San se levanta con la luz saliendo desde las cortinas azules, la habitación bañada en luz

clara. San se restriega los ojos y luego deja que su brazo caiga en la almohada junto a su

cara, se pregunta si puede volver a dormir. Probablemente no. Tiene el sueño ligero.

"Buenos días."

San abre un ojo y mira su pecho, en el que Wooyoung le observa con su mentón en

esternón.

"¿Qué hora es?"

"No sé, pero creo que es temprano."

San mira el lado vacío de la cama.

"¿Yeosang?"

"Salió hace como una hora." Wooyoung pasa su mejilla en el pecho de San. "Dijo que

quería caminar, me pidió que fuera con él pero tengo pereza."

"Siempre tienes pereza."

Wooyoung rueda los ojos.

"No sabía que esto era una sesión de insultos."

San ríe un poco, aún soñoliento, su mano va hacia el cabello de Wooyoung y comienza a

acariciarlo.

"No te estaba insultando, es una linda cualidad que todos apreciamos."

"Mirate, aún medio dormido pero usando grandes palabras."

Antes de que San le recuerde que ninguna palabra que usó era grande, la puerta se abre abruptamente y Yeosang entra casi sin aliento, cerrando la puerta detrás de sí y saltando sobre la cama.

"Ustedes dos..." Dice. "No van a creer lo que encontré."

"¿El final de Inception?" Pregunta Wooyoung, San ríe.

"Alguien se siente gracioso hoy." Yeosang niega con la cabeza y se sienta en la cama con

las piernas cruzadas, tiene una bolsa de papel en sus manos. "No, lo que encontré puede que sea una de las mejores cosas que he visto en mi vida."

"¿La cual es...?" San pregunta, Wooyoung se sienta con su espalda contra la pared.

Wooyoung saca de la bolsa un libro viejo, con las esquinas de las páginas dobladas y

amarillentas, la cubierta es azul.

"Es un libro."

"No me digas, Sherlock." Gruñe San sarcásticamente.

"Déjame leerte el titulo." Yeosang se aclara la garganta. "«Duro y preparado» por Sandra

Hill"

"¿Duro y qué?" Wooyoung frunce el ceño, Yeosang les enseña el libro.

En frente hay una foto horrible de un hombre blanco con abdominales perfectos,

cabellos rubios y piel bronceada.

"Joder, no. Qué demonios." San intenta tomar el libro pero Yeosang lo aparta inmediatamente.

"Miren, entré a una librería vieja y habían toneladas de curiosas novelas eróticas. Abrí

esta y sólo... no tengo palabras." Yeosang sonríe. "Por eso les voy a leer todo un pasaje."

Wooyoung suelta una risita, casi emocionado.

"Ok, no están listos para esto." Yeosang tose, aclarándose la garganta. "«Su largo cabello,

aún mojado por la ducha, había sido peinado en una mojada y larga coleta. Hilda estaba

sentada en el suelo, sus redondos, mojados pechos aún mojados por el agua de la ducha.»"

"¿No había dicho ya que estaban mojados?" Pregunta Wooyoung confundido.

"No, eso fue lo de su cabello mojado y peinado en una mojada coleta." Responde San, Wooyoung ríe.

"Ok." Yeosang se lame los labios. "Así que, desde el espejo mira a este chico semidesnudo que la espía desde la puerta. Tiene abdominales cincelados, eso es importante para la trama. «Se levantó y se volteó, sus pechos moviéndose pesadamente por el impulso»" San se ríe disimuladamente. "«Tomó la puerta y la abrió, revelando a Torolf sin camisa que...»"

"Woah, detén tus abdominales cincelados." Dice Wooyoung, subiendo su mano. "¿Torolf?"

"Ese es su nombre, sí."

"Ok, sigue leyendo."

"«Se metió en la habitación, y su abdomen hinchado rozó accidentalmente el rico pecho

de Hilda.»"

Wooyoung ríe. "¿Accidentalmente?"

"Espera, ¿Qué tan alto es este tipo?" Pregunta Wooyoung soltando una risita. Yeosang se

encoge de hombros.

"Con un nombre como Torolf tienes que ser alto. Oh, espera, aquí viene mi parte

favorita." Yeosang respira profundamente.

"«Mientras los pechos caramelizados de Hilda apretaban contra sus abdominales de concreto, Torolf casi tuvo un... aneurisma genital.»"

Wooyoung es el primero en carcajear, seguido inmediatamente por Yeosang, luego San

también, riendo tan fuertemente que siente que las lágrimas se asoman en sus ojos.

"¡Un aneurisma genital!" Wooyoung casi grita riendo, sosteniendo su estómago.

"Así que..." Yeosang hipa. "Así que este chico Torolf le dice que se la quiere follar, ¿Sí? Y

esta es su reacción. «Su corazón fue levantado en alas de oro y voló hasta un sol radiante de perfecto entusiasmo. Se vio a sí misma y Torolf felices juntos, llenos de luz dorada del amor. Su..." Yeosang suelta otra risita, cuando comienza a leer otra vez queda sin aliento. "Su cosita también se puso cálida."

San no se da cuenta de lo fuerte que ríe hasta que pierde el balance y casi cae del colchón, Wooyoung ríe sin aliento pegándose en la pierna con lágrimas asomándose por

sus ojos.

"Se pone mejor." Dice Yeosang. "«'Torolf, te necesito'. gimió Hilda. Torolf, con

abdominales marcados pulsando bajo la luz de la luna, se paró en silencio. 'Oh, lo lamento', añadió. 'Torolf, te necesito... sexualmente'.»"

"¡Muero!" Carcajea Wooyoung, San apenas puede oírlo con el sonido de su propia risa.

"¡Mi último aliento! ¡Lo veo venir!"

"«Torolf, le entró como si fuera la lotería.»"

Wooyoung respira para obtener algo de aire, Yeosang esconde su cara detrás del libro y

San se quita lágrimas de risa de las mejillas.

"«Su cuerpo era como una hermosa flor que florecía con alguien metiendo su polla

dentro.» Jódanse. Este es el mejor pedazo de literatura que he leído en mi vida."

"No puedo sentir mi cara." Sisea Wooyoung, su piel ruborizada y ojos llenos de lágrimas.

"«Dejó todos sus espermas nacarados mientras Hilda se con...»" Yeosang ríe. "«¡Mientras

Hilda se contrajo con tantos orgasmos!»"

Wooyoung carcajea de nuevo, San mira el libro con incredulidad.

"¿¡Cuántos!?" Dice, un poco horrorizado.

"Tantos." Wooyoung suelta una risita.

"Oh, mierda, la cosa se pone dramática." Dice Yeosang. "«'Torolf, hay algo que debo

decirte', pero su cama estaba vacía.»"

"Bueno, qué pasa Torolf." Wooyoung niega con la cabeza.

"«Torolf se había ido, había escapado por la ventana de la habitación.»"

"Torolf es un pedazo de mierda que no merece los redondos, mojados pechos de Hilda." Comenta San, Yeosang se muerde el labio para evitar reír.

"«En la distancia, Hilda e-escuchó el sonido lejano de abdominales galopando.»"

Wooyoung ríe con todo su cuerpo, su cabeza hacia atrás y piernas pateando las sábanas,

San esconde su cara entre sus manos, la voz perdida en una risa sin aliento y Yeosang toma las sábanas riéndose lo suficientemente fuerte como para que todo Gangnam lo escuche.

"Oh, Dios mío." Wooyoung ríe un poco, secando su cara. "Oh, eso fue hermoso."

"Pero por qué la dejaría." Yeosang niega con la cabeza. "Los hombres son unos

monstruos."

"Hilda se encontró en la luz dorada del amor, ¿Por qué galoparía sus abdominales

cincelados?" Pregunta San. "Ahora tendremos que leernos todo el libro."

"Lo haremos." Yeosang le asegura con voz firme.