba tendida en el sofá, yo estaba arrodillado, mis piernas a los costados de sus muslos. Iba a levantarme, pero ella abrió sus ojos lagrimosos por la risa, me atrajo hacia ella besándome.

─Yo te domine. ─Murmuró entre besos, se separó un poco atrapando mi labio inferior con sus dientes, en una suave mordida.

Abrí un poco mis ojos, ella soltó mi labio sonriendo.

Ahora mis brazos se encontraban a cada lado de su cabeza para evitar caer sobre ella.

Se veía bellísima, su cabello alborotado y sus mejillas sonrojadas era una gran tentación, una enorme tentación para mí.

Su sonrisa aún permanecía, no parecía darse cuenta de nuestra gran cercanía. En estos momentos me estaba volviendo loco, sentía un gran calor comenzar a recorrer mi cuerpo.

Quería algo más que un beso.

Volví a sus labios, recorrí sus labios con los míos, y en un momento, invadí su boca con mi lengua, su lengua no tardo en encontrarse con la mía. El beso fue tomando aún más intensidad conforme nuestras lenguas luchaban tratando de dominar a la otra.

Sostuve mi cuerpo con uno de mis antebrazos, con mi brazo libre pose mi mano en la cintura de Lucy, tomé con ansía la prenda que cubría su cuerpo, crispándola con mis dedos. Una de sus manos se posó en mi torso y la otra fue hacia la parte posterior de mi cuello atrayéndome más hacia ella.

─Lucy. ─Suspire contra sus labios. ─Si esto sigue así no podre contenerme.

Abrió sus ojos suavemente, miro hacía los míos.

─No quiero hacer nada que tu no quieras. ─Murmuré, retire mi mano de su cintura llevándola hasta su rostro, acaricie su mejilla con mi pulgar.

Sus mejillas enrojecieron aun más de lo que ya estaban.

─Está bien, Natsu. Quiero ir a más lejos.

(Y si, aquí se viene el Lemon)

No pude evitar sonreír, deposité un fugaz beso sobre sus labios para retirarme de encima suyo. Ella se puso de pie tomando mi mano conduciéndonos hasta su cama.

Quedamos frente a frente, de pie a un lado de la cama. Volvió a besarme con ímpetu, seguí el camino de sus labios en busca de intensificar el movimiento de nuestros labios.

Poco a poco la fui recostando sobre la cama hasta que quedé nuevamente sobre ella.

Sentía mi corazón latir como loco. Estaba demasiado acelerado, casi sentía a mi cuerpo retumbar con cada latido.

Mi mano paso de acariciar mechones de su cabello a bajar lentamente por su cuello, hombro, brazo, hasta llegar a su cintura. Mi mano se deslizo dentro de la tela, acariciando con suavidad su piel.

En ese momento no solo existía excitación en mi cuerpo por tener el cuerpo de ella a mi merced, existía el deseo de mis sentimientos, quería estar con ella porque no solo la quería, no solo era mi novia o mi mejor amiga, era la mujer que amaba, era la mujer que en ese momento ansiaba tener más por amor que por deseo carnal.

Deje sus labios, besando su mejilla, recorriendo con mis manos la piel bajo su blusa, bajando hasta su cuello succionando su piel a momentos. Los suspiros provenientes de sus labios me incitaban a continuar.

Sus manos apoyadas sobre mis hombros, tirando de mi ropa, mis manos subiendo su camiseta, mis labios irrumpiendo en el nacimiento de sus pechos. Todo acto se marcaba en mí, ese momento era único y especial.

Mis labios recorriendo su piel, su voz entrecortada pronunciar mi nombre. La sensación de tocar su piel caliente al tacto. Sus manos desordenar mi cabellera aun más de lo que ya estaba.

Tire un poco de una de las copas de su sujetador, deslice mi mano por debajo de ella para desabrochar el mismo. Ella se incorporó un poco quitándose la camiseta, volvió a acostarse hecho eso, a este punto ya había desabrochado el sujetador, la mire fugazmente para terminar de removerlo.

Intento esconder sus pezones, pero retiré sus manos enlazándolas con las mías, las sostuve a la altura de su cabeza depositando un fugaz beso en sus labios. Volví a lo mío observando admirado sus grandes pechos al desnudo.

Ella me miraba atenta a la par de avergonzada.

─Eres hermosa. ─Murmuré con dulzura. ─Me encantas Lucy.

Solté nuestras manos, tomé uno de sus pechos con mis manos, acariciándolos en su totalidad para después llegar a sus pezones, al acariciarlo con mis dedos un suspiro se salió de sus labios. Sin poder resistirme, poniendo atención al otro de sus pechos, lleve mi boca hacia su pezón succionándolo.

Lucy se retorció debajo de mí.

Su piel era exquisita, su figura sumamente hermosa. Me estaba volviendo adicto a ella, muy adicto.

Ella poso nuevamente sus brazos en mis hombros, arrugando mi ropa, quería estar igual. Succione su pezón nuevamente antes de levantar mi rostro y acceder a sus deseos.

Lance la parte superior de mi ropa dejando mi torso al desnudo, Lucy me miro anhelada tirando nuevamente de mi dispuesta a besarme.

Sus manos recorrieron con deseo mi cuello, hombros, y torso al desnudo. Mis manos iban y venían de sus pechos a su cintura.

Me aventure a ir a más, bajando mi mano entre caricias hacia su short, inmiscuirme bajo su prenda para dejar mi mano sobre su intimidad, acaricie la zona con suavidad sobre su ropa interior, al hacer esto ella jadeo contra mi boca.

─Natsu...

Comencé a introducir mi mano dentro de su ropa interior, palpando con suavidad hasta encontrar aquella protuberancia que al rozarla con los dedos hizo a Lucy erguir la espalda soltando un sonoro gemido que quedo apagado entre nuestros labios.

Comencé a rodear la zona con mis dedos, acariciándola de vez en cuando, Lucy comenzaba a mover sus caderas al compás de mis dedos, podía sentir como se humedecían mis dedos, me aventuré a introducir dos de mis dedos dentro de ella, volvió a jadear arañando levemente mis hombros.

Deje de besar sus labios para mirarla, cerraba sus ojos echando su cabeza hacia atrás, su boca entreabierta y las gotas aperladas de sudor dejándose ver en su frente.

Retiré mi mano de su intimidad, con mis dos manos comencé a remover tanto su short como su ropa interior, dejando su desnudo cuerpo ante mí. A la par retire mis últimas prendas, me estaba muriendo por estar dentro de ella, me dolía mantener a mi apretada erección dentro del pantalón.

Liberándome de mis prendas, bese de nueva cuenta sus labios, ella me recibió gustosa amarrando sus brazos alrededor de mi cuello.

Deje una de mis manos sobre sus muslos incitándola a abrir las piernas.

─ ¿Lista?

─Hazlo.

Teniendo su aprobación continué, ella abrió sus piernas dando paso libre para posicionarme entre ellas. Entonces, lo hice, con lentitud comencé a entrar dentro suyo. Sin despegar mis ojos de los de ella atento a cualquier reacción.

Jadee, estaba demasiado apretado. Ella al contrarió frunció un poco el ceño, me detuve.

─ ¿Quieres que me detenga?

─No, solo déjame acostumbrarme. Estaré bien, continua.

Continúe, hasta llegar a aquella fina capa que me impidió seguir. Lucy asintió en mi dirección atrayéndome a sus labios. Así metí mi miembro de una sola estocada. Ella mordió mi labio soltando un pequeño alarido.

─Lo siento. ─Me disculpé al instante.

─Estoy bien, tranquilo. ─Esto lo dijo con algo de dificultad sonriendo medianamente, dicho esto volvió a besarme.

Pasaron un par de minutos en los que me costó quedarme quieto ante la constante presión que ejercía su intimidad en mi miembro. Por fin Lucy movió ligeramente sus caderas dándome así su aprobación a continuar.

Comencé a moverme lentamente, con algo de dificultad, después con algo más de rapidez hasta el punto en que ya no era ningún problema el entrar y salir de su cuerpo.

Los gemidos de Lucy solo lograban enloquecerme aún más, a embestirla con más fuerza, escucharla era un gran deleite, un deleite que me encantaba tener bajo mi cuerpo.

Estar dentro de ella era lo mejor que podía existir, aun ansiaba más de ella, tener su cuerpo así, a merced del mío, la sensación de su piel al desnudo ligeramente pegajosa por el sudor. La visión de ella tumbada sobre la cama, sus rubios cabellos esparcidos por doquier, su mirada fija en la mía, sus labios emitir más y más gemidos.

Este era uno de los recuerdos más preciados que había formado con ella, con Lucy.

─Natsu, yo, voy a....─Su cuerpo comenzó a contraerse, se amarró con más fuerza a mí.

Su intimidad comenzó a palpitar apretándome aún más, jadee complacido, estaba a punto de llegar yo también.

Un gemido escapo de su garganta a la vez que aflojo su agarre, ella había llegado ya a su orgasmo. La tome con firmeza de la cadera aumentando la intensidad de cada penetración así hasta correrme dentro de ella.

Caí rendido a su lado, empapado en sudor. Ambos respirábamos agitados, en ningún momento apartamos la mirada del otro.

Pase mi brazo por debajo de su cabeza atrayéndola hacia mí, inmediatamente se abrazó a mí.

En ese momento me vino algo a la mente, algo que quería decirle, algo que consideraba era el momento perfecto para hablar.

─ ¿Lucy?

─ ¿Qué pasa?

─Te amo.

Dije aquello con toda la sinceridad del mundo, hablando totalmente en serio como nunca había hecho alguna otra vez.

Ella era la única que me hacía sentir así, completo y feliz.

Amaba completamente a esta mujer, y pasará lo que pasará, por el resto de mi vida lo iba a seguir haciendo.

Ella abrió los ojos sorprendida, sus mejillas enrojecieron a la par que sus ojos se cristalizaron un poco. Aquello me asusto un poco, pero me tranquilice al instante en que esbozo una hermosa sonrisa, una que expresaba totalmente su felicidad.

─Yo también, yo también te amo Natsu.

────Fuera de la Narrativa────

─ ¡Papá!

La voz de Noah me saco de mis pensamientos, pero no de buena manera, si él estaba aquí significaba que ella también.

─Los mellizos están hechos un desastre. ─Se quejo, paso una de sus manos por su revoltoso cabello del mismo color al mío. En eso su mirada se posó en Liz, Noah frunció el ceño. ─Va a resfriarse Liz, además, a mamá le va a dar un paro cardiaco en cuanto vea la casa.

─Ni me lo digas mocoso. ¿Dónde está tu madre?

─Se quedo terminando unas compras con la tía. ─Se alzo de hombros. ─Veré que hago con los mellizos, se quedaron dormidos en la sala.

Dicho esto, Noah se fue.

Realmente ella me va a matar.

─ ¿Papá? ─Liz comenzó a restregarse los ojos. Sonreí pasando una mano por su cabello.

─Vamos a llevarte adentro, te vas a enfermar.

─No papá. ─Hizo un puchero, intente resistirme ante su manipulador gesto. ─No me has terminado de contar todo.

─Liz, la demás historia ya te la sabes de memoria, además que es algo...triste.

─No importa. ─Se quejo. ─No entraré hasta que la cuentes.

─Si te la cuento me obedecerás ¿bien? ─Me rendí, Liz asintió efusivamente.

Suspiré.

Lo que venía no era lo más bonito de todo.

Continuará.

¡Espero les haya gustado dulzuras!

Att: TreasureDream.

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