Epílogo
—¿En serio tan loco estás por ella? —preguntaba Elisa ahí con el humo de aquella parrillera envolviéndola.
—Honestamente cuando comencé a salir con ella pensé que duraríamos unos dos días por mucho, pero ya llevamos casi ¡dos años! —tenía unas pinzas de cocina en sus manos y de verdad intentaba voltear aquella carne en la parrilla.
—Pero ¡casarte! —exclamó, casi gritó, pero ese humo la estaba haciendo llorar.
—Sí ¿celosa? —divertido sonreía, aunque el humo entró en sus pulmones y comenzó a toser.
—No es eso, es que… —el humo no solo la estaba quemando, sus ojos no lo soportaba y a donde se movía la perseguía —¡Maldito humo! —Con rabia agitaba su mano queriendo alejarlo de ella —Uno siempre ve en las películas que hacen barbacoas felices, sonriendo, tomando, pero ¿quién puede estar feliz con esta humareda que irrita tus ojos y quema tu piel?
—Sabes que fue tu idea. Estabas de llorona, hagamos una parrillada, hagamos una parrillada. Valiente cosa que escogiste para hacer en tu cumpleaños. Por cierto, Alex se perdió —miraba a todos lados buscándolo.
—Tal vez me tiene una sorpresa —decía contenta.
—Sí, tal vez sea eso —volvió a concentrarse en la carne asándose.
—Volviendo al tema de tu boda, no es que esté celosa, es solo que yo llevo dos años y más, incluso casi tres años siendo novia de Alex y él simplemente no sé, creo que no se quiere casar conmigo —llevaba tiempo dándole vuelta al asunto, pero no se atrevía a contárselo a nadie.
—Elisa, Elisa —Chace fingiendo ternura se acercaba a ella, tenía ese delantal de cocina que en un principio hizo explotar de la risa a Elisa —, tienes 20 años, acabas de cumplir ¡20 años! ¿Para qué quieres casarte? —le gritaba atorrante en la cara.
—¡Maldito imbécil! Por eso nunca te cuento nada —vociferaba molesta.
—Solo te haré unas preguntas ¿tienes sexo regular con Alex? —Claro que ella no contestaría eso — el silencio me dice que sí ¿te la pasas en su departamento casi que todo el tiempo? En más ¿acaso no viven juntos? Viven para arriba y para abajo juntos, y honestamente no sé cómo te ha calado tanto, eres asfixiante después de los primeros días.
—Ja, ja, ja —exclamaba irónica.
—La cosa es ¿para qué quieres casarte? Ya vives una vida de casada.
—¿Para qué quieres casarte tú? —refutaba.
—En mi caso es necesario. Me la paso trabajando, necesito de una esposa. Tengo mis razones que no discutiré contigo.
—Yo tampoco discutiré mis razones contigo.
En pleno silencio volvieron a prestar atención a la carne, aunque ya el gran pedazo de carne estaba hecho carbón.
—¿Tendrá miedo de tu herencia? —preguntaba de súbito.
—Eso pienso yo —afirmaba Elisa —. Es que puedo tener 20 años, pero no voy a dejar a Alex, él es mí para siempre. Y ¿acaso él piensa dejarme a mí? Es decir ¿qué espera? ¿Encontrarse a otra? ¿Para qué quiere su libertad de soltero?
—Para nada, tú eres el para siempre de él —Chace seguía pensando.
—Lo único es que no quiera envolverse en el rollo que es tener mi herencia. Pero eso es lo que conlleva estar conmigo.
—Solo puedo decir que eres una desesperada. Ya que nunca van a aburrirse uno del otro, tienen todos los años del mundo para decidir cuándo casarse. Pero tú quieres todo rápido, así como fuiste a acostarte con Alex con apenas tres días de novios.
—Nunca vas a superarlo —casi gritaba, no estaba molesta, solo le daba risa —. En serio ¿algún día lo olvidarás? Dime, acaso no conociste a Tifani en la cama, te acostaste con ella el primer día y ahora piensas casarte con ella. No me llames zorra por lo que hice, fue lo más sensato.
—No es un reclamo, solo digo que quieres ir cual cohete. La gente normal se casa a los 25, al menos las mujeres. Y ya no quiero seguir con esto —tosiendo se alejaba de ahí.
—Oh no, debes ayudarme. Sino ¿qué comeremos? Por cierto que regalo me trajiste.
—¡Regalo! Me dijiste que comprara la carne de la parrilla, así que mandé a que la compraran y bueno aquí estoy chamuscándome con esto.
—Te dije que fueras en persona a comprar la carne —protestaba.
—Qué manía la tuya de querer que hagamos todo por nuestra cuenta —continuaba tosiendo.
—Ese era el chiste de este día, hacer cosas por nosotros mismos, como lo hacen las personas normales.
—Las personas normales no tienen que lidiar con números, políticas y protocolos para mantener una mega empresa andando en la bolsa, no deben estar con guardaespaldas por diestra y siniestra para que no los maten, así que no soy normal, y ya me acostumbré.
Chace terminaba de hablar y Liam llegaba con las cervezas y otras cosas que debía comprar para la fiesta. Ian llegó con una gran tienda de campaña que armarían para comer las delicias que aún no estaban listas. Chace no quería estar un segundo más asando carne, así que se fue con Liam a armar la tienda. Ian de buena gente se quedó con Elisa, aunque ella solo mordisqueaba los pedazos de carne quemada que sacaban del asador.
—¡Casarte! —gritaba Liam, mientras Chace le gritaba que bajara la voz —Ok, pero… Tifani es hermosa, claro es una modelo de Victoria Secrets, yo también me casaría, pero… No sé… me dirás loco, pero se me hizo que te recuperaste rápido de tu enamoramiento de Elisa. Inmediatamente conociste a Tifani y te hiciste novio formal de ella. Siempre creí que lo hiciste como medio para olvidar… No me hagas caso —sacudía su cabeza y continuaba armando la tienda.
—Te digo la verdad —decía sumamente bajo, para que nadie los escuchara —. Temo que nunca podré olvidarla —Liam casi pegaba un grito ahogado —. Ella es la única, nunca habrá otra como ella, ¿dónde encontraría otra mujer igual que ella? Con mis mismas emociones, con las expresiones que en otras sonrisas no encuentro yo, con esa mirada atenta y de indiferencia cuando me comportaba como un completo idiota —Liam lo miraba y sabía que su amigo estaba grave —. Con esa capacidad de aguantar el ritmo de mi mal humor. Lo cierto es que siendo un perro, o un novio fiel, no logré sacarla de mi mente y de verdad debo dejar de crear en mi mente estos eventos llenos de “Sis” y “hubieras”.
—¿Casándote lo encontraras? —le preguntaba bajo pero fuerte.
—Debo amarrarme a algo o terminaré loco, tal vez tener una familia haga que ella quede en un rincón muy escondido en mi corazón. Debo hacerlo. Y es que no soy tan fuerte, no lo soy, y tal vez solo sea un capricho, pero ha durado demasiado.
Tomando una de las partes de la tienda le dio fin a aquella conversación, cómo siempre solo le pondría una mordaza a sus sentimientos.
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—Entonces vas a casarte —decía Alex sentándose a su lado. Unos metros enfrente, Liam, Elisa e Ian intentaban asar bien un pollo entero. Estaban llenos de carbón y sudaban efusivamente, igual no querían darse por vencidos.
—Las noticias corren —exclamaba a la vez que tomaba un poco de su cerveza —. Solo no digan nada, porque aún no se lo propongo a Tifani. Ni siquiera sé cómo hacerlo —reía —, deberías ayudarme en eso. El romance es lo tuyo.
—¿En verdad piensas hacerlo? ¿Casarte?
—¡Sí! ¿Por qué todos piensan que estoy loco?
—No te molestes, es solo que… —no sabía cómo decirlo.
—Tú deberías pensar hacerlo también.
—¡¿Qué?! —expresaba saliendo de sus pensamientos.
—¿Por qué no le has propuesto matrimonio a Elisa? Entiendo que todos estamos jóvenes, pero ¿esperas encontrarte a alguien más? ¿Le das tiempo para que se enamore de alguien más? Porque te digo que ella no te dejará, tú eres su “para siempre” su “happy ending”.
Alex no dijo nada por un buen rato. Solo se quedó observando a Elisa, quien reía y maldicía con aquel pollo en una vara que le costaba sostener y que finalmente sin aguantar el calor soltaba. Ian y Liam gritaban y casi lloraban al ver que su creación que tantas lágrimas les había sacado ahora rodaba en el verde pasto. Chace comenzó a reírse, mientras Ian y Liam se comían a Elisa y ella mandada a hacer se defendía. Alex se reía también.
—Aun no la has olvidado —decía de pronto, no con resentimiento, solo como un reconocimiento. Chace se tensó al instante y dejó de reír para verlo.
—¡¿Qué?! ¡Voy a casarme! —esbozaba indignado.
—Eso no quiere decir que la hayas olvidado —Chace no podía creer que para él eso fuera tan natural.
—¿Qué te ocurre? ¿Acaso no estás feliz con ella? Yo soy feliz con mi vida, selo con la tuya.
—Estoy muy, muy feliz con Elisa. Pero piénsalo bien Chace, no te cases por impulso, hazlo por las razones correctas. Un día y me temo que más pronto que lejos te pediré un favor, solo espero que estés dispuesto a ayudarme —riendo se puso de pie —. Ahora vamos, creo que debemos llamar a un restaurant por comida o no comeremos nada.
Chace lo siguió aunque no entendía nada. No sabía a qué favor se refería y también le daba recelo saber que Alex estaba tan consciente de sus sentimientos.
—¡Chace! —le decía deteniéndose de súbito antes de tomar el teléfono para llamar —Tú dices que soy el “para siempre” de Elisa, pero ¿Cuánto es, para siempre? En un mundo lleno de mortales ¿Qué es mí “para siempre”? —Chace no supo que contestar —Piénsalo, el Siempre se quiebra con tan solo una palabra.
—Ay sí, sí, ahora la culpa es mía porque yo solté el pollo —llegaba Elisa refunfuñando —. El maldito pollo seguía crudo, pero claro culpen a la… ¡Vaya! ¿Qué hacen aquí? —interrumpía sus meditaciones en voz alta.
—Llamábamos para pedir comida —se apresuraba a decir Alex con uno de los menús de un restaurant campestre en sus manos.
—Tú siempre piensas en todo —le dedicaba la mejor de sus sonrisas, aunque por más que practicaba no sentía que sonriera de forma dulce o tierna, y la verdad ya no le importaba —. Esto de ser normales fue un desastre —cansada se lanzaba en un sillón —. No sé cocinar, no se lavar, no se hacer nada y…
Prosiguió quejándose hasta que Chace sintió que sobraba. La pregunta de Alex no se le iba de la mente y la llevaría en su cabeza por mucho tiempo. Le daría vueltas cientos de veces, hasta que de pronto la olvidaría. Como ironías de la vida encontraría la respuesta tiempo después, para su desgracia mucho tiempo después.
“El Siempre, se quiebra con tan solo una palabra”
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Un corto epílogo, que creo no dice mucho, pero tal vez solo lo esencial. Pensaba ponerles algo más grande pero se me hacía que parecía otro capítulo y no debía ser así. Espero que hayan disfrutado de ésta primera parte y ¿quien adivina el acertijo? Solo cómo Gossip Girl no diré mucho. XOXO
No se olviden de leer los agradecimientos encontraran sus nombres allí. :)
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