Seven

Taehyung espero nervioso, algo ansioso pero la respuesta y por la forma en que tendría que visitar a su cliente está vez, algo muy fuera de lo común, jamás se había encontrado en esta situación, pero estaba seguro que si era necesario hacerlo de esta forma, no se opondría, haría lo posible por conseguir su propósito.

Fallar no era una opción.

Luego de unos minutos Jimin volvió junto a él con una sonrisa pícara mientras observaba su celular y caminaba a su encuentro.

—Mi hombre es tan listo y tiene tantos privilegios — reconoció orgulloso— Tendrás tu visita hoy, ponte bonito y juega tus cartas, si el chico se parece al menos una cuarta parte al idiota de Woon estoy seguro que valdrá por completo la pena el encuentro y todos los que vendrán, Tae.

—No tengo dobles intenciones — contestó con rapidez.

—Las tendrás, ya verás, Yoongi ya me dijo sobre aquellas miradas que te daba el grandulón, estoy seguro que es cosa de tiempo para que quiera avanzar en la conquista.

El abogado mordió su labio inferior, recordando aquella foto de que había encontrado, y cada palabra impresa tras ella.

—Entre sus documentos guardaba una foto mía— dijo sin mas— decía que estaba interesado, era un foto antigua, de cuando tenía 15, pero aún así, no lo sé — sonrió — me hizo sentir algo nervioso— reconoció.

—Ves, tarde o temprano va a cazarte, nadie olvida un cosita tan deliciosa como lo eres tu, tete, ese hombre en cualquier momento va a querer profanar tu cuerpo — dijo burlesco.

El abogado solo río mientras caminaba hacia su habitación, tomaría un baño e intentaría verse lo más decente posible para ir a la prisión.

Se preparó de forma prolija, había algo que le decía que necesitaba verse aún más lindo de lo que era, pero ni el mismo se entendía por completo, solo estaba aquella necesidad.

Perfumó su cuerpo y vistió ropas un tanto más informales y sexys que las que ocupaba regularmente cuando asistía a su trabajo.

Cubrió sus ojos con unas gafas y salió del lugar escuchando a Jimin decir algunas incoherencias y riendo por lo divertido que le parecía todo lo que estaba a punto de ocurrir.

Dos horas después se encontraba en un cuarto privado al que lo habían llevado y en el que le avisaron se encontraría en unos minutos con el recluso al cual, supuestamente iba a darle algo de sexo.

Se sentó en el borde y juntó sus puños sobre sus piernas esperando nervioso que llegara el chico que tenía sus pensamientos viajando demasiado rápido, con tanta información que se sentía abrumado.

El cuerpo de Jungkook no tardó en hacerse ver en el espacio, mientras el guardia lo empujaba dentro recitando palabras soez.

“Intenta meter la polla rápido Jeon, no tienes mucho tiempo y el culo que vino por ti está para romperlo”

Taehyung hizo una mueca de desagrado ante las palabras de aquel infeliz.

Bajó su cabeza avergonzado cuando la puerta por fin se cerró y los dos quedaron por completo a solas.

—Hola Taehyung…

La voz grave y profunda del mecánico le hizo sentir un escalofrío que recorrió por completo su columna vertebral y lo hizo cerrar sus ojos fuertemente por unos segundos, buscando calmarse antes de contestar.

—Buenas… buenas tardes JungKook — se lamentó por tartamudear.

Al pelinegro aquella escena le había parecido por completo encantadora y le hacía sonreír complacido por el efecto que había provocado.

—Estas hermoso— dijo descarado.

—Yo- — dijo sacando su móvil — quería decirte que ya recopile las cosas que me dijiste, tengo todo y pediré que reabran el caso y una libertad condicional para ti, en lo que dure la investigación.

—Alto, hermoso, podrían escucharte, necesitamos que ellos crean que estamos, ya sabes, follando — habló tranquilo — Tendremos que fingir, necesito que gimas, como si estuvieras pasando un buen rato conmigo — dijo acercándose peligrosamente a el.

—¿Es absolutamente necesario?

—Si no quieres que te registren al salir debemos hacerlo, se supone has venido aquí a darme sexo, no a charlar, no quiero meterte en problemas, es mejor revisemos por el plan.

El abogado temblaba levemente, estaba avergonzado y no sabía realmente cómo fingir, como hacer que esto pareciera real con lo nervioso que lo tenía el pelinegro.

— Yo…

—Intentalo, puedo darte la espalda si eso te da más tranquilidad — ofreció girando su cuerpo, esperando que Taehyung comenzará con la actuación pero ningún sonido salió de sus labios.

Estaba por completo congelado en su lugar, con la mandíbula tensa y sus ojos fuertemente cerrados.

—No puedo hacer esto— dijo costosamente.

Jungkook sabía que si los guardias afuera se alertaban de algo pasaba, entrarían a investigar y muy probablemente su idiota hermano estaría en menos de un segundo enterado de que el abogado se encontraba ahí, y lo que menos quería era ponerlo en riesgo, no sabía cómo podría actuar su hermano contra el lindo chico.

Lo enfrentó, se acercó lentamente a el y posó su mano sobre su mejilla para acariciar la zona con su pulgar, delineando la mandíbula.

Los ojos de Taehyung se abrieron de golpe y lo observaban algo temerosos, dilatados, tan hermosos ante los suyos.

Su rostro quedó tan cerca del contrario que ambas respiraciones podían sentirse sobre su piel y el hormigueo en su cuerpo se hacía lugar con una intensidad abrumadora.

—Haré que solo salgan gemidos de tus deliciosos labios — aseguró antes de tomar los belfos del menor y besarlos profundamente, robándole el aliento, descarado e implacable.

El abogado tardó unos segundos en asimilar el contacto pero fue imposible para el frenar la acción, se vio por completo arrastrado a los fuertes brazos de aquel hombre que lo sostenía con propiedad y delicadeza, tan malditamente perfecto mientras lo besaba, que no pudo evitar levantar sus brazos y rodear el cuello ajeno para luego devolver aquel beso con la misma o aún más intensidad de la que recibía.

Jungkook enloqueció por completo al ser correspondido y no dudó ni un segundo en alzar a Taehyung por sus muslos y hacer que rodeara su cintura con sus piernas mientras avanzaba rápido hasta la pared y lo empotraba en esta, presionando ambos cuerpos y jadeando por la exquisita sensación que estaba experimentando al tenerlo entre sus brazos.

Soño tantas veces con ese momento, pero estaba seguro que la realidad superaba con creces cada uno de sus anhelos.

Olía tan bien, sabía tan majestuoso que su cordura lo había abandonado y solo sus instintos estaban tomando peligrosamente el control.

Bajó sus labios hasta el cuello de Taehyung mientras lo presionaba aún más, frotando su endurecida entrepierna en la contraria, haciendo que los dos gimieran alto y placentero, completamente real y con el volumen necesario para dejar en claro que allí dentro la temperatura había subido al máximo.

El pelinegro quería más, necesitaba escucharlo gemir su nombre aún que fuese solo una vez y no iba a resistirse, no cuando lo tenía tan dispuesto a él y tan dócil a su toque.

Sin aviso lo volvió a tomar entre sus brazos y caminó hasta la cama, donde dejó caer la espalda del abogado sobre el colchón mientras el no perdía tiempo y se internaba entre su piernas, está vez dando falsas estocadas y girando sus caderas con tal experiencia que Taehyung solo podía gemir por el.

—Follame, te lo suplico, quiero sentirte Jungkook — dijo entre jadeos— endureciendo aún más el miembro viril del recluso que solo podía pensar en acatar la petición de el bello hombre al que por tanto tiempo había amado.

—¡Ay dios! Quisiera enterrarme fuerte y profundo en ti, hacerte el amor de forma salvaje y hacerte mío por completo, Taehyung, me estás tentando, me tienes tan mal, tan excitado y tan necesitado de ti— reconoció mientras su mano se colaba entre sus cuerpos, ingresando entre los pantalones del menor y tomando su falo para masturbarlo rápidamente, mientras besaba su cuello y mordía su piel con ansias.

Sus manos buscaron el botón de aquellas ropas, dispuesto a quitarlas y  por fin internarse en el que suponía sería el maldito cielo que lo condenaría al infierno, el unico paraíso donde quería morir de placer y desfallecer en la lujuria.

Estuvo a punto de lograrlo, quitar las estorbosas ropas y  hacerle el amor deliciosamente al encantador chico que temblaba bajo su cuerpo, pero los golpes en la puerta le avisaron que el tiempo había terminado y que el encuentro debía llegar a su fin de inmediato ya que los guardias no tardaban en llegar para llevarse al recluso.

Jungkook se levantó a regañadientes, frustrado pero evitando que Taehyung sufriera algún tipo de vergüenza al verse expuesto ante esos despreciables hombres.

Lo ayudó a ponerse de pie y sin aviso lo volvió a besar profundamente antes de poner las gafas de sol que el menor traía sobre sus ojos, ocultando aunque sea un poco de su identidad.

Lo sentía respirar agitado, sus labios hinchados y sus mejillas sonrojadas eran la imagen ma perfecta que JungKook había visto, estaba seguro que jamás volvería a ver una semejante, el menor era todo lo que soño y aún más.

La reciente experiencia había superado con creces sus más anhelantes sueños y estaba seguro que desde ahora nadie podría alejarlo del abogado.

Lo había probado y no era suficiente, necesitaba más, se sentía de una forma que jamás pensó, completamente encantado y enamorado de Taehyung.

—Sácame de aquí lo antes posible, terminaré con esto cuando lo hagas y te aseguro que no habrá otro hombre para ti que no sea yo, me encargaré que solo puedas pensar en mi y que me ames aunque sea la cuarta parte de lo que yo te amo— dijo sobre sus labios.

Taehyung sin pensarlo asintió, embobado por la belleza y la sensualidad que exudaba aquel hombre, mismo que ahora lo tenía con una erección en sus pantalones, una que sin duda alguna debería atender lo antes posible.

— Lo haré, solo espera — dijo seguro.

Los guardias ingresaron sin darle más tiempo y tomaron a Jungkook de un brazo para sacarlo del lugar mientras Taehyung salía tras ellos con rapidez y tomando un camino distinto se dirigía a la salida de aquella prisión, ansioso por llegar a su hogar.

Una vez ahí desnudó por completo su cuerpo e ingreso a la ducha.

Aquella fue la primera vez que Kim Taehyung se tocó pensando en aquel gemelo, la primera vez que Taehyung se corrió con el nombre de Jeon JungKook deslizándose por sus labios cuando el climax lo golpeó tan arrasador que se sintió desfallecer y las ansias por volver a ver a ese Jeon fueron todo lo que tenía en su mente y en su corazón.

 🌸ErLith_🌸





































Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top