Eight

Jungkook ingresó a su celda, con una mirada llena de ira, por un momento tuvo que fingir no haber visto esas marcas en el brazo de Taehyung y no necesitaba ser tan inteligente para saber que el idiota de Woon era el responsable de aquello.

—Al parecer no te fue muy bien con tu visita conyugal— se burló su compañero, divertido, pero cambio su semblante al ver el rostro de Jk completamente serio, inexpresivo.

—¿Esta todo bien?— pregunto ansioso

—Necesito más que nunca salir de aquí— habló molesto— No puedo permitir que Tae permanezca más tiempo cerca de Won, el  imbécil se atrevió a tocarlo, a lastimarlo— contó —le vi moretones en su brazo y tuve que contenerme para no preguntarle qué  sucedió.
Yo no debería estar en esta celda sin poder hacer nada— su tono de voz se volvía aún más molesto—  Woon qué debería estar volviéndose loco en este lugar .

—Pues yo podría ayudarte en eso— intervino Yoongi— pero promete que no pueden descubrirte y lo más importante volverás acá dentro de una hora, si fallamos en esto estamos jodidos .

—¿Qué quieres decir, con volver en una hora?— preguntó confundido— estás hablando de salir de la prisión ¿Eso es posible?

—El dinero todo lo puede, pero ya sabes solo una hora, así que prepárate, te avisaré cuando esté todo listo.

Jungkook asintió algo dudoso por el ofrecimiento de Yoongi, pero confiando a ciegas en él.

Si al menos pudiera darle un susto al cabrón de su hermano, tentarlo a que fuera por él, eso sería suficiente para tenerlo en frente y dejarle claro que no puede dañar a Tae de ninguna forma.

Se sentó sobre su cama y espero que Yoongi pudiera cumplir lo prometido.


Joowoon salía de su trabajo ansioso por la llamada que acababa de recibir, no tenía planes para esa noche, por eso la invitación de aquella rubia del bar que había frecuentado la noche anterior, no le venía nada mal, tenía pensado llamar a Taehyung pero las cosas no debía forzarlas después de lo sucedido, necesitaba mostrarse comprensivo.

Se detuvo en un semáforo unas calles antes de llegar a su departamento hasta que una figura imponente, de pie, justo al otro lado de la calle le hizo sentir  un escalofrío por toda su columna vertebral.

No podía ser posible estaba alucinando,  su hermano no podría estar de pie mirándolo con una sonrisa casi burlesca, se supone estaba tras las rejas

Sin importarle los vehículos que empezaron hacer sonar las bocinas salió rápidamente del auto y comenzó a correr donde se encontraba su gemelo,  trató de esquivar los vehículos que pasaban por el lugar apresurandose,  para encontrar vacío el lugar  donde antes se encontraba Jungkook.

Observó hacia todos lados, quizás solo había sido su imaginación, trataba de convencerse  a si mismo.

No podía ser que su gemelo estuviese con total libertad por las calles.

Algo frustrado volvió a subir a su auto, yendo de inmediato a su hogar.

Al llegar a su departamento no podía sacarse esa imagen de su cabeza, lo había visto tan real, pero era imposible,  Jungkook se encontraba encerrado en una celda, sin posibilidad de salir.

Sus dudas y nerviosismo fue aún más grande cuando encontró un mensaje  en el espejo de su baño, escrito con grandes letras y dejando ver claramente su texto.

NOS VOLVEREMOS A VER PRONTO... YO SE TU  SECRETO, WOON.

Molesto, tomo una de las botellas que se encontraban ahí y la arrojó en el espejo, justo dónde aquellas letras se encontraban, rompiéndolo en mil pedazos antes de salir apretando sus puños y decidido con rumbo hacia la cárcel.

Enfrentaría a Jungkook, su maldito hermano no se burlaría de él, ganaría como siempre, sería el gemelo que se llevaría la victoria, desde niños había sido así y está no sería la excepción.

Subió a su auto y sin dudarlo tomo rumbo hacia la prisión, sin importarle la hora que era, seguro de que ocuparía sus beneficios como le plazca y nadie podría poner objeción a sus órdenes.

Joowoon siempre había sido así, un maldito prepotente que creía tener el mundo a sus pies y se creía el rey de cualquier lugar al que llegaba, faceta que había ocultando con éxito durante mucho tiempo a los ojos de Taehyung.

No tardó mucho en llegar al lugar, entrando como amo y señor alli, bajo la atenta mirada de los guardias que se veían sorprendidos  por el gran parecido que había entre el y el recluso, llegando incluso a pensar que se trataba del mismo Jungkook e interrumpiendo su paso para ejercer su autoridad y reprochar que se encontrase fuera de su celda.

—Detente ahí Jeon— ordenó uno de ellos.

—Hazte a un lado— bufó Woon.

—Tendrás un castigo por estar fuera de tu celda— interfiere el segundo guardia, un poco más tosco que el primero.

Joowoon maldijo por tener un rostro como el de ese bueno para nada, siempre había visto a Jungkook como alguien mediocre, que intentaba vivir de forma tranquila y decente, aún cuando podría haber conseguido más con el legado que había dejado su padre.

Sacó de su bolsillo su billetera y les enseñó su placa junto con su identificación, empujandolos luego para pasar por su lado y no esperar ningún tipo de reproche de los hombres, quienes completamente confundidos quedaron el lugar sin decir ninguna palabra, sorprendidos por lo que acaba de pasar.

El policía caminó por los pasillos, sabía perfectamente donde se encontraba la celda de su hermano y no se desvió ni un centímetro  de su dirección.

Una vez se vio frente al lugar, lúgubre y precario, se atrevió a levantar la voz sin importar despertar a los demás.

—¡Jeon, maldito Jeon JungKook, ven aquí! 

Jk se puso de pie, sonriente, feliz de haber logrado su cometido, aunque no pensaba que fuese tan rápido.

—Mi idiota hermano está aqui— se burló.

—No soy yo quien está tras las rejas — respondió Woon.

—Por ahora, hermanito.

—Dejate de juegos, Jungkook, ¿Me puedes explicar que hacías fuera? 

—¿De que hablas, Woon? estuve aquí en todo momento.

— No me quieras ver la cara de idiota, estabas fuera, dejaste un mensaje en mi casa, haré que te pudras en este lugar.

—No estoy muy seguro de eso último…

—Me encargaré de que tus abogados asignados sean influenciables y mediocres, jamás lograrán sacarte de aquí.

—Suerte que  ya tengo mi propio abogado, cortesía de mi nuevo amigo — dijo observando tras el dónde la figura de Yoongi aparecía frente a los ojos de Woon.

—Malditos infelices, haré que se pudran los dos, te quitaré todo, JungKook, como siempre lo hice, hasta con Taehyung.

—No tienes permitido hablar de él, haré que se de cuenta del maldito loco que eres — amenazó.

Joowoon sonrió burlesco antes de acercarse un poco más a la celda.

—No tendrá tiempo para escucharte, estará muy ocupado gritando mi nombre cuando esté cogiendo su bonito culo, duro y profundo, como siempre lo hago, como cada vez que así lo quiero— escupió — es solo tomar mi teléfono y lo tengo de piernas abiertas para mí, convertido en  mi completa puta.

—Deberías pensar mejor las cosas, hermano, puede ser que el poder de tus encantos ya no surtan ningún efecto en el, no después de haberle puesto mis manos encima, de haberlo tocado tan malditamente bien y de haberle mostrado lo que es un hombre de verdad.

La expresión burlesca de Woon cambió de inmediato, claramente esa era la confirmación de que Taehyung era quien estaba reuniéndose con su hermano, y de una u otra forma haría que el tonto jovencito pagara por su traición.

Había fingido muy bien no saber que trabajaba para Yoongi, pero esto no se lo dejaría pasar, no cuando su propia libertad se veía en riesgo.

—No olvides que estás aquí encerrado, mientras yo puedo ir por el ahora mismo— amenazó — no tienes idea lo divertido que será lastimarlo hasta el punto en que ruegue por qué me detenga — decía divertido por sus planes.

—Yo que tú no le tocaría ni un solo cabello, hermano, te cortaré el maldito pene si vuelves a tocarlo, iré por ti y te haré tragar tus bolas si le pones una mano encima.

Joowoon se alejo serio, imperturbable, aunque por dentro lamentaba sentir temor por las palabras de su hermano.

El sabía perfectamente que Taehyung era capaz de sacarlo de ahí y para que eso no ocurriera necesitaba jugar sus cartas y volver a tener al abogado de su lado, completamente embobado por el, por el falso amigo que le había hecho creer que existía.

Sonrío con suficiencia, sin decir ni una palabra más abandono el lugar con un objetivo claro, buscar a Taehyung y volver a ser su maldita perdicion.

Desapareció del lugar dejando a solas a los dos restantes, quienes se mantenían en tranquilidad.

—Ira por Tae…

— No tendrá oportunidad, Jimin acaba de llevarlo a nuestra mansión, no podrá acercarse ni aunque lo intente, no tiene poder ahí, ese lugar está limpio, ningún juez le dará la autorización para entrar— dijo orgulloso de su poder — Los documentos para la petición de tu libertad condicional, mientras se reabre el caso ya están en manos del juez, un viejo que me debe algunos favores y que posiblemente te dará el beneficio que búscanos más tarde que temprano.

Jungkook asintió conforme, dispuesto a ir por Taehyung una vez tuviera su libertad, y está vez no dejarlo ir jamás de su lado, sin importar lo que tuviera que hacer para conseguirlo.


🌸ErLith_🌸

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