Capítulo 26

Mientras Wooyoung llega al bar inmediatamente se sienta en el regazo de Yeosang y roba la bebida de San.

“¿Por qué siquiera ordenaba tragos cuando siempre te bebes los míos?” Pregunta.

“Cuando robas algo para beber sabe mucho mejor.”

“Puedo confirmarlo.” Yeosang asiente, una mano envuelta en su cintura. “¿Todo bien con Changbin?”

Wooyoung asiente y le devuelve el vaso de whisky a San.

“Si, todo bien. Deberíamos de emborracharnos un poco más e ir a bailar.”

“Tendrán que emborracharme mucho más si quieren que baile.” Gruñe San, y luego termina su bebida.

San no está borracho, así que ¿Cuál es su excusa para bailar con él y Yeosang?

Wooyoung tiene una sonrisa autosuficiente mientras se mantiene en el medio de la multitud, entre Yeosang y San, disfrutando del arrastre de la ingle de San hacia su trasero y los labios de Yeosang rozando su cuello, sus caderas uniéndose, la música perdida en el fondo, la mente de Wooyoung nadando en la sensación, lo único claro y tangente son los cuerpos de sus dos amantes. Abre sus ojos y observa como San y Yeosang se besan sobre su hombro, sus labios hambrientos, las manos de San jalando su cabello. Wooyoung empuja sus caderas contra las de Yeosang y el chico gime en el beso.

“Préstenme atención.” Dice Wooyoung, mordiendo la mandíbula de Yeosang, sintiendo las uñas de San clavándose en su cintura.

“Eres un niño mimado.” Dice en su oído, Wooyoung sonríe.

“Les encanta.” Wooyoung jala el labio inferior de Yeosang entre sus dientes por un momento. “Vayámonos a casa.”

“Buena idea.” Responde San.

“Bien.” Dice Yeosang. “Sólo déjenme hablar con Changbin por un momento, me dijo que tenía un poco de hierba para nosotros.”

“Oh, sí, habla con él.” Dice Wooyoung.

“Tengo que orinar.” San besa su hombro. “¿Vas al auto?”

“Los espero allí.”

San le da las llaves, Wooyoung las pone en los bolsillos traseros de sus jeans y comienza a caminar a la salida del club mientras San y Yeosang van hacia el lado opuesto.

Wooyoung consigue la puerta de la parte trasera del club, en la que Changbin deja que estacionen el auto. Hay un chico vestido de negro a un lado y le abre la puerta. Wooyoung piensa, distraídamente, que nunca había pasado eso antes. Mientras sale, se vuelve para observar al hombre de nuevo y, justo antes de cerrar la puerta, Wooyoung ve rápidamente el tatuaje. Un dragón azul.

Entonces hay dolor floreciendo en la parte izquierda de su cara, lo suficientemente fuerte como para que su visión se oscurezca y pierda el equilibrio. Wooyoung se inclina a la derecha y justo antes de caer al suelo hay unas manos que lo sostienen.

La vista de Wooyoung vuelve y consigue observar a dos hombres tratando de tomar sus piernas, pero los patea, peleando contra el agarre que tiene alguien en sus caderas.

“¡Suéltenme!” Grita, la adrenalina entrando a su sistema, sangre corriendo por sus venas, en donde le golpearon la piel duele y pulsa.

“Cállenlo.” Dice un hombre y repentinamente hay más dolor en su estómago, alguien le golpea y Wooyoung se estremece, ahogándose.

Los hombres en frente de él toman sus tobillos y levantan sus piernas mientras los que están detrás lo levantan al tomar su pecho, una mano cubre sus ojos y luego un pedazo de tela es metido en su boca. Wooyoung comienza a removerse de nuevo, arqueándose y rezando salir con vida, pero las personas que lo atrapan, son fuertes y le están llevando.

“Había otro, ¿En dónde está?” Pregunta alguien, Wooyoung se da cuenta de que seguramente hablan de Yeosang. Esas personas son de Imoogi Pa. Están aquí por San.

Wooyoung intenta gritar pero la tela amortigua su voz, comienza a patear y golpea a alguien, un sonido de dolor siguiendo y su pierna derecha está libre. Inmediatamente comienza a patear con más fuerza, tomando ventaja con su pierna, plantando su pie en el piso y tratando de hacer mucho más difícil que se lo lleven, comienza a patear de nuevo.

“¡Sostengan a esta perra!” Grita un hombre, el que sostenía su pierna izquierda toma la otra, alguien jala su cabello con fuerza.

“Estoy cansado de esto, golpéenlo.”

Wooyoung intenta removerse de nuevo pero algo lo golpea en las costillas tan fuertemente que su cuerpo cae tieso, el dolor nubla su mente por completo. Respirar se le hace cada vez más difícil, cada vez que inhala el dolor en sus costillas hace que se ahogue y la tela en su boca lo sofoca aún más.

Finalmente, dejan de caminar y lo tiran al suelo. Wooyoung sisea y sostiene sus costillas, acurrucándose en sí mismo. Esto no es bueno.

Abre sus ojos, su visión es borrosa, reconoce en dónde están. Están junto al auto, en el callejón en el que estacionaron, Wooyoung puede ver las calles abiertas detrás de los hombres que se posicionaron allí, bloqueando la salida. En frente está el camino que tomaron para llegar al club.
No puede quedarse allí.

Se arrodilla e intenta levantarse y correr pero es inmediatamente tirado al suelo de nuevo, un pie en su espalda manteniéndolo allí. Wooyoung se remueve de nuevo, siente el pie levantándose en su espalda y luego algo se presiona contra la parte trasera de su cráneo. Todo su cuerpo se pone tieso mientras alguien presiona con fuerza el cañón de un revólver.

“Un movimiento más…” dice. “Y te vuelo los sesos.”

Wooyoung no se mueve del todo, su frente contra el asfalto.

“Ahora.” Dice el hombre. “Voy a sacar esto de tu boca y no vas a hacer ni un sólo sonido, ¿Quedó claro?”

Wooyoung asiente. El hombre remueve el revólver y lo toma por el cuello de su camisa, levantándolo hasta que se arrodilla de nuevo, saca la tela de la boca de Wooyoung y este inhala con fuerza, el revólver vuelve a su cabeza.

“Ahora vamos a esperar.”

Wooyoung tiene su mano presionando contra su costilla: no están rotas, pero si bastante jodidas. Puede prestarle atención a eso luego, si es que hay un luego. Sabe que los hombres son más de los que esperaba, la mayoría detrás de él, está el que presiona el revólver contra su cabeza, y dos a su izquierda, otro a su derecha, justo en frente del auto. No puede moverse en ninguna dirección.

Así que espera.

Los sonidos de pasos acercándose casi hacen que suelte un quejido, espera que no sea San y espera que tampoco sea Yeosang.

Sube la mirada y aprieta la mandíbula cuando ve que San llega al callejón. Para de caminar cuando observa a Wooyoung, las emociones inundando su cara, el miedo claro en lo tiesos que están sus músculos. Sube la mirada y mira a los hombres que están con él, observa a Wooyoung de nuevo y éste puede notar una gran disculpa implantada en sus ojos.

San suspira.

“Hola, Minhyuck.”

“Choi.” Responde el hombre sosteniendo el revólver. “Esto ha ido demasiado lejos, ¿No crees?”

San asiente.

“Estoy de acuerdo. Fue divertido, pero supongo que se acabó ¿Mh? Bien.” Toma un paso hacia adelante y se detiene en el momento en el que Minhyuck presiona el revólver aún más fuerte. “Vámonos. Les daré el dinero, volvemos a Daegu, el jefe me mata, todos felices.”

El hombre detrás de él ríe, Wooyoung mantiene sus ojos en los de San.

“Pero, Choi. ” Dice Minhyuck. “Al jefe ya no le importa el dinero.”

“¿No?”

“No. Ahora sólo quiere matarte.

San se encoge de hombros.

“Lo que sea, entiérrenme con el dinero entonces. No me importa.”

“¿En dónde está el otro?”

San aprieta la mandíbula.

“¿Quién?”

“El otro chico con el que estabas.” Minhyuck suena irritado. “Eran tres maricones, ¿En dónde está?”

“¿Por qué carajo me importaría? Lo conocí hace una hora.” Dice San. “Me chupó la polla en el baño y luego se fue.”

“¿En serio?”

“Sí, imbécil.” San se cruza de brazos. “Escuchen, ¿Podemos irnos? Esto es aburrido.”

“¿Y éste?” Minhyuck traza su sien con el cañón del revólver, Wooyoung reprime un escalofrío. “¿También lo conociste hace una hora?”

“Hemos estado follando.” Responde San, mentiras saliendo fácilmente de su boca. “Por cómo una semana, o algo así. ¿Por qué te importaría con quién me acuesto? ¿Te nos quieres unir?”

“Bésame el culo, Choi.” Minhyuck escupe en el suelo. “Han estado follando, ¿No es así?”

“Sí.”

“Entonces no te importa que le dispare aquí y ahora, ¿No?”

San no responde, sólo mira a Minhyuck y Wooyoung puede notar como está luchando contra sus propias emociones, como lucha por no mirarlo a él.

“Pero, ¿No sería una pena?” Minhyuck baja el revólver de su sien a su mejilla, llegando hasta su cuello. “Es una cosita linda, ¿No es así? Sería una pena matarlo sin haberlo probado primero.”

Wooyoung intenta con todas sus fuerzas no alejarse de él, se mantiene inmóvil, la adrenalina ida y reemplazada por miedo. Ha sentido aquello antes. Con Taeyong. Lo ha sentido.

“No soy un marica, pero, ¿Con una cara como esa?” Los hombres detrás de Minhyuck ríen. “Demonios, apuesto que esta perrita podría chupar mi polla como un experto. Probablemente le encantaría ahogarse con ella.”

“Pones un dedo sobre él, Minhyuck” Dice San de repente, con voz temblorosa. “Un maldito dedo, y lo juro…”

“Buscaré al otro también, Choi.” Sisea Minhyuck, el revólver contra su cabeza de nuevo, presionando. “Voy a dejar que todos mis hombres se los follen en frente de ti, maldito traidor.”

Wooyoung mira a su derecha, el hombre a su lado tiene un agarre suelto en el cuchillo.

“Te daré el dinero.” Intenta San. “Volveré y dejaré que hagan lo que quieran conmigo, pero en el momento en el que los lastimes, ese es el maldito momento en el que te pones una sentencia de muerte en el cuello.”

Wooyoung sabe que puede tomar el cuchillo, pero entonces ¿Qué haría? Le duelen las costillas, su cabeza aún da vueltas por el golpe inicial, tiene miedo y hay demasiados ¿Qué debería hacer?

“¿Sabes que voy a hacer? Voy a partirte las piernas y voy a hacer que mires como todos nos follamos a esta zorrita contra la pared.” Minhyuck de repente alza su revólver, apuntando a San. “En serio, lo haré.”

Entonces Wooyoung toma el cuchillo, se voltea y apuñala a Minhyuck en la rodilla. El hombre grita de dolor y cae al suelo tomando su pierna, Wooyoung mira como San se mueve hacia él mientras éste intenta levantarse. En el momento en el que lo hace el hombre que sostenía el cuchillo lo toma por el cabello y lo jala hasta que golpea la pared.

El hombre está en frente de él, tiene otra arma en su mano, escucha como San grita algo y luego hay un sonido ensordecedor mientras ve como sangre sale de su sien.

Su cuerpo cae en el piso con fuerza, hay más tiroteos, más cuerpos cayendo, entonces todo está en silencio. Wooyoung mira a los hombres de Minhyuck, caídos, ahora parados allí se encuentran Changbin y los hombres de Geottong Beolle Pa, sus armas levantadas disparando a los pocos que siguen de pie, completamente inmóviles, con sus cuerpos contra la pared.

Changbin baja su arma y camina hacia Minhyuck, el hombre aún en el piso, su pierna llena de sangre. Changbin para en frente de él y luego lo patea en la cara, Wooyoung oye el sonido de la nariz Minhyuck rompiéndose, el hombre soltando un quejido y estremeciéndose en el suelo.

“A este…” Changbin le dice a sus hombres. “Le cortan los testículos y se los envían a Imoogi Pa. A los otros los matan y dejan a uno vivo, no me importa quién, sólo quiero que vuelva a Daegu y le diga al viejo Dragón que la próxima vez que piense que puede poner un pie en Busan lo despellejamos.” Changbin se vuelve hacia San, quien mira inmóvil a Changbin. “¿Qué haces aquí? Ve con él.”

Y San lo hace, corriendo hacia él y arrodillándose a su lado, tomando su cara con las manos temblorosas.

“¿En dónde te golpearon?”

“E-Estoy bie…”

“No estás bien, estás sangrando, dime en dónde te golpearon.”

“Las costillas. No están rotas.”

San abre su boca para decir algo pero luego su atención es capturada por Yeosang, que se abre paso entre los hombres de Changbin mientras éste lleva al único hombre restante de Imoogi Pa.

“Vi que te llevaban.” Dice Yeosang, agachándose junto a él. “Fui a buscar a San, encontré a Changbin y le dije, mierda, ¿Estás bien?”

“Chicos.” Dice Changbin, se vuelve hacia él. “Tienen que irse. Ahora. Vuelvan al departamento, busquen sus cosas y váyanse.”

San niega con la cabeza.

“¿Y si hay más allá afuera?”

“Envié hombres para que vigilen, no hay nadie, están escondidos y listos para intervenir si ven algo. Estos malditos idiotas trataron de matarte detrás de mi jodido club, ¿Qué tan imbécil tienes que ser para joder tanto las cosas?” Changbin suspira. “De todas formas, tienen que irse de Busan justo ahora.”

Yeosang le está ayudando a levantarse, Wooyoung sisea con el dolor que repentinamente inunda su pecho.

“Yo…” San traga. “Nos estás ayudando.”

“¿Qué mierda? ¿Por qué te sorprende? ¿Porqué eres de Imoogi?” Changbin se encoge de hombros. “Ya sabía, no me importa.”

“Binnie” Wooyoung camina hacia él y lo abraza, su amigo abrazándolo de vuelta, con cuidado de no tocar sus costillas. “Mierda, Binnie, gracias.”

Changbin roza su nariz en su cuello.

“Te voy a extrañar demasiado, Woo.”

“Volveré.”

“Será mejor que lo hagas. Ahora salgan de aquí.”

Wooyoung lo sostiene una última vez y luego consigue irse hasta el auto, abre la puerta y Yeosang entra primero para poder sentarse en la parte de atrás, entonces Wooyoung se sienta con cuidado en el asiento de copiloto. San se sienta detrás de volante y cierra la puerta, mira a Changbin.

“No sé… no sé cómo agradecerte.”

“¡Somos hermanos!” Sonríe Changbin. “Y los hermanos no nos damos las gracias.”

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