Un sonido de eco se escuchaba, un goteo continuo, gota tras gota que caía, resonaba con potencia, sonido que hizo que volviera mi conciencia, y con una gran bocanada de aire volví en mí, no sabía que pasaba, no sabía dónde estaba, pero después de respirar bien empecé a tener conciencia de mis alrededores, estaba en una cueva o una mina, paredes rocosas por todas partes, con dos caminos por dónde ir, el lugar estaba iluminado por simples antorchas, ¿Y yo?, pues, estoy recostada sobre una especie de mesa bastante rustica, parece hecha a las prisas, me senté con cuidado en el borde y mire mi estado, tenía vendajes en ambos hombros, ya no sentía mis huesos dislocados como antes en uno de mis hombros, y en el otro ya no había señal de sangrado, salvo el azul de mi sangre seca manchando un poco las vendas, estaba cansada, mi cuerpo me dolía pero era soportable, los moretones seguían ahí pero tenían una especie de ungüento encima, una que otra venda en otras partes, y algo de sangre goteando de la mesa al piso, dejando en él un pequeño charco de sangre, era bastante obvio que algo o alguien me había curado, pero no tengo idea de que o quien, hasta donde se esta región del espacio es inexplorada

Me levante con cuidado, intente dar un paso mientras me sujetada de la mesa, todo fue bien, pero al intentar dar el segundo sin apoyarme perdí el equilibro cayendo hacia la pared de la cueva, mi respiración se agito un poco, estaba bastante mal, pero no me podía quedar aquí sin hacer nada, necesito orientarme, saber dónde estoy y quien o que me trajo aquí, me apoye en la pared y empecé a caminar en el camino ascendente, lentamente cada paso se hacía más pesado que el anterior, la fatiga se hacía cada vez más presente aun si avanzaba poco, y el recorrido se fue haciendo un martirio, pero no quería quedarme ahí, algo me decía que la muerte me esperaba, y no quiero morir esta noche

Camine cortos tramos y después descansaba un poco, mi resistencia está bastante baja, y por momentos sentía que quería perder la conciencia, el camino se sentía eterno, como si por cada paso que daba retrocediera dos, tenía sed, hambre y sentía frio, cuando sentí que no podía más tome un descanso en la pared, vi el camino recorrido y seguía viendo mi punto de origen, fue una imagen bastante desmotivante, logre notar un rastro de mi sangre desde la mesa hasta donde estoy, un camino de pequeñas gotas que al revisar mi cuerpo salían de mi hombro, parece que todo lo que podía salir mal salió mal

A lo lejos logre escuchar algo, unos pasos, que con el eco generado por la cueva denotaban mucha presencia, imparables, incontenibles, pasos que se acercaban, y ahí lo vi, un ser enorme de cuatro extremidades y un torso, cubierto por una capa que cubría su cuerpo y una capucha que ocultaba su cabeza y rostro, sin dejar ver nada más que solo la tela que le cubría, el ser me vio y se me acerco, con un caminar que parecía pertenecer a un ser de ultratumba, Oh muerte, ¿Eres tú?, ¿finalmente ha llegado mi momento?, estoy demasiado cansada y agotada de cómo ha ido todo, el ser me tomo en sus brazos y me levanto con facilidad, no ofrecí resistencia puesto que ya no tenía fuerzas, el ser recorrió los caminos de la cueva y yo simplemente cerré los ojos, esperando el que pasara conmigo, el recorrido fue corto y el ser se detuvo

Sentí algo suave en mi espalda, y al abrir los ojos el ser me había dejado recostada en una especie de cama bastante rustica también, hecha principalmente con pieles de animales peludos, habían un par de cosas en esa zona, libros y vasijas, el tomo una vasija e hizo como si bebiera de ella, haciendo señal de que era para beber, me acerco la vasija y la sostuvo para que pudiera ver su interior, lamí mis labios al ver que el líquido dentro era agua y me acerque para beber, el ser me ayudo sosteniendo e inclinando el recipiente a medida que tomaba el agua para que no tuviera que hacer esfuerzos, al terminar mi sed se había calmado y me sentía mucho más relajada, el frio aumento pero me sentía más relajada, el ser me cubrió con las pieles que habían ahí, para que entrara en calor, después de eso tomo un plato hecho de arcilla por lo que podía ver, que contenía una especie de sopa, con una cuchara de madera tomo un poco con cuidado lo subió y bajo un par de veces y después me lo acerco a la boca, no estaba segura si confiar o no, pero mi estómago gruñía y este ser no había demostrado ninguna intención hostil, así que le di el beneficio de la duda, comí la sopa que me dio y su sabor era un deleite, no sé si era por el hambre o porque realmente fuera buena pero estaba deliciosa, me ayudo a comer bocado por bocado, con cuidado para no quemarme

No entiendo a este ser, ¿Por qué me está ayudando?,¿Es de confiar?, ¿El me curo?, dudas así recorrieron mi mente al momento, pero el ser no se quedó quieto, de una caja saco una barra y se la acerco a un brazo, haciendo como si fuera una inyección, para luego extender su brazo hacia mí, no sé por qué pero este ser generaba un aura de confianza a pesar de lo raro del momento, tuve mis dudas pero le termine acercando uno de mis tentáculos, él lo sostuvo con cuidado, acerco la barra y la presiono por arriba, una aguja salió de la barra perforando mi piel y provocando en mi un pequeño salto por lo repentino de la acción, sentí como un líquido fue introducido por la aguja, al momento el ser retiro la barra y se quedó mirando, de alguna forma me empecé a sentir poco a poco mejor físicamente, mis dolores se iban y podía sentir como me curaba más rápido, aunque un gran sueño me invadió a la par, poco a poco fui cediendo ante el deseo de dormir, y lo último que alcance a ver antes de ceder por completo fue a ese ser misterioso, sentado en el piso, observandome