Los días seguían pasando y el cumpleaños número 22 de Silas se acercaba, ella quería hacer una gran fiesta aprovechando que mis padres no estarían esa noche y conociéndolos tan bien, se sabía que se sentirán culpables por dejarla el día de su cumpleaños y le permitirían hacer la dichosa fiesta. Yo tambien estaba emocionada por esa celebración, Sairo había estado muy atento a mí estos últimos días, lo de mi hermana solo había sido un ataque de celos sin sentido e incluso le había pedido disculpas a Silas por haber confundido todo y ella solo sonrió diciendo que el amor era así, por lo tanto no tenía porqué pedir disculpas.

Todo estaba planeado para la fiesta de mi hermana: desde la comida, tragos, decoración, los vestidos que llevaríamos y los invitados que irían, por supuesto yo había invitado a Sairo y él encantado había aceptado, pensaba que esa sería la noche ideal para expresar mis sentimientos hacia él y empezar de una vez por todas una relación estable, amorosa y otras cosas íntimas. Mis padres ya tenían sus maletas en la puerta con sus rostros demacrados por la culpa, pero mi hermana los había hecho sonreír diciéndoles que no había mejor regalo que dejarla hacer la fiesta.

—De verdad lamentamos todo esto, tratamos de que la reunión fuera para después, pero fue imposible —dijo mi madre con sus ojos cristalizados.

—No te preocupes mamá, Sailas y yo la pasaremos muy bien —musitó mi hermana dando alientos.

—Esperamos que sea así —oro mi padre con una sonrisa débil.

Después de una despedida demasiado dramática, mi hermana y yo nos pusimos manos a la obra para empezar con todo, la fiesta sería esa misma noche y queríamos que todo fuera genial e inolvidable. Faltaban solo pocas horas y los invitados ya empezaban a llevar, entre ellos habían algunos amigos de mi hermana del lugar donde trabaja y algunos de mis amigos que había invitado solo para que hubiera más personas, mi corazón empezó a palpitar cuando Sairo entró por la puesta con un traje demasiado elegante, inmediatamente lo recibí con una gran sonrisa mientras él hacía lo mismo.

—Vaya, hicieron un gran trabajo. —halagó Sairo mirando todo— todo estaba muy lindo.

—Gracias, queríamos que fuera un noche inolvidable —respondí animada.

—Y lo será, todo pinta a que será así.

La fiesta comenzó una vez que todos los invitados habían llegado, la música retumbaba por todas partes y las personas ya empezaban a alocarse con la música y el alcohol, yo era una de esas personas, había bebido demasiado y muy rápidamente, no supe más de mi alrededor, no sabía que había pasado con Sairo, mi hermana o los invitados, no sabía cuánto tiempo había estado bebiendo, ni tampoco sé en qué momento había perdido el conocimiento hasta quedarme profundamente dormida, pero cuando desperté ya todo estaba en silencio y apagado.

Habían muchas personas durmiendo en cualquier parte, yo me encontraba en el suelo con una botella en mano, decidí subir a mí habitación para poder descansar completamente, pero cuando iba a abrir la puerta de mi habitación, escuché unos ruidos provenientes de la habitación de mi hermana. Rápidamente puse mi oído en la puerta y eran nada más y nada menos que gemidos provenientes de una mujer ¿Alguien estaba follando en la habitación de mi hermana? Inmediatamente sentí asco por la persona que estaba allí dentro ensuciando la habitación de Silas, abrí lentamente la puerta sin hacer el mínimo ruido y miré hacia el interior.

—Malditos —dije para mí misma mientras veía la escena completa.

La luz no era mucho y solo se podían apreciar las figuras de dos personas encima de la cama; la chica se encontraba en la posición del perrito con su rostro estampado contra la almohada tratando de ahogar sus gemidos de placer, el chico la estaba penetrando con todas sus fuerzas mientras se aferraba a la pequeña cintura de la chica, era una escena realmente asquerosa y placentera, sentía que mi parte íntima empezaba a calentarse de una manera alocada, tenía varias copas encima y ver a dos personas follando no era la mejor opción.

Los gemidos de la chica y los del chica me estaban emprendiendo, así que decidí acabar con todo esto de una vez y encendí la energía para ver la cara de esos dos hormonados, pero el color abandonó mi rostro al ver de quiénes se trataban, podía ver en sus rostros el horror de haber sido encontrados en semejantes condiciones, yo realmente no sabía que hacer, solo sentía mi sangre hervir.

—S-sailas —susurró—, no es lo que estás pensando.

—De verdad lamento que hayas tenido que ver esto —se disculpó Sairo con su rostro sonrojado por el momento.

—Son unos malditos —fue lo único que dije para luego salir corriendo hacia mi habitación.

No sabía la razón de mi llanto, solo sabía que esos dos me habían visto la cara de idiota y yo se los había permitido, creía que le gustaba a Sairo, pero éste solo se había acercado a mí para tener un chance con mi hermana y Silas sabía mis sentimientos hacia el chico y no le había importado, ambos me habían traicionado y de la peor manera. Seguí llorando hasta altas horas de la madrugada, mis padres llegaban mañana en la tarde y aunque pareciera una pone quejas, ellos se enterarían de lo que había pasado ésta misma noche. Al final el sueño hizo de las suyas y me quedé dormida entre lágrimas y pensamientos de odio, mañana sería un nuevo día para sufrir.

¿Qué opinan de lo que hizo Silas y Sairo? Los leo en los comentarios.

Gracias por leer 💜💜😍