Capítulo 40
“Dijiste que Seongwha te debe un favor.” Yeosang dice una vez que están en la cama, Wooyoung entre ellos, ya durmiéndose.
“Sí.” San asiente. “Gran favor.”
“¿Cuál es?”
“No estaría con Hongjoong si no fuera por mí.”
Yeosang arquea una ceja. “No pensé que fueras un cupido.”
“Eso es porque no lo soy.” San sonríe. “No, es más complicado que eso. Seongwha solía estar
en Imoogi Pa.”
“Oh.” Yeosang le mira con interés. “Cuéntame.”
“Solía ser uno de nuestros proveedores.” San responde. “Él era el que tenía toda la cosa
de las drogas cuando el viejo dragón decidió hacer grandes negocios. Seongwha siempre había estado en cosas así, conoce a personas, así que tenía contactos. Un día le dijo al jefe que podían comenzar a importar opios desde China si le proveían mulas. Allí es cuando
Hongjoong entró en la escena.”
“¿Hongjoong era una mula?” Pregunta Yeosang, claramente sorprendido. “¿En serio?”
“Bueno, en realidad, Hongjoong era uno de los amantes del dragón. Como, una relación
secreta que no era secreta del todo. Sólo una forma linda de decir que el viejo dragón tenía
montones de hombres y mujeres que se follaba a veces, con promesas de dinero y
seguridad. Pero Hongjoong también es un buen actor y podía salirse con la suya, así que
comenzó a trabajar como mula para Seongwha. Supongo que allí comenzó. Porque claro, nada grita romance más que meter un condón lleno de drogas en el culo del amor de tu vida.”
Yeosang le golpea el muslo, y Wooyoung se mueve un poco, pidiéndoles que dejen de
moverse tanto.
“No seas asqueroso.”
“Lo siento.” Sonríe San. “Aún así, se enamoraron y todo eso. Así que Seongwha vino a mí un día y me dijo "Si alejas a Hongjoong del dragón nos haré desaparecer." Y honestamente, no podía decirle que no. Hongjoong odiaba trabajar para él y Seongwha estaba tan enamorado que
era casi doloroso. Así que los ayudé.” San se encoge de hombros. “En realidad le pagué a
muchos vendedores que conocía para que hicieran un largo trato con el jefe e incluso
organicé la cosa en un restaurante costoso. Les di tiempo para que salieran y Seongwha hizo toda la desaparición. Funcionó. Y déjame decirte, me sorprendió que haya funcionado.
Estoy feliz de que lo haya hecho.”
Yeosang asiente, sonriendo. “Eres tan romántico, San.”
“Dios, cállate.” Se muerde los labios para reprimir una sonrisa. “Pero sí, por eso me
debe.”
Yeosang asiente para sí mismo. “Así que, vamos a desaparecer.”
“Eso parece.”
“¿A dónde iremos?”
“A donde queramos, supongo.”
“París.”
San mira a Wooyoung, que lo observa con ojos soñolientos.
“¿Qué?”
“Deberíamos ir a París.” Murmura el menor.
“Nunca he estado allí.”
“¿Hablas francés?”
Wooyoung duda por un momento.
“Bonjour mademoiselle, mon mon baguette.”
Yeosang ríe a carcajadas, cubriendo su boca para no hacer tanto ruido y pegándose en su
propio muslo.
“Qué tal si no vamos a París.” Dice San y Wooyoung hace un puchero.
“Voy a estudiar francés, luego veremos quién va a París.”
“Sí, seguro.”
“Besa mi omelette.”
“Duérmete, escargot.”
“Dios.” Yeosang se relame los labios. “Los amo tanto, me hace tan feliz que no me hayan
matado cuando me atropellaron.”
San mira a Yeosang, tratando de ver algo en sus ojos, pero sólo puede observar su suave
sonrisa.
“Yeosang.” Wooyoung se vuelve un poco para mirarlo. “Esa noche, ¿Por qué…”
“No.” Yeosang niega con la cabeza y pone una mano sobre su cintura, cerrando sus ojos.
“No arruinemos el momento.”
“Nunca hablas de eso.” Wooyoung pone su cara en la expansión del cuello de Yeosang,
sus manos tomando las de San. “Deberías contarnos.”
Yeosang mira a San y sonríe. Puede notar lo falso que se ve.
“Mejor en otro momento.” Dice. “Mejor durmamos.”
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top