Capítulo 7

Yeosang está, extrañamente, disfrutando de su día. Lo cual es una sorpresa, considerando como resultó. Seguro, todo su cuerpo duele y su cara luce como una autopsia abierta pero, si deja eso a un lado, en definitiva está disfrutando su día.

“Las personas nos están mirando mal.” Murmura San.

San suele hacer eso, Yeosang lo ha notado. Observa a su alrededor y se da cuenta de que sí, la gente ciertamente los está mirando.

En ese momento en el que llegaron a Yangsan, San decidió ir a un centro comercial y comprar todo lo que necesitaban para quedarse en Busan.

“Ya vamos a llegar” dijo exasperado “Así que terminemos con esto.”

Wooyoung se cruza de brazos en un intento poco exitoso de cubrir las rajaduras en su camiseta.

“¿Puedes culparlos? Parece que acabamos de salir de una pelea.”

“Si tan sólo supieran.” Dice Yeosang suspirando. “¿Qué tal allí?” Pregunta, apuntando a la tienda derecha.

“Cualquier cosa está bien.” Murmura Wooyoung y camina rápidamente hacía la tienda, dejando a Yeosang y a San atrás.

“¿Crees que esté bien?” Le pregunta Yeosang a San y éste hace un mohín.

“En realidad no. Pero es bueno fingiendo que lo está.”

Yeosang asiente.

“Él es…¿No te sientes raro cuando lo miras?”

San deja de caminar y lo observa, sus ojos volviéndose fríos en un par de segundos.

“¿Disculpa?”

“No de esa forma.” Responde Yeosang. “Aunque de esto es de lo que hablo. Es decir, lo miro y sólo quisiera protegerlo. ¿Cuidarlo, tal vez? ¿Tiene sentido?”

“Ese niño mató a alguien, no creo que necesite ser protegido.” Dice San, caminando de nuevo y Yeosang le sigue, Wooyoung ya está dentro de la tienda.

“Y aún así estabas listo para cortarme la polla apenas creíste que hablaba de querer follármelo.”

San luce como si quisiera protestar así que Yeosang se adelanta y entra en la tienda. San es divertido, molestándose por cualquier cosa, pero justo ahora Yeosang sólo quiere comprar ropa y salir de allí.

No es como San o Wooyoung, no necesita escapar de Daegu, pero definitivamente no quiere volver a ver esa ciudad. Por un momento se pregunta si Lia está bien. Joder, la extraña. Seguramente está jugando en el establo o haciendo sus deberes.

“No sé qué comprar.”

Yeosang mira a su lado y Wooyoung observa unas camisas con el entrecejo fruncido.

“¿Lo que quieras?”

“Lo que quiero no es barato.” Responde, apuntando su camisa. “Esta es Valentino. Arruinada para siempre.”

Yeosang sonríe.

“Al parecer alguien es costoso.”

Wooyoung lo observa por unos momentos y sonríe ladeado.

“Lo soy un poco.”

Oh. Bien, no es tan inocente entonces. Yeosang puede trabajar con eso.

“Sólo compra lo que quieras, niño.” Dice San entonces, caminando en medio de ellos y mirando sin interés una pila de jeans.

“Pero…”

“No te preocupes por el precio, sólo compra lo que quieras.”

Wooyoung aprieta los labios.

“Puede que te arrepientas de decir eso.”

San arquea una ceja.

“Compra lo que sea que te guste, Wooyoung.”

Yeosang mira, casi fascinado, como la actitud de Wooyoung cambia completamente. De repente, es un hombre con una misión y va por la tienda tomando lo que sea que atraiga su atención, apenas revisando las tallas, mientras camina hacia la sección cara.

Yeosang silba, impresionado.

“¿Eso aplica para mí también?”

San se encoge de hombros.

“Seguro.”

“¿No vas a comprar nada?”

“Ya tengo ropa. Está en la misma bolsa.”

Yeosang murmura un “Bien” y se aleja un poco pero se detiene y voltea.

“No te caigo bien, ¿Verdad?”

San despega la mirada del suelo, mirándolo sin emociones, con las cejas mínimamente levantadas.

“No te conozco lo suficiente.”

Yeosang asiente y luego apunta a Wooyoung. “Pero él si te cae bien.”

“No he dicho eso.”

“Es bastante obvio.”

“No es que no me caigas bien, eso no me importa. No confío en ti.”

Por supuesto que no.

Yeosang sonríe.

“Tiene sentido.”

“Wooyoung confía en ti.” Dice San. “O al menos, le caes bien. Fue el que me dijo que te trajéramos. Como está claro que a Wooyoung le gusta todo el mundo, queda a mi cargo ser cuidadoso con los demás.”

“Pudiste haberle dicho que no. Pudiste dejarme ahí. ¿Por qué lo escuchaste?”

San respira profundamente.

“Esa es una buena pregunta.”

“Tal vez es porque en realidad te caigo bien.”

“¿No tienes ropa que comprar?”

Yeosang ríe y niega con la cabeza. Así que tal vez la conversación amerita ser pausada, lo entiende. San luce como el tipo de persona que necesita tiempo para dejar que la gente entre a su vida.

“Sólo quiero decir que, comienza a gustar de mí pronto, porque me gustas bastante.” Dice Yeosang antes de voltearse e irse, buscando algo decente que comprar.

Decide quedarse con dos pares de jeans y algunas camisetas, nada costoso, está seguro de que Wooyoung se hará cargo de eso. De todas formas nunca le había gustado ir de compras.

Le envía una mirada a San, quién está lo suficientemente ocupado mirando a las personas que caminan por la tienda como para notarlo. Tiene un pequeño puchero en sus labios y Yeosang quiere golpearlo. Sólo porque le parece tierno. Y también porque no puede soportarlo un poco. Pero de buena manera.

Con Wooyoung es más fácil, el chico es la manifestación humana de “simpático”, con ojos cálidos y fáciles sonrisas. San, por otra parte… tal vez sea porque es intimidante, lo cual es extraño considerando que no es tan alto y es delgado, pero aún así.

Wooyoung de repente sale de los probadores, aún con su ropa vieja, sosteniendo una pila de camisetas nuevas, chaquetas y pantalones en sus brazos.

“¿En serio está bien que compre todo esto?” Pregunta, San ya está en la caja registradora.

“Deja de preguntar eso.” Responde, y luego mira a Yeosang. “¿Listo?”

Yeosang asiente y camina hacia ellos, poniendo la ropa que escogió junto a la de Wooyoung en el mostrador. La chica detrás de la caja registradora tiene una cara que grita que ganó la lotería.

Mientras escanea los ítems Yeosang observa que Wooyoung se tomó muy en serio lo que San dijo acerca del precio, aunque a éste no parece importarle.

“Voy a usar esos.” Le dice Wooyoung a la chica, apuntando a un par de jeans rasgados y una camisa blanca manga larga.

Ella se los pasa a Wooyoung, el cual vuelve a los probadores.

“Ya vuelvo.”

San y Yeosang toman las bolsas que la chica les da, deseándoles un buen día y agradeciéndoles por comprar en su tienda.

Yeosang mira dentro de las bolsas, observando la ropa de Wooyoung.

“¿Eso es seda satinada?”

“Parece gustarle.” Dice San, haciendo lo mismo con las bolsas que sostiene. “Está bien.”

“Lo estás mimando.”

San se encoge de hombros.

“¿Por qué no lo haría?”

Yeosang se relame los labios, negando con la cabeza. A su lado, San rueda los ojos.

“¿Qué?” Pregunta amargamente.

“Nada.” Responde Yeosang. “Sólo eres bondadoso, es todo.”

“Esa no es exactamente una palabra que me describa.”

Yeosang frunce el ceño y deja de ver las bolsas para voltear hacía San.

“¿Por qué dices eso? Es decir, en caso de que no lo hayas notado estás dándonos dinero que en realidad no tenemos derecho de usar, nos llevaste incluso aunque somos completos extraños, nos estás ayudando. Eres bondadoso.”

San aprieta los labios, luciendo un poco halagado. Es algo que, extrañamente, le queda muy bien.

“Las razones por las cuales los estoy trayendo pueden ser egoístas ¿Ustedes qué saben?”

“No cambia el hecho de que estás ayudándonos.”

Antes de que San diga algo Wooyoung sale de los probadores, sus manos envueltas en la ropa vieja. Wooyoung sonríe cuando consigue su mirada.

“Lo costoso te queda excelente.” Dice, Wooyoung frunce el entrecejo.

“¿Sí?”

“Sí, demonios. Te ves muy bien.”

Wooyoung se voltea y se mira por unos momentos en uno de los espejos de la tienda. Inclina su cabeza a su lado y asiente.

“Sí, me veo bastante bien. ¿Qué piensas tú, San?”

San arquea una ceja.

“¿Sobre qué?”

“Sobre mí.” Wooyoung lo mira, una pequeña sonrisa estirando sus labios. “¿Me veo bien?”

Yeosang espera que San ruede los ojos o se queje, o que tal vez se sonroje y espete algún insulto. En vez de eso, San lo ojea de pies a cabeza y una de las comisuras de sus labios sube.

“Bastante.”

Entonces se voltea y se va de la tienda, diciendo que deben apresurarse para volver al auto.

Wooyoung mira como San desaparece antes de mirar a Yeosang.

“No estaba esperando eso, en realidad.”

“Ni yo.”

“Estaba tratando de provocarlo.”

“Pude notarlo.” Yeosang se encoge de hombros. “Es jodidamente difícil.”

Wooyoung suspira.

“Sólo vámonos.”

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